Venezuela. COVID-19: La pedagogía de la tragedia multilateral

Vene­zue­la. COVID-19: La peda­go­gía de la tra­ge­dia multilateral

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Aré­va­lo Mén­dez*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 22 mar­zo 2020

FOTO: Emba­ja­dor boli­va­riano Aré­va­lo Méndez

De todo lo humano se apren­de. Y un nue­vo des­cu­bri­mien­to hace­mos de la pan­de­mia, se corro­bo­ra que el vigen­te sis­te­ma mul­ti­la­te­ral no vale una locha.

Chi­na, Cuba y Rusia son los tres pai­ses que están ponien­do sus hom­bros para que la tra­ge­dia no supere las víc­ti­mas de las dos gue­rras mundiales. 

Vene­zue­la aún no lo ha hecho, no por fal­ta de volun­tad y de soli­da­ri­dad, es por­que no hemos desa­rro­lla­do capa­ci­da­des sufi­cien­tes para esta ines­pe­ra­da situa­ción. Eso si, ya lo hemos hecho en Hai­ti y otros paí­ses del Cari­be, así como con la Misión Mila­gro y aten­ción de car­dio­pa­tías infan­ti­les a niños de otros pai­ses entre otras ini­cia­ti­vas ple­nas de humanidad.

Pero es evi­den­te que los tres paí­ses cita­dos tra­tan de paliar la irres­pon­sa­bi­li­dad de un sis­te­ma mul­ti­la­te­ral que des­co­se sus feas, más que cos­tu­ras, verrugas.

A esta hora el Sr. Gute­rrez no ha con­vo­ca­do a un foro mun­dial urgen­te para tra­tar el tema. Quien se lo impi­de? Que hay detrás del silen­cio de la Asam­blea General? 

La OMS hace cuan­to pue­de, es de reco­no­cer­lo, pero esta es una pan­de­mia. Hemos retor­na­do al 1918 y el sis­te­ma mul­ti­la­te­ral plá­ci­da­men­te sigue en vacaciones.

Esta­mos vivien­do la era de los geno­ci­dios ampa­ra­dos por un sis­te­ma mul­ti­la­te­ral inope­ran­te, y por supues­to, cuan­do son muchos los irres­pon­sa­bles, cuan­do las cul­pas se dise­mi­nan el mer­ca­do de la mal­dad, nadie es responsable.

Los tres paí­ses donan­tes, más Irán y Vene­zue­la son some­ti­dos a la saña y bru­ta­li­dad de los EEUU y súb­di­tos, espe­cial­men­te los euro­peos y alia­dos de medio pelo; sin embar­go, el sis­te­ma mul­ti­la­te­ral aplau­de por omi­sión el blo­queo y las agre­sio­nes impi­dien­do ‑la omi­sión y el silen­cio tam­bién aca­rrea res­pon­sa­bi­li­da­des y cul­pas- que nues­tros pue­blos se sal­ven de la pandemia.

Nada, abso­lu­ta­men­te nada pode­mos espe­rar de la Euro­pa toma­da con Manun mili­ta­re, cla­ro, con la alcahua­te­ria per­mi­si­va asu­mi­da y pre­su­mi­da de sus connacionales.

Creo lle­ga­da la hora de que el ter­cer mun­do repien­se nues­tro papel en un sis­te­ma fun­cio­nal a los intere­ses eco­nó­mi­cos de los paí­ses industrializados. 

Creo que la pan­de­mia nos trae la opor­tu­ni­dad de pen­sar en un nue­vo sis­te­ma mul­ti­la­te­ral alter­mun­dis­ta, tan pode­ro­so como para que el mul­ti­la­te­ra­lis­mo euro­cen­tri­co encuen­tre su mere­ci­da contraparte.

El vigen­te sis­te­ma mul­ti­la­te­ral no es tal. Para que haya mul­ti­la­te­ra­li­dad deben coexis­tir al menos dos sis­te­mas homó­lo­gos. El actual es un arre­glo mul­ti­go­bier­nos subor­di­na­dos a las poten­cias ató­mi­cas occi­den­ta­les y a las poten­cias petro­le­ras euro­peas sin petróleo.

Diría más; si con la ONU no es posi­ble ‑como evi­den­te­men­te no lo ha sido- pre­ser­var la Paz y la demo­cra­cia, la soli­da­ri­dad, y fra­ter­ni­dad, la jus­ti­cia y equi­dad en el inter­cam­bio, el res­pe­to a la libre deter­mi­na­ción, la coope­ra­ción y la no inje­ren­cia enton­ces que hace­mos noso­tros allí?

El mun­do real­men­te demo­crá­ti­co está ávi­do por un pac­to inter­na­cio­nal anti gue­rra, y tan loa­ble y sal­va­dor pro­pó­si­to es impen­sa­ble en el actual sistema.

Al con­tra­rio, el mul­ti­la­te­ra­lis­mo actual, por omi­sión defien­de y pro­mue­ve los no tan oscu­ros intere­ses eco­no­mi­cos median­te la ven­ta de armas, legal­men­te o las más de las veces, de contrabando.

El actual sis­te­ma no pudo por pode­ro­sos impe­di­men­tos aca­bar con el nego­cio de las dro­gas. Millo­nes mue­ren todos los años por la pan­de­mia per­ma­nen­te del trá­fi­co de dro­gas apa­rea­do inde­fec­ti­ble­men­te con el nego­cio de las armas, siem­pre jun­tos en bene­fi­cio del capi­ta­lis­mo y de los paí­ses pro­duc­to­res y consumidores.

No es exa­ge­ra­do supo­ner que la masa de dine­ro en las cue­vas de ocul­ta­mien­to en toda la geo­gra­fía colom­bia­na, suma­do al dine­ro sucio en paraí­sos fis­ca­les supera por lar­go y ancho al dine­ro cir­cu­lan­te legal­men­te. El sis­te­ma mul­ti­la­te­ral lo sabe, pero entre saber y poder hay un lar­go trecho.

No pode­mos soñar con una ONU nues­tra?, total, la actual es de ellos y para ellos.

*Emba­ja­dor de la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na de Vene­zue­la en Chile

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