Por José «Güeso» Sayago, Resumen Latinoamericano, 26 abril 2020
El gobierno definitivamente ha
lanzado una serie de medidas que indica por un lado un manotazo en el
mar embravecido de la Recesión internacional y por otro costado el poner de
relieve que la burguesía nativa no permitirá ningún otro tipo de “Plan de Gobierno”
que mientras garantice sus privilegios, no importa que se hunda el futuro del
país y de su población.
Este paquete cercano al 3% del PBI tiene como sustentación de los
900.000 millones de pesos del “Plan B” una proporción de emisión monetaria
inmensa.
Ese volumen de emisión representa dibujar la existencia de un paquete
de 13.000 millones de dólares. No es magia…
Obviamente Fernández y Guzmán están bordeando el precipicio. Se viene
la noche y el frío, y el gobierno le prende fuego a la casa para “calentar” la
economía y “alumbrar” el camino.
Cualquier parecido con una conducta enferma no es ninguna casualidad.
La recaudación impositiva en Marzo fue preocupante, y en Abril se habla
de una caída del 50%!!!
Los Intendentes le han planteado a Fernández
que al igual que grandes empresas necesitan subsidio para el 100% del pago de
salarios.
El Presidente le ha comprometido a todos el
salvataje, pero no llegará y lo sabe. Entonces por qué lo hace?
Porque su gobierno responde a los intereses de
una clase social explotadora, ergo parasitaria cuya razón de ser es vivir a
costilla de los privilegios que le proporciona el estado y sus gobiernos de
turno. Y sus condiciones originales de gobernabilidad es un loteo de poder
político repartido corporativamente entre Gobernadores, Liga de Intendentes
de la Pcia. de Bs.As, la Burocracia Sindical de todo pelaje, incluida la que se
jacta de Organizaciones Sociales.
Cualquier decisión que tome este gobierno tendrá
la impronta de proteger esos privilegios de clase como prioridad en detrimento
del resto de las mayorías nacionales de la ciudad y del campo, y también estará
tiroteado por ese loteo originado durante la campaña de 2019 y acentuado en los
primeros meses de gobierno.
UNA SALIDA
Pero en el país hay dos clases sociales, ricos y pobres, explotados y
explotadores, y la encerrona de la recesión que provocaron los multimillonarios
y sus gobiernos no deja lugar para muchas especulaciones acerca de para quiénes
prepara la salida el actual gobierno, y a quiénes nos hará pagar el costo de la
crisis.
UNA SALIDA PARA ELLOS O PARA NOSOTROS
Es indudable que la enorme emisión monetaria provocará un proceso
inflacionario que acentuará el hambre mientras se dirige hacia la frutilla del
postre: la hiper inflación.
Esto presenta ante la población dos variantes:
Nos sometemos a este estado de cosas.
O nos revelamos.
Todo indica que la primera variante es la carta que silenciosamente se
pretende instalar
La segunda es la que se empieza a desenvolver en distintas variantes incluido
una especie de combinación de fenómenos en donde no se ahorra en oportunismo
político.
Las lógicas reacciones de indignación entre la clase obrera por
suspensiones, despidos y represiones por
los reclamos se van combinando con la reacción de la población para combatir el
hambre en centenares de ollas que van apareciendo en las barriadas de los
distritos, y desde donde surge la solidaridad con los reclamos obreros y el
repudio a las patronales y el gobierno.
TODO PUEDE MALIR SAL.
El gobierno pretende proteger el régimen burgués hundiendo a la
población y haciendo pagar con inenarrables privaciones el costo de volver a “la
normalidad”.
Pero un choque de trenes está en marcha.
El régimen burgués se ha preparado y armado para detener la resistencia
y aplastar la Rebelión.
Pero la Rebelión llegará igual porque si los preparativos del régimen
burgués indican un escenario de guerra, guerra es lo que provocarán.
De ese choque muy probablemente surja un escenario increíblemente
“democrático” en el que las masas logremos recuperar el alto grado de
iniciativa que vivimos durante 2001 a 2003.
En ese escenario el espíritu unitario que instintivamente se desplegará
entre la población debe unir al grueso de las organizaciones que decidan
posicionarse en este lado de la pelea.
Con esa premisa una perspectiva de victoria para el Pueblo es muy
probable.
El peligro será si nuevamente se logran reposicionar los oportunistas y
los agentes del privilegio, ocultos detrás de fraseología progresista de
campaña y las bases de las organizaciones no proceden a depurar las direcciones
que pretendan apoyar al gobierno y su plan de angustias infinitas para el
Pueblo, o rompen con las mismas.
Esta encrucijada se está desplegando ante nuestra mirada.
No lograr comprender el significado de los radicales cambios que se
necesitan impedirá a la militancia y sus honestas direcciones reposicionarse de
cara al inmenso desafío que nuevamente se presenta.