Hace tan sólo unas semanas que culminó el proceso ABIAN, impulsado por la Izquierda Abertzale oficial
(en adelante IA). Desde SUGARRA, siguiendo con nuestro habitual criterio de no interferir en dichos procesos (como tampoco lo hicimos durante el desarrollo de Zutik Euskal Herria), ahora, una vez finalizado, nos sentimos en la obligación moral y política de manifestar nuestra opinión sobre el mismo, máxime cuando este ha dado lugar a la aparición de sectores abiertamente críticos, opuestos frontalmente a la dirección actual de la IA y a la orientación general que está imprimiendo al movimiento.
Lo primero que salta a la vista en este proceso es la progresiva y radical disminución del número de participantes en los debates que se han ido desarrollando a lo largo de las diferentes fases del proceso. Según datos del diario GARA[nota]
Ver GARA (23−04−2016).
[/nota], en la primera fase del proceso, celebrada entre noviembre de 2015 y enero de 2016, participaron alrededor de 9.000 personas y se realizaron unas 800 aportaciones.
En la segunda fase, celebrada desde finales de febrero a primeros de marzo de este año, el número de participantes se había reducido a 4.782, y la tesis general fue aprobada por un 81% de los participantes. Sin embargo en la última fase de debates, celebrada entre el 12 y el 19 de marzo, su número se había reducido aproximadamente a unos 3.150. Lo cual revela, a todas luces, un progresivo desinterés por la continuación del debate, a pesar de la importancia que se atribuía a este desde la dirección de Sortu, y pone de manifiesto el escaso apoyo que realmente han obtenido las ponencias presentadas entre la militancia.
El proceso ABIAN ha venido a consolidar el giro posibilista, institucionalista y reformista que la IA inició con el proceso anterior, Zutik Euskal Herria (finalizado a principios de 2010). Por el camino, ha ido perdiendo la mayor parte de la potencialidad revolucionaria que había tenido y que desde SUGARRA, en su momento, valoramos positivamente. Así, el antiguo nacionalismo de izquierda, basado en la confrontación y la lucha (social y nacional) fue dando paso a otro tipo de nacionalismo bien distinto, un nacionalismo reformista, basado en la colaboración y la conciliación.
Una de las primeras reacciones ante la evolución ideológica y política de la IA fue la constitución, a principios de 2014, de AMNISTIA TA ASKATASUNA (ATA). Este nuevo movimiento anti-represivo criticaba abiertamente la posición de Sortu y el comunicado emitido el pasado 28 de diciembre de 2013 por el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), en el que se anunciaba su disposición a acogerse a los beneficios penitenciarios
legalmente reconocidos.
Pero sería el presente año cuando surgirían nuevos posicionamientos, abiertamente críticos con la línea oficial de la IA. El pasado 21 de mayo se presentaba en Bilbao el colectivo ASKATASUNAREN BIDEAN (AB), haciendo acto de presencia en la rueda de prensa convocada al efecto, frente al Teatro Arriaga, una cincuentena de expresos y exrefugiados políticos vascos. Apenas 15 días más tarde, ve la luz el manifiesto Aurrerantz[nota]
Ver: https://www.boltxe.eus/aurrerantz‑1/
[/nota].
Tanto ATA, como AB, como el manifiesto Aurrerantz, coinciden en criticar a Sortu y al resto de la IA el haber abandonado la exigencia de la Amnistía para los presos-as y refugiados-as políticos-as vascos-as. Al mismo tiempo, tanto AB como el manifiesto Aurrerantz, coinciden en denunciar el abandono por parte de la IA de la lucha por el socialismo.
Resultaría un tanto prematuro, en estos momentos, meternos a analizar las posiciones defendidas por estos dos últimos, con sus distintos matices, por lo que lo haremos con más detenimiento en próximos artículos. No obstante, queremos adelantar que desde SUGARRA consideramos que ser abertzale no implica, necesariamente, ser nacionalista y que, como comunistas vascos nos consideramos abertzales. De ahí que, desde un punto de vista ideológico, como marxistas-leninistas, diferimos radicalmente del nacionalismo revolucionario
; aunque desde un punto de vista táctico, e incluso estratégico, pueda haber importantes puntos de coincidencia con quienes honestamente mantienen estas posiciones.
Pero, de momento, lo que más nos interesa es ¿a qué se debe el giro ideológico y político dado por la IA en los últimos años? Es indudable que no se puede dar una explicación al mismo, sin tener en cuenta la composición social de la militancia de la IA[nota]
Nos referimos a las clases sociales, capas, sectores sociales, así como a las categorías sociales a las que pertenecen.
[/nota], así como sus diferentes y contradictorios intereses de clase y de la lucha de líneas, como expresión de los mismos. Como tampoco se puede explicar, sin tener en cuenta el contexto de la crisis global del sistema capitalista y el modo en que esta ha contribuido y contribuye a exacerbar todo tipo de contradicciones. Todo lo cual, guarda una relación muy estrecha con el peso que ha tenido y tiene la pequeña burguesía en el seno de la IA.tampoco se puede explicar, sin tener en cuenta el contexto de la crisis global del sistema capitalista y el modo en que esta ha contribuido y contribuye a exacerbar todo tipo de contradicciones. Todo lo cual, guarda una relación muy estrecha con el peso que ha tenido y tiene la pequeña burguesía en el seno de la IA.
En primer lugar, hay que decir que la pequeña burguesía es una clase de transición, entre la burguesía y el proletariado. Es una clase con un origen y una composición contradictoria. Por una parte, es producto de la pervivencia de la producción mercantil simple en la formación social y económica capitalista y por otra, de la rápida incorporación de las innovaciones científico-técnicas al proceso de producción y de distribución, así como del rápido desarrollo del aparato del Estado burgués, como consecuencia del creciente número de funciones que éste debe asumir en las condiciones del capitalismo desarrollado.
La pequeña burguesía está formada por los-las propietarios-as de las pequeñas empresas de tipo familiar o sociedades limitadas de entre 5 y 50 trabajadores-as. También forman parte de la pequeña burguesía los trabajadores autónomos (propietarios de sus instrumentos de trabajo, pero que no explotan trabajo asalariado) así como los miembros de las cooperativas, propietarios privados (aunque en régimen colectivo) de los medios de producción de las mismas.
Algunos teóricos marxistas consideran que ciertos sectores de trabajadores y trabajadoras asalariados-as, con una elevada cualificación, como es el caso de los técnicos y/o cuadros de las empresas[nota]
En realidad, forman parte de las llamadas franjas intermedias
. Ver: Santi Ramirez. Aproximación a un análisis de clase de Euskal Herria, pp. 17 y 18, Publicado en SUGARRA.
[/nota] constituyen lo que ellos denominan como nueva pequeña burguesía
.
Esta clase se encuentra asfixiada por las grandes empresas multinacionales y, por otra parte, está sufriendo una rápida proletarización, como consecuencia del desarrollo de la crisis económico-financiera que se inició en 2007. Por todo esto, la pequeña burguesía tiene una posición política tímida, vacilante e inconsecuente. Y, en situaciones de profunda crisis económica, política y social, como la que aún estamos atravesando, sus contradicciones internas la pueden llevar y de hecho, históricamente, la han llevado a pasarse al campo de la reacción, adoptando posiciones contrarrevolucionarias e incluso fascistas; o a sumarse a la causa de la revolución proletaria.
Tampoco puede ser ajeno a este giro reformista y posibilista, el hecho de la creciente influencia que el sindicato LAB (y con ello la IA) está alcanzando en los últimos años en la administración pública, tanto en la CAPV como en Nafarroa e incluso en Iparralde.
Por citar sólo algunos datos: En diciembre de 2014, LAB se presentó por primera vez a las elecciones sindicales en Iparralde y logró un 30% de los votos. Ese mismo año, en Hegoalde, ganaba las elecciones sindicales en las Diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa y quedaba como 2ª fuerza en la de Araba. En enero de 2015, LAB ganaba las elecciones sindicales en la administración autonómica de la CAPV y en mayo del mismo año, también en la de Nafarroa; posicionándose como 1ª fuerza en ETB, Ikastolas, Mondragon Unibertsitatea o Metro de Bilbao[nota]
Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Langile_Abertzaleen_Batzordeak
[/nota].
Para terminar quisiéramos resaltar algunos de los rasgos que han caracterizado el giro reformista-posibilista de la IA:
-
La progresiva judicialización de la actividad política, que se caracteriza por el creciente abandono de la denuncia, la movilización y la lucha y su sustitución por el recurso, cada vez más frecuente, al aparato judicial de la burguesía en casos de corrupción, malversación de fondos, dilapidación de presupuesto público, etc. Siempre contra personas concretas pero sin sacar las necesarias conclusiones de que todo ello es una consecuencia necesaria de la actuación del sistema capitalista y las leyes del mercado. En definitiva, una forma de aparentar que se lucha, pro sin educar políticamente ni al pueblo trabajador ni a la militancia.
-
La sutil manipulación del lenguaje para ocultar, tras aparentes cambios semánticos, el cambio real en los contenidos ideológicos y políticos. Este ha sido un aspecto que ha sido denunciado muy acertadamente por AB.
-
Resaltar el cada vez más utilizado argumento de la eficacia económica como uno de los aspectos que harían necesaria la independencia de Euskal Herria, apelando así al
egoísmo
de los sectores populares más atrasados o desideologizados y a los intereses de clase de la pequeña y media burguesía; ello en detrimento de otros razonamientos más ideológicos y políticos, como es el de la opresión nacional y el de la explotación social. -
La evolución de la línea editorial del diario GARA, acuñando y difundiendo la nueva terminología ideológico-política, por una parte; así como con su posicionamiento cada vez más benevolente para con el bloque imperialista hegemónico, EEUU y sus aliados (UE, Israel, Arabia Saudita;…) y su actitud más agresiva hacia el bloque imperialista ascendente, especialmente para con Rusia y sus aliados en Oriente Medio (Irán, Siria, Hezbolá, etc.).
Hay que decir también que en este giro ideológico y político que ha llevado a cabo la IA tiene una especial responsabilidad la fundación de Iratzar, creada por Sortu y dirigida por Floren Aoiz, que está actuando como un verdadero laboratorio de ideas
en todo este proceso.
Sugarra
21 de junio de 2016