Argen­ti­na. Para que el plan funcione

Por Hora­cio Rove­lli, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1 mar­zo 2020

No pue­de una mino­ría impo­ner sus pri­vi­le­gios si la mayo­ría toma con­cien­cia del real esta­do de situación

La teo­ría eco­nó­mi­ca pre­sen­ta un dile­ma y una solu­ción. El dile­ma es
que las opor­tu­ni­da­des de inver­sión depen­den de una fuer­te demanda
inter­na que, a su vez, depen­de de la inver­sión. Si el país comienza
aumen­tan­do la deman­da, esto pue­de gene­rar infla­ción; si la idea es
comen­zar por aumen­tar las inver­sio­nes, ¿cuál será el incen­ti­vo para
inver­tir? La res­pues­ta teó­ri­ca es que el cre­ci­mien­to debe ser liderado
por las expor­ta­cio­nes. En este caso, cuan­do el país en cre­ci­mien­to posee
cier­ta capa­ci­dad tec­no­ló­gi­ca y un tipo de cam­bio com­pe­ti­ti­vo, esta­rá en
con­di­cio­nes de sacar ven­ta­ja de su mano de obra bara­ta (medi­da en
mone­da dura). La deman­da deja de ser exclu­si­va­men­te inter­na y se expande
para con­ver­tir­se en deman­da mun­dial. Esto es lo que hicie­ron los tigres
asiá­ti­cos y tam­bién Bra­sil y Méxi­co en la déca­da de 1970, con muy
bue­nos resul­ta­dos. Esto es tam­bién lo que los dos últi­mos paí­ses dejaron
de hacer des­pués de la cri­sis de la deu­da de la déca­da de 1980, cuando
acep­ta­ron abrir sus cuen­tas finan­cie­ras exter­nas y deja­ron de
neu­tra­li­zar la ten­den­cia a la sobre­va­lua­ción del tipo de cam­bio. Las
expor­ta­cio­nes basa­das en un tipo de cam­bio com­pe­ti­ti­vo no sólo
cons­ti­tu­yen deman­da cuan­do el sal­do de las ope­ra­cio­nes comer­cia­les es
posi­ti­vo sino que, ade­más, fomen­tan la inver­sión, que ope­ra tan­to de
lado de la ofer­ta como del lado de la demanda.

Anthony Thirl­wall, en su libro La natu­ra­le­za del cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co: un mar­co alter­na­ti­vo para com­pren­der el desem­pe­ño de las nacio­nes, plan­tea
que el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co de lar­go pla­zo está deter­mi­na­do por las
expor­ta­cio­nes y por la sus­ti­tu­ción de impor­ta­cio­nes. Esta teoría
con­clu­ye que, en con­se­cuen­cia, el equi­li­brio del balan­ce de pagos, en
par­ti­cu­lar de la cuen­ta corrien­te, res­trin­ge y deter­mi­na el crecimiento
de una eco­no­mía abierta.

El Plan dado a cono­cer por el Minis­tro Mar­tín Guz­mán se asienta
pri­me­ro en el cre­ci­mien­to de nues­tras expor­ta­cio­nes, que pro­yec­tó en un
esce­na­rio opti­mis­ta a una tasa del 4,5 al 5% anual para los años
20202023 y que con el for­ta­le­ci­mien­to de la deman­da inter­na arrastraría
un incre­men­to del PIB en torno al 2% anual.

Pero la coyun­tu­ra se pre­sen­ta adver­sa. Por un lado el coronavirus
fre­na el comer­cio inter­na­cio­nal e impli­ca baja en los pre­cios de los
gra­nos, espe­cial­men­te la soja, y apro­xi­ma­da­men­te el 65% de nuestras
expor­ta­cio­nes son pro­duc­tos pri­ma­rios (prin­ci­pal­men­te gra­nos) y
manu­fac­tu­ras de ori­gen agro­pe­cua­rio [1].
Por otra par­te, nues­tro mayor socio comer­cial, Bra­sil, deva­lúa su
mone­da, en una cla­ra estra­te­gia de depre­cia­ción del real y baja de su
tasa de inte­rés de mane­ra tal que cie­rra el mes de febre­ro de 2020 con
4,50 reales por un dólar, una caí­da del 11% de la pari­dad en los dos
pri­me­ros meses del año y es el menor valor de su mone­da en 10 años.

Des­de el pero­nis­mo la Argen­ti­na cre­ce si cre­ce su mer­ca­do interno,
dado que el 75% y más de lo que pro­du­ci­mos se deman­da en el país y eso
tam­bién debe for­ta­le­cer­se, máxi­me con el pro­fun­do des­cen­so del poder
adqui­si­ti­vo de los sala­rios y de las jubi­la­cio­nes y pen­sio­nes que dejó
el macrismo.

En ese mar­co el Minis­tro Mar­tín Guz­mán pre­sen­ta su Plan Económico:

  1. Solu­cio­nar tema de la deu­da externa.
  2. Man­te­ner el tipo de cam­bio alto.
  3. Aumen­to de las exportaciones.
  4. Con­trol y sus­ti­tu­ción de importaciones.
  5. Pre­ser­va­ción del supe­rá­vit comercial.
  6. Man­te­ner la pre­sión tributaria.
  7. Dis­ci­pli­na fis­cal pero sin el impe­ra­ti­vo de con­se­guir supe­rá­vit de las cuen­tas públicas.
  8. Medi­das de estí­mu­lo al con­su­mo, par­ti­cu­lar­men­te de los sec­to­res de meno­res ingresos.
  9. Recu­pe­ra­ción gra­dual del poder adqui­si­ti­vo de los salarios.
  10. Inten­tar que sec­to­res de la cla­se media recu­pe­ren poder adquisitivo.
    (Por ejem­plo, vía bajos aumen­tos tari­fa­rios, Aho­ra 12, baja de tasas de
    inte­rés en las tar­je­tas de crédito.)
  11. Sub­si­dios para dina­mi­zar cier­tos sec­to­res de la economía.
  12. Desa­rro­llo de la obra públi­ca con el pro­pó­si­to de gene­rar deman­da de empleo.
  13. Eli­mi­nar situa­cio­nes de pri­vi­le­gio y soli­ci­tar o impo­ner “apor­tes soli­da­rios” a los sec­to­res más pudientes.
  14. Recom­po­si­ción tari­fa­ria con incre­men­tos pro­por­cio­nal­men­te mayo­res para los sec­to­res de altos ingresos.

Prio­ri­zar el acuer­do sobre la deu­da exter­na ha sido el camino elegido
por el gobierno de Alber­to Fer­nán­dez, y se lo está transitando.

Es váli­do el plan­teo del con­trol y la sus­ti­tu­ción de impor­ta­cio­nes a
como dé lugar, son divi­sas que no se pier­den y a la vez se apun­ta­la la
pro­duc­ción nacio­nal, como afir­ma Thir­wall: “El cre­ci­mien­to depen­de de la
elas­ti­ci­dad de las expor­ta­cio­nes y de la elas­ti­ci­dad del ingre­so de la
deman­da de impor­ta­cio­nes (como sus­ti­tuir importaciones)”.

Pero en el actual esta­do de las cuen­tas públi­cas es impo­si­ble pensar
en dis­ci­pli­na fis­cal, máxi­me que la recau­da­ción no aumen­ta por­que está
ata­da al nivel de acti­vi­dad y el país está para­do. Por eso, los ingresos
tri­bu­ta­rios de enero 2020 cre­cie­ron con res­pec­to a igual mes del año
pasa­do solo en un 38,5%, cuan­do la infla­ción del perío­do fue del 55%. A
la vez las pres­ta­cio­nes socia­les, como las jubi­la­cio­nes y pen­sio­nes, AUH
y otros pro­gra­mas (y en bue­na hora) se acre­cen­ta­ron en un 61,5% y
repre­sen­tan el 62% del gas­to total. La mitad de los jubi­la­dos y
pen­sio­na­dos cobran la míni­ma o cer­ca de a míni­ma y la jubi­la­ción mensual
pro­me­dio de la ANSES en diciem­bre de 2019 es de $ 20.575.-[2]

La varia­ble de ajus­te fue la obra públi­ca y el gas­to de capi­tal, que
inclu­so es una par­ti­da menor en tér­mi­nos nomi­na­les que la de enero 2019.
En enero de 2020 se invir­tie­ron sola­men­te $ 11.481 millo­nes, el 2,36%
del gas­to total del mes, cuan­do en enero de 2019 y en pleno ajuste
fis­cal, fue de $ 17.730 millo­nes y repre­sen­ta­ba el 4,97% del gasto.
Duran­te el kirch­ne­ris­mo, la inver­sión públi­ca era del 12% o más del
gas­to total, que a su vez era mayor (y mayor el pago de las jubilaciones
y pensiones).

Sin recur­sos sufi­cien­tes y sin
for­ta­le­cer al Esta­do es impo­si­ble impul­sar la obra públi­ca y al mercado
interno, por lo menos en la mag­ni­tud nece­sa­ria para esti­mu­lar la
deman­da y el mul­ti­pli­ca­dor de la inver­sión. De allí el plan­teo de no
pagar intere­ses y capi­tal de la deu­da has­ta 2023. Por ejem­plo, si los $
87.052 millo­nes de intere­ses netos de enero 2020 (exclu­ye intereses
paga­dos Intra-Sec­tor Públi­co Nacio­nal) se des­ti­na­ran a aumen­tar las
jubi­la­cio­nes y pen­sio­nes y a la obra públi­ca todos los meses, se
incre­men­ta­rían esas ero­ga­cio­nes en torno a un 30%, cifra nada desdeñable
y que sería el pun­to de par­ti­da del cre­ci­mien­to económico.

Final­men­te, para que el Plan pre­sen­ta­do ten­ga con­sis­ten­cia se debe apun­ta­lar el pun­to 13 – Eli­mi­nar situa­cio­nes de pri­vi­le­gio y soli­ci­tar o impo­ner “apor­tes soli­da­rios” a los sec­to­res más pudien­tes,
que es a la vez, el camino que per­mi­te zan­jar la dife­ren­cia entre la
posi­ción defen­di­da por el Minis­tro cuan­do fue a expo­ner a la Cáma­ra de
Dipu­tados de la Nación, de que solo va a poder pagar a par­tir del año
2023 en que, en el mejor de los casos, se va a con­se­guir un superávit
pri­ma­rio del 1% o 1,2% del PIB y, por otra par­te, la pre­ten­sión de
cobrar de gran­des fon­dos acree­do­res que ya demos­tra­ron, caso Bono BP 21
en la Pro­vin­cia de Bue­nos Aires y caso Bono Dual en la Nación, que
tie­nen una mayor par­ti­ci­pa­ción en la deu­da que les per­mi­te supe­rar la
cláu­su­la de acción colectiva.

Se debe con­tar con un apor­te soli­da­rio de los sec­to­res más ricos de
esta socie­dad, que son los que fuga­ron dóla­res por 88.300 millo­nes en
los cua­tro años de ges­tión de Cam­bie­mos y que iden­ti­fi­ca­mos básicamente
con bene­fi­cia­dos por el macris­mo (ban­cos, ener­gé­ti­cas, servicios
públi­cos pri­va­ti­za­dos, Ter­nium y Tena­ris, tele­fó­ni­cas y comu­ni­ca­cio­nes y
los gran­des pro­duc­to­res, aco­pia­do­res y comer­cia­li­za­do­res del agro),
para que en lo inme­dia­to se les colo­que un Bono de Aho­rro For­zo­so a
cin­co años, con la opción que si el Esta­do lo deci­de se renue­ve por
otros cin­co años más.

Obje­ti­vos y contradicciones

Un plan estra­té­gi­co o un “pro­gra­ma macro­eco­nó­mi­co muy defi­ni­do”, como
dijo el Minis­tro en su pre­sen­ta­ción en Dipu­tados, debe con­tar con más
medios que obje­ti­vos. Esos obje­ti­vos y esos medios no pueden
con­tra­de­cir­se entre sí y final­men­te debe haber un orden de prioridades,
para que se con­ca­te­nen medi­das y obje­ti­vos en una rela­ción de cau­sa y
efecto.

Es loa­ble tener un tipo de cam­bio com­pe­ti­ti­vo, pero los pre­cios en la
Argen­ti­na se siguen fijan­do por los mer­ca­dos exter­nos, esto es, para
dar un ejem­plo bur­do: una bote­lla de acei­te mez­cla de 900 cc, que en
nues­tro país pro­du­cen y comer­cia­li­zan tres fir­mas, se ven­de en el
mer­ca­do de Ams­ter­dam a un dólar. Obvia­men­te los pro­duc­to­res van a
impo­ner ese pre­cio tam­bién en el mer­ca­do local, de otro modo les
con­vie­ne expor­tar, con lo que impac­ta sobre los ingre­sos fijos
(sala­rios, jubi­la­cio­nes y pen­sio­nes). Nues­tro terri­to­rio está mucho más
inter­na­cio­na­li­za­do de lo que los medios comer­cia­les dan a cono­cer y
for­man opi­nión al res­pec­to. De las qui­nien­tas empre­sas más gran­des por
nivel de fac­tu­ra­ción, tres­cien­tas son extran­je­ras. La comercialización
de nues­tros gra­nos se rea­li­za mayo­ri­ta­ria­men­te por empre­sas extranjeras,
y la deu­da públi­ca exter­na nacio­nal bajo ley inter­na­cio­nal supera los
70.000 millo­nes de dólares.

Nues­tros empre­sa­rios son débi­les ante el gran capi­tal internacional,
pero nues­tro Esta­do no se encuen­tra en mejor situa­ción y tie­ne como
tarea prin­ci­pal redi­rec­cio­nar el pro­ce­so eco­nó­mi­co e imple­men­tar y
posi­bi­li­tar un esque­ma sus­ten­ta­ble a mediano plazo.

Por lo tan­to, sin des­co­no­cer el fin y la impor­tan­cia estra­té­gi­ca de
incre­men­tar nues­tras ven­tas al exte­rior, no se lo pue­de hacer vía
depre­cia­ción cam­bia­ria por­que se debe for­ta­le­cer el mer­ca­do interno en
pri­mer lugar y eso exi­ge aumen­tar el poder adqui­si­ti­vo de los
asa­la­ria­dos y jubi­la­dos y pen­sio­na­dos y garan­ti­zar­les a las empre­sas que
ope­ran en el país una deman­da sos­te­ni­da. Para­le­la­men­te, es pre­ci­so un
fuer­te con­trol de las impor­ta­cio­nes para evi­tar que se pier­da el efecto
mul­ti­pli­ca­dor com­pran­do insu­mos del exte­rior, el con­trol de las tarifas
cuya pesi­fi­ca­ción es un paso impor­tan­te en ese sen­ti­do, y con­tro­lar los
precios.

El plan eco­nó­mi­co debe ser apro­pia­do por el pue­blo argen­tino. Si no
se comu­ni­ca feha­cien­te­men­te a la pobla­ción el esta­do en que nos
encon­tra­mos, no se pue­de avan­zar en nin­gún pro­gra­ma o plan. El ejemplo
últi­mo fue la pre­sen­ta­ción en el Con­gre­so de la Nación del privilegio
del Poder Judi­cial y de los jubi­la­dos y pen­sio­na­dos que tra­ba­ja­ron en
rela­cio­nes exte­rio­res. Cuan­do se hizo públi­co lo que per­ci­bían sus
miem­bros por mes, se aca­bó la discusión.

Con el plan y la deu­da se debe hacer exac­ta­men­te lo mis­mo. No puede
una mino­ría impo­ner sus pri­vi­le­gios si la mayo­ría toma con­cien­cia del
real esta­do de situación.

Lo decía Mariano Moreno: “Si los pue­blos no se ilus­tran, si no se
vul­ga­ri­zan sus dere­chos, si cada hom­bre no cono­ce lo que vale, lo que
pue­de y lo que se le debe, nue­vas ilu­sio­nes suce­de­rán a las anti­guas, y
des­pués de vaci­lar algún tiem­po entre mil incer­ti­dum­bres, será tal vez
nues­tra suer­te mudar de tira­nos sin des­truir la tiranía”.

Des­de el 22 de mayo de 1810, nues­tro pue­blo quie­re saber de qué se trata.

[1]
Que no tie­nen la vir­tud de gene­rar empleo por lo menos en la magnitud
que es impres­cin­di­ble para que ten­ga impac­to en la eco­no­mía interna.
[2] Y como infor­mó el Direc­tor Eje­cu­ti­vo de la ANSES, Ale­jan­dro Vano­li, en la Cáma­ra de Dipu­tados de la Nación el miér­co­les 26 de febre­ro 2020, en pro­me­dio, un bene­fi­cio del Poder Judi­cial de la Nación ascien­de por mes a $ 293.107.

fuen­te: El Cohe­te a la luna

Itu­rria /​Fuen­te

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