Resumen Latinoamericano* /8 de marzo de 2020
En conmemoración al “Día Internacional de la Mujer” este 8 de marzo de 2020, se enaltece la labor de las defensoras y la realidad que viven las mujeres defensoras en Honduras. El ambiente hostil por señalar los atropellos del sistema estatal, fundamentalmente porque la nación a la que aspiran es opuesta a la que se impone.
En el año anterior la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU, contabilizó 87 ataques contra mujeres defensoras. Las agresiones se dieron hacia quienes defienden el territorio ancestral, los bienes comunes y naturales, medio ambiente, los derechos sociales y políticos, derechos sociales y económicos, y mujeres que están en los puestos de liderazgo en las organizaciones que defienden y promueven los derechos fundamentales en Honduras.
Aunque en el 2010 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en su visita a Honduras, recomendó garantizar las condiciones para que los y las defensoras realicen libremente sus actividades, señaló al Estado que debía de “abstenerse de realizar cualquier acción y de adoptar legislación que limite u obstaculice su trabajo” , pero esta recomendación pasó al baúl de los compromisos incumplidos por Honduras
Este 08 de marzo en que se conmemorar el Día Internacional de la Mujer, destacamos la labor de varias defensoras de derechos humanos en el país, aclarando que son decenas de mujeres en la primera línea y que enfrentan graves amenazas, no terminaríamos de nombrarlas en muchas páginas.
Defensoras emblemáticas que la violencia estatal terminó con sus vidas
Jeannette Kawas, nació en Tela, Atlántida, ambientalista que contribuyó a la preservación de 449 especies de plantas, la diversidad de flora y fauna, lagunas costeras, afloramientos rocosos, pantanos, manglares, costas rocosas, playas de arena y selva ubicadas en la zona caribeña de Honduras la reserva protegida “Punta sal” hoy nombrado en su memoria con su nombre. (Asesinada en 1995).
Margarita Murillo. Su vida estuvo dedicada a la lucha por el acceso a la tierra de las mujeres campesinas hondureñas, por esta razón luchó en contra del otorgamiento de los ríos a empresas dedicadas a la construcción de plantas hidroeléctricas por el impacto ambiental y cultural que estas representan en tierras ancestrales. Fue asesinada en el 2014. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, instó al Estado hondureño a que realizará una investigación con debida diligencia sobre su homicidio, pero no ha sucedido nada.
Lesbia Yaneth Urquía, se opuso a la privatización de los ríos para ser cedidos a empresas que promueven la deforestación y la afectación de la flora y fauna. Urquía luchó en contra de una hidroeléctrica internacional en el departamento de La Paz. (Asesinada en el 2016).
Gladys Lanza, coordinó el Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla. Su férrea defensa de los derechos de las mujeres la hizo enfrentar una querellara en el 2015 y que la Sala Uno del Tribunal de Sentencia de Francisco Morazán, la declarara culpable por el delito de difamación constitutiva de calumnias, violentando el Debido Proceso y su Acceso a la Justicia. Un plantón contra el Director de FUNDEVI Juan Carlos Reyes, para protestar contra el acoso sexual denunciado ante esa organización por parte de Lesbia Pacheco, le valió el juicio iniciado desde 2010, donde estuvo en completa indefensión pues el sistema de justicia favoreció al poder y quería aprovechar para criminalizar una de las voces más crítica en Honduras y su organización que no cesa su lucha por la defensa de los derechos de las mujeres.
Por su labor fue víctima de agresiones y persecución. Por esta razón, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, le otorgó Medidas Provisionales. También el Estado fue requerido por este ente internacional para que garantizara la protección de la vida y la integridad de la defensora. Murió en el 2016 por graves problemas de salud que le ocasionó tanto acoso. Se fue sin encontrar justicia. En los 80 también debió enfrentar amenazas que la llevaron a la cárcel y al exilio. Escuadrones de la muerte lanzaron una bomba que destruyó su casa. Fue encarcelada y sometida a crueles torturas.
Berta Cáceres, cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH y Coordinadora General de esta organización en el momento de sus asesinato el 03 de marzo de 2016. Lideró la lucha en contra de proyectos extractivos de empresas transnacionales que traen consigo el desplazamiento forzado y la destrucción de ecosistemas. Su oposición al proyecto Agua Zarca de la Empresa Desarrollos Energéticos, S.A, DESA, le costó la vida. Enfrentó más de 30 amenazas y juicios. La CIDH emitió medidas de protección a su favor, pero el Estado no la protegió y altos mandos militares participaron en su crimen junto a personas de alto nivel de DESA.
Meses antes de su asesinato fue acreedora de los premios Goldman, el máximo galardón mundial para quienes protegen los recursos naturales, y además el Premio Shalom. Asimismo, uno de los festivales de referencia en el cine medioambiental de talla internacional, decidió llamar a este con el nombre “Berta Cáceres Flores” la activista recibió de manera póstuma el premio Ecozine.
Defensoras que siguen en la primera línea pero que enfrentan la represión
Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras, OFRANEH. Ha liderado la lucha por el territorio del pueblo garífuna, también por los derechos de las mujeres. Su activismo en contra del desplazamiento forzado, el robo de tierras cedidas a empresas que se dedican al negocio turístico, el narcotráfico y el cambio climático le ha valido constante acoso. Enfrenta a proyectos hidroeléctricos y de aceite de palma, que le ha traído amenazas, persecución y encarcelamiento.
Miranda recibió el Premio 2019 de Derechos Humanos, de la fundación Friedrich Ebert, FES, por su trayectoria de 30 años y compromiso por la defensa de su pueblo y la protección del medioambiente. También fue declarada co-ganadora del Premio Óscar Romero a los Derechos Humanos, junto con la activista ambiental Berta Cáceres, antes de su asesinato.
Pascualita Vásquez, es una luchadora que impulsó la fundación del municipio de San Francisco de Opalaca en el departamento de Intibucá, comunidad que se enfrentó a empresas que extraían madera de la zona. Actualmente la defensora es la una de las lideresas espirituales del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, y sigue activa en la recuperación de los bienes comunes de la naturaleza.
Karla Lara, es una de las fundadoras de la Red de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras, militante del movimiento social en especial al colectivo feminista, su labor la ha combinado con la música y varias de sus canciones han contribuido con la reivindicación social del pueblo hondureño. Actualmente sigue en la defensa de los derechos de las mujeres en el país y lucha contra la dictadura.
Berta Zúniga, es la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, asumió el cargo con el apoyo de las comunidades tras el asesinato de su mamá Berta Cáceres. Es defensora del territorio ancestral y activista por los derechos humanos y el medioambiente. Su voz de denuncia contra el crimen de Berta Cáceres mantiene viva la demanda de justicia nacional e internacional.
Laura Zúniga, defensora por los derechos humanos, del territorio y el medioambiente, miembra del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH. Laura también es hija de la ambientalista Berta Cáceres. Permanece activa en la demanda de justicia contra el crimen de su madre y acompaña protestas en defensa de su pueblo lenca.
Mirian Suazo, tiene 20 años en la defensa de los derechos humanos en el país desde el Centro de Estudios de la Mujer-Honduras, CEMH, y en la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, en conjunto con otras organizaciones y el movimiento social. Su importante aporte en defensa de los derechos de las mujeres en el país ha posicionado el tema. Su voz y presencia se puede encontrar en todas las luchas tanto de mujeres como de los movimientos sociales en Honduras.
Yessica Trinidad, es la coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras. Ha enfrentado represión por parte del Estado. Ha sido atacada en manifestaciones cuando documenta agresiones contra las mujeres.
En el 2016 policías la lanzaron desde una gradas cuando acuerpaba una protesta por el juicio contra Gladys Lanza. En ese mismo año había sido lanzada al piso por militares y policías que llegaron a desalojar a estudiantes en la UNAH. Ella estaba allí en la primera línea de defensa y protección a jóvenes de esa entidad educativa conducida por la ex rectora Julieta Castellanos, que tenía una persecusión sistemática contra liderazgos estudiantiles que demandaban la no privatización de la educación pública.
Merly Eguigure es la Coordinadora Nacional del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, lucha por la equidad e igualdad en derechos de las mujeres hondureñas. Ha estado encarcelada como represalia por defender los derechos de mujeres agredidas y de hacer acciones públicas contra esta violencia. Su organización permanece vigilada constantemente.
Es una voz permanente para denunciar violencia contra las mujeres y su presencia en medios de comunicación ha posicionado el tema con lo cual sensibiliza el pensamiento de periodistas mujeres y hombres. Es directa en sus declaraciones y no tiene miedo de señalar a cualquier agresor de mujeres sea quien sea.
Tomy Morales, de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU, por su labor y compromiso con el periodismo independiente y la defensa de los derechos fundamentales en Honduras ha sido víctima de agresiones, persecución y criminalización por parte del Estado hondureño, actualmente se encuentra en el exilio porque su vida en el país corre peligro. El 08 de septiembre de 2017 fue torturada y encarcelada por altos mandos policiales cuando defendía a estudiantes en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH que estaban siendo víctimas de represión en un desalojo violencia. Los responsables de sus torturas gozan de la impunidad que les dio un sobreseimiento definitivo en junio de 2018.
Esly Banegas, conduce la Coordinadora de organizaciones Populares del Aguán, COPA. Por su labor incansable ha sido víctima de agresiones, vigilada, perseguida y amenazada. La represión ha llegado al extrema del asesinato de su hijo y cónyuge. La CIDH emitió una medida cautelar donde ella figura y este ente internacional demanda protección para su vida. Ha sido pieza clave en la protección a defensores de Guapinol e integra el Comité de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, Colón.
Elizabeth Medina, es defensora de la organización Derechos Humanos Sin Fronteras. Ha sido víctima de agresiones, amenazas y hostigamiento, por parte de los cuerpos represivos del Estado , en momentos en que acompaña a personas en el marco de la protesta. Su presencia ha neutralizado acciones contra la vida de ciudadanos y ciudadanas.
En enero del año anterior el Relator Especial sobre la situación de personas defensoras de derechos humanos, en un informe hace mención sobre la situación de las mujeres defensoras en le país, y señala que “las mujeres defensoras muchas veces enfrentan riesgos diferenciados y adicionales”
También obstáculos que tienen un componente de género y están construidos por los estereotipos de género y las ideas profundamente arraigadas sobre quiénes son las mujeres y cómo deberían ser.
Asimismo, “En el clima político actual, donde existe un rechazo hacia los derechos humanos, las mujeres defensoras muchas veces son las primeras bajo ataque”.
Pasos de Animal Grande*