Patricia Dávila/Resumen Latinoamericano, 19 de marzo de 2020
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El experto en Derecho Constitucional Elisur Arteaga sostiene que el “ánimo protagónico” del presidente Andrés Manuel López Obrador “lo lleva a exponerse y a exponernos” frente a la pandemia de Covid-19.
“Estamos frente a un presidente omiso en el cumplimiento de las obligaciones que para él derivan de la Constitución”, asegura en entrevista .
Consultado sobre la actuación del gobierno respecto de la pandemia, el entrevistado dice que, ante la omisión de López Obrador, la población está actuando y rebasando a las autoridades. La sociedad, agrega, es la que está decidiendo qué hacer y en qué momento actuar, como cerrar escuelas, oficinas particulares, cancelar reuniones y eventos multitudinarios, a pesar de que el presidente no lo ha ordenado.
La oficina de Arteaga, donde se realizó la entrevista –el martes 17 – , luce desolada porque envió a su personal a cuarentena. “Hay que cuidarse, porque a mi edad ya no salgo de ésta, tengo 83 años”, destaca el constitucionalista.
Explica que de conformidad con el Artículo 73, Fracción XVI de la Constitución, el presidente es el responsable de la seguridad general de la República. Como jefe del Consejo de Salubridad General (CSG), abunda, él es el presidente político de este cuerpo y como tal está obligado a emitir todas las disposiciones necesarias para enfrentar la epidemia y no lo ha hecho.
El Constituyente de 1917, prosigue, dotó a ese Consejo de las atribuciones para impedir la circulación de personas, decretar cuarentenas y prohibir concentraciones masivas. “Esas atribuciones que se le confirieron son para que las ejerza, no para que estén en el papel, por eso el presiente ha sido negligente al no hacerlo.
“Pero independientemente de la negligencia del presidente, también es negligente el secretario de Salud, porque de conformidad con el reglamento interior del CSG, él es el presidente técnico de este órgano y una de sus obligaciones es convocarlo para que adopte las medidas que constitucionalmente proceden”, puntualiza el jurista.
–¿El Consejo no puede reunirse de motu proprio?
–No. Es el presidente técnico quien debe de convocarlo, y si no hay convocatoria no puede reunirse. Entonces la responsabilidad en eso está recayendo en el secretario de Salud por no haber convocado y conminado para que emita las medidas que son necesarias y que pudieran ser o no parecidas a las que se han dictado en todo el mundo.
“Me refiero a restringir la libre circulación: impedir el ejercicio de derecho de reunión, el derecho a salir y entrar libremente de la República, esto es una decisión que tiene el Consejo.
“El presidente de la República, por su parte, puede recurrir al artículo 29 constitucional y solicitar al Congreso de la Unión la suspensión de esos derechos humanos y el otorgamiento de facultades extraordinarias. En este momento lo que procede es lo que la doctrina conoce como la dictadura sanitaria. Consiste en que el Consejo de Seguridad Nacional emita todas las medidas a que he hecho referencia”.
El que el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, no haya convocado al Consejo, dice, es un asunto que debía ser abordado por los legisladores.
“El Congreso de la Unión debió de haber iniciado un juicio político en contra del secretario de Salud por su omisión. Ante su falta de acción, lo que procede es enjuiciarlo y destituirlo, pero no ha habido un diputado que lo acuse por la irresponsabilidad con que se está conduciendo”.
De acuerdo con Arteaga, debe impedirse la llegada de vuelos que provengan de países en los que hay brotes de la epidemia y donde ya llegaron a ponerlos en cuarentena. A los que indebidamente penetraron y andan propagando la enfermedad, dice, se les debe recluir en el lugar en que se encuentren y hacerles un seguimiento para impedir que lo sigan haciendo.
–Personas que llegan de Europa denuncian que no los revisan al ingresar al país ¿Qué pasa?
–Es la irresponsabilidad de las autoridades federales, de migración y salud, las que están propiciando esta introducción sin ningún control, de personas que pudiera ser sospechosas.
El Instituto Nacional de Migración (INM), subraya, tiene que coordinarse con la Secretaría de Salud para adoptar las medidas de cuarentena y de aislamiento de estas personas. “A estas alturas, la Secretaría de Salud debería de tener personal en cada una de las terminales aéreas del país y hacer los exámenes correspondientes. Por su parte, Migración, ante el dictamen de la salud, debería de disponer su reclusión durante el tiempo que se considere indispensable, como los 14 días de guarda, y no lo están haciendo”.
–¿Y el detector de temperatura?
–No es operante. En este momento tengo un dolor de muelas y la temperatura que tengo es superior a la normal. A mí me detendrían y no serán capaces de detectar que no tengo el coronavirus.
“En caso de que una persona sí lo tenga, la deben de detener, y el resto, por virtud de haber estado junto a él, también deben de ponerse en cuarentena, es lo que hicieron países como Japón y Singapur, que no dejaron desembarcar a quienes estuvieron en los cruceros. En México, al contrario, cuando llegó el crucero que no quisieron en otros países, aquí les dijeron: ‘no tienes temperatura, pásale’. Esto está ocasionando que dentro de unos días existan miles (de contagiados) por la falta de control y la omisión tanto de autoridades migratorias como de salud.
–¿Qué opinión tiene sobre la declaración del subsecretario (Hugo López-Gatell) acerca de que por su “fuerza moral” el presidente no se enferma?
–La verdad es que es risible y preocupante que ya se haya contagiado de esa demagogia. Lo moral no quita que alguien se enferme, es una irresponsabilidad tanto del presidente como del secretario. Lo moral es una cosa interna y lo interno en este caso no tiene nada que ver con una salvaguarda de contagios. Es no sólo tonto sino estúpido pensar eso.
Profundiza: “Una cosa interna son mis valores, pero el que sea una persona con valores no me pone a salvo de que contraiga una enfermedad, como no me puso a salvo que me duela una muela. Y sería tanto como decir que los que se infectaron son amorales.
“En 1985, tan pronto pasó el temblor, salimos a las calles a levantar piedras para rescatar a los que estaban atrapados, no esperamos al gobierno. Mis manos sangraban y así nos metíamos por todas partes. El gobierno llegó tarde”.
Agrega: “Los ciudadanos estamos actuando como buenos padres de familia. Dice el derecho: ‘cuidar no sólo lo de uno, sino lo de otros’. Ahora también estamos rebasando al gobierno, no esperamos que nos diga qué hacer”.
Se le indica que hay estados como Tamaulipas, que están cerrando sus playas, mientras otros como Nuevo León determinaron poner en resguardo durante 14 días a todos los pasajeros internacionales y tomaron medidas con los connacionales antes de permitirles la libre circulación.
En Jalisco las autoridades están buscando a 400 personas que llegaron en un vuelo proveniente de Estados Unidos y podrían estar infectados, mientras que en Aguascalientes buscan a los pasajeros de un avión en el que viajó un joven de 25 años identificado como el primer paciente confirmado de Covid-19.
–¿Los gobernadores están facultados para tomar estas decisiones? –se le pregunta.
–Constitucionalmente no, pero ante la omisión procede el ejercicio de las facultades concurrentes. Y vamos a hacerlo hasta que la federación intervenga. Ante la duda, una autoridad debe actuar, es la intervención no legal, pero es válido que lo hagan. Pueden asumir todas las acciones y responsabilidades que le competen al gobierno federal, como está sucediendo.
“Los gobernadores no pueden impedir que un avión llegue al aeropuerto, pero una vez en el aeropuerto local, sí pueden decir: ‘no entras a la ciudad, es mi territorio’, y someter tanto a extranjeros como connacionales a la cuarentena de los 15 días
–¿El presidente no quiere tomar decisiones o no sabe qué hacer?
–La verdad es que como eso no le da clientelismo político, ni popularidad, no lo hace. Si fuera algo que le gane abrazos ya lo hubiera hecho. El problema aquí es que hay una clase media que piensa y una clase baja que se satisface con ver al presidente y es la población que vota por él.
“Soy amigo del Peje, pero en el momento en que empezó con sus puntadas me le eché encima, porque le dije que lo que estaba haciendo no era correcto. Le dije: ‘nos comprometimos a cambiar, pero dentro de la ley, y lo que estás haciendo no es correcto’. Ahora no me puede ver, dice que soy conservador y traidor. La verdad es que no podemos traicionar al país”.
–Él argumenta que los conservadores intentan presionarlo para que dicte medidas que paralicen al país.
–No es una petición de los conservadores, es una petición de la población consciente. La verdad es que los que sabemos de epidemias, nos preocupamos.
“El presidente hasta el momento ha dado muestras de ser un macho irresponsable. El titular de la más alta magistratura política del país”.
–Para usted, ¿qué es un macho?
–Es aquel que considera que es superior no sólo a las mujeres sino a otros hombres y que su punto de vista es el que debe de prevalecer nomás porque él lo dice. Hay machos que sostienen algo, pero lo dicen fundadamente, pero en el caso de él, dice: ‘no me voy a enfermar porque moralmente soy muy sano’. Es una irresponsabilidad. Yo tengo valores y por eso no me va voy a enfermar”.
–¿Por qué la actitud omisa del presidente Andrés Manuel?
–No tengo idea, siempre llevaba la contra a todo. Hace 16 años se empeñó en que el DF no cambiaba el huso horario, entonces presenté una demanda de controversia constitucional fundando la decisión de él de no cambiarlo. Lo que yo hacía cuando estaba con él era dar fundamento jurídico a todas las puntadas que se aventaba. Fui quien llevó su defensa por el desafuero e hice las dos controversias. La pregunta era por qué no cumplía con la sentencia de amparo, nunca supe.
“Luchamos para que llegara (a la presidencia) y mire lo que pasó. En Proceso, en el primer artículo que le tiré, le dije: ‘somos hombres libres y estamos comprometidos a cambiar a México, pero dentro de la constitución, dentro de la ley’. No sé que le pasó, no entendí. Lo quería yo bien. Por eso estoy diciendo que deben de meterse a estar en el poder los que pueden, diciendo ‘usted no puede’.
–¿El ya no puede gobernar?
–Con estas actitudes, no.
–¿Qué procedería?
–Jurídicamente no encuentro solución.
–¿Y la revocación de mandato?
–Tenemos que esperar hasta 2022, pero la verdad es que la revocación de mandato él la tiene en sus manos, porque puede que a un mes o 15 días antes de que se realice, puede meter a la cárcel a Enrique Peña Nieto o a Carlos Salinas, pues gana la consulta, tiene todo para ganar una consulta. Incluso el fraude. Cuando alguien tiene poder, es un fraude la revocación de mandato, porque el gobernante tiene a su disposición todos los elementos para ganar una consulta de esta naturaleza. ¡Estamos amolados!
–¿Y las mañaneras…?
–No sé por qué tiene diarrea de palabras. No sé por qué, eso lo traía desde cuando era jefe de gobierno. Mire, hay presidentes que pasaron a la historia, como Juárez, como Cárdenas, ellos casi no hablaban, eran parcos en el hablar. En cambio, Santa Ana era un hocicón. No sé por qué.
Señala la estatuilla de Rubén Jaramillo y dice orgulloso a la reportera: “Yo estuve con él, fui jaramillista. Entonces ya tengo casi 70 años de luchar. Me voy a morir, y la esperanza que tenía de transformar para bien el país, se frustró”.
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Fuente: Proceso