Resumen Latinoamericano, 2 marzo 2020
Se cumplen 4 años del vil crimen a nuestra hermana Berta Cáceres, este crimen fue planificado por los dueños de la empresa DESA constructora del Proyecto Hidroeléctrico “Agua zarca”, en la comunidad Lenca de Río Blanco. Este crimen solo fue posible por la unión con las fuerzas represivas del Estado de Honduras que participaron de su persecución política, vigilancia y criminalización.
Este crimen representa el plan para intentar destruir la lucha territorial y articuladora por la refundación de Honduras, liderada por Berta Cáceres y sembrar el miedo a las luchadores y luchadores de Honduras. Sin embargo su lucha no ha parado de retoñar en miles de expresiones dignas de resistencia del pueblo hondureño.
Fue un días después
de su crimen que nos propusimos como COPINH, familiares y
organizaciones construir la justicia para ella, desafiando la
impunidad estructural del país que ha sido cómplice de los ataques
a los pueblo y de su persecución política. Este proceso a tratado
de librar una lucha más allá de la disputa legal, profundizando la
lucha en defensa de los territorios amenazados por proyectos
hidroeléctricos, mineros, de generación de energía, privatizadores
de las playas e invasores de los territorios indígenas, garífunas y
campesinos.
Grandes esfuerzos le
ha implicado a nuestras organización indígenas de base, luchar
porque sean determinadas las responsabilidades a las personas y la
estructura criminal que cometió este crimen. Sin embargo el rugido
mundial de justicia ha permitido que a 4 años tengamos enjuiciados a
7 personas vinculados con la autoría material del crimen y comenzado
un proceso contra David Castillo, autor intelectual del mismo. A
pesar de eso gran incertidumbre acompaña el proceso para determinar
la responsabilidad al presidente de DESA, el señor Castillo. Pero
hemos comprobado que un cerco de impunidad se levanta para proteger a
los autores de máxima responsabilidad en el crimen a pesar de la
cantidad de evidencia.
Hemos confirmado y
denunciamos plenamente que el Estado de Honduras represor y violador
de derechos humanos no pretende perseguir a los miembros de la
familia Atala Zablah; Daniel Atala Midence, Jacobo Atala Zablah, José
Eduardo Atala Zablah y Pedro Atala Zablah, empresarios responsables
de la toma de decisión del crimen de Berta Cáceres
Es por ellos que
este proceso de búsqueda de justicia el COPINH y quienes somos parte
de esta causa nos proponemos el proceso de justicia más amplio,
yendo directamente a proteger el derecho de los pueblos a ser
consultados de manera previa, libre e informada; de investigar y
denunciar a las empresas que como DESA participan de la persecución
y violación a los derechos de las comunidades; a construir una
Honduras de justicia, democracia y paz con desmilitarización.
Es un imperativo del
COPINH y la lucha más allá de las razones estructurales que
produjeron su crimen: el racismo, el no respeto al derecho de
consulta de las comunidades indígenas y el respeto de la autonomía
de los pueblos.
Por eso seguiremos
luchando por todas nuestras justicias, desde nuestros cuerpos y
territorios. Por la libertad, por el futuro que merece el pueblo
hondureño.
¡Berta Vive, la
lucha Sigue!
¡Aguas Libres,
Pueblos Libres!