Argentina. Manifiesto nacional por la Soberanía, el Trabajo y la

Argen­ti­na. Mani­fies­to nacio­nal por la Sobe­ra­nía, el Tra­ba­jo y la Producción

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 abril 2020

La glo­ba­li­za­ción
del capi­tal, ini­cia­da a media­dos de los seten­ta, dio por tie­rra con la
Argen­ti­na en vías de desa­rro­llo indus­trial para sumer­gir­la en un pro­ce­so profundo
de sub­de­sa­rro­llo. La dic­ta­du­ra mili­tar, la déca­da pér­di­da del ochen­ta, el menemismo,
el gobierno de la Alian­za y la fatí­di­ca eta­pa de Cam­bie­mos son ejem­plos de la
agen­da de depen­den­cia eco­nó­mi­ca y pobre­za extre­ma impues­ta por la globalización
finan­cie­ra en nues­tro país. 

Bajo el
con­tex­to de un mun­do que entra­ba en rece­sión, la pan­de­mia del Coro­na­vi­rus profundizó
su cri­sis, agu­di­zó la lucha inter-impe­ria­lis­ta y fre­nó la ten­den­cia expan­si­va del
capi­tal trans­na­cio­nal. Esto gene­ró una opor­tu­ni­dad para reto­mar una agen­da de
desa­rro­llo nacio­nal en los paí­ses peri­fé­ri­cos como Argen­ti­na. Se reve­la así la
impor­tan­cia estra­té­gi­ca de los mal­tra­ta­dos sis­te­mas públi­cos como apuesta
últi­ma para sal­var a la huma­ni­dad de la desin­te­gra­ción social. Sin embargo,
dejar atrás en for­ma defi­ni­ti­va al neo­li­be­ra­lis­mo reque­ri­rá des­pla­zar la subordinación
impues­ta por el capi­tal trans­na­cio­nal a los paí­ses peri­fé­ri­cos e incorporar
nue­vos cri­te­rios socia­les que con­so­li­den la inte­gra­ción nacio­nal. Dichos
prin­ci­pios de orden socio-eco­nó­mi­co, basa­dos en una rei­vin­di­ca­ción de la
sobe­ra­nía, el tra­ba­jo y la pro­duc­ción, debe­rán ir más allá de la indiscutida
rei­vin­di­ca­ción de la impor­tan­cia del Esta­do en la salud, la lucha con­tra el
ham­bre o en el rol pre­pon­de­ran­te que ten­drá en la recu­pe­ra­ción económica.

Nadie pue­de
negar los lazos de depen­den­cia eco­nó­mi­ca y polí­ti­ca que el régi­men neo­li­be­ral deja
como pesa­da heren­cia en la Argen­ti­na. Demo­cra­ti­zar una eco­no­mía extranjerizada
y colo­ni­za­da des­de sus entra­ñas (cul­tu­ra­les, pro­duc­ti­vas y financieras)
reque­ri­rá un ejer­ci­cio pleno de la sobe­ra­nía polí­ti­ca en defen­sa del interés
nacio­nal, tan­to des­de la ges­tión esta­tal como des­de los sec­to­res de la producción
y el trabajo. 

Por otro lado, no pode­mos pen­sar que,
supe­ra­da la cri­sis de la pan­de­mia, la eco­no­mía mun­dial vuel­va a fun­cio­nar como
has­ta aho­ra. Hoy en día, la sali­da que se pen­sa­ba para nues­tro país, basa­da en
poder gene­rar un shock de expor­ta­cio­nes, no tie­ne asi­de­ro en la realidad.
Pri­me­ro, por­que el mer­ca­do externo está depri­mi­do. Segun­do, por­que la apues­ta a
gran­des expor­ta­cio­nes a tra­vés del sha­le gas para que gene­ra­ra dóla­res, tampoco
tie­ne pers­pec­ti­vas fren­te a una baja de la deman­da inter­na­cio­nal y en los
pre­cios. Por lo tan­to, no hay recu­pe­ra­ción si no es pen­san­do seria­men­te en el
mer­ca­do interno como actor fun­da­men­tal, impul­san­do un fuer­te pro­ce­so de
sus­ti­tu­ción de impor­ta­cio­nes. Ahí tie­ne un rol impres­cin­di­ble, como induc­tor de
la deman­da agre­ga­da, un piso de ingre­sos de alcan­ce uni­ver­sal equi­va­len­te al
valor de una canas­ta de bie­nes y ser­vi­cios, que per­mi­ta reco­no­cer como trabajo,
tareas que has­ta el momen­to no han sido mun­dial­men­te reco­no­ci­das (como los
tra­ba­jos del sis­te­ma de cui­da­do, por nom­brar un ejem­plo) y que per­mi­ten a un
hogar supe­rar la situa­ción de pobreza.

A dicho esce­na­rio se suman una
vio­len­cia machis­ta y una des­igual­dad de géne­ro en mate­ria labo­ral que no pueden
ser natu­ra­li­za­das, en un con­tex­to don­de las difi­cul­ta­des para las muje­res y
para las diver­si­da­des son mucho mayores.

En este momen­to com­ple­jo de la patria
reafir­ma­mos nues­tra con­vic­ción de que sólo el ejer­ci­cio con­cre­to de la soberanía
nacio­nal garan­ti­za­rá a nues­tro pue­blo una sali­da a la cri­sis glo­bal con independencia
eco­nó­mi­ca y jus­ti­cia social. 

Los ejes de las
polí­ti­cas sobe­ra­nas que pro­po­ne­mos son los siguientes:

  1. Sobe­ra­nía Alimentaria.

Núcleo de
cual­quier prin­ci­pio bási­co de jus­ti­cia social. En lo con­cre­to requiere
inde­pen­di­za­ra la pro­duc­ción, trans­por­te y comer­cia­li­za­ción de ali­men­tos de las
cade­nas glo­ba­les de espe­cu­la­ción finan­cie­ra. Para esto es necesario:

  • En la esfe­ra de la pro­duc­ción: impulsar
    la crea­ción de un millón de cha­cras mix­tas com­bi­na­das con la industrialización
    del cam­po, pla­ni­fi­ca­da y fede­ral. Esto nos daría sobe­ra­nía ali­men­ta­ria regional
    y capa­ci­dad de expor­ta­ción de ali­men­tos sanos, salu­da­bles, con tra­za­bi­li­dad y
    arte­sa­na­les, que es lo que la Argen­ti­na y el mun­do deman­dan actual­men­te y a
    futuro.
  • En la esfe­ra de la logís­ti­ca: dar
    prio­ri­dad en el abas­te­ci­mien­to a la peque­ña pro­duc­ción de cercanía.
  • En el esla­bón de comer­cia­li­za­ción se debe
    garan­ti­zar el comer­cio jus­to. Para esto es nece­sa­rio, en el mer­ca­do interno reemplazar
    al capi­tal con­cen­tra­dos extran­je­ro pre­pon­de­ran­te en los super­mer­ca­dos, por
    capi­tal públi­co que garan­ti­ce el abas­te­ci­mien­to justo.
  • En el mer­ca­do de expor­ta­ción de
    ali­men­tos es nece­sa­rio decla­rar de inte­rés y uti­li­dad públi­ca aque­llos sectores
    eco­nó­mi­cos que resul­ten cen­tra­les para enfren­tar la cri­sis ali­men­ta­ria. En este
    aspec­to se impo­ne la nece­si­dad de una empre­sa esta­tal con capa­ci­dad reguladora
    de los pre­cios internos.

II-Sobe­ra­nía Mone­ta­ria y Financiera.

Nin­gún país
se desa­rro­lló uti­li­zan­do la mone­da de otro. Rom­per con la depen­den­cia monetaria
y finan­cie­ra de los mer­ca­dos espe­cu­la­ti­vos de cré­di­to requie­re comen­zar por:

  • Recu­pe­rar capa­ci­dad de emi­sión propia
    de dine­ro esta­tal (per­di­da en épo­cas de globalización)
  • Defi­nir nacio­nal­men­te el des­tino del
    cré­di­to interno. El obje­to de la emi­sión esta­tal no pue­de estar en manos, en
    últi­ma ins­tan­cia, del poder dis­cre­cio­nal de ban­cos pri­va­dos y extranjeros
    regu­la­dos des­de el exterior.
  • Decla­rar al sis­te­ma ban­ca­rio como servicio
    públi­co. La cri­sis mos­tró que los ser­vi­cios finan­cie­ros son esen­cia­les para el
    fun­cio­na­mien­to eco­nó­mi­co de la socie­dad. Un ser­vi­cio finan­cie­ro públi­co debería
    tener hoy como prio­ri­dad recons­truir el capi­tal de tra­ba­jo en los sec­to­res más
    débi­les de la pro­duc­ción, expro­pia­do por la usura. 
  • Impul­sar un plan de finan­cia­mien­to com­pul­si­vo. Con
    esto que­re­mos decir que los ban­cos tie­nen que garan­ti­zar que se reprogramarán
    todas las deu­das que no pue­dan pagar­se. Pero ade­más, que se van a acti­var las
    líneas de cré­di­to para garan­ti­zar el pago de sala­rios y el cré­di­to para el
    capi­tal de tra­ba­jo. Se requie­re una inter­ven­ción más agre­si­va del BCRA y si es
    nece­sa­rio inter­ve­nir la ban­ca pri­va­da para que ope­re por cuen­ta y orden del
    Cen­tral y cum­pla con las regu­la­cio­nes de la Auto­ri­dad Públi­ca. Esta iniciativa
    debe ser seg­men­ta­da ya que gran­des fir­mas están en con­di­cio­nes de afron­tar con
    capi­tal pro­pio, o a tra­vés de la capi­ta­li­za­ción de sus pro­pie­ta­rios, el pago de
    la nómi­na sala­rial e impuestos. 
  • Crear un fon­do para pro­mo­ción de la
    eco­no­mía popu­lar a tra­vés de cré­di­tos y subsidios.
  • Crear un Ban­co Fede­ral de Desa­rro­llo que impul­se el
    cre­ci­mien­to en los sec­to­res estratégicos

III-Sobe­ra­nía Fis­cal.

Su ejer­ci­cio implica
recu­pe­rar auto­no­mía para defi­nir, des­de el inte­rés nacio­nal, los impues­tos y
los des­ti­nos del gas­to públi­co. Esto nos exi­ge con urgen­cia, al menos, cuatro
gran­des medidas.

  • Libe­rar
    por 5 años al Esta­do de cual­quier com­pro­mi­so rela­cio­na­do con una deu­da externa
    espu­ria, gene­ra­da como con­tra­ca­ra de la fuga de capi­ta­les con­cen­tra­dos al
    exte­rior. Audi­tar exhaus­ti­va­men­te, en ese perio­do, la tota­li­dad del
    endeu­da­mien­to públi­co. Veri­fi­car las emi­sio­nes en la que actua­ron funcionarios
    públi­cos rela­cio­na­dos con los fon­dos o la ban­ca inter­na­cio­nal involucrada.
    Apro­ve­chan­do la infor­ma­ción inter­na­cio­nal y cons­tru­yen­do un padrón de
    acree­do­res para com­pro­bar la rela­ción de endeu­da­mien­to y fuga de capitales.
  • Con­so­li­dar
    un “Impues­to Soli­da­rio” como meca­nis­mo para que el 5% más rico de nuestra
    comu­ni­dad con­tri­bu­ya a aten­der la situa­ción de pobre­za estruc­tu­ral (agra­va­da
    por la pan­de­mia) en la que vive el 40 % de nues­tra comu­ni­dad (y 60 % de
    nues­tros niños y niñas). 
  • Impul­sar una refor­ma tributaria
    inte­gral pro­gre­si­va, incre­men­tan­do los gra­vá­me­nes sobre los sec­to­res de mayores
    ingresos.
  • Orde­nar
    el des­tino nacio­nal de la deman­da inter­na dan­do prio­ri­dad a las pymes y
    coope­ra­ti­vas de la eco­no­mía popu­lar a tra­vés del com­pre esta­tal. Instrumento
    que debe ser exten­di­do a empre­sas públi­cas, pro­vee­do­res del Esta­do y
    con­ce­sio­na­rios de ser­vi­cio públi­cos. Los requi­si­tos deberían
    per­mi­tir­les a estos sec­to­res par­ti­ci­par, por ejem­plo, en licitaciones
    sub­di­vi­di­da por volú­me­nes par­cia­les (fun­da­men­tal para las más pequeñas).
    Pre­fe­ren­cia en igual sen­ti­do para la obra pública.

IV-Sobe­ra­nía Productiva

  • Recom­po­ner
    sala­rios, jubi­la­cio­nes e ingre­sos de la eco­no­mía popu­lar es el eje de demanda
    de cual­quier recu­pe­ra­ción de empre­sas pymes y coope­ra­ti­vas. Por otra par­te, es
    tam­bién un requi­si­to bási­co para salir de la pan­de­mia de pobre­za e indigencia
    en la que que­dó inmer­sa la socie­dad argen­ti­na, pla­ga­da hoy de trabajadores
    pobres lue­go de las cru­za­das neoliberales.
  • Impul­sar una
    estra­te­gia de sus­ti­tu­ción y con­trol estric­to de impor­ta­cio­nes para que sólo se com­pren en el exterior
    insu­mos insus­ti­tui­bles para el desa­rro­llo de la indus­tria nacio­nal y para consumos
    esenciales.
  • Pro­mo­ver la arti­cu­la­ción entre la cien­cia y el sector
    pro­duc­ti­vo. El lar­go pla­zo debe­ría ver­se sig­na­do por trans­fe­ren­cia de
    cono­ci­mien­to y tec­no­lo­gía al sec­tor indus­trial, posi­bi­li­tan­do así mayor valor
    agre­ga­do y, en con­se­cuen­cia, pro­duc­ción más com­pe­ti­ti­va a nivel mun­dial. La
    tarea, a par­tir de la inno­va­ción, es esti­mu­lar el sur­gi­mien­to de nue­vas ramas
    productivas.
  • Impul­sar
    un sis­te­ma nacio­nal de inno­va­ción don­de los sabe­res cien­tí­fi­cos, obreros,
    popu­la­res y esta­ta­les se pon­gan al ser­vi­cio del desa­rro­llo nacional.
  • Prohi­bir
    la remi­sión de uti­li­da­des al exte­rior por par­te del capi­tal extran­je­ro durante
    los 5 años que reque­ri­rá rever­tir la cri­sis eco­nó­mi­ca y social en la que
    esta­mos inmersos.
  • Socia­li­zar
    la ren­ta tec­no­ló­gi­ca pro­pi­cian­do un nue­vo repar­to del tiem­po de tra­ba­jo entre
    empleo y for­ma­ción. En el nue­vo para­dig­ma pro­duc­ti­vo el menor uso de la fuerza
    de tra­ba­jo por uni­dad de pro­duc­to o ser­vi­cio cul­mi­na con mayo­res índi­ces de
    des­em­pleo y sobre­ex­plo­ta­ción labo­ral. De tal for­ma la ren­ta tec­no­ló­gi­ca, que es
    fru­to del cono­ci­mien­to social­men­te ela­bo­ra­do, es apro­pia­da total­men­te por el
    capi­ta­lis­ta. Así mis­mo la mayor for­ma­ción que requie­re la incor­po­ra­ción de
    nue­vas tec­no­lo­gías que­da cir­cuns­crip­ta a las posi­bi­li­da­des del tra­ba­ja­dor. La
    nue­va ins­ti­tu­cio­na­li­dad apun­ta a que el repar­to social de esta ren­ta tecnología
    per­mi­ta, a tra­vés de un Segu­ro de Empleo y For­ma­ción, el repar­to de las horas
    de tra­ba­jo y estra­te­gias de for­ma­ción ver­te­bra­das de for­ma más inclu­si­va a
    tra­vés del repar­to del exce­den­te eco­nó­mi­co gene­ra­do socialmente. 
  • Regis­trar y
    For­ma­li­zar pro­duc­ti­va­men­te a la eco­no­mía popu­lar. Hay que moder­ni­zar y adaptar
    los meca­nis­mos e ins­ti­tu­cio­nes para que los tra­ba­ja­do­res de este sec­tor sean
    reco­no­ci­dos en sus dere­chos, visi­bi­li­za­dos y acom­pa­ña­dos en sus actividades
    productivas.
  • Reco­no­cer las tareas de cui­da­do como
    tareas labo­ra­les, con su reco­no­ci­mien­to eco­nó­mi­co den­tro del piso de
    reco­no­ci­mien­to úni­co universal. 

V- Sobe­ra­nía Energética

La ener­gía es un insu­mo bási­co de cual­quier esquema
sus­ten­ta­ble de desa­rro­llo pro­duc­ti­vo. Salir del extrac­ti­vis­mo de los recursos
natu­ra­les, que toma al com­ple­jo ener­gé­ti­co como un com­mo­di­tie de expor­ta­ción a
tra­vés encla­ves extran­je­ros, va a reque­ri­ru­na estra­te­gia de reapro­pia­ción y con­trol estatal
de los mismos.

  • El mar­co del derrum­be del valor patri­mo­nial de
    las accio­nes empre­sa­rias abre la opor­tu­ni­dad para que el Esta­do vuel­va a ocupar
    un papel cen­tral en acti­vi­da­des neu­rál­gi­cas, sobre todo del complejo
    ener­gé­ti­co. Recu­pe­rar el con­trol sobre YPF y el pro­ce­so de distribución
    ener­gé­ti­ca podría per­mi­tir vol­ver a tener un sis­te­ma cen­tra­li­za­do fundamental
    para pen­sar en un pro­yec­to cen­tra­do en el desa­rro­llo pro­duc­ti­vo nacional.
  • La esta­ti­za­ción de las empre­sas de ser­vi­cios públicos
    va a per­mi­tir un acce­so demo­crá­ti­co a la ener­gía como dere­cho humano e insumo
    pro­duc­ti­vo estratégico.

VI-Sobe­ra­nía Marítima

Defen­der nues­tra sobe­ra­nía marí­ti­ma impli­ca tomar
medi­das con los siguien­tes propósitos:

  • Recons­truir
    la flo­ta mer­can­te de ban­de­ra nacio­nal. Esto per­mi­ti­rá dis­mi­nuir en forma
    sig­ni­fi­ca­ti­va los cos­tos por ser­vi­cios de fle­tes que hoy paga nues­tro país a
    bar­cos extran­je­ros para trans­por­tar los pro­duc­tos de exportación.
  • Nacio­na­li­zar
    los puer­tos. Recu­pe­rar esta herra­mien­ta sobe­ra­na per­mi­ti­rá al Esta­do promover
    las expor­ta­cio­nes de las peque­ñas y media­nas empre­sas y con­tro­lar mejor las
    importaciones.
  • Pro­te­ger
    nues­tros recur­sos marí­ti­mos de la depredación.
  • Impul­sar
    los asti­lle­ros nacio­na­les, una indus­tria cla­ve para un país que pretende
    indus­tria­li­zar­se y recu­pe­rar la flo­ta mer­can­te de ban­de­ra nacio­nal y la
    indus­tria de defen­sa marítima.

VII-Piso de Ingre­sos Garantizado

Se tra­ta de la cons­truc­ción de un piso de ingre­sos y
garan­tías para el con­jun­to de la pobla­ción que supo­ne un shock dis­tri­bu­ti­vo en
la eco­no­mía que, en tan­to pro­mue­ve una modi­fi­ca­ción de la deman­da agre­ga­da, se
arti­cu­la con la reorien­ta­ción del mode­lo pro­duc­ti­vo. Piso de Ingre­sos que se com­po­ne de tres
instrumentos 

  1. Uni­ver­sa­li­za­ción
    de una Sala­rio social de Empleo y For­ma­ción para todos los jefes y jefas de
    hogar des­ocu­pa­dos o con ocu­pa­cio­nes de Subsistencia
  2. Ver­da­de­ra
    uni­ver­sa­li­za­ción de la Asig­na­ción Uni­ver­sal por Hijo hoy apro­xi­ma­da­men­te 4
    millo­nes de niños y niñas no son alcan­za­das por esta cobertura.
  3. Esta­ble­ci­mien­to
    de una jubi­la­ción uni­ver­sal para la pobla­ción adul­ta mayor equi­va­len­te al 82%
    del Sala­rio social de Empleo y formación.

La arti­cu­la­ción del sala­rio social y la
uni­ver­sa­li­za­ción de la asig­na­ción por hijo debe garan­ti­zar que en el pro­ce­so de
recu­pe­ra­ción pro­duc­ti­va se garan­ti­ce que nin­gún hogar cai­ga por deba­jo de la
línea de la pobreza.

VIII-Acce­so a la Vivien­da Dig­na y
Pla­ni­fi­ca­ción Territorial

  • Poner en mar­cha un plan de
    cons­truc­ción de un millón de vivien­das popu­la­res en un año. Un hecho de
    jus­ti­cia social y uni­dad nacio­nal. La vivien­da fue cons­trui­da por el ser humano
    para pro­te­ger­se del ambien­te y de las pes­tes y pan­de­mias. No pue­de haber salud
    para todos sin vivien­das dig­nas pla­ni­fi­ca­das con urba­nis­mo popu­lar, saneamiento
    y vin­cu­la­ción a su producción.
  • A cien años de la pri­me­ra regulación
    de alqui­le­res, el Esta­do nacio­nal debe regu­lar las con­di­cio­nes y los pre­cios de
    uno de los dere­chos bási­cos de las mayo­rías: el acce­so a la vivien­da. Es hora
    de ter­mi­nar con los con­tra­tos cor­tos, el libre pre­cio, las exi­gen­cias abusivas
    para poder acce­der a un techo pagan­do alqui­ler, el nego­cio de las garantías
    finan­cie­ras, y los abu­sos de inter­me­dia­rios que recuer­dan el papel de los
    capa­ta­ces de con­ven­ti­llo. Es nece­sa­rio impul­sar la Ley de Alqui­le­res: registro
    de con­tra­tos, pla­zo míni­mo legal de 7 años, y recu­pe­ra­ción de un índi­ce estatal
    de ajus­te de pre­cios basa­do en un pro­me­dio entre pre­cios al con­su­mi­dor y
    varia­ción salarial.
  • Reor­de­na­mien­to del territorio
    nacio­nal con nue­vas ciu­da­des crea­das alre­de­dor de nue­vas uni­da­des pro­duc­ti­vas. Muchos
    paí­ses en la pos gue­rra pro­ve­cha­ron para com­bi­nar el esfuer­zo pri­va­do y público
    des­cen­tra­li­zan­do la pro­duc­ción en ciu­da­des peque­ñas para des­con­ges­tio­nar a las
    gran­des urbes. El tra­ba­jo es garan­tía de arrai­go, por eso la impor­tan­cia de
    pla­ni­fi­car la vivien­da y la pro­duc­ción conjuntamente.
  • Inte­gra­ción social y urba­na de los
    4.416 barrios popu­la­res de argen­ti­na y crea­ción de 200.000 lotes con servicios
    para las jóve­nes fami­lias humil­des. Es fun­da­men­tal cam­biar las con­di­cio­nes de
    extre­ma exclu­sión en las que vive el sec­tor más empo­bre­ci­do de nues­tro pueblo:
    sin agua pota­ble ni cloa­cas, sin reco­lec­ción de resi­duos, ais­la­dos de los
    cen­tros urba­nos don­de se con­cen­tra el tra­ba­jo, la salud y la educación.

Nues­tra
reali­dad mues­tra que las cri­sis poten­cian la lucha soli­da­ria del pueblo
argen­tino por la jus­ti­cia social. Con el úni­co fin de una patria gran­de y
sobe­ra­na con­vo­ca­mos a las fuer­zas del tra­ba­jo y la pro­duc­ción con plena
con­cien­cia de la cri­sis, pero tam­bién, con pro­fun­da con­fian­za en la capa­ci­dad transformadora
de la reali­dad que tie­ne el cam­po nacio­nal cuan­do está uni­do detrás de un
des­tino común.

Fir­man

  1. CTA
    Autónoma. 
  2. UTEP.
  3. Corrien­te
    Fede­ral de Trabajadores. 
  4. Mov.
    Nac. de Empre­sas Recuperadas. 
  5. Con­se­jo
    Pro­duc­ti­vo Nacional. 
  6. Vía
    Campesina. 
  7. FEMPINRA.
  8. CCC,
  9. Fed.
    Nac. de Inquilinos. 
  10. Mesa
    de Uni­dad PyME.
  11. Fren­te
    Popu­lar Dario Santillán. 
  12. Somos
    Barrios de Pie.
  13. Fede­ra­ción
    de Coope­ra­ti­vas de Tra­ba­jo Evita. 
  14. Barrios
    Peronistas.
  15. CTD
    Ani­bal Verón.
  16. Sea­mos
    Libres. 
  17. FENAT
    (Fede­ra­ción Nacio­nal territorial )
  18. MAR
    ( Movi­mien­to Argen­ti­na Revelde )
  19. MAP
    ( Movi­mien­to de Acción Popular.
  20. CTD
    Aní­bal Veron.
  21. FUBADEYO.
  22. CHE
    PIBE.
  23. Aso­cia­ción
    Amas de Casa del País.
  24. Foro
    por la Niñez.
  25. ATE
  26. AAPM
  27. FESPROSA
  28. CONADU‑H
  29. SECEIC
    (Cue­ro)
  30. AECPRA
    (Correo)
  31. CISPREN
    (Pren­sa)
  32. SITRAIC
    (Cons­truc­ción)
  33. UCRA
    (Trans­por­te)
  34. SOEIL
    Ing. Ledesma
  35. STA-
    Ing. El Tabacal
  36. SOEASI-
    Ing. San Isidro.
  37. APJBO-
    Jerár­qui­co de Bancarios 
  38. SITEBA-
    Bancarios
  39. NOS-
    Gastronómicos.
  40. UETTEL-
    Telefónicos 
  41. Fed.
    SITECH. Docen­tes, Chaco.
  42. UTEM-
    Docen­tes Misiones.
  43. ADUCA,
    Docen­tes Catamarca
  44. SITEMCO,
    Muni­ci­pa­les Corrientes.
  45. UTEM,
    Muni­ci­pa­les V. María. 
  46. Sin.
    Pe​.Se. Do. Río Negro y Neuquén.
  47. SINDECAF,
    San Juan.
  48. SINDECAF,
    San Nicolás.
  49. APECAF,
    Río IV
  50. Fede­ra­ción
    de Guar­da­vi­das- FAG
  51. ABP,
    Buzos Profesionales. 
  52. GOA,
    Odontológicos.
  53. PIPPSIRA,
    Psicolog@s.
  54. SEI,
    Inmobiliarios.
  55. ATSN.
    Segu­ri­dad Neuquén. 
  56. SUTRA,
    Segu­ri­dad misiones.
  57. SIVISA,
    Segu­ri­dad Salta.
  58. SATIVA,
    (Vidrio).
  59. SUCEV,
    (Cos­tu­re­ros).
  60. SOMPTNTA,
    Chaco.
  61. NUSISA,
    (Salud privada)
  62. UTRACOS,
    (Comer­cio)
  63. ANTA
    (Tra­ba­ja­do­res Autogestionados)

Itu­rria /​Fuen­te

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