Venezuela. Roxana Báez: «Luchar en un municipio de extrema derecha»

Vene­zue­la. Roxa­na Báez: «Luchar en un muni­ci­pio de extre­ma derecha»

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Por Geral­di­na Colot­ti, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 mar­zo 2020.-

«Las san­cio­nes son un cri­men». Este es el títu­lo del infor­me que el gobierno boli­va­riano ha pre­sen­ta­do a la Cor­te Penal Inter­na­cio­nal para docu­men­tar el daño cau­sa­do al pue­blo vene­zo­lano por las medi­das coer­ci­ti­vas y uni­la­te­ra­les impues­tas por Donald Trump. Medi­das que cons­ti­tu­yen un cri­men de lesa huma­ni­dad des­de 2014, cuan­do Oba­ma defi­nió a Vene­zue­la como «una ame­na­za inusual y extra­or­di­na­ria para la segu­ri­dad de los Esta­dos Uni­dos», que han cau­sa­do sufri­mien­to a la pobla­ción con el obje­ti­vo explí­ci­to y decla­ra­do de derro­car al gobierno de Maduro.

De hecho, el infor­me con­tie­ne repe­ti­das decla­ra­cio­nes de Trump y sus fun­cio­na­rios que expre­san públi­ca­men­te estas inten­cio­nes. Un ata­que reno­va­do el 5 de mar­zo por el pre­si­den­te nor­te­ame­ri­cano, el cual soli­ci­tó al Con­gre­so de los EE. UU. que exten­die­ra el decre­to eje­cu­ti­vo de Oba­ma por otro año, empeo­ra­do por una lar­ga lis­ta de orde­nes eje­cu­ti­vas pro­mul­ga­das por el pro­pio Trump, y rei­vin­di­ca­das aho­ra con arrogancia.

Para evi­tar que la situa­ción se esta­bi­li­ce en Vene­zue­la, con las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias de este año y con la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca que se está pro­du­cien­do, la dere­cha a suel­do de los Esta­dos Uni­dos pre­pa­ra una nue­va ofen­si­va vio­len­ta, con la ayu­da de los paí­ses capi­ta­lis­tas vasa­llos de Trump, como Colom­bia y Brasil.

Madu­ro denun­ció que Trump «inten­ta pro­vo­car una gue­rra con Bra­sil», mien­tras que una gran can­ti­dad de armas y explo­si­vos pro­ce­den­te de Colom­bia ha sido secues­tra­da en Táchi­ra a un gru­po de para­mi­li­ta­res que habían pene­tra­do en Venezuela.

Y para el 10 de mar­zo, el auto­pro­cla­ma­do «pre­si­den­te inte­ri­no» Juan Guai­dó, recha­za­do tam­bién por la mayo­ría de la dere­cha que acep­tó el diá­lo­go con el gobierno, pero satis­fe­cho por un via­je al extran­je­ro duran­te el cual obtu­vo una audien­cia con sus padri­nos occi­den­ta­les, anun­ció una manifestación.

Mien­tras tan­to, el gobierno boli­va­riano ha denun­cia­do el «fal­so posi­ti­vo» del pre­sun­to ata­que a Guai­dó en Bar­qui­si­me­to. Otro tea­tro crea­do por la extre­ma dere­cha para jus­ti­fi­car las nue­vas medi­das coer­ci­ti­vas de Trump con­tra el pue­blo vene­zo­lano. La evi­den­cia pre­sen­ta­da por el gobierno, pri­me­ro por Dios­da­do Cabe­llo en su pro­gra­ma Con el Mazo, lue­go por el Minis­tro de Comu­ni­ca­ción Jor­ge Rodrí­guez en una rue­da de pren­sa, es incon­tro­ver­ti­ble. Cual­quie­ra pue­de ave­ri­guar­lo en Youtube.

Sin embar­go, ape­nas los medios que toma­ron fotos mani­pu­la­das a toda pági­na del pre­sun­to ata­que publi­ca­rán la ver­dad de los hechos.

Hace un año, el 7 de mar­zo, la dere­cha inten­tó poner de rodi­llas al país con el mor­tal sabo­ta­je eléc­tri­co, blo­quean­do tam­bién la mar­cha de las muje­res del día siguien­te. Pero el socia­lis­mo boli­va­riano, el socia­lis­mo femi­nis­ta, reac­cio­nó con una gran mani­fes­ta­ción calle­je­ra el sába­do siguien­te. Y lo hará tam­bién este 8 de mar­zo, día de las trabajadoras.

La siguien­te entre­vis­ta rela­ta la resis­ten­cia de una mujer en uno de los muni­ci­pios más anti­cha­vis­ta de Vene­zue­la, Die­go Bau­tis­ta Urba­ne­ja, en el esta­do Azoátegui.

«Pala­bra, pala­bra, pala­bra de mujer. La patria de Hugo Chá­vez la vamos a pro­te­ger». «A cons­truir, a prac­ti­car, el femi­nis­mo popular».

En Bar­ce­lo­na, las muje­res dan la bien­ve­ni­da a la lle­ga­da de la minis­tra Asia Ville­gas. Duran­te el deba­te sobre la vio­len­cia de géne­ro, Asia pide a las muje­res pre­sen­tes que expre­sen sus soli­ci­tu­des y pro­pues­tas. Roxa­na Báez, pre­si­den­ta de Inmu­jer del muni­ci­pio Simón Bolí­var aun­que vive en muni­ci­pio Die­go Bau­tis­ta Urba­ne­ja el más escuá­li­do, pre­gun­ta, en par­ti­cu­lar, por las herra­mien­tas para el aná­li­sis de ADN, prue­ba esen­cial en este tipo de pro­ce­di­mien­to. Al final de la reu­nión, le pedi­mos a Roxa­na que nos cuen­te sobre su experiencia.

«Duran­te 13 años, dice, he esta­do tra­ba­jan­do para cons­truir el socia­lis­mo femi­nis­ta desea­do por Chá­vez y Madu­ro para trans­for­mar la socie­dad de acuer­do con los prin­ci­pios de nues­tra matria. Lo hago en con­di­cio­nes real­men­te adver­sas, ya que el muni­ci­pio Die­go Bau­tis­ta Urba­ne­ja, por peque­ño que sea, está com­pues­to en un 85% por la cla­se media alta anti-cha­vis­ta, y ha sido uno de los cen­tros más acti­vos en vio­len­cia con­tra el gobierno. Duran­te las gua­rim­bas, sufrí ame­na­zas y ata­ques. Duran­te 4 meses, tuve que cami­nar duran­te una hora y media para ir a tra­ba­jar y así ir a casa. Pero ya sabes cómo somos las muje­res, no nos deja­mos intimidar».

En el muni­ci­pio, dice Roxa­na, hay muchos pro­ble­mas, muchas fami­lias dis­fun­cio­na­les que tie­nen niños tóxi­cos y vio­len­tos. Sus dos hijos, gra­cias a las rela­cio­nes fami­lia­res, fue­ron admi­ti­dos en una de las uni­ver­si­da­des más pres­ti­gio­sas. «En esa ins­ti­tu­ción, cuen­ta Roxa­na, tra­fi­ca­ron con los cupos. Una prác­ti­ca que denun­cié públi­ca­men­te. El coman­dan­te Chá­vez me dio cora­je y seguí. Por mi com­pro­mi­so decla­ra­do con la revo­lu­ción, inten­ta­ron expul­sar a mis hijos, ais­lar­los y per­se­guir­los. Fue terri­ble, pero aguan­ta­mos. Y cuan­do el mayor se gra­duó de abo­ca­do con bue­nas notas, los direc­to­res tuvie­ron que dis­cul­par­se públi­ca­men­te por lo que nos habían hecho pasar. Mis hijos hoy tie­nen una con­cien­cia socialista».

Roxa­na dice que, como direc­to­ra de Inmu­jer, se dedi­ca prin­ci­pal­men­te a «desa­rro­llar la con­cien­cia a tra­vés de la for­ma­ción. Comen­cé a impar­tir cur­sos, expli­ca, a la poli­cía del muni­ci­pio, cuan­do me di cuen­ta de que no esta­ban pres­tan­do aten­ción a las denun­cias de vio­len­cia de géne­ro con­tra las muje­res, que fue­ron obli­ga­das a ir a Bar­ce­lo­na. Abrí una ofi­ci­na en el Museo de los niños y, duran­te 13 años, dos veces a la sema­na he reci­bi­do muje­res víc­ti­mas de vio­len­cia. Ya he ayu­da­do a 600».

¿Y con cua­les herra­mien­tas? «Con la her­man­dad, con la ayu­da mutua entre muje­res. Cuan­do nece­si­to una eva­lua­ción psi­co­ló­gi­ca o psi­quiá­tri­ca, lla­mo a una ami­ga, que reci­be muje­res gra­tis. Para mejo­rar las cosas, debe­mos adop­tar un solo pro­to­co­lo de denun­cias, adop­tar un len­gua­je común. Y con­tar con las herra­mien­tas para el aná­li­sis de ADN es esen­cial para faci­li­tar las inves­ti­ga­cio­nes y evi­tar que los casos se archi­ven por­que no hay evi­den­cia definitiva».

Itu­rria /​Fuen­te

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