Coronavirus. El pánico mundial está entre nosotros

Coro­na­vi­rus. El páni­co mun­dial está entre nosotros

Por Juan Guahán, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 mar­zo 2020

El coro­na­vi­rus y el des­ca­la­bro eco­nó­mi­co se están poten­cian­do en la actual cri­sis que tie­ne en vilo a la huma­ni­dad. La actua­li­dad del coro­na­vi­rus. La fatí­di­ca explo­sión eco­nó­mi­ca del lunes 9. Alber­to y los con­flic­tos que lo rodean.

Esta sema­na se jun­ta­ron el coro­na­vi­rus con el esta­lli­do eco­nó­mi­co del lunes 9 para dejar la ima­gen que el mun­do se venía aba­jo. Ambas cues­tio­nes: El coro­na virus y el des­plo­me de los mer­ca­dos, se ins­ta­lan sobre una situa­ción mun­dial sen­si­bi­li­za­da por la cri­sis eco­nó­mi­ca jun­to a los ries­gos y efec­tos del cam­bio cli­má­ti­co. De todos modos ten­ga­mos pre­sen­te que las pers­pec­ti­vas ade­lan­tan que esta situa­ción no es el fin del mun­do. Aun­que no sal­dre­mos mejor de lo que hoy esta­mos, apren­da­mos de esta cri­sis para supe­rar otros pro­ble­mas ‑que pue­den ser aún peo­res- que tene­mos por delante.
Se desa­rro­lla­rá, aun­que sea bre­ve­men­te, el modo que estos fenó­me­nos afli­gen a la comu­ni­dad inter­na­cio­nal, pero tam­bién vere­mos que ambas situa­cio­nes tie­nen meca­nis­mos de supera­ción, en el mediano pla­zo. De modo tal que estas cues­tio­nes no nos deben hacer olvi­dar la con­ti­nui­dad de los pro­ble­mas de fon­do que tie­nen que ver con las injus­ti­cias, des­igual­da­des y pade­ci­mien­tos coti­dia­nos de millo­nes de argen­ti­nos, aun­que éstos se agra­ven bajo estas cir­cuns­tan­cias. Mien­tras esto acon­te­ce, con este coro­na­vi­rus, se acre­cien­ta el peso de la pre­gun­ta acer­ca de ¿qué hace­mos con los miles y miles de casos de saram­pión y dengue?

LA ACTUALIDAD DEL CORONAVIRUS 
El coro­na­vi­rus (COVID 19) con­ti­núa con su difu­sión, ya ofi­cial­men­te decla­ra­do como una pan­de­mia por la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS).
Recor­de­mos que se tra­ta de un mal que se con­ta­gia y extien­de muy rápi­da­men­te sien­do de una baja mor­ta­li­dad. Los sec­to­res de mayo­res ries­gos son los ancia­nos y las per­so­nas con serios pro­ble­mas cró­ni­cos (car­día­cos, pul­mo­na­res, diabéticos)
La actua­li­za­ción de datos indi­ca que el mal está cedien­do rápi­da­men­te en Chi­na pero cre­ce con igual velo­ci­dad en Euro­pa, sobre todo Ita­lia y Espa­ña. Mun­dial­men­te los datos de las últi­mas horas indi­can que el total de casos, en 121 paí­ses, supera los 145 mil per­so­nas, 81 mil de las cua­les se han repor­ta­do en Chi­na. La mor­ta­li­dad supera los 5 mil casos a esca­la mun­dial, con 3600 en Chi­na. Los paí­ses don­de el mal cir­cu­la en una mayor can­ti­dad de casos siguen sien­do: Chi­na, Ita­lia, Corea del Sur, Irán y Espa­ña. En Amé­ri­ca se han regis­tra­do la mayor can­ti­dad de enfer­mos en el nor­te, Esta­dos Uni­dos (con poco más de mil casos) y Cana­dá. En Ocea­nía (Aus­tra­lia y Nue­va Zelan­da) y Áfri­ca (Egip­to y Arge­lia) los casos son mucho meno­res, superan­do los 100 sola­men­te en Aus­tra­lia. No hay infor­ma­cio­nes sobre la exis­ten­cia de enfer­mos en el con­ti­nen­te antártico.
Sus múl­ti­ples efec­tos nega­ti­vos sobre la eco­no­mía se están hacien­do sen­tir, fun­da­men­tal­men­te en dos aspec­tos: La drás­ti­ca caí­da del turis­mo y los pro­ble­mas deri­va­dos de la situa­ción exis­te en Chi­na, la “fábri­ca del mun­do”, que está dejan­do de enviar los insu­mos para man­te­ner fun­cio­nan­do la indus­tria en varios paí­ses. Al res­pec­to, Chi­na anun­ció la reanu­da­ción de embar­ques marí­ti­mos. Hay un peque­ño sec­tor de acti­vi­da­des que se ha vis­to favo­re­ci­do por esta pan­de­mia, se tra­ta de aque­llas vin­cu­la­das a las mas­ca­ri­llas, bar­bi­jos y fun­da­men­tal­men­te labo­ra­to­rios. En este tema hay una fuer­te com­pe­ten­cia entre varios por ace­le­rar la pro­duc­ción de tales medi­ca­men­te y los mul­ti millo­na­rios con­tra­tos a los que pue­den aspi­rar. Hay un bene­fi­cia­rio por este fenó­meno, es el medio ambien­te que pade­ce una menor con­ta­mi­na­ción y efec­to inver­na­de­ro. Natu­ral­men­te que supe­ra­da esta situa­ción vol­ve­re­mos a la irres­pon­sa­ble tarea de seguir dete­rio­ran­do al pla­ne­ta: la úni­ca casa que, por estos tiem­pos, toda­vía tenemos.

Al coro­na­vi­rus ‑en nues­tro país- no se le pres­tó la aten­ción debi­da, más allá de haber ocu­pa­do la mayor par­te del tiem­po de las pan­ta­llas tele­vi­si­vas y de los espa­cios grá­fi­cos de los medios más pode­ro­sos. Ello hizo nece­sa­rio que pro­pio Pre­si­den­te salie­ra al paso de esas debi­li­da­des exis­ten­tes dan­do seña­les de poner­se al fren­te en la bús­que­da de una mejor aten­ción a este pro­ble­ma. Cabe decir, entre parén­te­sis, que los hechos pare­cen pro­bar la exis­ten­cia de dos tipos de asis­ten­cia sani­ta­ria. Una des­ti­na­da a quie­nes pue­den acce­der a una medi­ci­na pri­va­da y otra, la esta­tal, para los sec­to­res más popu­la­res. Algu­nos hechos pare­cen ava­lar esa per­cep­ción. El pri­mer enfer­mo, una per­so­na que con­ta­ba con el ser­vi­cio de una pre­pa­ga, fue aten­di­do de acuer­do a lo que el pro­to­co­lo res­pec­ti­vo esta­ble­cía. Otro, el pri­mer falle­ci­do, ‑anti­guo mili­tan­te del Movi­mien­to Ville­ro Pero­nis­ta, que venía de Fran­cia de visi­tar a su hija naci­da en el exi­lio fran­cés- no tuvo la mis­ma aten­ción en el Hos­pi­tal Arge­rich don­de –ade­más- fue tar­día­men­te ingre­sa­do des­pués de dos visi­tas pre­vias al Hos­pi­tal y el coro­na virus fue veri­fi­ca­do cuan­do ya había muer­to. Cabe agre­gar que el Jefe de la Uni­dad de Guar­dia del mis­mo Hos­pi­tal Arge­rich, en comu­ni­ca­ción del 9 de mar­zo, infor­mó que el Hos­pi­tal esta­ba en situa­ción de “colap­so ope­ra­ti­vo por lo que no se encuen­tra en con­di­cio­nes para reci­bir nue­vos pacien­tes”. Esto es una prue­ba del aban­dono sani­ta­rio en el que está nues­tro país.

Si bien se tejen todo tipo de pro­nós­ti­cos sobre la evo­lu­ción del coro­na­vi­rus, algu­nos de ellos fran­ca­men­te fan­tás­ti­cos, las pers­pec­ti­vas inme­dia­tas no son hala­güe­ñas. Ange­la Mer­kel, Pri­me­ra Minis­tra de Ale­ma­nia y poco afec­ta a los sen­sa­cio­na­lis­mos, ha dicho ‑ante par­la­men­ta­rios de su país- que “entre el 60 y 70% de los ale­ma­nes se infec­ta­rá con el coronavirus”.

No es pro­ba­ble que la enfer­me­dad ten­ga una solu­ción inme­dia­ta pero es posi­ble que, median­te las vacu­nas y los tra­ta­mien­tos anti­vi­ra­les, en algu­nos meses esté con­tro­la­do y que­de ins­ta­la­do en la socie­dad como una espe­cie de gri­pe más. Actual­men­te hay 20 labo­ra­to­rios que tie­nen vacu­nas en desa­rro­llo, en el cur­so de este año se espe­ra que se pue­dan estar apli­can­do a las per­so­nas. En el medio, si no hay duras medi­das esta­ta­les o una fuer­te cola­bo­ra­ción de las per­so­nas, es lógi­co que con­ti­núe el des­plie­gue de esta pan­de­mia. Tenien­do pre­sen­te que este virus tie­ne un desa­rro­llo menor cuan­do la tem­pe­ra­tu­ra supera los 25°, no es un dato menor la vin­cu­la­ción entre esta enfer­me­dad y la épo­ca del año. Los invier­nos favo­re­cen su difu­sión y los vera­nos lo frenan.

Con esta pan­de­mia el fenó­meno de la glo­ba­li­za­ción mos­tró su peor cara y es pre­ma­tu­ro saber sus indu­da­bles efec­tos sobre la cul­tu­ra y la polí­ti­ca de los tiem­pos que vie­nen. Pero no que­dan dudas que ella pue­de con­tri­buir a for­ta­le­cer las ten­den­cias hacia el ais­la­mien­to, indi­vi­dua­lis­mo y las xeno­fo­bias existentes.

EL ESTALLIDO ECONÓMICO DEL FATÍDICO LUNES 9
El lunes 9 la eco­no­mía pare­ció enlo­que­cer. Los de arri­ba, los due­ños del mun­do, no ter­mi­na­ban de asi­mi­lar lo que esta­ba pasan­do. En los sec­to­res popu­la­res la pre­gun­ta apun­ta­ba a un temor que es his­tó­ri­co: Cada vez que la eco­no­mía se com­pli­ca, los de aba­jo, los que menos tie­nen, pagan los pla­tos rotos.
Quie­nes ape­la­ban a la his­to­ria habla­ban que los datos eran pare­ci­dos a los de octu­bre de 1929, cuan­do se des­ató la famo­sa cri­sis que fue un quie­bre en la his­to­ria moder­na. Otros, los que tenían su refe­ren­cia en la memo­ria sos­te­nían que esto podía ser peor que la cri­sis del sec­tor finan­cie­ro del 2008. Sea como fue­re, el tema es que el petró­leo caía un 30% sem­bran­do un caos mun­dial; que las Bol­sas de Valo­res per­dían más del 10%; las accio­nes de las gran­des empre­sas se caían al piso y era difí­cil des­ci­frar cómo serían los pró­xi­mos pasos. Al ter­mi­nar la sema­na, los núme­ros –des­pués de una mejo­ra el mar­tes, siguie­ron cayen­do aun­que mejo­ra­ron un poco el viernes‑, están peor que ese lunes. Las accio­nes se han hun­di­do. Varia­das infor­ma­cio­nes hacen saber que Chi­na ha com­pra­do, a pre­cios de rema­te, a mon­to­nes de empre­sas occi­den­ta­les que ope­ran en su territorio.
El des­ca­la­bro petro­le­ro se pro­du­jo cuan­do los paí­ses petro­le­ros de la OPEP no logra­ron un acuer­do con Rusia para seguir man­te­nien­do topes a la pro­duc­ción, para que el petró­leo no baje. Ante la fal­ta de acuer­do, Ara­bia Sau­di­ta anun­ció que aumen­ta­ría la pro­duc­ción pro­du­cien­do una drás­ti­ca reduc­ción de los pre­cios del cru­do. Entre los efec­tos más impor­tan­tes de la baja del pre­cio está la cri­sis del petró­leo explo­ta­do vía del “frac­king”, por los mayo­res cos­tos que impli­ca ese modo de extrac­ción. Eso per­ju­di­ca a las actua­les expor­ta­cio­nes petro­le­ras de los EEUU y deja con esca­so mar­gen al gobierno argen­tino de sos­te­ner Vaca Muer­ta. Ésa era nues­tra expec­ta­ti­va de “sal­va­ción”. Con estos pre­cios su con­ti­nui­dad depen­de de un nivel de sub­si­dios insos­te­ni­bles para nues­tra eco­no­mía. Las empre­sas piden, al Esta­do, un pre­cio sos­tén de 55 dóla­res el barril que está a 35 dóla­res en el mer­ca­do mundial.
De todos modo y por los volu­mi­no­sos intere­ses en jue­go es posi­ble que la actual cri­sis petro­le­ra pue­da encau­zar­se con algu­nas nego­cia­cio­nes entre los prin­ci­pa­les pro­ta­go­nis­tas y eso podría per­mi­tir un nue­vo “orden” en la pro­vi­sión y pre­cios de este vital producto.

ALBERTO RODEADO POR ERRORES PROPIOS, HERENCIA Y CRISIS

El Pre­si­den­te Fer­nán­dez tran­si­ta una situa­ción para­do­jal. Está meti­do en una espe­cie de “tor­men­ta per­fec­ta” don­de ¡todo (o casi todo) está mal! Allí están los efec­tos de la terri­ble “heren­cia reci­bi­da” a lo cual hay que sumar algu­nos erro­res pro­pios. Por otro lado está la pan­de­mia y la gigan­tes­ca cri­sis mun­dial que pare­cie­ra venir en ayu­da a un Pre­si­den­te aco­rra­la­do por los pro­ble­mas. La estan­fla­ción sigue gozan­do de bue­na salud. Es cier­to que la infla­ción cedió un poco, la de los ali­men­tos bas­tan­te menos, pero la acti­vi­dad eco­nó­mi­ca no arran­ca. La idea de tener ende­re­za­do el tema de la deu­da para fines de mar­zo, for­ma par­te del “baúl de los recuer­dos”. El gobierno había adver­ti­do que has­ta el 31 de mar­zo no habría un “plan eco­nó­mi­co”. Los fun­cio­na­rios siem­pre encon­tra­ban una expli­ca­ción al para­te de sus tareas en esa fecha lími­te. Aho­ra la cues­tión ha cam­bia­do. No habrá “arre­glo” para fines de mar­zo y nadie sabe cuán­do eso será posi­ble. Simul­tá­nea­men­te el gobierno tie­ne una jus­ti­fi­ca­ción per­fec­ta: la pan­de­mia y la cri­sis mun­dial. En medio de esta situa­ción a nadie se le ocu­rre posi­ble que los (pre­sun­tos) acree­do­res pue­dan acor­dar algún tipo de arre­glo. Que el gobierno ten­ga una expli­ca­ción creí­ble no cam­bia, ni mejo­ra, la situación.

Itu­rria /​Fuen­te

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