Nara Lacerda /Resumen Latinoamericano /7 de marzo de 2020
Se incrementa la presencia femenina en los movimientos populares y mujeres toman la línea del frente
“Todo lo que pido a nuestros hermanos es que aparten sus pies de nuestros cuellos y nos dejen caminar”. La cita de la activista por los derechos de las mujeres Sarah Moore Grimké, que vivió en el siglo XIX sigue actual. Más de doscientos años después, este pensamiento describe cuál es el obstáculo más grande que las mujeres enfrentan en la búsqueda por igualdad.
Hasta hoy, según los datos divulgados en un informe de OXFAM, las mujeres son las responsables por un 75% del trabajo no remunerado en el mundo. Antes de alcanzar la mayoría de edad, ya dedican un par de horas de su tiempo a un mercado que sustenta el capitalismo: son las responsables por cuidar a los niños, jóvenes y ancianos, por las actividades domésticas y los cuidados básicos de sus maridos y compañeros.
Actualmente, un 42% de las mujeres en edad laboral en Brasil no están en el mercado laboral formal. Entre los hombres, la cifra es de un 6%. A la vez, se incrementa la presencia de las mujeres que protagonizan las luchas sociales. Son ellas que conforman la línea de frente de los movimientos mixtos. En los sindicatos, en las organizaciones populares, en las protestas políticas, el liderazgo femenino sobresale cada vez más en Brasil.
Integrante del equipo de Brasil de Fato y militante del Frente Brasil Popular, la ritmista Lorena Lemos analizó recientemente la participación de las mujeres en las principales batallas de la oposición al gobierno de Jair Bolsonaro.
“Pienso que la fuerza que nosotras siempre hemos buscado y construimos en el cotidiano viene de las mujeres. Nosotras sabemos que aunque seamos la mayoría, nuestra capacidad, nuestra remuneración y nuestras conquistas son disminuidas todo el tiempo. Desde el debate que hacemos, de que tenemos que construir otra sociedad, esta otra sociedad tiene que anclarse en la lucha de las mujeres. En la lucha de las mujeres hay un suelo fértil y eso me da esperanzas porque pienso que el cambio viene de las mujeres”, señala.
Esta semana el Instituto Tricontinental de Investigación Social empezó a publicar la serie de estudios feministas Mujeres en Lucha. A lo largo del año, contarán historias de mujeres que construyeron y siguen construyendo globalmente los movimientos de resistencia. En esta primera edición, el instituto analiza la coyuntura de la lucha de las mujeres en las Américas, Asia y África.
Uno de los casos mencionados en el dossier es la organización del movimiento “Él no”, que surgió en el marco de las elecciones presidenciales de 2019 contra la asunción de Jair Bolsonaro. El alcance de las protestas, con repercusión internacional son fruto de la movilización feminista y hoy es considerada la movilización femenina más grande de la historia del país.
Mujeres del campo, de las selvas y de los ríos
Entre los ejemplos del protagonismo de las mujeres en la lucha social en Brasil está el movimiento por el derecho a la tierra. La Marcha de las Margaridas, organizada por la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (Contag) que desde hace veinte años se moviliza en las calles de Brasilia con participación de miles de mujeres.
En su primera edición, en 2000, participaron 20 mil manifestantes. En 2019, aproximadamente 100 mil mujeres participaron en la marcha, en un momento de ofensiva de la derecha en el país.
Traducción: Luiza Mançano
Edición: Leandro Melito
Brasil de Fato*