Resumen Latinoamericano, 24 abril 2020
Carta abierta de la REDH: Simplemente ¡Ya Basta!
Días pasados, la Fundación Libertad, con sede en Rosario, Argentina, emitió una declaración en la cual, entre otras cosas, se decía que "Algunos gobiernos han identificado una oportunidad para arrogarse un poder desmedido. Han suspendido el Estado de derecho e, incluso, la democracia representativa y el sistema de justicia (...) A ambos lados del Atlántico resurgen el estatismo, el intervencionismo y el populismo con un ímpetu que hace pensar en un cambio de modelo alejado de la democracia liberal y la economía de mercado". Por supuesto, los gobiernos destinatarios de estas groseras e interesadas calumnias son los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, acompañados por los de México, Argentina y España. La lista de los firmantes está previsiblemente encabezada por Mario Vargas Llosa y algunos otros escribas al servicio del imperialismo. También la apoyan algunos eminentes demócratas como José María Aznar, Álvaro Uribe Vélez y Mauricio Macri. A continuación la respuesta a ese documento de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad
Carta Abierta de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad (REDH) a la Fundación Internacional para la Libertad (FIL)
Por enésima vez han irrumpido ustedes con
adjetivos ofensivos e irresponsables para increpar a los gobiernos de
inspiración humanista que, ante una gravísima pandemia universal,
adoptan decisiones en beneficio de sus pueblos. La impunidad grotesca de
sus sofismas se vuelve obscena al acusar de “autoritario”, “populista”,
“antidemocrático” o “dictatorial” a cuanto gobernante asuma la inmensa
tarea de reparar los desastres económicos y sociales producidos por los
gobiernos que ustedes exaltan como defensores de la libertad simplemente
porque dan rienda suelta al macabro darwinismo social de los mercados.
Son ustedes impúdicos voceros de gobiernos reaccionarios, genocidas e
infestados de corrupción, sobre los cuales pesan miles de muertos, pese a
lo cual no vacilan en descalificar como “regímenes” a gobiernos que
expresan la voluntad democrática de los pueblos y que cuidan en todo
momento de su salud física y espiritual, cosa que no hacen quienes les
sirven a ustedes de modelo.
Se ha vuelto insoportable el contenido y
la forma, oportunista y carroñera, con que opera su artillería de
calumnias potenciada por un coro de consocios mediáticos especializados
en mentir y desinformar, corresponsables de buena parte de las tragedias
que viven nuestros pueblos.
Es por eso que hemos decidido decir
¡basta! y emplazar públicamente a su Fundación a librar un debate
frontal y profundo sobre la grave situación que provoca la combinación
del COVID-19 y la profunda depresión económica actual. Debate en el
cual podremos demostrar la servidumbre mercantil de sus conductas, a
contramano de las necesidades sociales históricas que hoy, más que
nunca, exigen priorizar la vida del planeta y de los seres humanos por
encima de las ganancias de las corporaciones transnacionales o de la
tramposa “magia de los mercados.” Los emplazamos una vez más, como ya lo
hemos hecho en múltiples foros internacionales a los cuales ustedes
siempre rehuyeron sabiendo que carecen de argumentos para justificar
sus posturas ideológicas o políticas. Y lo hicieron sin el menor
pundonor, protegidos como siempre por el “blindaje” de los grandes
medios de comunicación, que ocultan las fechorías de los miembros de la
FIL, sus mentores intelectuales y sus “desinteresados” donantes. Ya
basta
Vuestro amasijo ideológico neoliberal y
pseudo-republicano es palabrería hueca que ya no sirve para enmascarar
los hurtos (¿fraudes?) de los gobiernos y grupos económicos que
patrocinan a la Fundación. La realidad demuestra que ustedes han sido
tropa servil de los peores intereses de la corrupción estructural del
capitalismo, ocultando tras un manto de vacías pero altisonantes
retóricas la explotación de hombres, mujeres y niños que fueron privados
de sus derechos y sometidos a indignidades sin límite. Pero no sólo
eso: también vieron cómo saqueaban, depredaban y destruían sus recursos
naturales, sacrificados con saña en el altar de la ganancia y en lugar
de condenar tales atrocidades las ensalzaron como modelos de buena
gobernanza. Es inmoral, y por eso mismo inaceptable, la defensa que
ustedes hacen del privilegio económico de unos cuantos empresarios; de
la justificación de un mundo en donde el 1 por ciento más opulento
detenta más riqueza que el resto de la humanidad. Todo esto es una
afrenta a la cordura, insulta a la dignidad y la inteligencia de las
personas y desprecia, en un alarde de nuevo oscurantismo medieval, las
recomendaciones de las ciencias que exigen poner fin a la fuerza
destructiva de los mercados. En plena pandemia planetaria es más
inadmisible aún su verborrea contra quienes luchan denodadamente para
salvar vidas y derechos sociales mientras callan que sus gobiernos
amigos bloquean la llegada a esos países de insumos elementales para
combatir la pandemia. Esa conducta, que ustedes avalan para su eterno
deshonor, se llama “crimen de lesa humanidad”.
Estamos
hartos y hartas del palabrerío sicario del capital. Enfrenten el debate
para que dejemos bien en claro, con todos sus nombres, qué intereses
defienden ustedes y por qué han arrojado por la borda sus talentos y, en
los casos que corresponda, su prestigio, para convertirse en lo que
son: unos deplorables lacayos de las mafias financieras que dominan la
economía mundial.
Discutamos el papel del Estado hoy en defensa del planeta y de la humanidad.
Hagamos un balance del holocausto social y ecológico producido por las políticas que ustedes pregonan, encarnan y publicitan.
Discutamos los méritos comparativos del
egoísmo y el individualismo desenfrenados frente a la ética de la
solidaridad y la economía del buen vivir para todas y todos.
Discutamos cuáles serán los modos de
producción sustentables y las relaciones de producción justas en el
mundo que se viene, que ya no será el de antes.
Discutamos métodos de acción ejemplares
contra la corrupción, contra la acumulación de riquezas en pocas manos,
contra el hambre.
Discutamos un mundo de plena democracia
participativa, con educación, salud, vivienda, seguridad social,
justicia laboral irrestricta y con medios de comunicación democratizados
para que sea verdad aquello de “un solo mundo, voces múltiples”.
A
diferencia de ustedes, nosotras y nosotros no somos bravucones
asalariados por amigotes empresarios y aupados por la prensa canalla que
pretende pasar por “periodismo independiente.” Fieles a la
mejor tradición humanista creemos en el debate y en el diálogo hasta sus
últimas consecuencias. Se lo debemos a nuestros pueblos y a todas las
víctimas, directas e indirectas, del neoliberalismo.
Decidan ustedes el lugar y la fecha para poner, definitivamente, los puntos sobre las íes.
Viernes 24 de abril de 2020.