Argentina. Chaco: policías y criollos golpean y disparan armas de fuego contra familia wichi

Argen­ti­na. Cha­co: poli­cías y crio­llos gol­pean y dis­pa­ran armas de fue­go con­tra fami­lia wichi

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Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​ANRed /​8 abril 2020

La Poli­cía del Cha­co irrum­pió en el domi­ci­lio del cacique
wichi Mariano Gon­zá­lez en el para­je “Tar­ta­gal”. En el alla­na­mien­to sin
per­mi­so, los efec­ti­vos mal­tra­ton a meno­res, ahor­ca­ron a una mujer,
gol­pea­ron con un garro­te al caci­que y se lle­va­ron un dete­ni­do. Ante la
reac­ción de la comu­ni­dad, los poli­cías comen­za­ron a dis­pa­rar armas de
fue­go. “Con la excu­sa de la cua­ren­te­na se está pro­du­cien­do una
per­se­cu­ción y ensa­ña­mien­to con los jóve­nes indí­ge­nas”, denun­ció la
Guar­dia Wha­sek. Por
 ANRed


El hecho ocu­rrió el 2 de abril en el domi­ci­lio del caci­que wichí,
Mariano Gon­zá­lez y su pare­ja Teo­fi­la Mén­dez en el para­je Tartagal.

El jefe de poli­cía de Sau­za­li­to jun­to con seis efec­ti­vos irrumpieron
sin auto­ri­za­ción judi­cial a las 5 de la maña­na en el domi­ci­lio del
caci­que wichi. Ingre­sa­ron a la vivien­da alum­bra­dos por lin­ter­nas y
gol­pea­ron al caci­que en la cabe­za “con un palo”. Ade­más agre­die­ron a los
niños que dor­mían en la vivien­da y a Teo­fi­la Mén­dez. La pare­ja del
caci­que fue aho­ra­ca­da con­tra la pared de la habi­ta­ción según cuen­ta en
un video.

En la denun­cia pre­sen­ta­da en Misión Nue­va Pom­pe­ya ante el fis­cal subro­gan­te Mar­ce­lo Oscar Sosa, el caci­que wichi rela­ta los hechos de vio­len­cia poli­cial y cómo los uni­for­ma­dos dis­pa­ra­ron en todas direc­cio­nes cuan­do la comu­ni­dad deci­dió inter­ce­der para fre­nar la agre­sión a la fami­lia wichí. “De mila­gro no hay un heri­do o muer­to por las armas de fue­go”, comen­ta­ban en la comu­ni­dad. “Como los veci­nos sin­tie­ron los gri­tos comen­za­ron a acer­car­se y la poli­cía ya se esta­ba yen­do pero se iban dis­pa­ran­do”, rela­tó el caci­que Mariano González.

Tam­bién denun­cia­ron que el con­tin­gen­te poli­cial se movi­li­zó con civi­les (crio­llos) que habrían dete­ni­do arbi­tra­ria­men­te a un vecino de ape­lli­do Sán­chez para apre­sar­lo y golpearlo.

La Gre­mial de abo­ga­dos y abo­ga­das expresó:”Una vez más la policía
cha­que­ña bajo el man­do del Gober­na­dor Jor­ge Capi­ta­nich ata­ca feroz­men­te a
una comu­ni­dad wichi, ¿quién dice que el Esta­do está ausen­te? Sino lean a
con­ti­nua­ción la denun­cia de la Guar­dia Comu­ni­ta­ria con­tra la
extra­or­di­na­ria ini­cia­ti­va del Coqui y sus esbi­rros que atien­den y llegan
con balas has­ta la comu­ni­dad, eri­gien­do en esa for­ma la rígida
impos­tu­ra de impo­ner la ley, la famo­sa, la ley supre­ma, la res­pe­ta­da, la
into­ca­ble ley del orden: para el explo­ta­dor la mesa lle­na. La basura
para los explo­ta­dos. El dine­ro para los explo­ta­do­res. Para los
explo­ta­dos el tra­ba­jo. Para los explo­ta­do­res la casa gran­de. El tugurio,
la cho­za para los explo­ta­dos. El fue­ro para el gran ladrón. La cárcel
al que roba un pan. Y para ase­gu­rar esa ley y ese orden, las fuer­zas de
segu­ri­dad y para for­ta­le­cer­los, los medios de comu­ni­ca­ción a sus
servicios”.

Por su par­te, la Guar­dia Comu­ni­ta­ria Wha­sek inte­gra­da por pueblos
ori­gi­na­rios emi­tó un comu­ni­ca­do repu­dian­do el accio­nar poli­cial y
exi­gien­do que se tomen medidas:

Comu­ni­ca­do Guar­dia Comu­ni­ta­ria Whasek

Aquí esta nues­tra pala­bra, una vez más, pala­bra de bron­ca y
rabia.Bronca que nace de ver, sufrir y sen­tir en nues­tras comunidades
los atro­pe­llos y vio­len­cia por par­te de las fuer­zas de seguridad
pro­vin­cia­les que en vez de pro­te­ger­nos nos mal­tra­ta, nos per­si­gue, nos
tor­tu­ra y nos mata.

En la noche del jue­ves 2 de Abril, en el Para­je “Tar­ta­gal”, el
caci­que Mariano Gon­zá­lez jun­to con su fami­lia fue­ron violentamente
gol­pea­dos y mal­tra­ta­dos por par­te de la Poli­cía de la Pro­vin­cia de
Chaco.

Sin nin­gu­na razón, se hicie­ron pre­sen­te en el ran­chi­to don­de viven
nues­tros her­ma­nos y con la excu­sa de estar bus­can­do a un hijo del
caci­que que había agre­di­do a un poli­cía, (hecho que nun­ca exis­tió), los
levan­ta­ron a la fuer­za, sacan­do a los niños de los pelos y de las orejas
afue­ra de la casa, gol­pean­do al caci­que con un palo en la cabeza
pre­gun­tán­do­le don­de esta­ba su hijo.

A la mujer del caci­que uno de los ofi­cia­les comen­zó a aho­car­la con
ambas manos con­tra una pared. Al sen­tir todos los rui­dos y gritos,
comen­za­ron a acer­car­se her­ma­nos y her­ma­nas a ver qué pasa­ba. La
comu­ni­dad actuó en defen­sa del caci­que y su fami­lia, fue en ese momento
que la poli­cía inten­tan­do domi­nar la situa­ción comen­zó a tirar tiros con
balas de plo­mo para todos lados, balas que por suer­te esta vez no
die­ron con el cuer­po de nin­gún her­mano o hermana.

Con total vio­len­cia y odio hacia nues­tro pue­blo vie­nen actuan­do las
fuer­zas de segu­ri­dad en la provincia.Este hecho suma­men­te gra­ve se suma a
muchos otros que vie­nen pasan­do en toda la pro­vin­cia en don­de se hace
visi­ble el odio y racis­mo que tie­nen hacia los pobres y hacia los
pue­blos originarios.

Con la excu­sa de la cua­ren­te­na, se está pro­du­cien­do una per­se­cu­ción y
ensa­ña­mien­to con los jóve­nes indí­ge­nas más que nada, una verdadera
cace­ría de indígenas.

La poli­cía se cree con la liber­tad de actuar como ellos quieren,
vio­lan­do los dere­chos que tene­mos como ciu­da­da­nos que somos. Todo este
accio­nar lo hacen con el per­mi­so del gobierno pro­vin­cial y la
com­pli­ci­dad de los medios de comunicación.

Ante el pedi­do de la comu­ni­dad del para­je Tar­ta­gal, nos hicimos
pre­sen­tes como Guar­dia Wha­sek para acom­pa­ñar­los por­que se encontraban
muy asus­ta­dos por lo sucedido.Hemos acom­pa­ña­do al Caci­que a rea­li­zar la
denun­cia en la Fis­ca­lía de Nue­va Pom­pe­ya y tam­bién denun­cia­mos lo
suce­di­do en el Comi­té de pre­ven­ción de la tor­tu­ra de la provincia.

Espe­ra­mos que la jus­ti­cia por una vez para los indí­ge­nas sea jus­ta y
actué de mane­ra jus­ta. Cues­tión que no cree­mos, pero que lo intentamos.

Sabe­mos que poco y nada pode­mos espe­rar de quie­nes son cóm­pli­ces de todos los atro­pe­llos que sufri­mos como pueblo.

Esas leyes del papel que solo sir­ven para el que tie­ne poder político
o pla­ta, pero cuan­do el pobre, el mar­gi­na­do, el olvi­da­do intenta
con­se­guir algui­to de jus­ti­cia, nada logra, más que vuel­tas, men­ti­ras y
pro­me­sas que nun­ca con­du­cen a nada.

Así han pasa­do los años y nun­ca se han resuel­to injus­ti­cias que
sufri­mos, des­apa­ri­cio­nes, ase­si­na­tos, vio­len­cia por par­te de crio­llos y
de la policía.

Poco vale­mos como per­so­nas para aque­llos que dicen ejer­cer la justicia.

Nues­tros muer­tos mue­ren dos veces, con­de­na­dos a morir y a ser olvi­da­dos por una jus­ti­cia ausen­te y racista.

En todo este tiem­po que veni­mos andan­do, este camino como Guardia
Indí­ge­na Wha­sek nos fui­mos dan­do cuen­ta que solo logra­re­mos una
ver­da­de­ra y jus­ta jus­ti­cia orga­ni­zán­do­nos como pue­blo, cui­dán­do­nos como
pue­blos, sin espe­rar nada de aque­llos que pro­fe­san las leyes que desde
hace más de 500 años nos vie­ne matan­do y con­de­nán­do­nos al olvi­do y
silen­cio como pue­blos y cul­tu­ras originarias.

Denun­cia­mos a medios de comu­ni­ca­ción de la pro­vin­cia como cómplices
de esta reali­dad, en don­de en unión con las fuer­zas de segu­ri­dad o
sec­to­res crio­llos siem­pre están hacien­do evi­den­te su odio y racismo
para los indí­ge­nas, basán­do­se en men­ti­ras para hacer­nos que­dar como
sal­va­jes, vagos, borra­chos y delincuentes.

Pero cuan­do noso­tros inten­ta­mos comu­ni­car­nos para denun­ciar algo,
solo obte­ne­mos indi­fe­ren­cia por aque­llos que dicen ser comu­ni­ca­do­res y
perio­dis­tas, “más bien son emplea­dos de quien mejor les paga para decir
lo que le dicen que digan”.

Tam­bién les deci­mos a ellos que tene­mos voz y segui­re­mos alzán­do­la y
gri­tan­do las injus­ti­cias que sufri­mos por nues­tros medios y medios de
comu­ni­ca­ción alternativos.

Esta voz que hoy ante estos hechos gra­ves de vio­len­cia y racis­mo exige:

– Remo­ción de los efec­ti­vos poli­cías que par­ti­ci­pa­ron del ope­ra­ti­vo la noche del 2 de Abril en el Para­je Tartagal.

– Fin de la per­se­cu­ción y vio­len­cia hacia los pue­blos ori­gi­na­rios en toda la provincia.

– Inme­dia­ta inter­ven­ción por par­te del gobierno pro­vin­cial para ver el accio­nar poli­cial den­tro de las barria­das y comunidades.

Esta voz que lla­ma a orga­ni­zar­se y defen­der­se como comunidades,
cui­dán­do­se entre todos, sin espe­rar ni depen­der de un apa­ra­to policial
que vie­ne mos­tran­do el odio que nos tie­ne en com­pli­ci­dad con el poder
polí­ti­co y los medios de comunicación.

Sin más;

Guar­dia Indí­ge­na Comu­ni­ta­ria Whasek.

Sau­za­li­to.

Cha­co.

Itu­rria /​Fuen­te

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