Resumen Latinoamericano* /24 de marzo de 2020
A la deuda histórica, el no reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos, el abandono estatal, la persecución al campesinado, el asesinato de los líderes sociales, la guerra sucia, el despojo y la arremetida de la locomotora minero energética que soportamos en el campo se suma la aparición de nuevas enfermedades.
La situación de pandemia que enfrenta el mundo es preocupante. En Colombia, como lo hacen los gobiernos oligarcas, el Estado está centrado en salvar las grandes empresas, los monopolios y los bancos. Desconocen que somos entre campesinos y obreros los que hacemos andar este país. No podemos permitir que las muertes, tragedia y pago de la profundización de la crisis económica, recaiga en la clase popular.
Como trabajadores agrícolas y campesinado colombiano organizado en la Asociación Nacional Campesina Coordinador Nacional Agrario, hemos venido insistiendo fuertemente al pueblo colombiano, en la necesidad de manifestarnos y luchar por un nuevo sistema alimentario en el país, la reforma agraria y la soberanía alimentaria.
Estas exigencias populares, necesitan de escenarios de discusión y de la decisión urgente del Estado colombiano de dejar de favorecer a los grandes terratenientes y las empresas del agronegocio para apostar por la economía campesina y la producción saludable.
Para este momento queremos plantear 5 de las propuestas del campesinado para garantizar la disponibilidad de alimentos en el país:
1) Entrega inmediata de tierras para comunidades campesinas, negras e indígenas, reduciendo las áreas de la ganadería extensiva y el agronegocio, con el fin de tener disponibilidad alimentaria para los difíciles tiempos venideros.
2) Impulso a la producción agropecuaria y en especial a la economía campesina y cooperada por medio del fortalecimiento agropecuario a la siembra y transformación de los productos. Para el 2020 se tiene proyectado importar 17 millones de toneladas de alimentos, y con el dólar a 4000 pesos se encarecerá toda la canasta familiar de los colombianos. Al impulsar la producción agropecuaria podremos recuperar parte de la soberanía alimentaria y garantizar en calidad y cantidad los alimentos.
3) Condonación de deudas a todos los campesinos y pequeños y medianos productores agropecuarios.
4) Rebaja inmediata de los precios de los insumos agropecuarios, creación o nacionalización de una empresa de producción de abonos. Nuestra apuesta es la agroecología, pero por la urgencia de las condiciones necesitamos medidas que nos ayuden a realizar esa transición. Resaltamos que el uso de agrotóxicos afecta la salud de las personas que toman los alimentos y quienes los aplicamos, por lo cual necesitamos disminuir su uso.
5) El cese del asesinato, persecución, judicialización y guerra sucia contra el campesinado y las organizaciones sociales.
Es momento de protegernos, por lo que debemos insistir en el autocuidado, pero principalmente en el cuidado comunitario y colectivo. No podemos permitir que la coyuntura nos aísle socialmente, es urgente que nos cuidemos entre todos y todas, que estemos pendientes de nuestra salud, alimentación y ánimo. Recordemos las históricas formas de resistencia, solidaridad, cooperación y lucha campesina y la centralidad de la comunidad en la supervivencia.
Preparémonos entre todas las personas y como clase popular, para luchar por cambiar el país, tanto en el campo y como en la ciudad continuaremos luchando por la vida digna.
Invitamos al campesinado y a los trabajadores agrícolas a permanecer a la expectativa de las jornadas de movilización y a tener en alto nuestro espíritu de lucha.
¡Defendemos el fortalecimiento de la Economía propia como propuesta alternativa para la defensa de la soberanía, la vida y el territorio!
Coordinador Nacional Agrario