Resumen Latinoamericano* /15 de marzo de 2020
Las tierras raras son elementos fundamentales para el desarrollo de las energías renovables, las armas militares y la industria tecnológica en general. Es por eso que el control de estos elementos presentes en minerales, se ha convertido en objeto de disputa entre Estados Unidos y China, las dos grandes potencias del mundo. Hace algunos años se descubrió que en la región del Biobío existen importantes yacimientos de estos minerales, lo cual ha generado gran interés de inversores chinos y estadounidenses. Recientemente Estados Unidos preparó una estrategia para poder apropiarse de estos minerales a nivel mundial, incluyendo los que se encuentran en el Gran Concepción y toda la región.
Estas son las concesiones mineras adquiridas por la transnacional Hochschild en la región del Biobío. La empresa además tiene fuerte presencia en países de la región como Perú y cotiza en la bolsa de Londres. Fuente: http://www.hochschildmining.com
Recientemente medios ligados a la industria minera han señalado que Estados Unidos ha lanzado una herramienta para reclamar los minerales de tierras raras del mundo. La nueva iniciativa está diseñada para «proporcionar a los países con industrias de recursos incipientes un «juego de herramientas» en línea para ayudarlos a desarrollar activos de una manera que les permita cumplir con los estándares de los inversores estadounidenses». El anuncio fue realizado por Francis Fannon, subsecretario de Estado de Estados Unidos para recursos energéticos, en una entrevista.
Esta es la planta piloto de la minera, ubicada a pocos kilómetros de la población de la ciudad de Penco en el Gran Concepción
La empresa Hochschild Mining PLC se instaló en la región del Biobío a través de una compra del depósito minero de tierras raras que se encuentra en la provincia de Concepción, por 56 millones de dólares, proyecto administrado por la empresa Biolantánidos y que ya cuenta con una planta piloto a pocos kilómetros de la ciudad de Penco. Hochschild Mining PLC cotiza en Londres y su llegada podría significar el inicio del extractivismo minero a gran escala en la región del Biobío. La minería de tierras raras se caracteriza por altos impactos socioambientales como la contaminación atmosférica, además de la contaminación química y radioactiva del suelo y el agua.
La estrategia norteamericana busca dejar de depender de China, quien actualmente produce la mayoría de las tierras raras a nivel planetario, lo cual constituye una amenaza para el dominio geopolítico, militar y tecnológico de Estados Unidos dependiente de las tierras raras chinas. El país asiático, durante la guerra comercial, amenazó con cortar el suministro de los minerales estratégicos a Estados Unidos causando gran tensión en el ambiente político entre ambas potencias imperialistas. La reciente expansión del coronavirus habría impulsado a Estados Unidos a ponerle acelerador a su estrategia para conseguir tierras raras con este instrumento que busca adquirir depósitos mineros a nivel mundial.
Desde hace años se viene intentando por parte del mundo empresarial ligado a la minería explotar minerales de Tierras Raras en el Gran Concepción y el Biobío. Estos minerales son imprescindibles para el desarrollo de la tecnología del siglo XXI. Cabe recordar que Chile no tiene experiencia en este tipo de minería y no cuenta con estudios que puedan demostrar fiablemente que no producirá daños irreversibles al ambiente y las comunidades. Las tierras raras son consideradas, por el enorme impacto de contaminación que conllevan, uno de los lados más oscuros de las energías renovables y tecnologías digitales.
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