Resumen Latinoamericano* /14 de marzo de 2020
El número de contagiados a nivel nacional habría subido a 61 personas. Además Jaime Mañalich informó que dos cruceros anclados en puertos chilenos han sido puestos en cuarentena.
Este sábado, luego de una reunión interministerial para coordinar el despliegue de las acciones de prevención para proteger a la población de la pandemia mundial de coronavirus, el ministro de Salud Jaime Mañalich informó en conferencia de prensa que el número de contagiados en nuestro país aumentó a 61 personas.
El virus se ha propagado a otras regiones del país estando presente ahora en Antofagasta, Atacama, Metropolitana, Maule, Ñuble, Biobío, Los Lagos y Aysén.
Solo en la región Metropolitana, en las últimas 24 horas, once personas dieron positivo al examen, alzando el número de 29 a 40.
[Actualización] Ministerio de Salud informa 61 casos confirmados de #COVID_19 en Chile.
El titular de Salud también expresó que nuestro país ya entró en la llamada Fase 3, es decir, que hay personas de los que no se puede establecer la forma en que se contagiaron del virus. “Algunos de los casos que registramos como positivos en las últimas horas en el país, no tenemos suficiente seguridad de que puedan ser trazables directamente a algún caso del extranjero”.
“Declaramos formalmente lo que el Presidente insinuaba ayer que iba a ocurrir, que estamos en Fase 3, esto quiere decir que algunos de los casos que registramos como positivos en las últimas horas en el país, no tenemos suficiente seguridad de que puedan ser trazables directamente a algún caso del extranjero” agregó el secretario de Estado.
Finalmente y dado el nuevo estado de avance de la pandemia en nuestro país, Mañalich solicitó el uso de mascarillas en el Metro. Por su parte la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza informó que se aumentó el número de países declarados como riesgosos por el Gobierno: Irán, China, Francia y Alemania se suman a España e Italia.
Cabe mencionar que el funeral público del sacerdote Mariano Puga no fue autorizado debido al supuesto riesgo que implica durante esta crisis sanitaria.
Este último hecho, da cuenta de uno de los efectos políticos de la pandemia que pueden ser usados por parte de los gobiernos de los países, en este caso, por el régimen de extrema derecha encabezado por Sebastián Piñera. Sin dudas, Piñera usará el argumento del COVID-19 para intentar evitar manifestaciones populares, como el funeral del sacerdote obrero y antifascista Mariano Puga. De igual modo, las protestas sociales que iniciaron el 18 O y que hacen tambalear su condición de mandatario, bajo la misma justificación, serán aún más duramente reprimidas con el respaldo del argumento de la «seguridad sanitaria» de la población.
Por eso tampoco resulta extraño que quien informó sobre «la Fase 3» de la pandemia sea precisamente el ministro Mañalich, uno de los más declaradamente pinochetistas del gabinete de Piñera.
Si la preocupación del régimen chileno fuera genuina, al menos se habrían congelado los precios de los artículos farmacéuticos y no se dejarían a la especulación a discreción de las grandes cadenas comerciales. Igualmente, ya se habría inyectado un presupuesto adicional urgente para mejorar la atención y la infraestructura hospitalaria del país.
Con información de Radio UChile*