Europa. ¿Por qué ocultan el cáncer de origen laboral?

Euro­pa. ¿Por qué ocul­tan el cán­cer de ori­gen laboral?

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Jesús Uzku­dun /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​8 de mar­zo de 2020

Con oca­sión, el pasa­do 4 de febre­ro, del Día Mun­dial con­tra el Cán­cer, la Agen­cia Euro­pea de Segu­ri­dad y Salud Labo­ral de Bil­bao, seña­la­ba que “el cán­cer de ori­gen labo­ral, con­ti­núa cons­ti­tu­yen­do el prin­ci­pal pro­ble­ma de salud labo­ral en Euro­pa” y “la expo­si­ción labo­ral a car­ci­nó­ge­nos, pro­vo­ca anual­men­te 120.000 casos nue­vos de cán­cer”.

En mayo de 2016, la Comi­sa­ria de Empleo y Asun­tos Socia­les, Marian­ne Thys­sen, decía: “El cán­cer es la pri­me­ra cau­sa de mor­ta­li­dad labo­ral en la Unión Euro­pea, sien­do res­pon­sa­ble del 53% de todas las muer­tes rela­cio­na­das con el tra­ba­jo”, y aña­día que “El cán­cer tie­ne reper­cu­sio­nes devas­ta­do­ras en per­so­nas tra­ba­ja­do­ras, fami­lias, en la indus­tria y en la socie­dad”. La Agen­cia de Segu­ri­dad y Salud Euro­pea cal­cu­la que un 10% de los cán­ce­res pue­den estar rela­cio­na­dos con el tra­ba­jo, otros como Taka­la apun­tan hacía un 20%, mien­tras Osa­ki­detza los sitúa en el 5%.

Mien­tras tan­to, la mayo­ría de las Auto­ri­da­des e Ins­ti­tu­cio­nes vas­cas aca­llan el pro­ble­ma. Cier­tos por­ta­vo­ces sin­di­ca­les igno­ran el cán­cer pro­fe­sio­nal cuan­do levan­tan la voz con­tra las inacep­ta­bles cifras de muer­tes en acci­den­tes de tra­ba­jo. Igual suce­de con las Ase­so­rías a la hora de tra­mi­tar una Inca­pa­ci­dad Per­ma­nen­te a un enfer­mo, olvi­dan­do que las muer­tes de cán­cer de ori­gen labo­ral son diez veces supe­rio­res a las cifras de sinies­tros labo­ra­les y que su pre­ven­ción es posi­ble y ade­más una obli­ga­ción empre­sa­rial. Aspec­to en el que urge un cam­bio radi­cal de actitud.

Tam­po­co pode­mos olvi­dar que las cifras de per­so­nas expues­tas en su tra­ba­jo a dichas sus­tan­cias, en el Rei­no de Espa­ña, son de las más ele­va­das de la UE, en torno al 24% de expo­si­cio­nes a sus­tan­cias can­ce­rí­ge­nas ya cono­ci­das. Dada la implan­ta­ción indus­trial en Eus­ka­di, es pro­ba­ble que el por­cen­ta­je aquí sea mayor.

Son nume­ro­sas las sus­tan­cias can­ce­rí­ge­nas que han esta­do y están pre­sen­tes en los cen­tros de tra­ba­jo vas­cos. Des­de el amian­to, el más mor­tí­fe­ro (cau­san­te de 88.000 muer­tes anua­les en Euro­pa, según el Con­se­jo Eco­nó­mi­co y Social Euro­peo), la síli­ce, el cro­mo, arsé­ni­co, pol­vo de made­ra, clo­ru­ro de vini­lo, níquel, cad­mio, for­mal­dehí­do, ben­ceno, alqui­trán, hidro­car­bu­ros aro­má­ti­cos, áci­do cian­hí­dri­co, humos die­sel, ami­nas aro­má­ti­cas, pro­ce­sos pro­duc­ti­vos como la fun­di­ción, indus­tria del cau­cho, fabri­ca­ción de mue­bles, etc. Por esta razón, sien­do el hábi­to de fumar tam­bién cau­san­te de cán­cer, no debe ser uti­li­za­do como cau­sa exclu­si­va, igno­ran­do el efec­to sinér­gi­co de los can­ce­rí­ge­nos labo­ra­les o para ocul­tar el ori­gen pro­fe­sio­nal con pro­ba­da expo­si­ción labo­ral de tumo­res en vías respiratorias.

Está prác­ti­ca ocul­ta­do­ra res­pon­de, sin duda, a la nula impor­tan­cia sani­ta­ria que se le da al ori­gen labo­ral de la enfer­me­dad y res­pon­de a un cons­cien­te olvi­do o prác­ti­ca ocul­ta­do­ra des­de las dife­ren­tes ins­ti­tu­cio­nes y empresas:

1.- El Minis­te­rio de Tra­ba­jo ha regis­tra­do úni­ca­men­te en el año 2019 en el CEPROSS 63 cán­ce­res pro­fe­sio­na­les (11 en Eus­ka­di y 1 en Nava­rra) 35 de estos deri­va­dos del amian­to y no regis­tran­do los reco­no­ci­dos por el INSS. Tam­po­co se regis­tró a nin­gu­na mujer en Eus­ka­di, pero el INSS con­ce­dió la Inca­pa­ci­dad Abso­lu­ta a Jose­fa Ibar­bia y Jose­fa Ille­rra, gui­puz­coa­nas afec­ta­das de meso­te­lio­ma pleu­ral por inha­lar fibras de amian­to, pero no figu­ran en dicho regis­tro. Mien­tras tan­to, Ale­ma­nia regis­tró en 2016, 6.559 cán­ce­res pro­fe­sio­na­les, Fran­cia 2.118, Ita­lia 1.033, Norue­ga y Dina­mar­ca reco­no­cen 183 y 133 veces más cán­cer pro­fe­sio­nal que el Rei­no de Espa­ña. Exper­tos de la Uni­ver­si­dad de Gra­na­da, seña­lan que solo se reco­no­ce entre el 0,1 o 0,2% del cán­cer de ori­gen pro­fe­sio­nal existente.

2.- Osa­ki­detza y la Sani­dad Públi­ca. Mayo­ri­ta­ria­men­te los pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios incum­plen el Decre­to 12992006 al no comu­ni­car sos­pe­cha tras diag­nos­ti­car una enfer­me­dad inclui­da en dicho Decre­to y que pue­de gene­rar sos­pe­cha por su rela­ción con la acti­vi­dad labo­ral desa­rro­lla­da, pese a que dicha prác­ti­ca insu­mi­sa con­lle­va a la sani­dad públi­ca a la asun­ción de cuan­tio­sos cos­tes sani­ta­rios que corres­pon­den a Mutuas y a la Con­tin­gen­cia Profesional.

En el Plan Onco­ló­gi­co 2018 – 23 del Gobierno Vas­co se seña­la que en 2012 se diag­nos­ti­ca­ron 769 cán­ce­res labo­ra­les (124 muje­res y 645 hom­bres) y que en el perio­do 201115 se diag­nos­ti­ca­ron 196 meso­te­lio­mas deri­va­dos del amian­to. La mayo­ría de ellas sin comu­ni­ca­ción de sos­pe­cha, ¿por qué se incum­plió la Ley? ¿Qué ges­tio­nes se rea­li­za­ron ante la Teso­re­ría de la Segu­ri­dad Social para impu­tar los gas­tos sani­ta­rios? Pre­gun­tas intere­san­tes para plan­tear en el Par­la­men­to de Gas­teiz a la Con­se­je­ra de Sanidad.

El Ins­ti­tu­to de Salud Públi­ca y Labo­ral de Nava­rra esti­ma que en el perio­do 2008 – 2012 se regis­tra­ron en la Comu­ni­dad Foral un total de 841 casos de cán­cer de posi­ble ori­gen labo­ral: 265 cán­ce­res de pul­món, 60 meso­te­lio­mas, 10 casos de cán­cer de senos para­na­sa­les, 285 cán­cer de piel, (no mela­no­mas), 40 car­ci­no­mas de veji­ga. En ese mis­mo perio­do, el regis­tro del CEPROSS, ges­tio­na­do por el Minis­te­rio solo reco­gía 7 cán­ce­res profesionales

3.- Los Ser­vi­cios de Pre­ven­ción igno­ran el ries­go de dichas sus­tan­cias a la hora de eva­luar los ries­gos y la vigi­lan­cia sani­ta­ria. Toda­vía recuer­do las que­jas de algu­nos pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios for­za­dos a “comu­ni­car sos­pe­cha” de las hipo­acu­sias, por haber sido ame­na­za­dos de denuncia.

¿Alguien pien­sa que las empre­sas vayan a asu­mir cos­tos en inver­sión pre­ven­ti­va fren­te a los agen­tes can­ce­rí­ge­nos mien­tras la gran mayo­ría de los tumo­res se regis­tren como comu­nes? Mi expe­rien­cia me demues­tra que las inver­sio­nes pre­ven­ti­vas se pro­du­cen cuan­do la per­so­na enfer­ma o sus fami­lia­res recla­man indem­ni­za­ción por daños y recar­gos por fal­ta de medi­das de segu­ri­dad. Por esta razón, ocul­tar o igno­rar el ori­gen pro­fe­sio­nal del cán­cer, supo­ne un frau­de inhu­mano e inaceptable.

Que toda­vía hoy algu­nos car­gos polí­ti­cos o téc­ni­cos sigan afir­man­do que “la expo­si­ción tóxi­ca no es noci­va en el cor­to pla­zo”, como nos decían hace 20 o 30 años en el tra­ba­jo, es inacep­ta­ble, cuan­do se ha demos­tra­do que el Valor Lími­te de Segu­ri­dad de un can­ce­rí­geno es 0. Con el amian­to y otros can­ce­rí­ge­nos se redu­je­ron los valo­res Lími­te de Segu­ri­dad y final­men­te tuvie­ron que ser prohi­bi­dos. No pro­du­cen daños inme­dia­tos, pero con­de­nan a muer­tes pre­ma­tu­ras a tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras y ocul­tar el ori­gen de esas muer­tes, resul­ta cri­mi­nal y un terri­ble frau­de a la pre­ven­ción de los riesgos.

Por ello, urge una reac­ción social, sin­di­cal y de Aso­cia­cio­nes de Pen­sio­nis­tas ante la ocul­ta­ción del cán­cer pro­fe­sio­nal, espe­cial­men­te cuan­do afec­ta a las vías res­pi­ra­to­rias, ya que está en jue­go, ade­más de las pres­ta­cio­nes eco­nó­mi­cas de la Segu­ri­dad Social, la adop­ción de medi­das pre­ven­ti­vas en las empre­sas para redu­cir la epi­de­mia de cáncer.

SP*

Itu­rria /​Fuen­te

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