Argen­ti­na. Más de 41.000 per­so­nas fue­ron dete­ni­das y fuer­te saña con los más vulnerables

APL /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​25 de mar­zo de 2020

CORREPI: CUARTO REPORTE DE APLICACIÓN DEL DNU DE «AISLAMIENTO SOCIAL PREVENTIVO Y OBLIGATORIO»

A pesar de las difi­cul­ta­des que enfren­ta­mos para acce­der a datos feha­cien­tes de deten­cio­nes, por infor­ma­cio­nes ofi­cia­les pode­mos tener por cier­to que más de 41.000 per­so­nas han sido dete­ni­das por apli­ca­ción del DNU 2972020. La mayo­ría de ellas, una vez noti­fi­ca­das de la infrac­ción que se les impu­ta, penal o con­tra­ven­cio­nal, recu­pe­ró su liber­tad a las pocas horas, mien­tras que 2.226 per­so­nas, alre­de­dor del 0,5%, que­da­ron pri­va­dos de su liber­tad, por tener impe­di­men­tos (cap­tu­ras, com­pa­ren­dos, etc.) o por ser rein­ci­den­tes en la vio­la­ción del ais­la­mien­to. A par­tir de nues­tra pro­pia expe­rien­cia, y de las denun­cias que veni­mos reci­bien­do, rati­fi­ca­mos que –como no podría ser de otra mane­ra- las fuer­zas de segu­ri­dad no actúan de la mis­ma for­ma en los barrios popu­la­res y las villas, ni tra­tan de igual mane­ra a lxs pibxs y tra­ba­ja­dorxs que a habi­tan­tes de zonas pri­vi­le­gia­das. Reite­ra­mos que, en esta situa­ción abso­lu­ta­men­te nove­do­sa, nues­tro obje­ti­vo como orga­ni­za­ción anti­rre­pre­si­va es que poda­mos cum­plir un rol de con­trol y denun­cia fren­te a las situa­cio­nes de repre­sión que se ensa­ñan con esos sec­to­res más vulnerables.

Muy en par­ti­cu­lar, como veni­mos dicien­do, hay que redo­blar la aten­ción de la situa­ción en las uni­da­des car­ce­la­rias, que esca­la­ron des­de recla­mos y pro­tes­tas a moti­nes, como en Con­cep­ción del Uru­guay, Entre Ríos, y antes en Coron­da y La Flo­res, pro­vin­cia de San­ta Fe. Allí, el esta­do pro­vin­cial des­car­gó la repre­sión, bajo la direc­ción del minis­tro de Segu­ri­dad pro­vin­cial, Mar­ce­lo Saín, y el secre­ta­rio de Jus­ti­cia, Gabriel Soma­glia, con la inter­ven­ción de agen­tes de las Tro­pas de Ope­ra­cio­nes Espe­cia­les (TOE) y del Gru­po de Ope­ra­cio­nes Tác­ti­cas (GOT), jun­to al Gru­po de Ope­ra­cio­nes Espe­cia­les Peni­ten­cia­rias (GOEP). El sal­do final es –por aho­ra- de varios hos­pi­ta­li­za­dos y cin­co muer­tos: Alan Matías Miguel Mon­te­ne­gro, de 23 años, en Coron­da, y Matías Gas­tón Cres­po, de 31 años, Andrés Eze­quiel Beh­ler, de 23, Rolan­do Duar­te, de 60, y Jona­tan Exequiel Coria, de 29 años, en Las Flo­res. Inde­pen­dien­te­men­te de las cir­cuns­tan­cias en que se pro­du­je­ran sus muer­tes, el esta­do es res­pon­sa­ble, ya que se tra­ta de per­so­nas bajo su poder de hecho y derecho.

Por otra par­te, es ince­san­te la cir­cu­la­ción de videos y denun­cias de vecinxs sobre el accio­nar de la poli­cía en las barria­das. En La Pam­pa, en el Barrio Mal­vi­nas de Gene­ral Pico, un hom­bre salió a com­prar pan, reci­bió dis­pa­ros de bala de goma de la poli­cía y ter­mi­nó hos­pi­ta­li­za­do. Fami­lia­res y Amigxs de Luciano Arru­ga han denun­cia­do el hos­ti­ga­mien­to que se vive en el Barrio 12 de Octu­bre, en Lomas del Mira­dor, don­de vivía Luciano y aún resi­de par­te de su fami­lia, y des­de el Barrio San Alber­to lle­gan imá­ge­nes de jóve­nes dete­ni­dos por la poli­cía, obli­ga­dos a “bai­lar”, can­tar el himno nacio­nal y hacer sen­ta­di­llas en ple­na calle.

Es impo­si­ble, hoy, 25 de mar­zo, igno­rar que se cum­plen 43 años de la des­apa­ri­ción for­za­da de Rodol­fo Walsh, inter­cep­ta­do por un gru­po de tareas de la ESMA, cuan­do se ale­ja­ba del buzón calle en la esqui­na de Hum­ber­to Pri­mo y Entre Ríos, don­de aca­ba­ba de depo­si­tar su Car­ta Abier­ta a la Jun­ta Militar.

Rodol­fo Walsh, que se jugó la vida un día como hoy para difun­dir la denun­cia de lo que suce­día en Argen­ti­na, es el que nos ense­ñó a dis­tin­guir el gati­llo fácil detrás del “enfren­ta­mien­to”, a carac­te­ri­zar la res­pon­sa­bi­li­dad esta­tal por los “sui­ci­dios” o los incen­dios en cár­ce­les y comi­sa­rías y mar­có el camino para la denun­cia de la tor­tu­ra sis­te­má­ti­ca en luga­res de deten­ción. Es el mis­mo que nos expli­có que, así como hay ape­nas media doce­na de chis­tes bási­cos que admi­ten infi­ni­tas varia­cio­nes, la cró­ni­ca poli­cial tam­bién regis­tra media doce­na de his­to­rias “mode­lo” que jus­ti­fi­can las deten­cio­nes arbi­tra­rias, y que, ade­lan­tán­do­se déca­das a su épo­ca, inclu­yó en su aná­li­sis de la polí­ti­ca repre­si­va esta­tal los femi­ci­dios de uni­for­me, con aque­llo de que “Sus con­flic­tos per­so­na­les y aun sus peque­ños inci­den­tes coti­dia­nos sue­len resol­ver­se por la vía del arma reglamentaria”.

En este nue­vo con­tex­to de excep­ción, sus­tan­cial­men­te dis­tin­to al de 1977, pero que vic­ti­mi­za cen­tral­men­te al mis­mo pue­blo tra­ba­ja­dor, vaya en estas líneas el home­na­je que no pode­mos hacer­le hoy en las calles.

Cui­dé­mo­nos colec­ti­va­men­te, del virus y de la represión.

La sali­da es la orga­ni­za­ción colec­ti­va y popular.

Agen­cia Para la Libertad*

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