La gran mayoría de los medios de comunicación, incluido Gara, nos están dando a entender el Brexit como un logro de la derecha y de la ultraderecha por el apoyo que han dado a esta campaña. Sitúan las motivaciones del Brexit en el nacionalismo reaccionario y la xenofobia, en la ignorancia del pueblo y la inconveniencia de los referendos. No negaremos que quienes defienden estos preceptos han apoyado la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero todos los que lo han apoyado no puede decirse que sean reaccionarios y xenófobos. Se omite que según se va desarrollando la Unión Europea aumenta el descontento y el rechazo entre las clases populares principalmente entre la clase trabajadora. Las políticas de la Unión Europea han sido claramente favorables a las burguesías de la Unión (incluida la oligarquía inglesa que era contraria al Brexit) y opuestas a las clases populares que ven como día a día empeoran sus condiciones de vida. La experiencia del referéndum sobre la Constitución Europea, las protestas griegas contra la troika, las luchas en Francia contra la reforma laboral… y ahora el Brexit van dando muestras del alejamiento cada vez mayor de los trabajadores de ese proyecto de Unión como imaginario de una democracia que siempre hemos denunciado como pura ideología, es decir falsa conciencia necesaria.
Las políticas de la Unión Europea han sido claramente favorables a las burguesías de la Unión (incluida la oligarquía inglesa que era contraria al Brexit) y opuestas a las clases populares que ven como día a día empeoran sus condiciones de vida. Partes de la pequeña burguesía, profesionales liberales, sectores de viejas burguesías fabriles han abanderado el Brexit porque también se sentían perjudicados por las políticas de la Unión Europea ante la inacción de gran parte de la izquierda, especialmente de la socialdemócrata.
Comprender por qué muchas expresiones de este descontento popular se pueden capitalizar por la derecha y la ultraderecha se explica por la postura que toman las socialdemocracias europeas al respecto. Se alejan de las clases populares al apoyar indefinidamente el proyecto de esta Unión Europea e implementar sus políticas dejando claro su naturaleza de clase al alinearse a favor de la burguesía. Como mucho se nos muestran tímidas críticas con más intención de apaciguar que de otra cosa, con la esperanza de poder reformar este proyecto capitalista en un futuro que nunca llega. En este apoyo a la Unión Europea podemos encontrar un factor importante de la decadencia de la socialdemocracia en Europa.
Sortu comete un gran error al posicionarse junto a las socialdemocracias europeas y apelar a la posibilidad de una Europa más humana, más democrática, postura, por cierto, similar a la del partido español Podemos y a la del eurocomunismo.
Desindustrialización, acabar con el sector agrícola, Plan Bolonia, OTAN, TTIP, fracking, paraísos fiscales, la corrupción derivada de los fondos de cohesión, Idomeni… no podemos perder de vista la realidad quitándole la cobertura ideológica a este monstruo. Iñaki Egaña nos hablaba de un EHxit este sábado en su artículo en Gara, situándolo en el plano de la soberanía respecto a España y Francia, echamos evidentemente en falta que ese EHxit tiene que llegar a la salida de la Unión Europea, de la OTAN… si no esa soberanía solo será aparente y a merced de los intereses del capital, no podrá responder a las demandas de las clases populares.
Entre las consecuencias del Brexit se habla de una posible desaparición de la Unión Europea, puede que la oligarquía europea plantee caminos intermedios para salvar la papeleta o simplemente no hacer que Gran Bretaña no salga de la Unión Europea, ya que en este momento no se ha activado el artículo 50 del Tratado de Lisboa que es el que inicia el proceso de salida de un Estado Miembro. También se han activado, en las últimas horas, diversos mecanismos que van desde el veto escocés al Brexit a la salida de importantes bancos de la City hacia París y Frankfurt… Lo que sí tenemos claro es que esto supone un acelerón a la nueva fase de la crisis del capital en la que estamos inmersos y que el capital planteará que sea la clase trabajadora la que pague con creces el objetivo de mantener la tasa de ganancia.
Las izquierdas revolucionarias de Europa, y la izquierda revolucionaria de Euskal Herria, tenemos que analizar y explicar por qué tenemos que acabar con esta Unión Europea. Que para construir nuevas alianzas continentales y mundiales han de basarse en la soberanía de los pueblos, en el internacionalismo proletario y en la ausencia de explotación en cualquiera de sus formas.
En Euskal Herria se está abriendo un debate popular sobre el movimiento revolucionario de liberación nacional que necesitamos, es necesario que lo enriquezcamos con reflexiones en torno al contexto y la coyuntura nacional e internacional. Pongámonos a ello.
Boltxe Kolektiboa
26 de junio de 2016