Chile. Organización Comunista Revolucionaria: Se vienen tiempos difíciles para la clase trabajadora

Chi­le. Orga­ni­za­ción Comu­nis­ta Revo­lu­cio­na­ria: Se vie­nen tiem­pos difí­ci­les para la cla­se trabajadora

Tabla de contenidos

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​23 de mar­zo de 2020

La irrup­ción del coro­na­vi­rus ha pro­fun­di­za­do la crisis
que vie­ne desa­rro­llán­do­se en el mun­do y en nues­tro país des­de hace un largo
tiem­po. Des­nu­da de for­ma asom­bro­sa al capi­ta­lis­mo mono­pó­li­co en toda su brutal
anti-huma­ni­dad, com­pe­ten­cia des­truc­ti­va y afán de lucro sin más medi­da que la
ganan­cia inme­dia­ta y la pre­ser­va­ción de la pro­pie­dad privada.

La úni­ca sali­da posi­ble, cuan­do se profundiza
coti­dia­na­men­te la con­tra­dic­ción entre los intere­ses de la huma­ni­dad toda, la
pre­ser­va­ción y desa­rro­llo de la vida en el pla­ne­ta v/​s la des­truc­ción capitalista,
es la revo­lu­ción socia­lis­ta y su pers­pec­ti­va de socie­dad Comunista.

La dis­yun­ti­va civi­li­za­ción socia­lis­ta o bar­ba­rie capi­ta­lis­ta está a la orden del día. Las tareas de la revo­lu­ción son de urgen­cia, aun­que sepa­mos que la corre­la­ción de fuer­zas, tan­to a nivel nacio­nal como inter­na­cio­nal, no son aún favo­ra­bles para las fuer­zas de la revo­lu­ción socialista.

El coro­na­vi­rus pue­de pro­fun­di­zar la cri­sis por sus
efec­tos devas­ta­do­res para las cla­ses y sec­to­res más des­pro­te­gi­dos de la
socie­dad, sin embar­go los pode­ro­sos inten­ta­rán dar vuel­ta la situa­ción en su
pro­ve­cho hacien­do lla­ma­dos a la uni­dad de la nación y a no poli­ti­zar la crisis,
alu­dien­do una vez más a la con­ci­lia­ción entre los ricos y los pobres, pero sin
embar­go, sere­mos estos últi­mos quie­nes paga­re­mos los cos­tos de esta cri­sis a
esca­la glo­bal, sien­do la cesan­tía y la muer­te sus prin­ci­pa­les consecuencias.

La apues­ta del Blo­que en el Poder apun­ta­rá a profundizar
el camino ini­cia­do el 15 de noviem­bre con su pac­to para derro­tar el alzamiento
popu­lar ini­cia­do el 18 de octu­bre. Ya se pusie­ron de acuer­do para apla­zar el
“ple­bis­cir­co” y pron­ta­men­te con­ti­nua­rán apro­ban­do leyes para la repre­sión y por
otro lado las medi­das eco­nó­mi­cas que con el pre­tex­to de enfren­tar la inminente
rece­sión irán a bene­fi­ciar una vez más a los ricos y pode­ro­sos, es decir a la
cla­se explo­ta­do­ra, la burguesía.

Los Boric, Jack­son, Wal­ker, Chaín,
Eli­zal­des ento­na­rán can­tos de sire­na para que bajo la far­sa de la unidad
nacio­nal acu­da­mos a apo­yar sus ini­cia­ti­vas para sal­var a la socie­dad y la
demo­cra­cia, sí, la mis­ma socie­dad y demo­cra­cia que explo­ta, repri­me, opri­me a
las mayo­rías para man­te­ner los pri­vi­le­gios de las y los pode­ro­sos. Pen­sa­mos que esta vez no les
será tan fácil, el pue­blo ha apren­di­do que los avan­ces, por muy míni­mos que
sean, úni­ca­men­te se logran a tra­vés de la lucha direc­ta, en la pro­tes­ta y la
orga­ni­za­ción popular.

El alza­mien­to popu­lar no ha terminado
por­que las cau­sas que lo ori­gi­na­ron no han sido modi­fi­ca­das y las exigencias
del movi­mien­to no han sido con­quis­ta­das. Con­ti­nuar con el alza­mien­to de forma
crea­ti­va, pro­fun­di­zar­lo para que se trans­for­me en rebe­lión, es el camino que
debe­mos tran­si­tar, no el de la des­mo­vi­li­za­ción, la paci­fi­ca­ción y
par­la­men­ta­ri­za­ción a la cual nos con­du­ce el refor­mis­mo y el BeP.

En 
lo inme­dia­to, el gobierno con­ti­núa actuan­do con un des­ca­ro y cinismo
pro-empre­sa­rial tan abier­to como inep­to. En pleno desa­rro­llo de una crisis
sani­ta­ria que pue­de, con mucha pro­ba­bi­li­dad, pro­vo­car resul­ta­dos desas­tro­sos en
la vida y super­vi­ven­cia de las masas explo­ta­das y opri­mi­das se nie­ga a tomar
las medi­das opor­tu­nas y nece­sa­rias que podrían con­te­ner la expan­sión del virus.
Por el con­tra­rio, apues­ta por man­te­ner la pro­duc­ción y la mar­cha de la
eco­no­mía. Cuan­do la urgen­cia debe­ría ser la vida de las per­so­nas, se pone en la
vere­da de ami­no­rar las con­se­cuen­cias que estas medi­das podrían tener para los
empre­sa­rios y sus negocios. 

Cuan­do la dis­yun­ti­va es sal­var vidas o sal­var nego­cia­dos, apues­ta por los nego­cia­dos. Así se mues­tra la anto­gá­ni­ca dis­tan­cia que tene­mos con ellos y ellas. Para noso­tros pri­ma la vida por sobre la pro­duc­ción, nues­tra pers­pec­ti­va radi­cal­men­te huma­nis­ta coli­sio­na con la pers­pec­ti­va pro­duc­ti­vis­ta eco­nó­mi­ca del capi­ta­lis­mo mono­pó­li­co. Es más, afir­ma­mos que las medi­das míni­mas a apli­car, pue­den y han sido pues­tas en mar­cha, inclu­so por socie­da­des bur­gue­sas. Sin embar­go este gobierno empre­sa­rial se resis­te a aplicarlas. 

Es posi­ble que en el cálcu­lo polí­ti­co de Piñe­ra y
Maña­lich, pre­va­lez­ca la opción por apro­ve­char el coro­na­vi­rus para desmovilizar
y sor­tear sin míni­mas solu­cio­nes la cri­sis abier­ta des­de el 18 de octu­bre. En
esta opción radi­cal inclu­so se ve “enfren­ta­do” a sec­to­res de sus propios
par­ti­dos, alcal­des y otros que están más preo­cu­pa­dos por las próximas
elec­cio­nes muni­ci­pa­les y de gober­na­do­res que en la suer­te inme­dia­ta del
gobierno, tam­bién a los opor­tu­nis­tas de la “opo­si­ción” que pre­ten­de­rán aparecer
al lado del pue­blo cuan­do han sido quie­nes han des­man­te­la­do la salud públi­ca en
pro­ve­cho del nego­cia­do en la salud privada.

Tene­mos la segu­ri­dad de que los efec­tos, sociales,
eco­nó­mi­cos, huma­nos de esta cri­sis con las medi­das en apli­ca­ción y las
pla­ni­fi­ca­das has­ta el momen­to, recae­rán sobre las masas explo­ta­das y oprimidas.
Aún más, las muje­res tra­ba­ja­do­ras enfren­tan mayo­res pro­ble­mas, pues en salud
son el por­cen­ta­je mayo­ri­ta­rio de fuer­za de tra­ba­jo a nivel mun­dial, asimismo
las muje­res ocu­pan el rol de cui­da­do­ras de enfer­mos por medio de la doble
explo­ta­ción del tra­ba­jo domés­ti­co, labor que hoy se con­vier­te en fundamental.
Por últi­mo, las mis­mas muje­res son quie­nes ade­más deben seguir hacién­do­se cargo
de criar y con­te­ner a hijos e hijas ante la incer­ti­dum­bre vivi­da a diario. 

Debe­mos exi­gir que el Esta­do tome todas las medi­das sani­ta­rias y admi­nis­tra­ti­vas para ase­gu­rar una opor­tu­na, efi­cien­te y dig­na aten­ción médi­ca. Es nece­sa­rio que todo el sis­te­ma sani­ta­rio pase a con­trol y uso públi­co, las clí­ni­cas pri­va­das deben dejar de ser un nego­cio, al igual que los labo­ra­to­rios y las farmacéuticas.

La red de pro­duc­ción y dis­tri­bu­ción de la alimentación
debe estar ase­gu­ra­da para todas y todos, fin a la espe­cu­la­ción de pre­cios y el
lucro cri­mi­nal. Fija­ción de pre­cios de inme­dia­to y dis­tri­bu­ción ase­gu­ra­da para
la pobla­ción, con espe­cial aten­ción para los sec­to­res más afec­ta­dos por el
mode­lo de dominación.

Garan­ti­zar el dere­cho al tra­ba­jo, ase­gu­ran­do la
remu­ne­ra­ción ínte­gra en caso de cua­ren­te­na total, sus­pen­sión inme­dia­ta de los
des­pi­dos y la toma de vaca­cio­nes for­zo­sas, los empre­sa­rios no han distribuido
en todos estos años ni míni­ma­men­te sus ganan­cias que aho­ra no tras­pa­sen sus
pér­di­das a la cla­se trabajadora.

Sus­pen­sión de pago, sin re-pac­tar ni sumar intere­ses, de
las cuo­tas de prés­ta­mos e hipo­te­cas para las y los tra­ba­ja­do­res, los llamados
tra­ba­ja­do­res por cuen­ta pro­pia, cam­pe­si­nos pobres y los micro y pequeños
empre­sa­rios. Que la ban­ca no con­ti­núe con sus ganan­cias usu­re­ras a cos­ta de las
y los des­po­seí­dos del capital.

Sus­pen­sión de labo­res en todas las empre­sas y actividades
pro­duc­ti­vas no esen­cia­les, hay que garan­ti­zar la salud y segu­ri­dad de las y los
tra­ba­ja­do­res, la cua­ren­te­na pre­ven­ti­va volun­ta­ria sig­ni­fi­ca vaca­cio­nes para las
y los pri­vi­le­gia­dos y peli­gro para la cla­se trabajadora.

Reco­no­ci­mien­to de los dere­chos y de la labor de las y los
tra­ba­ja­do­res de los sec­to­res que deben man­te­ner­se acti­vos para ase­gu­rar la
inte­gri­dad de la pobla­ción, la salud,
los ser­vi­cios bási­cos de elec­tri­ci­dad, agua pota­ble, tele­co­mu­ni­ca­cio­nes, aseo, atención
de per­so­nas, etc., sin horas extras y con pago de reco­no­ci­mien­to por la labor
social, ade­más de la garan­ti­za­ción de un trans­por­te seguro. 

Liber­tad inme­dia­ta a las pre­sas y pre­sos polí­ti­cos del alzamiento
popu­lar, bas­ta de repre­sión, cas­ti­go a las y los vio­la­do­res de dere­chos humanos
y los res­pon­sa­bles políticos.

Para alcan­zar estas deman­das y las que el pue­blo y sus
orga­ni­za­cio­nes vayan levan­ta­do se hace nece­sa­rio en lo inme­dia­to orga­ni­zar e
impo­ner la huel­ga gene­ral mien­tras que la gran mayo­ría de las y los
tra­ba­ja­do­res no ten­gan la posi­bi­li­dad de que­dar­se en sus casas. Deberemos
reto­mar la huel­ga gene­ral al salir de la cri­sis sani­ta­ria y ter­mi­nar con este
gobierno ras­tre­ro y antipopular.

Asi­mis­mo debemos 
con­ti­nuar con la rebel­día, la orga­ni­za­ción popu­lar, la cons­truc­ción de
pro­gra­ma de la revo­lu­ción, el
for­ta­le­ci­mien­to y cons­truc­ción de la orga­ni­za­ción polí­ti­ca para la
revo­lu­ción, la cons­truc­ción de fuerza
inte­gral capaz de orga­ni­zar la revo­lu­ción. Se hace nece­sa­rio com­bi­nar y
eje­cu­tar al mis­mo tiem­po, con
dis­ci­pli­na, humil­dad, deci­sión y pro­fun­da entre­ga las tareas inme­dia­tas y
estra­té­gi­cas del alza­mien­to y de la revolución.

Esta cons­ta­ta­ción, siem­pre diná­mi­ca y aun más en momentos
de cri­sis del sis­te­ma, nos debe hacer actuar y orga­ni­zar­nos, pen­san­do (siem­pre
debe ser así para los y las revo­lu­cio­na­rias comu­nis­tas) en la interrelación
entre las tareas y obje­ti­vos de la tác­ti­ca y la estrategia.

Debe­mos bus­car for­mas crea­ti­vas de tra­ba­jo para enfrentar
la actual coyun­tu­ra y man­te­ner viva la orga­ni­za­ción y lucha popu­lar. Este es un
nue­vo esce­na­rio que enfren­tar y como comu­nis­tas debe­mos ser­vir al pue­blo de
todo cora­zón. Vivi­mos momen­tos duros y com­ple­jos para nues­tra cla­se, y resulta
impe­rio­so enfren­tar con fuer­za y cora­je lo que se vie­ne, volcarnos
soli­da­ria­men­te a resis­tir los nue­vos esce­na­rios jun­to a nues­tro pue­blo en
pers­pec­ti­va de la cons­truc­ción de poder popular. 

Tene­mos el deber his­tó­ri­co de avan­zar en mayo­res niveles
de arti­cu­la­ción y uni­dad entre las y los revo­lu­cio­na­rios, no sólo para
enfren­tar la actual coyun­tu­ra, sino tam­bién para impul­sar de mane­ra con­jun­ta y
deci­di­da la lucha con­tra el capi­ta­lis­mo y el patriarcado.

Se hace aún más urgen­te la cons­truc­ción del verdadero
par­ti­do comu­nis­ta y revo­lu­cio­na­rio, ins­tru­men­to polí­ti­co que debe ser el fruto
de pro­ce­sos uni­ta­rios y de agru­pa­mien­to de las y los comu­nis­tas para dar­nos un
sal­to en orga­ni­za­ción y com­ba­te para alcan­zar el Socia­lis­mo como trán­si­to a la
socie­dad sin cla­ses, la socie­dad comunista. 

Por últi­mo, tene­mos la con­fian­za ple­na en el pue­blo pobre
y la total con­vic­ción que alcan­za­re­mos la vic­to­ria y el poder para el
proletariado. 

De
esta sali­mos luchando.

¡¡¡Tra­ba­ja­do­ras
y tra­ba­ja­do­res del mun­do uníos!!!

La Revo­lu­ción Comu­nis­ta es Imparable

Orga­ni­za­ción Comu­nis­ta Revolucionaria
– OCR

Chi­le, mar­zo, 2020 

Itu­rria /​Fuen­te

Twitter
Facebook
Telegram

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *