“Las mujeres revolucionarias no son exógenas a la revolución sino parte natural de la misma” – La otra Andalucía

“Las muje­res revo­lu­cio­na­rias no son exóge­nas a la revo­lu­ción sino par­te natu­ral de la mis­ma” – La otra Andalucía

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Por Ando­ni Baserrigorri

El 8 de Mar­zo nace liga­do a la lucha del movi­mien­to obre­ro y en con­cre­to a la Inter­na­cio­nal de Muje­res Socia­lis­tas, cuya pro­mo­to­ra era Cla­ra Zetkin

Se acer­ca el 8 de mar­zo, día de la mujer tra­ba­ja­do­ra. Es nece­sa­rio recal­car lo de “mujer tra­ba­ja­do­ra” y es que quie­nes nos recla­ma­mos comu­nis­tas esta­mos obser­van­do cómo últi­ma­men­te muchos “femi­nis­mos” tie­nen un talan­te bur­gués o sen­ci­lla­men­te reac­cio­na­rio, así hemos con­tem­pla­do a per­so­nas como Ana Rosa Quin­ta­na y otras muje­res de la dere­cha recla­mar­se como femi­nis­tas. Del femi­nis­mo post-moderno decir que mere­ce un capí­tu­lo aparte.

Pero es mejor que Car­men Pare­jo nos hable de estas cues­tio­nes. Car­men, muy acti­va en redes socia­les (reco­noz­co que sigo su labor en las redes debi­do a su cali­dad y cla­ri­dad) es mili­tan­te de los medios con­tra­in­for­ma­ti­vos. La Comu­na es la web en la que se dio a cono­cer, pagi­na que reco­mien­do enca­re­ci­da­men­te y últi­ma­men­te la hemos vis­to cola­bo­rar con His­pan TV

Ade­más de todo esto es comu­nis­ta y femi­nis­ta y por lo tan­to enemi­ga decla­ra­da y sin mati­ces del postmodernismo

Mejor pase­mos a la conversación….

Car­men, lo pri­me­ro agra­de­cer que dedi­ques un rati­to de tu tiem­po a esta entre­vis­ta que te pro­pu­se por medio de una red social. Dime, eres comunista…hagamos un poco de his­to­ria. Por si alguien lo igno­ra, ¿De dón­de vie­ne el 8 de mar­zo y como eran las luchas femi­nis­tas de aque­llos años?

Hay un asun­to ini­cial que acla­rar. Hoy en día a toda lucha con­tra la opre­sión del sexo feme­nino se le deno­mi­na femi­nis­mo. Algo simi­lar a lo que ocu­rre con el tér­mino anti­ca­pi­ta­lis­ta. Anti­ca­pi­ta­lis­ta se pue­de ser defen­dien­do pro­pues­tas muy dis­tin­tas: se pue­de ser comu­nis­ta, anar­quis­ta; e inclu­so fas­cis­ta o defen­sor de la vuel­ta al feu­da­lis­mo. Y en todos los casos se pue­de apli­car la eti­que­ta anti­ca­pi­ta­lis­ta. Con la Cues­tión de la Mujer, que es como se le ha deno­mi­na­do his­tó­ri­ca­men­te en la tra­di­ción mar­xis­ta a la lucha con­tra la opre­sión feme­ni­na, ocu­rre algo muy lla­ma­ti­vo que es que final­men­te se ha asu­mi­do la par­te por el todo y una de las corrien­tes ideo­ló­gi­cas, el femi­nis­mo, ha pasa­do a ser uti­li­za­da como repre­sen­tan­te de toda la lucha. Con ello pare­ce que solo hay una for­ma de luchar con­tra la opre­sión de la mujer, así como si pen­sá­se­mos que solo el comu­nis­mo repre­sen­ta el anti­ca­pi­ta­lis­mo. Algo que sabe­mos que es fal­so. Y este pro­ble­ma de carác­ter semán­ti­co no sería impor­tan­te si no fue­ra por­que tie­ne con­se­cuen­cias como por ejem­plo la invi­si­bi­li­za­ción de otras for­mas his­tó­ri­cas de lucha como las apor­ta­das por el movi­mien­to obre­ro y el movi­mien­to comu­nis­ta. Unas for­mas de lucha que en efec­to dis­cre­pan en teo­ría y pra­xis de las apor­ta­das por el movi­mien­to femi­nis­ta. El uso de la pala­bra baúl anu­la las dife­ren­cias y por tan­to nos impi­de una visión com­ple­ta sobre el pro­ble­ma a erra­di­car que es la opre­sión his­tó­ri­ca de las mujeres.

El 8 de Mar­zo nace liga­do a la lucha del movi­mien­to obre­ro y en con­cre­to a la Inter­na­cio­nal de Muje­res Socia­lis­tas, cuya pro­mo­to­ra era Cla­ra Zet­kin, des­ta­ca­da mili­tan­te comu­nis­ta ale­ma­na. El movi­mien­to femi­nis­ta, que ya exis­tía en esta épo­ca, lle­va­ba un desa­rro­llo para­le­lo y en oca­sio­nes enfren­ta­do con las socia­lis­tas (tras la III Inter­na­cio­nal lla­ma­das comu­nis­tas). De hecho, es vital seña­lar el enfren­ta­mien­to entre las socia­lis­tas y las femi­nis­tas como un ele­men­to deci­si­vo para la crea­ción de la Inter­na­cio­nal de Muje­res Socia­lis­tas y en con­se­cuen­cia para la nece­si­dad de crear un día de rei­vin­di­ca­ción con­cre­ta de la cau­sa de las muje­res trabajadoras.

El femi­nis­mo bur­gués sur­ge de la lucha por dere­chos legí­ti­mos en las revo­lu­cio­nes libe­ra­les pero con el desa­rro­llo reac­cio­na­rio del capi­ta­lis­mo, tal y como seña­la la pro­pia Zet­kin, lle­va, en defen­sa de los intere­ses de su cla­se, a caer en el refor­mis­mo que aspi­ra a con­se­guir una serie de dere­chos igua­les al hom­bre pero en el mar­co de la pro­pia socie­dad de explo­ta­ción capi­ta­lis­ta pre­exis­ten­te. Es decir, anu­lan­do la capa­ci­dad trans­for­ma­do­ra y por tan­to revo­lu­cio­na­ria de su cau­sa. Sien­do ade­más un ele­men­to de con­ta­mi­na­ción de ideo­lo­gía bur­gue­sa para las muje­res tra­ba­ja­do­ras. Cuan­do habla­mos de con­ta­mi­na­ción bási­ca­men­te nos refe­ri­mos a caer en pos­tu­ras refor­mis­tas en lugar de enfren­tar la vía revo­lu­cio­na­ria. Sim­ple­men­te dos for­mas de enten­der el pro­ble­ma y de enten­der cómo se debe solucionar.

La situa­ción de opre­sión his­tó­ri­ca de las muje­res, jamás nega­da y muy estu­dia­da por el mar­xis­mo, hace que ante este deba­te las muje­res socia­lis­tas nece­si­ten una orga­ni­za­ción que per­mi­ta la lucha con­tra la opre­sión den­tro del mar­co de la lucha supe­rior que es la lucha con­tra la explo­ta­ción capitalista.

Decir que aun­que nun­ca se defen­dió la segre­ga­ción sexual de los espa­cios polí­ti­cos, si se ve la nece­si­dad, den­tro de la estra­te­gia revo­lu­cio­na­ria de abrir un fren­te con­cre­to para la lucha de la mujer tra­ba­ja­do­ra, par­ti­ci­pa­do fun­da­men­tal­men­te por las muje­res comu­nis­tas. Rosa Luxem­bur­go con mucho acier­to com­pa­ra esta estra­te­gia con la nece­si­dad de hacer fren­tes juve­ni­les. El aná­li­sis con­cre­to sobre la reali­dad con­cre­ta obli­ga a la par­ti­ci­pa­ción con­cre­ta de deter­mi­na­dos espa­cios concretos.

Y es en ese con­tex­to, muy simi­lar al actual, don­de la mili­tan­cia mar­xis­ta ve la nece­si­dad de pro­po­ner un día con­cre­to para rei­vin­di­car esta lucha.

Mucho se ha espe­cu­la­do sobre por­qué se deci­de el 8 de Mar­zo. Actual­men­te está prác­ti­ca­men­te demos­tra­do que no se debe al recuer­do de unas tra­ba­ja­do­ras tex­ti­les ase­si­na­das en EEUU sino al ini­cio de la Revo­lu­ción de Febre­ro (mar­zo para el calen­da­rio gre­go­riano) en Rusia. El deba­te y la ter­gi­ver­sa­ción sobre la deci­sión de tomar esa fecha para la con­me­mo­ra­ción rei­vin­di­ca­ti­va tam­bién supo­ne un refuer­zo para la mani­pu­la­ción his­tó­ri­ca, polí­ti­ca e ideo­ló­gi­ca que hoy por hoy envuel­ve al 8 de marzo.

Como comu­nis­tas que somos creo que sería intere­san­te seña­lar que tan­to Octu­bre como la recién crea­da Unión Sovié­ti­ca le die­ron un sen­ti­do tan­gi­ble y real al femi­nis­mo de aque­llos años, ¿Nos podrías faci­li­tar datos que ase­ve­ren esta afirmación?

“El gra­do de eman­ci­pa­ción de la mujer es la medi­da natu­ral de la eman­ci­pa­ción gene­ral” esta fra­se reto­ma­da por Karl Marx y Frie­drich Engels pero que nace del socia­lis­mo utó­pi­co refle­ja una gran ver­dad. En todos y cada uno de los pro­ce­sos de avan­ce social se ha pro­du­ci­do un avan­ce en la posi­ción que las muje­res ocu­pan en esa sociedad.

No hace fal­ta siquie­ra irse a revo­lu­cio­nes socia­lis­tas. Por ejem­plo, el avan­ce de la mujer duran­te la Repú­bli­ca Espa­ño­la es un sín­to­ma cla­ro de un avan­ce social que esta­ba en mar­cha. Así como en otros pro­ce­sos que pode­mos defi­nir como obje­ti­va­men­te pro­gre­sis­tas, deter­mi­na­das luchas anti­co­lo­nia­les o inclu­so la pro­pia revo­lu­ción fran­ce­sa don­de nace, ahí sí como corrien­te revo­lu­cio­na­ria el pro­pio femi­nis­mo. Es decir, las muje­res no viven ais­la­das de la socie­dad, viven en la socie­dad y su posi­ción social está com­ple­ta­men­te deter­mi­na­da por esta.

La revo­lu­ción sovié­ti­ca supo­nía por pri­me­ra vez en la his­to­ria la posi­bi­li­dad de crear un mun­do nue­vo, lo que impli­ca­ba un hom­bre y una mujer nue­vos. No era una tarea sen­ci­lla, sin refe­ren­tes y par­tien­do de cero se empe­za­ron a acti­var polí­ti­cas que debían trans­for­mar por com­ple­to como había sido la reali­dad social has­ta enton­ces. Cam­biar las con­di­cio­nes mate­ria­les pero tam­bién espi­ri­tua­les de la socie­dad misma.

En este nue­vo mun­do se tra­ba­jó de for­ma cons­tan­te por dar la vuel­ta a todas las for­mas de explo­ta­ción y por tan­to por erra­di­car todas las for­mas de opre­sión que se desa­rro­llan por esa nece­si­dad de explo­ta­ción. Para enten­der la vin­cu­la­ción y el ori­gen de la opre­sión feme­ni­na en el mar­co de socie­da­des de explo­ta­ción es con­ve­nien­te leer la obra de “El ori­gen de la fami­lia, la pro­pie­dad pri­va­da y el esta­do” de F. Engels.

Des­ta­ca­bles son los avan­ces de la revo­lu­ción sovié­ti­ca. Tan­to que en gran medi­da fue­ron copia­dos, al igual que copia­ron en todo el exten­so sis­te­ma de pro­tec­ción social, los sis­te­mas del bien­es­tar europeo.

En rela­ción a la pro­tec­ción a la mater­ni­dad ape­nas unos meses des­pués del triun­fo revo­lu­cio­na­rio se con­ce­día la pri­me­ra baja por mater­ni­dad de la his­to­ria; se refor­zó a tra­vés de un sis­te­ma de pro­tec­ción social (guar­de­rías, lavan­de­rías, come­do­res etc) la libe­ra­ción de la car­ga domés­ti­ca, un ele­men­to fun­da­men­tal que favo­re­ció el acce­so al tra­ba­jo pro­duc­ti­vo, a los estu­dios supe­rio­res y a la par­ti­ci­pa­ción pro­fe­sio­nal y polí­ti­ca de las muje­res sovié­ti­cas. Una socie­dad que en cada aspec­to de su vida era com­par­ti­da por hom­bres y muje­res en igual­dad de condiciones.

Para garan­ti­zar estos logros mate­ria­les era fun­da­men­tal ata­car tam­bién a la cons­truc­ción ideo­ló­gi­ca en la que habían sido cria­dos los hom­bres y muje­res sovié­ti­cos. En ese sen­ti­do des­ta­ca la que ade­más se con­ver­ti­ría en la pri­me­ra mujer emba­ja­do­ra en la his­to­ria, Ale­xan­dra Kollon­tai, que tra­ba­jó incan­sa­ble­men­te por fomen­tar una sexua­li­dad y unas rela­cio­nes inter­per­so­na­les entre suje­tos y cama­ra­das aje­nas a la mer­can­ti­li­za­ción que de la sexua­li­dad feme­ni­na hace el capi­ta­lis­mo. Así fue cons­tan­te, como lo es hoy en Cuba, la lucha con­tra la pros­ti­tu­ción. Las muje­res ya no pue­den ser com­pra­das ni como espo­sas ni como aman­tes por­que los cama­ra­das deben enten­der­se como iguales.

Cam­pa­ñas para la alfa­be­ti­za­ción, implan­ta­ción de una sani­dad uni­ver­sal, acce­so de las muje­res al mun­do aca­dé­mi­co y pro­fe­sio­nal, ade­más de por supues­to la con­se­cu­ción de los dere­chos en el plano for­mal legislativo.

Esto tie­ne con­se­cuen­cias inclu­so hoy… Deter­mi­na­das pro­fe­sio­nes téc­ni­cas como la inge­nie­ría o la infor­má­ti­ca prác­ti­ca­men­te mas­cu­li­nas en occi­den­te siguen sien­do par­ti­ci­pa­das por una mayo­ría de muje­res en los paí­ses de la anti­gua URSS. Demos­tran­do que en efec­to, a eso del géne­ro (enten­di­do como rol social adqui­ri­do) se le pue­de dar la vuel­ta a tra­vés de la trans­for­ma­ción social y solo a tra­vés de la trans­for­ma­ción social.

¿Se pue­de enton­ces afir­mar que exis­te un femi­nis­mo neta­men­te socia­lis­ta, revolucionario?

Exis­te el mar­xis­mo leni­nis­mo, que es la apues­ta de los y las comu­nis­tas. En las déca­das de los 6070 si sur­ge una corrien­te deno­mi­na­da Femi­nis­mo Socia­lis­ta que será reba­ti­da en su carác­ter refor­mis­ta y de incom­pren­sión del mar­xis­mo por la mili­tan­te comu­nis­ta india, Anu­radha Ghandy, en su libro “Crí­ti­ca al Femi­nis­mo de Occi­den­te”. Una obra fun­da­men­tal que reco­mien­do para com­pren­der tan­to la his­to­ria del femi­nis­mo como ideo­lo­gía polí­ti­ca, como para com­pren­der la posi­ción del mar­xis­mo leni­nis­mo al res­pec­to de la cues­tión de la mujer.

La lucha par­cial solo inci­de en el refor­mis­mo y la opre­sión de la mujer es un pro­ble­ma de carác­ter estruc­tu­ral e his­tó­ri­co, y por tan­to solo se pue­de avan­zar en un con­tex­to de avan­ce gene­ra­li­za­do y de rup­tu­ra total con el esta­do actual de las cosas.

Entre las fala­cias se afir­ma que nin­gu­na de las revo­lu­cio­nes exis­ten­tes ha con­se­gui­do erra­di­car del todo esta lacra. Y en efec­to es así. La revo­lu­ción es un pro­ce­so, el socia­lis­mo es un pro­ce­so, un cami­nar. Es infan­til creer que lo que esta­mos pro­po­nien­do es un espec­tácu­lo de magia que cam­bia­rá todas las estruc­tu­ras de un día para otro.

Decía Marx que no es la con­cien­cia del hom­bre quien deter­mi­na su ser sino su ser social quien deter­mi­na su con­cien­cia. Por tan­to des­de el mar­xis­mo jamás se ha nega­do que el machis­mo inci­da en sus mili­tan­tes y que sea nece­sa­rio por tan­to ata­jar este pro­ble­ma; sin embar­go la for­ma de ata­jar­lo nun­ca será en base a otra con­ta­mi­na­ción bur­gue­sa como es caer en el sepa­ra­tis­mo sexual y la gue­rra de sexos. Ya que se ha demos­tra­do un méto­do inú­til y en deter­mi­na­dos con­tex­tos inclu­so contraproducente.

La apues­ta revo­lu­cio­na­ria de los comu­nis­tas es la trans­for­ma­ción radi­cal del esta­do actual de las cosas para poder cons­truir un hom­bre nue­vo y una mujer nue­va, y como decía Rosa Luxem­bur­go para que poda­mos ser “social­men­te igua­les y huma­na­men­te dife­ren­tes”. Para eso hom­bres y muje­res, toda la cla­se tra­ba­ja­do­ra, debe cami­nar junta.

Las modas y post­mo­der­nis­mo que empie­zan a apa­re­cer en los años 60, ¿Hacen avan­zar o retro­ce­der al feminismo?

El fin de la his­to­ria, de la socie­dad o de la ver­dad impues­to por estas corrien­tes de pen­sa­mien­to, sur­gi­das de for­ma deli­be­ra­da en las aca­de­mias occi­den­ta­les de la gue­rra fría, han daña­do a todas las ideo­lo­gías, tam­bién al feminismo.

Quie­ro dejar cla­ro que el femi­nis­mo en su inten­ción no es enemi­go del mar­xis­mo. Enten­de­mos de una for­ma muy dife­ren­te la lucha pero asu­mi­mos que ambas corrien­tes desean mejo­rar de for­ma efec­ti­va la situa­ción de las mujeres.

Lo que ha ocu­rri­do es que de la idea ini­cial de una lucha solo de muje­res se ha pasa­do a una idea indi­vi­dua­lis­ta de las rela­cio­nes socia­les. Tenien­do en cuen­ta los estu­dios espe­cia­li­za­dos del femi­nis­mo en las rela­cio­nes hom­bre-mujer, estas corrien­tes han sido un autén­ti­co caba­llo de Tro­ya para el movi­mien­to feminista.

Y al igual que digo que en su inten­ción social el femi­nis­mo no es un enemi­go si pue­do afir­mar que el pos­mo­der­nis­mo es un cla­ro enemi­go para la lucha tan­to en inten­cio­nes como en desarrollo.

Vol­vien­do a las expe­rien­cias socia­lis­tas no que­ría dejar pasar oca­sión de men­cio­nar a gran­des femi­nis­tas como las bru­jas de la noche, Liud­mi­la Pavli­chen­co, Vil­ma Espin y tan­tas muje­res que con tan­to entu­sias­mo y entre­ga apor­ta­ron tan­to a la lucha por el socialismo

Para empe­zar decir, al hilo de lo que está­ba­mos comen­tan­do, que nin­gu­na de ellas se decla­ra femi­nis­ta. La Fede­ra­ción de Muje­res Cuba­na es una “revo­lu­ción den­tro de la revo­lu­ción” tal y como la defi­nía Fidel, pero jamás ha teni­do la con­si­de­ra­ción de orga­ni­za­ción femi­nis­ta. Algo que recien­te­men­te expli­ca­ba muy bien la pro­pia hija de Vil­ma Espín y actual direc­to­ra del CENESEX cubano, Marie­la Cas­tro, en una entre­vis­ta: “La Fede­ra­ción de Muje­res Cuba­nas se cons­ti­tu­yó como orga­ni­za­ción de masas de las muje­res, con todos sus mati­ces y par­ti­cu­la­ri­da­des. Por ejem­plo, no se defi­nie­ron como femi­nis­tas por el hecho de no iden­ti­fi­car­se ple­na­men­te con nin­gu­na de las posi­cio­nes del movi­mien­to inter­na­cio­nal. Des­de sus ini­cios, el obje­ti­vo prin­ci­pal de esta fuer­za fue el de faci­li­tar la par­ti­ci­pa­ción orga­ni­za­da de las muje­res en el pro­ce­so de trans­for­ma­ción social.”

De hecho el inci­pien­te movi­mien­to femi­nis­ta en Cuba es bas­tan­te crí­ti­co con la Fede­ra­ción de muje­res cuba­nas pre­ci­sa­men­te por su carác­ter no separatista.

Cuba no está al mar­gen de la influen­cia de lo que es el Femi­nis­mo de Occi­den­te que cri­ti­ca­ba Anu­radha Ghandy. Y esto me pare­ce muy impor­tan­te des­ta­car­lo, estas corrien­tes tie­nen su fuer­za en el área de influen­cia de euro­pa occi­den­tal y el con­ti­nen­te ame­ri­cano en su con­jun­to. No más allá. Y es por esto que a veces nos resul­ta difí­cil enta­blar un diá­lo­go sobre esta cues­tión al mar­gen de esa área de influencia.

Com­pa­ñe­ras en Rusia, por ejem­plo, siguen vien­do todo este deba­te de una for­ma muy dife­ren­te a como se ve aquí. Com­pro­me­ti­das con la defen­sa de los dere­chos de las muje­res, obvia­men­te, ven una situa­ción en retro­ce­so. Y cla­ra­men­te hacien­do una com­pa­ra­ti­va con las posi­cio­nes de la Unión Sovié­ti­ca esta­mos en retro­ce­so por la impo­si­ción de una ideo­lo­gía libe­ral para enfren­tar esta cuestión.

Las Bru­jas de la Noche, por ejem­plo, son refe­ren­tes de la Gran Gue­rra Patria o la lucha con­tra el nazis­mo, no refe­ren­tes del femi­nis­mo. De igual modo, Liud­mi­la Pavlichenco.

Las muje­res revo­lu­cio­na­rias tan­to en la Cuba que resis­te como en la anti­gua Unión Sovié­ti­ca no son ele­men­tos exóge­nos a la revo­lu­ción sino par­te natu­ral de la mis­ma. Y son rei­vin­di­ca­das como tal. Y creo que es bas­tan­te impor­tan­te com­pren­der esto.

¿Cómo carac­te­ri­za­rías al femi­nis­mo bur­gués o postmoderno?

No tie­ne exac­ta­men­te un desa­rro­llo político/​ideológico sino más bien supo­ne un fac­tor inva­si­vo de carác­ter psi­co-social que en sus con­se­cuen­cias reper­cu­te en la pra­xis polí­ti­ca. Por ello a veces es muy difí­cil com­ba­tir en lo con­cre­to o defi­nir exac­ta­men­te por­qué acu­sa­mos de pos­mo­der­nas a deter­mi­na­das pra­xis políticas.

Insis­to en la idea del fin de la his­to­ria y del fin de la socie­dad. Ese pun­to base desa­rro­lla un indi­vi­duo, y ¿cómo es ese individuo?

En defi­ni­ti­va creo que se basa en dos rei­vin­di­ca­cio­nes fun­da­men­ta­les: el egoís­mo y la marginalidad.

Rei­vin­di­ca­ción del Egoísmo:

El femi­nis­mo pos­mo­derno con­de­na al amor por­que crea lazos de sim­pa­tía que des­de el indi­vi­dua­lis­mo se entien­den como lazos de dependencia.

El ser humano es un ser gre­ga­rio, la sole­dad de hecho no es algo que rei­vin­di­quen ni siquie­ra estas corrien­tes y es por esto que apues­tan por for­mas rela­cio­na­les como el poli­amor. Que al asu­mir el inte­rés egoís­ta de las rela­cio­nes per­so­na­les como ele­men­to tron­cal, esta­ble­ce un mer­ca­do sen­ti­men­tal don­de de for­ma jerár­qui­ca (es impo­si­ble que no lo sea, unos ligan más que otros) un gru­po de per­so­nas se ponen a com­pe­tir a tra­vés de ofre­cer un mayor o menor apor­te a otro indi­vi­duo. Así ” como nadie te lo va a dar todo ” mejor abrir cuan­to más el accio­na­ria­do de tu tiem­po e impli­ca­ción. La anu­la­ción de los lazos de sim­pa­tía lle­va a enten­der las rela­cio­nes huma­nas como un meca­nis­mo más de mercado.

Esto impi­de el desa­rro­llo emo­cio­nal, qui­ta valor al com­pro­mi­so y a la impli­ca­ción, y en con­se­cuen­cia nos hace más inú­ti­les para la lucha por­que nos deja más des­trui­dos y solos.

Rei­vin­di­ca­ción de la marginalidad:

Se pro­du­ce una exce­si­va pato­lo­gi­za­ción de la vida, lo que lle­va al aumen­to de fal­sos diag­nós­ti­cos sobre “enfer­me­da­des men­ta­les”, e inclu­so a rei­vin­di­car enfer­me­da­des que uno ni siquie­ra tie­ne; y en otros casos a fomen­tar enfer­me­da­des men­ta­les reales, sobre todo a tra­vés de la caren­cia del fac­tor emo­cio­nal y la sobre car­ga de la eti­que­ta “enfer­mo”. Si estar enfer­mo es quien te posi­cio­na en el mun­do, la sana­ción es una for­ma de degra­da­ción. Esto lle­va en muchos casos inclu­so a la anti cien­cia y anti medicina.

Reivin­car la enfer­me­dad lle­va a una corre­la­ción don­de se rei­vin­di­ca la pobre­za, don­de se rei­vin­di­can ele­men­tos cul­tu­ra­les de mar­gi­na­ción social como la etnia (no en un sen­ti­do de denun­ciar una agre­sión sino de cari­ca­tu­ri­zar y segre­gar a los gru­pos socia­les), y ele­var­lo a alta­res mís­ti­cos que bus­can pre­ser­var lo “genuino” de una situa­ción de opre­sión y de degra­da­ción mate­rial y psi­co­ló­gi­ca. Nor­ma­li­zar el abu­so y rei­vin­di­car­te con él. De aquí a que estén a favor de la regu­la­ri­za­ción del pro­xe­ne­tis­mo, ya que la pros­ti­tu­ta en su idea cari­ca­tu­ri­za­da repre­sen­ta el col­mo del abu­so, lo que en esta men­ta­li­dad es un ele­men­to a defen­der, pro­mo­ver y promocionar.

Si el ele­men­to de supe­rio­ri­dad moral no te lo da la lucha sino la vio­len­cia que se ejer­ce sobre ti, aca­ba­rás apos­tan­do por los opre­so­res que garan­ti­zan dicha super­idad moral tuya como víc­ti­ma. Crean­do una dia­léc­ti­ca maca­bra don­de para poder ser el buen escla­vo nece­si­tas fomen­tar que sigan exis­tien­do mal­va­dos amos. Así entran en jue­go todo un dis­po­si­ti­vo de sumas y res­tas de pri­vi­le­gios y opre­sio­nes don­de todos en algún momen­to pode­mos ser los opri­mi­dos y por tan­to los favo­re­ci­dos por este dis­cur­so. Y tam­bién los opre­so­res por supuesto.

Esta per­for­man­ce maca­bra, hace muy difí­cil entrar en la dis­cu­sión con este tipo de gru­pos sin meter­te en un jar­dín del que no pue­das salir.

En defi­ni­ti­va:

La ideo­lo­gía pos­mo­der­na en el femi­nis­mo, en base a cen­trar­se en las rela­cio­nes huma­nas, ha basa­do toda su filo­so­fía en tra­tar de anu­lar nues­tra capa­ci­dad de crear lazos de sim­pa­tía, redes soli­da­rias, gru­pos de acción polí­ti­ca y por tan­to ha fomen­ta­do con ello el man­te­ni­mien­to del esta­do actual de las cosas con­ven­cién­do­nos de que la caren­cia de una vida dig­na real se solu­cio­na con una per­cep­ción social que enal­te­ce nues­tra tra­ge­dia. Así como el cie­lo para los cris­tia­nos tras el valle de lágrimas.

Esto afec­ta a la lucha anti­im­pe­ria­lis­ta, median­te la defen­sa del sub­de­sa­rro­llis­mo de los paí­ses peri­fé­ri­cos, a la situa­ción de las muje­res tra­ba­ja­do­ras, a tra­vés de la defen­sa de la agen­da de mer­ca­do sexual impe­ria­lis­ta como la regu­la­ri­za­ción del pro­xe­ne­tis­mo o de los vien­tres de alqui­ler, y por supues­to a la segre­ga­ción sexual y étni­ca que impi­de una lucha inter­na­cio­na­lis­ta y soli­da­ria ya que de una cons­truc­ción ideo­ló­gi­ca opre­si­va a erra­di­car entre todos hemos pasa­do a la sos­pe­cha cons­tan­te hacia el otro. Lo que impi­de la tan nece­sa­ria alianza.

¿Pien­sas que el daño que oca­sio­nan estas modas poten­cia­das des­de el capi­ta­lis­mo es irre­ver­si­ble? ¿Pien­sas que se pue­de recu­pe­rar un femi­nis­mo de cla­se, proletario?

Me man­ten­go opti­mis­ta por­que creo que todos los que aspi­ra­mos a una trans­for­ma­ción radi­cal del esta­do actual de las cosas debe­mos ser­lo. El éxi­to de estas teo­rías tie­nen su base en la catás­tro­fe geo­po­lí­ti­ca e ideo­ló­gi­ca que supu­so la caí­da de la URSS. Y con­fió que en estos años don­de el impe­ria­lis­mo está per­dien­do fuer­za y don­de la resis­ten­cia se está for­ta­le­cien­do se abri­rá de nue­vo el deba­te y poco a poco se irán recu­pe­ran­do los teji­dos ideo­ló­gi­cos perdidos.

¿Como con­tem­plas que este año no haya huel­ga femi­nis­ta? ¿Qué opi­nión tie­nes al respecto?

He sido muy crí­ti­ca con las con­vo­ca­to­rias pre­vias ya que hacían gran­des gene­ra­li­za­cio­nes sin con­cre­tar y todo en un con­tex­to de cri­sis eco­nó­mi­ca agu­da, sin­di­ca­tos de vaca­cio­nes y pér­di­das de dere­chos fun­da­men­ta­les. Si bien “si el gra­do de eman­ci­pa­ción de la mujer es la medi­da natu­ral de la eman­ci­pa­ción gene­ral”, en este con­tex­to de degra­da­ción social es obvio que el gra­do de eman­ci­pa­ción de la mujer ha disminuido.

Con­si­de­ro que el 8 de Mar­zo debe por tan­to ser recu­pe­ra­do por el Movi­mien­to Comu­nis­ta y como par­te de la estra­te­gia con­jun­ta de todos los comu­nis­ta y no como una lucha sepa­ra­tis­ta sexual. Es una res­pon­sa­bi­li­dad de todos y de todas.

Tenien­do en cuen­ta que las Comi­sio­nes crea­das esta­ban con­tro­la­das por quien aho­ra ocu­pa el gobierno tam­po­co me pare­ce extra­ño que este año no vaya a haber huel­ga. Aun­que insis­to en que las ante­rio­res tam­po­co fue­ron espe­cial­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vas para la obten­ción de nin­gún éxi­to con­cre­to más allá del entusiasmo.

Pero insis­to en que lo impor­tan­te es hacer auto­crí­ti­ca y ver cómo los comu­nis­tas pode­mos recu­pe­rar las calles para cum­plir con la res­pon­sa­bi­li­dad his­tó­ri­ca que tene­mos para con la cla­se trabajadora.

Del día de la mujer tra­ba­ja­do­ra pasa­mos a día de la mujer y hoy por hoy es solo 8M. El 01 de Mayo pasó del día de los tra­ba­ja­do­res a día del tra­ba­jo y hoy es el “puen­te de mayo”. Tene­mos sin lugar a dudas mucho tra­ba­jo que hacer y no sólo en este terreno.

Voy a ir ter­mi­nan­do, no deseo abu­sar de tu tiem­po… ¿Pien­sas que la lucha por una socie­dad socia­lis­ta se pue­de per­mi­tir el lujo de rela­jar­se no dán­do­le la sufi­cien­te impor­tan­cia al femi­nis­mo? ¿Qué pien­sas de cier­tos “comu­nis­tas” que des­pre­cian el feminismo?

Hay dos for­mas para recha­zar el femi­nis­mo: una es des­de el mate­ria­lis­mo dia­léc­ti­co y otra es des­de la reac­ción. Y a los reac­cio­na­rios hay que expul­sar­les de nues­tras filas como par­te de la mis­ma con­ta­mi­na­ción bur­gue­sa que insis­te en divi­dir a la cla­se trabajadora.

Es decir, no se tra­ta de no dar­le la sufi­cien­te impor­tan­cia al femi­nis­mo, sino de dar­le una des­ta­ca­da impor­tan­cia a erra­di­car el machismo.

El femi­nis­mo, como he dicho, es bueno en inten­cio­nes, aun­que apos­te­mos por otros méto­dos. El machis­mo en cam­bio no tie­ne cabi­da algu­na en un pro­ce­so que pre­ten­da ser revo­lu­cio­na­rio ni en su inten­ción ni mucho menos en su praxis.

Hay que ser muy cui­da­do­so para expli­car esto por­que el pos­mo­der­nis­mo está pro­du­cien­do una reac­ción muy fuer­te en la cla­se tra­ba­ja­do­ra. Una reac­ción natu­ral don­de se com­bi­na la mala edu­ca­ción social y una situa­ción mate­rial­men­te insos­te­ni­ble con una izquier­da ins­ti­tu­cio­nal que no atien­de a eso pro­ble­mas mate­ria­les, reales, del día a día. Si bien en el cam­po del tra­ba­jo de calle es vital hacer una gran peda­go­día, den­tro de las orga­ni­za­cio­nes de cla­se la mejor for­ma de hacer peda­go­gía es expul­sar a los reac­cio­na­rios de nues­tras orga­ni­za­cio­nes y sobre todo des­mar­car­nos de sus discursos.

Como todos sabe­mos den­tro de esta cri­sis del sis­te­ma capi­ta­lis­ta y del movi­mien­to comu­nis­ta la gue­rra de ideas está sien­do dura. La úni­ca for­ma de com­ba­tir al pos­mo­der­nis­mo sin caer en posi­cio­nes reac­cio­na­rias es vol­vien­do a defen­der y reto­mar con fuer­za el méto­do cien­tí­fi­co marxista.

Bueno cama­ra­da, pues un poco ha sido esto. Si que quie­ro ter­mi­nan reco­no­cien­do tu estu­pen­do tra­ba­jo en los medios de con­tra­in­for­ma­cion y tu tra­ba­jo en el femi­nis­mo. Nos vemos en la pelea dia­ria por una socie­dad que de ver­dad sea cua­li­ta­ti­va­men­te dife­ren­te, una socie­dad libre, socia­lis­ta y feminista

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