Argen­ti­na. Obser­va­to­rio gre­mial. No solo la pes­te está en cues­tión, sino el mode­lo eco­nó­mi­co y social de la globalización/​Sus­pen­sio­nes y reba­jas salariales/​La cri­sis del Covid empu­ja el deba­te sobre el sala­rio universal

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano */​26 de abril 2020 .-

UN CUADRO A LO GUERNICA

POR VICTORIO PAULÓN

El empre­sa­rio Elías Mas­ri murió el 7 de abril de 2020 a sus 91 años. Su falle­ci­mien­to fue por cau­sas natu­ra­les: “Colap­so res­pi­ra­to­rio por Covid-19”. En Nue­va York, y a su edad, todo hubie­ra pare­ci­do nor­mal. En uno de los vue­los de repa­tria­ción de ciu­da­da­nos argen­ti­nos lle­gó a Ezei­za su cajón mor­tuo­rio, con pape­les fal­si­fi­ca­dos que ocul­ta­ban la infec­ción para ingre­sar­lo de con­tra­ban­do al país. Como si fue­ra una maca­bra bro­ma, todo pare­cía paro­diar la pelí­cu­la Este muer­to está muy vivo, don­de Terry Kiser encar­na­ba al boss Ber­nie Lomax. En esa come­dia, dos pibes hacían lo impo­si­ble para ocul­tar la reali­dad simu­lan­do que la muer­te no había ocu­rri­do para con­ti­nuar sus vaca­cio­nes. El hecho cons­ti­tu­ye un gra­ví­si­mo deli­to que reve­la otra más de las bur­das mane­ras con que la cla­se alta igno­ra las reglas.

«Este muer­to está muy vivo».

Otro vue­lo, muy dis­tin­to, abre las puer­tas res­pe­tuo­sas a la espe­ran­za. Se rea­li­za­ron varios via­jes con avio­nes de la línea de ban­de­ra Aero­lí­neas Argen­ti­nas (ida y vuel­ta a Shanghai) para traer insu­mos médi­cos. Las ope­ra­cio­nes nece­sa­rias para con­cre­tar esa tarea son rea­li­za­das por diri­gen­tes de todos los gre­mios aero­náu­ti­cos que han enca­be­za­do las lis­tas de volun­ta­rios a car­go del ope­ra­ti­vo. Para Edgar­do Llano, secre­ta­rio gene­ral de APA y refe­ren­te de la Fede­ra­ción de los Sín­di­ca­tos Aero­náu­ti­cos: “Los vue­los a Chi­na demues­tran el rol de la aero­lí­nea de ban­de­ra, en este caso cum­plien­do una fun­ción social esen­cial para la vida de los argen­ti­nos, y dejan­do muy en cla­ro por­que el Esta­do nacio­nal la recu­pe­ró en el año 2008.”

La pan­de­mia no es un con­cier­to ni el Esta­do es una orques­ta. Voces diso­nan­tes, decla­ra­cio­nes con­tra­dic­to­rias don­de se tra­sun­ta el mie­do a la muer­te colec­ti­va, masi­va, don­de las imá­ge­nes de Espa­ña, Ita­lia y Nue­va York son el espe­jo en tiem­po real. Es indu­da­ble que a la fir­me deci­sión del Pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez de ban­car la cua­ren­te­na rígi­da no hay con qué dar­le. La pan­de­mia fue impor­ta­da por los ricos y la cla­se media que via­ja y la pade­cen los pobres en car­ne viva. El gobierno con todas sus con­tra­dic­cio­nes se pue­de equi­vo­car, pero en la trin­che­ra de enfren­te ani­da el enemigo.

El mie­do que gene­ran las cifras abru­ma­do­ras que cam­bian de la maña­na a la noche, cons­ti­tu­ye la base colec­ti­va de esta espe­cie de pac­to social que tole­ra el encie­rro, con la eco­no­mía para­li­za­da y una polí­ti­ca del gobierno que les dis­tri­bu­ye a los pobres e inten­ta sacar­les a los más ricos. En esta lógi­ca va tran­si­tan­do sus pri­me­ros meses Alber­to Fer­nán­dez. A medi­da que cre­cen los infec­ta­dos, aumen­ta la preo­cu­pa­ción de los que están alcan­za­dos por per­te­ne­cer a los ser­vi­cios esen­cia­les de la salud. Se esti­ma que son alre­de­dor de 450 casos de tra­ba­ja­do­res del área alcan­za­dos por la pan­de­mia. La desa­pren­si­va acti­tud de las patro­na­les, suma­da al prag­má­ti­co apren­di­za­je de cómo apli­car pro­to­co­los efi­cien­tes, ha con­ver­ti­do a los luga­res de inter­na­ción (luga­res de tra­ba­jo del per­so­nal sani­ta­rio) en el cam­po de bata­lla. Un sen­ti­mien­to de que inevi­ta­ble­men­te todos van a ser alcan­za­dos los inva­de. Esto se extien­de al per­so­nal de aten­ción de los geriá­tri­cos, don­de la entra­da del virus se per­ci­be como un cer­ti­fi­ca­do de defun­ción, La Inter­sin­di­cal de Dere­chos Huma­nos se pro­nun­ció al res­pec­to soli­da­ri­zán­do­se con los tra­ba­ja­do­res de la salud:

“Nos soli­da­ri­za­mos y nos suma­mos al recla­mo de lxs tra­ba­ja­dorxs de salud des­pués de que vimos en las noti­cias la desidia y el inte­rés eco­nó­mi­co de muchxs empre­sa­rios, que lo ponen por enci­ma de la salud de lxs que deben cui­dar­nos. (…). Nin­gún tra­ba­jadxr es un núme­ro, somos todxs per­so­nas con una fami­lia detrás, a lxs que tam­bién se expo­ne. Apren­di­mos de este virus que no hace dife­ren­cia de cla­se social, eco­nó­mi­ca, ni geo­grá­fi­ca. ¡Con lo cual nos deja para pen­sar qué tipo de socie­dad que­re­mos para nosotrxs y nues­tro futu­ro, ya que nos demues­tra que todxs somos iguales!”

Rebe­lión en la granja

Anto­nio Caló, secre­ta­rio gene­ral de los meta­lúr­gi­cos, afir­mó que pre­fe­ría “reba­jar el sala­rio para pre­ser­var los pues­tos de tra­ba­jo”. Son polé­mi­cas decla­ra­cio­nes, ya que exis­te una ley anti­des­pi­dos y el gobierno recla­ma que no haya reba­jas sala­ria­les: las pro­tes­tas se expan­die­ron por las sec­cio­na­les a la velo­ci­dad de un tsu­na­mi. “No es un pro­ble­ma de inter­pre­ta­ción lo suce­di­do, sino que el pro­ble­ma es lo que dijo”, afir­mó un vete­rano diri­gen­te de pro­fe­sión tor­ne­ro. En un año elec­to­ral para la otro­ra pode­ro­sa UOM, el actual secre­ta­rio gene­ral (que ya superó los 70 años) car­ga la pesa­da mochi­la de suce­der a Loren­zo Miguel, un his­tó­ri­co cau­di­llo sin­di­cal de noto­rio peso en el con­cier­to nacio­nal. La figu­ra de Caló no se des­ta­ca por la auda­cia de quie­nes lo pre­ce­die­ron en el car­go. Los cua­tro man­da­tos que lle­va no alcan­za­ron para recu­pe­rar el papel pro­ta­gó­ni­co que siem­pre tuvo la UOM en el con­cier­to de los sin­di­ca­tos argen­ti­nos. Otros diri­gen­tes ocu­pa­ron ese espa­cio, como Hugo Moyano, y hay lide­raz­gos inter­nos al gre­mio que pujan por la suce­sión. En las gran­des empre­sas los acuer­dos se rea­li­zan en las sec­cio­na­les y con las comi­sio­nes inter­nas. Al Secre­ta­rio Gene­ral sólo le que­da la lapi­ce­ra para fir­mar los con­ve­nios y recau­dar los apor­tes. Cuan­do se cono­ció que el gobierno car­ga­rá con el 50% de los sala­rios caí­dos, ya era tar­de. El incen­dio se había pro­pa­ga­do y el secre­ta­rio gene­ral se había inmo­la­do. Final­men­te la UOM no cerró el acuer­do por la reba­ja de los pagos con moti­vo de las sus­pen­sio­nes, como pre­ten­día Caló.

El paro de los tra­ba­ja­do­res de las pla­ta­for­mas en varios paí­ses da cuen­ta de la inci­pien­te volun­tad de sin­di­ca­li­zar­se de uno de los más pre­ca­rios e inde­fen­sos sec­to­res labo­ra­les. Su impor­tan­cia expo­nen­cial en estos días les da la opor­tu­ni­dad de visi­bi­li­zar­se. Como los peo­nes de las estan­cias de San­ta Cruz hace un siglo, que recla­ma­ban un paque­te más de velas y que las ins­truc­cio­nes de los boti­qui­nes sean tra­du­ci­das al cas­te­llano, ellos piden bar­bi­jos y alcohol en gel. Según Pedro Brie­ger, un refe­ren­te de los huel­guis­tas seña­ló: “Sólo reci­bi­mos un kit con un bar­bi­jo des­car­ta­ble y una bote­lli­ta de alcohol en gel en Pedi­dos Ya y un kit de bar­bi­jo y guan­tes en Glo­vo La Pla­ta. En Capi­tal, un bar­bi­jo y un alcohol en gel peque­ño. Yo tra­ba­jo en Rap­pi y no reci­bí nada, Uber Eats tam­po­co brin­dó ele­men­tos de segu­ri­dad”. Son los here­de­ros de la “caba­lle­ría de la liber­tad” que dio bata­lla en las calles el 19 y 20 de diciem­bre del 2001. De la tra­di­ción de aque­llos fun­da­do­res del SIMECA (men­sa­je­ros y cade­tes) salen estos jóve­nes celu­lar en mano para visi­bi­li­zar sus recla­mos con gran potencia.

Son la mar­ca en el ori­llo del empleo en tiem­pos del neo­li­be­ra­lis­mo. Son el des­car­te labo­ral por exce­len­cia. Como los 43.000 des­pe­di­dos de Dis­ney­lan­dia en Esta­dos Uni­dos, son un emble­ma del cas­ti­go capi­ta­lis­ta que no per­do­nó a Rico McPa­to ni a Mic­key Mouse.

La mar­cha de un gru­po deses­pe­ra­do de tra­ba­ja­do­res del Fri­go­rí­fi­co Pen­ta de Quil­mes hacia la Pla­za de Mayo, recla­man­do el pago de sus sala­rios, puso el foco en la hijo­pu­tez del empre­sa­rio Bruz­zo­ne, pro­pie­ta­rio admi­nis­tra­dor de tres fri­go­rí­fi­cos que, apo­ya­do en mar­gi­na­les alqui­la­dos a hin­cha­das de fút­bol y cuen­ta­pro­pis­tas de La Bonae­ren­se, des­co­no­ce la con­ci­lia­ción obli­ga­to­ria y empu­ja a la deses­pe­ra­ción a los tra­ba­ja­do­res que no han per­ci­bi­do su garan­tía hora­ria por dos quin­ce­nas. Los ope­ra­rios fue­ron disua­di­dos de con­ti­nuar vio­lan­do la cua­ren­te­na en el Puen­te Pueyrredón.

Con­ta­mi­na­do por la pes­te de la impu­ni­dad abier­ta de la que pare­cen gozar las patro­na­les de la car­ne, Gena­ro Morro­ne, el admi­nis­tra­dor del Fri­go­rí­fi­co El Fede­ral, tam­bién de Quil­mes, des­co­no­ció cual­quier legis­la­ción tras el dece­so de un tra­ba­ja­dor del Sena­sa y fal­si­fi­có un ampa­ro judi­cial para ingre­sar a la plan­ta y obli­gar a los ope­ra­rios a tomar tareas sin nin­gún pro­to­co­lo sani­ta­rio. Fue denun­cia­do penalmente.

Recla­mos de igualdad

La reu­nión de los repre­sen­tan­tes de las coope­ra­ti­vas de tra­ba­jo y empre­sas recu­pe­ra­das con la comi­sión de dipu­tados la sema­na ante­rior no logró cal­mar la inquie­tud que las des­ve­la. En una car­ta diri­gi­da al minis­tro de Tra­ba­jo Clau­dio Moro­ni le expre­san: “Salu­da­mos la pro­mul­ga­ción del DNU 33220 que crea el Pro­gra­ma de Asis­ten­cia de Emer­gen­cia al Tra­ba­jo y la Pro­duc­ción para emplea­do­res y emplea­do­ras, y tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras afec­ta­dos por la emer­gen­cia sani­ta­ria, aun­que nos preo­cu­pa la nula men­ción de las empre­sas coope­ra­ti­vas vin­cu­la­das a la pro­duc­ción y que que­da­mos com­pren­di­das en el “ais­la­mien­to social, pre­ven­ti­vo y obli­ga­to­rio” dic­ta­do por el DNU 297÷20”, seña­la la misiva.

No están com­pren­di­das en la Ley de Con­tra­to de Tra­ba­jo ni el de las Con­ven­cio­nes Colec­ti­vas de Tra­ba­jo y al ser aso­cia­cio­nes de tra­ba­ja­do­res sin patro­nes que­da­ron fue­ra tan­to de los “Repros” como de las otras for­mas de asis­ten­cia que brin­da el gobierno nacio­nal a las peque­ñas y media­nas empre­sas. Este uni­ver­so con­so­li­da­do des­pués de la cri­sis de fin de siglo ha logra­do una pre­sen­cia y cre­ci­mien­to sig­ni­fi­ca­ti­vo. Muchos sin­di­ca­tos los reco­no­cen esta­tu­ta­ria­men­te como tra­ba­ja­do­res de pleno dere­cho a la sin­di­ca­li­za­ción y a la repre­sen­ta­ción en los car­gos elec­ti­vos, los gobier­nos suce­si­vos no ter­mi­nan de encua­drar­los y las gran­des patro­na­les los siguen con­si­de­ran­do un mal ejem­plo. Para el pre­si­den­te de Conar­co­op (Con­fe­de­ra­ción Argen­ti­na de Tra­ba­ja­do­res Coope­ra­ti­vos Aso­cia­dos), Rami­ro Mar­tí­nez, “lo que soli­ci­ta­mos es una igua­la­ción con los Repros que se les otor­gó a pymes, de tal mane­ra que poda­mos, fren­te a esta situa­ción de cri­sis y fal­ta de tra­ba­jo, dar res­pues­ta y sus­ten­to eco­nó­mi­co a más de 230 coope­ra­ti­vas y 8.000 fami­lias que depen­den de ellas”.

Para dar­le serie­dad a la inten­ción de repa­rar los erro­res y cal­mar el ham­bre, el Pre­si­den­te se reu­nió con el Triun­vi­ra­to de San Caye­tano (el Movi­mien­to Evi­ta y la CTEP, la Corrien­te Cla­sis­ta y Com­ba­ti­va y Barrios de Pie). Tras las tar­je­tas rojas en Desa­rro­llo Social por los sobre­pre­cios, las auto­ri­da­des pro­me­tie­ron ace­le­rar la com­pra de ali­men­tos. Los triun­vi­ran­tes piden por un fon­do para la eco­no­mía popu­lar para dar empleo a tra­ba­ja­do­res infor­ma­les. El ami­go papal Juan Gra­bois recla­mó “un Plan Marshall crio­llo” jun­to con la entre­ga de tie­rras a pro­duc­to­res de ali­men­tos. El sen­ti­do de prés­ta­mos blan­dos para el des­pe­gue se dife­ren­cia de aquel Plan tras la segun­da gue­rra para fre­nar al comu­nis­mo en Euro­pa. En 2020 las gue­rras comer­cia­les se extien­den y Esta­dos Uni­dos pasa por un pési­mo momen­to. Has­ta el FMI podría sus­cri­bir tal “ayu­da”.

En la reu­nión que­dó evi­den­cia­da la mala entre­ga de ali­men­tos en muchos sec­to­res vul­ne­ra­bles del país. Cun­den los temo­res ante con­ta­gios masi­vos de Covid-19 en los barrios y exis­te la nece­si­dad de dar res­pues­ta inme­dia­ta a los tra­ba­ja­do­res de la eco­no­mía popu­lar en fun­ción de la exten­sión del ASPO más allá del 26 de abril, y la dis­cri­mi­na­ción que se per­ci­be en algu­nos luga­res con los infec­ta­dos del virus, en espe­cial el per­so­nal de salud. “No vamos a ceder a las pre­sio­nes para levan­tar la cua­ren­te­na, por­que está com­pro­ba­do que nos fue bien has­ta aho­ra”, dijo el Pre­si­den­te a los diri­gen­tes de movi­mien­tos socia­les que lo escu­cha­ban. El minis­tro Daniel Arro­yo seña­ló la posi­bi­li­dad de ampliar la ofer­ta de pro­vee­do­res de insu­mos des­de su car­te­ra con unos 700 pro­duc­to­res o inter­me­dia­rios dis­po­ni­bles en este perío­do de emer­gen­cia. Los refe­ren­tes recla­ma­ron ade­más ali­men­tos para los 10 mil come­do­res del país, el doble de las com­pras frus­tra­das en marzo.

CABA, terri­to­rio de miedo

Los esta­ta­les denun­cia­ron el exten­di­do plu­ri­em­pleo el con­ta­gio de los com­pa­ñe­ros de salud de la Capi­tal es una olea­da irre­fre­na­ble. Los bajos sala­rios lle­van a enfer­me­ros, per­so­nal de lim­pie­za, auxi­lia­res de medi­ci­na y los mis­mos médi­cos a rea­li­zar ron­di­nes de ins­ti­tu­cio­nes públi­cas a pri­va­das e inclu­so geriá­tri­cos como fran­que­ros o part time. ATE Capi­tal cues­tio­nó con dure­za la acti­tud del gobierno de mini­mi­zar la com­bi­na­ción letal de den­gue y coro­na­vi­rus, que afec­ta a dos sec­to­res socia­les bien dife­ren­cia­dos al sur y el nor­te de la ciu­dad. Rea­li­zan accio­nes para visi­bi­li­zar la explo­si­va situa­ción de fal­ta de insu­mos, los sobre­pre­cios y el entra­ma­do de corrup­ción exis­ten­te. Las accio­nes se rea­li­zan en los cam­bios de turno, con asam­bleas con dis­tan­cia­mien­to social y de for­ma per­ma­nen­te. Los recla­mos se extien­den por todos los hos­pi­ta­les de la ciu­dad don­de fal­tan insu­mos bási­cos de pro­tec­ción para el personal.

Daniel Cata­lano, en repre­sen­ta­ción del colec­ti­vo labo­ral, reali­zó una denun­cia penal por los sobre­pre­cios de los bar­bi­jos y des­de el gre­mio anun­cia­ron que con­ti­nua­rán sus jus­tos recla­mos, toman­do en cuen­ta la res­pon­sa­bi­li­dad social que les cabe. Seña­lan las urgen­tes nece­si­da­des de los com­pa­ñe­ros de Pre­ven­ción del Deli­to que moni­to­rean los hote­les de cua­ren­te­na, los tra­ba­ja­do­res que acom­pa­ñan los rete­nes de trán­si­to, que siguen en con­di­ción pre­ca­ria de mono­tri­bu­tis­tas y expues­tos al con­ta­gio por múl­ti­ples con­tac­tos, que ya es hora de que pasen a plan­ta permanente.

Un silen­cio­so ante­pro­yec­to de ley sigue su cur­so para dotar de herra­mien­tas peli­gro­sas al empe­ra­dor muni­ci­pal. Larre­ta pre­ten­de sus­pen­der obras y reasig­nar par­ti­das con una emer­gen­cia eco­nó­mi­ca a medi­da de su polí­ti­ca. Soli­ci­ta a la legis­la­tu­ra manos libres para rea­li­zar el pago dife­ri­do de pro­vee­do­res, sala­rios de los tra­ba­ja­do­res y otras vie­jas ambi­cio­nes neoliberales.

Un tra­ba­ja­dor del área de lim­pie­za del sub­te por­te­ña dio posi­ti­vo al coro­na­vi­rus y per­ma­ne­ce inter­na­do en una clí­ni­ca del sur bonae­ren­se, y se deter­mi­nó el ais­la­mien­to de seis emplea­dos del mis­mo sec­tor que pudie­ron tener con­tac­to con él en los últi­mos días, mien­tras que se ini­ció una desin­fec­ción del ámbi­to labo­ral con armo­nio cua­ter­na­rio, indi­ca­do para la eli­mi­na­ción del virus.

«Ayer por la noche reci­bi­mos la con­fir­ma­ción de que un tra­ba­ja­dor del turno noche de la línea E dio posi­ti­vo en su hiso­pa­do para coro­na­vi­rus», sos­tu­vo, por su par­te, el secre­ta­rio de pren­sa de la Aso­cia­ción Gre­mial de Tra­ba­ja­do­res del Sub­te y Pre­me­tro (AGTSyP), Enri­que Rositto.

Tras la rati­fi­ca­ción del aumen­to del ABL, en un con­tex­to de con­ge­la­mien­to sala­rial de las asig­na­cio­nes fami­lia­res, el secre­ta­rio Gene­ral de la CTA Ciu­dad, Eduar­do López, se mani­fes­tó a favor de que en la ciu­dad de Bue­nos Aires se avan­ce, como a nivel nacio­nal, en un impues­to a los sec­to­res con mayor capa­ci­dad con­tri­bu­ti­va para hacer fren­te a las con­se­cuen­cias sani­ta­rias y eco­nó­mi­cas de la pan­de­mia de coro­na­vi­rus. López expre­só su res­pal­do a la ini­cia­ti­va legis­la­ti­va que pro­po­ne esta­ble­cer un impues­to espe­cial del uno por cien­to a aque­llas empre­sas radi­ca­das en el terri­to­rio por­te­ño que hayan tri­bu­ta­do en con­cep­to de Ingre­sos Bru­tos más de 30 millo­nes de pesos en 2019. Esto inclu­ye a las gran­des enti­da­des ban­ca­rias y finan­cie­ras que tie­nen su sede en este dis­tri­to. El pro­yec­to pre­vé que el 50 por cien­to de lo recau­da­do se asig­ne a polí­ti­cas sani­ta­rias y el 50 res­tan­te al abas­te­ci­mien­to de come­do­res esco­la­res y meren­de­ros en los barrios más humil­des, así como a la asis­ten­cia a peque­ñas empre­sas afec­ta­das por la caí­da de la acti­vi­dad eco­nó­mi­ca. Para López, “la dis­yun­ti­va es si la cri­sis que gene­ra esta pan­de­mia se paga afec­tan­do la rique­za de 5.000 gran­des for­tu­nas o rifan­do la salud de millo­nes de habitantes.”

A todo este pano­ra­ma se le suma la para­li­za­ción de la indus­tria petro­le­ra, las difi­cul­ta­des de man­te­ner las expor­ta­cio­nes de gra­nos por la his­tó­ri­ca bajan­te del Rio Para­ná, sabien­do que más del 75% de lo se expor­ta sale de los puer­tos situa­dos entre Tim­búes y Rama­llo (sur de San­ta Fe y nor­te de Bue­nos Aires), el impac­to de la “Ope­ra­ción Vicen­tin” agre­ga incer­ti­dum­bre y la indus­tria pesa­da para­li­za­da nos pin­ta un cua­dro a lo Guernica.

Una bata­lla de nue­vo tipo con­tra un enemi­go invi­si­ble se está libran­do en todo el mun­do y tam­bién en Argen­ti­na. No solo la pes­te está en cues­tión, sino el mode­lo eco­nó­mi­co y social de la glo­ba­li­za­ción que paten­ti­za la cri­sis. Todos somos tra­ba­ja­do­res de la salud, de los médi­cos cuba­nos, de los maes­tros y de ese ejer­ci­to de volun­ta­rios de las orga­ni­za­cio­nes sociales.

*Fuen­te: El cohe­te a la luna

Impac­to de la cua­ren­te­na en la acti­vi­dad comercial

Sus­pen­sio­nes y reba­jas salariales

La fede­ra­ción de emplea­dos de comer­cio con­va­li­dó la situa­ción con el fin de “man­te­ner las fuen­tes de trabajo”.

Por Flo­ren­cia Barragan

Miles de comercios están cerrados desde hace un mes. 

Miles de comer­cios están cerra­dos des­de hace un mes. 


Ima­gen: Lucía Grossman

La fede­ra­ción de emplea­dos de comer­cio (Faecys) fir­mó acuer­dos con empre­sas de dis­tin­tos rubros con el fin de “man­te­ner las fuen­tes de tra­ba­jo”. Los pac­tos impli­can sus­pen­sio­nes y reba­jas sala­ria­les de has­ta 20 por cien­to. Si bien los des­pi­dos y las sus­pen­sio­nes están prohi­bi­das por el decre­to 329, se ampa­ran en una acla­ra­ción del mis­mo docu­men­to. Se tra­ta del artícu­lo 223 bis , que esta­ble­ce que podrán lle­var­se a cabo sus­pen­sio­nes fun­da­das en dis­mi­nu­ción de tra­ba­jo, en caso de que sean con­cer­ta­das entre emplea­do y emplea­dor y lue­go homo­lo­ga­das en el Minis­te­rio de Trabajo.

El sin­di­ca­to que con­du­ce Arman­do Cava­lie­ri difun­dió el jue­ves una cir­cu­lar en la que infor­ma que se alcan­za­ron acuer­dos para evi­tar des­pi­dos. El pac­to alcan­za­do con la empre­sa Fala­be­lla impli­ca el pago del 80 por cien­to del sala­rio neto para los tra­ba­ja­do­res que sean licen­cia­dos. En el caso de los emplea­dos de la cáma­ra de call cen­ter de todo el país, con excep­ción de Cór­do­ba, será un 90 por cien­to del neto. Para Musi­mun­do y Fala­be­lla será el 100 por ciento. 

En algu­nos casos, las sus­pen­sio­nes con­cer­ta­das impli­can que el tra­ba­ja­dor con­ti­núe per­ci­bien­do el mis­mo suel­do en mano, pero para la empre­sa si hay una dife­ren­cia, dado que los pagos se rea­li­zan sin el pago de las car­gas socia­les. Los casos en los que el tra­ba­ja­dor con­ti­núa reci­bien­do lo mis­mo se dan cuan­do las reba­jas son del 14 por cien­to del suel­do bru­to, dado que en esto es lo que se les des­cuen­ta todos los meses entre la jubi­la­ción y por la Ley 19.032 es 14 por cien­to. En los suel­dos que se pagan tras el acuer­do 223 bis no se des­cuen­ta ese por­cen­ta­je de apor­te a la segu­ri­dad social, sino sólo el 3 por cien­to de la obra social, al igual que en el suel­do bru­to. “Las empre­sas están usan­do este artícu­lo para bene­fi­ciar­se y no per­ju­di­car al emplea­do”, expli­có a este dia­rio el con­sul­tor tri­bu­ta­rio Sebas­tián Domínguez.

En las sus­pen­sio­nes y reba­jas con­cer­ta­das para los suel­dos de abril, el Esta­do ter­mi­na­rá, en la prác­ti­ca, abo­nan­do más que el 50 por cien­to del suel­do de un tra­ba­ja­dor del sec­tor pri­va­do. Por ejem­plo, un suel­do bru­to de 48.192 pesos, impli­ca tras los des­cuen­tos un suel­do neto de 40.000 pesos. Si se paga­ra el 100 por cien­to de ese suel­do, la empre­sa pon­dría el 50 por cien­to (20 mil pesos) y el Esta­do el otro 50 por cien­to (20 mil) según fue esta­ble­ci­do en la medi­da de sala­rios com­ple­men­ta­rios para las empre­sas que se hubie­ran ano­ta­do en el pro­gra­ma de emer­gen­cia en Afip. La difu­sión de la apro­ba­ción lle­gó en las últi­mas horas.

En cam­bio, con el mis­mo suel­do de 48.192, un hipo­té­ti­co acuer­do del 70 por cien­to del sala­rio bru­to impli­ca­rá, tras el des­cuen­to de la obra social, un suel­do neto de 32.722. Pero el Esta­do esta­ble­ció que paga­rá el 50 por cien­to de los suel­dos netos al mes de febre­ro, que en este ejem­plo era de 40 mil pesos, por lo que abo­na­rá 20 mil pesos de los 32.722 acor­da­dos en el artícu­lo 223 bis. 

La modi­fi­ca­ción del Gobierno sobre la ayu­da esta­tal a las empre­sas fre­nó varios de los acuer­dos sala­ria­les que nego­cia­ban sin­di­ca­tos con com­pa­ñías. Es que el pri­mer decre­to esta­ble­cía que el Esta­do paga­ría un sala­rio míni­mo vital y móvil (16.875 pesos) para las empre­sas de menos de 25 emplea­dos. Con los cam­bios, la asig­na­ción será del 50 por cien­to del sala­rio neto para cual­quier empre­sa, con un tope de dos sala­rios míni­mos. Uno de los acuer­dos que que­dó en stand by es el que nego­cia­ba el sin­di­ca­to de comer­cio con turis­mo. El fin de sema­na ya había un borra­dor que esta­ble­cía que las empre­sas turís­ti­cas de más de 100 emplea­dos podían pagar el 50 por cien­to del sala­rio neto para los tra­ba­ja­do­res que fue­ran licen­cia­dos. Tras la difu­sión del nue­vo pro­gra­ma de emer­gen­cia esta­tal, fue fre­na­do y se defi­ni­rá en las pró­xi­mas horas. 

La cri­sis del Covid empu­ja el deba­te sobre el sala­rio universal

La trans­fe­ren­cia de ingre­sos para aten­der la cri­sis de la pan­de­mia la enca­ra­ron los Esta­dos y no los mer­ca­dos. Des­de ese enfo­que, Tiem­po con­vo­có a opi­nar a seis acto­res de esta his­tó­ri­ca discusión.

(Foto: Télam)

Por Clau­dio Mar­do­nes y Julia Izu­mi

La pan­de­mia del Coro­na­vi­rus reavi­vó la dis­cu­sión sobre la for­ma en que los Esta­dos debe­rían abor­dar una solu­ción a los cre­cien­tes nive­les de des­igual­dad que atra­vie­san a sus habi­tan­tes. Si has­ta hace poco tiem­po el deba­te se asen­ta­ba sobre las con­se­cuen­cias de la acu­mu­la­ción de rique­za pro­ve­nien­te de la acti­vi­dad finan­cie­ra, el retro­ce­so del tra­ba­jo for­mal asa­la­ria­do, la pre­ca­ri­za­ción labo­ral, la des­igual­dad de géne­ro y el avan­ce de la robo­ti­za­ción avan­za­da y la inte­li­gen­cia arti­fi­cial, la emer­gen­cia sani­ta­ria glo­bal obli­gó a ace­le­rar la imple­men­ta­ción de medi­das de trans­fe­ren­cia direc­ta de ingre­sos a la pobla­ción para ate­nuar los efec­tos de la crisis.

Des­de el ini­cio de la pan­de­mia, el gobierno argen­tino puso en mar­cha dis­tin­tas medi­das de con­ten­ción de carác­ter tran­si­to­rio has­ta alcan­zar un uni­ver­so que, según una esti­ma­ción del Cen­tro de Eco­no­mía Polí­ti­ca Argen­ti­na (CEPA), cubre la casi tota­li­dad de la Pobla­ción Eco­nó­mi­ca­men­te Acti­va (PEA). No son equi­pa­ra­bles a una ren­ta bási­ca o ingre­so uni­ver­sal, pero su alcan­ce da cuen­ta de la fra­gi­li­dad eco­nó­mi­ca y social de una por­ción impor­tan­te de la Argen­ti­na. El Ingre­so Fami­liar de Emer­gen­cia con sus casi ocho millo­nes de bene­fi­cia­rios (tra­ba­ja­do­res no regis­tra­dos, mono­tri­bu­tis­tas A y B, per­so­nal de casas par­ti­cu­la­res), el sala­rio com­ple­men­ta­rio para los tra­ba­ja­do­res en rela­ción de depen­den­cia del sec­tor pri­va­do, que se esti­ma alcan­za­rá a otros 3 millo­nes, unos 4 millo­nes que podrían ser cubier­tos gra­cias a los cré­di­tos a tasa del 24% para micro, peque­ñas y media­nas empre­sas, un millón de tra­ba­ja­do­res no for­ma­les que podría acce­der a los cré­di­tos a tasa cero para mono­tri­bu­tis­tas y autó­no­mos con garan­tía del Esta­do Nacio­nal , y los 3,5 millo­nes de emplea­dos del sec­tor públi­co, con­for­man una masa crí­ti­ca de casi 20 millo­nes de bene­fi­cia­rios, sin con­tar las trans­fe­ren­cias a tra­ba­ja­do­res pasivos.

“Las polí­ti­cas esta­ta­les son indis­cu­ti­bles pro­ta­go­nis­tas como herra­mien­tas de com­ba­te a la cri­sis eco­nó­mi­ca que trae apa­re­ja­da la pan­de­mia del COVID-19. Res­pon­den los Esta­dos, no los mer­ca­dos”, expre­sa un infor­me del CEPA del 10 de abril.

El artícu­lo 25 de la Decla­ra­ción Uni­ver­sal de los Dere­chos Huma­nos expre­sa que “toda per­so­na tie­ne dere­cho a un nivel de vida ade­cua­do que le ase­gu­re, así como a su fami­lia, la salud y el bien­es­tar, y en espe­cial la ali­men­ta­ción, el ves­ti­do, la vivien­da, la asis­ten­cia médi­ca y los ser­vi­cios socia­les nece­sa­rios; tie­ne asi­mis­mo dere­cho a los segu­ros en caso de des­em­pleo, enfer­me­dad, inva­li­dez, viu­dez, vejez u otros casos de pér­di­da de sus medios de sub­sis­ten­cia por cir­cuns­tan­cias inde­pen­dien­tes de su volun­tad”. Este acuer­do inter­na­cio­nal, que data de 1948, es el pun­to de par­ti­da del deba­te sobre la ren­ta bási­ca que atra­vie­sa a un amplio aba­ni­co ideo­ló­gi­co de eco­no­mis­tas. Mil­ton Fried­man, uno de los prin­ci­pa­les expo­nen­tes de la escue­la mone­ta­ris­ta de los Chica­go Boys, habla­ba ya en los 60 del impues­to nega­ti­vo sobre la ren­ta, para que el Esta­do pague un sub­si­dio o ren­ta garan­ti­za­da a quie­nes no tie­nen ingre­sos o los tie­nen por deba­jo de un nivel bási­co, al des­ocu­pa­do y tam­bién al ocio­so volun­ta­rio. La Red de la Ren­ta Bási­ca la defi­nió como un sis­te­ma de segu­ri­dad social en el que todos los ciu­da­da­nos o resi­den­tes de un país reci­ben regu­lar­men­te una suma de dine­ro sin condiciones.

En la Argen­ti­na, el con­cep­to de la ren­ta bási­ca fue pro­mo­vi­do con fuer­za duran­te el mene­mis­mo por un sec­tor del movi­mien­to obre­ro orga­ni­za­do, espe­cial­men­te por la CTA, que impul­só un ple­bis­ci­to bajo la sigla del Fren­te Nacio­nal con­tra la Pobre­za (Fre­na­po) que reu­nió más de 2 millo­nes de votos para crear un ingre­so uni­ver­sal. La ini­cia­ti­va que­dó dilui­da al ace­le­rar­se la cri­sis de 2001, pero reto­mó fuer­za con el pro­ce­so de lucha sos­te­ni­do por los movi­mien­tos de tra­ba­ja­do­res des­ocu­pa­dos que logra­ron la imple­men­ta­ción del pri­mer Plan Tra­ba­jar, al que a par­tir de 2009 se sumó la Asig­na­ción Uni­ver­sal por Hijo (AUH), poco des­pués pre­ser­va­da como polí­ti­ca de Esta­do por una ley del Congreso.

Un pun­to de vis­ta común pare­ce atra­ve­sar la dis­cu­sión en la Argen­ti­na: la idea de que toda per­so­na reci­ba una ren­ta uni­ver­sal, inclu­so si no quie­re tra­ba­jar de for­ma remu­ne­ra­da y sin impor­tar si es rico o pobre, resul­ta incó­mo­da. Para algu­nos, cons­ti­tu­ye un sub­si­dio des­ti­na­do a con­ver­tir a los ciu­da­da­nos en meros con­su­mi­do­res, para otros, una nue­va trans­fe­ren­cia de ingre­sos a los sec­to­res con­cen­tra­dos y el sec­tor finan­cie­ro que, por las carac­te­rís­ti­cas des­igua­les de la estruc­tu­ra eco­nó­mi­ca Argen­ti­na, ter­mi­nan apro­pián­do­se de los bene­fi­cios socia­les del Esta­do. Hay quie­nes se mues­tran más pro­cli­ves a las trans­fe­ren­cias de ingre­sos con­di­cio­na­das y diri­gi­das a deter­mi­na­das fran­jas de la socie­dad, y quie­nes pre­fie­ren lla­mar a las cosas por su nom­bre: si no hay tra­ba­jo, hay segu­ro de desempleo.

«El sala­rio uni­ver­sal se vie­ne dis­cu­tien­do en base al futu­ro del empleo: si la robo­ti­za­ción y la ace­le­ra­ción en la inno­va­ción tec­no­ló­gi­ca pue­de lle­var a la des­apa­ri­ción de pues­tos de tra­ba­jo. Eso no está sal­da­do, pero sí se sabe que el des­em­pleo y la pre­ca­ri­za­ción son pro­ble­mas estruc­tu­ra­les que no encuen­tran solu­ción. Yo tien­do a ver al sala­rio uni­ver­sal como una herra­mien­ta de nive­la­ción de opor­tu­ni­da­des: en el capi­ta­lis­mo no exis­te la igual­dad de opor­tu­ni­da­des y esta herra­mien­ta per­mi­te nive­lar algo de las posi­bi­li­da­des de desa­rro­llo per­so­nal en una socie­dad que mar­gi­na a quien no tie­ne nin­gún ingre­so», sos­tie­ne el eco­no­mis­ta a inves­ti­ga­dor Mar­tín Kalós, quien con­si­de­ra que, al obli­gar a expan­dir las redes de con­ten­ción social, la pan­de­mia puso a los paí­ses un paso más cer­ca hacia ese tipo de ingre­sos. «La gran pre­gun­ta –acla­ra- es con qué recur­sos hacer­lo. Está cla­ro que apun­ta a la nece­si­dad que los meca­nis­mos usua­les de mer­ca­do no resuel­ven, sino que la agravan”.

Des­de los movi­mien­tos socia­les, no hay pos­tu­ras comu­nes, pero el eje de la igual­dad de opor­tu­ni­da­des pasa por el empleo. “Es posi­ble lle­gar en algún momen­to a un sala­rio uni­ver­sal como plan­tea el Papa Fran­cis­co, inclu­so en Argen­ti­na, con un Esta­do que pla­ni­fi­que el pleno empleo nue­va­men­te y que inclu­ya las tareas que hacen la eco­no­mía popu­lar: tra­ba­jos de cui­da­do, ven­ta ambu­lan­te, car­to­ne­ros, reci­cla­do­res urba­nos, pro­duc­ción de la tie­rra tenien­do en cuen­ta la agro­eco­lo­gía. No esta­mos hablan­do de sub­si­dio para que­dar­se en la casa. Esta­mos pen­san­do un sala­rio uni­ver­sal que dig­ni­fi­que el tra­ba­jo que noso­tros ya esta­mos hacien­do, pero que hoy no está dig­ni­fi­ca­do”. Este­ban “Grin­go” Cas­tro, secre­ta­rio gene­ral de la Unión de Tra­ba­ja­do­res de la Eco­no­mía Popu­lar (UTEP), recuer­da que el Sala­rio Social Com­ple­men­ta­rio logra­do duran­te la ges­tión de Cam­bie­mos fue un pun­to de par­ti­da, pero advier­te que, al igual que el Sala­rio Míni­mo, Vital y Móvil que­dó retrasado.

Des­de el Polo Obre­ro, Eduar­do “Chi­qui­to” Bebi­lo­ni, pre­fie­re hablar de un “segu­ro de des­ocu­pa­dos o des­em­plea­dos” que ten­ga una iden­ti­fi­ca­ción con el tra­ba­jo: “Noso­tros dife­ren­cia­mos los ingre­sos uni­ver­sa­les en Argen­ti­na. Lo fija­mos en 30 mil pesos por per­so­na mayor de 18 años, de modo que le per­mi­ta a esa per­so­na ali­men­tar­se, aun­que está por deba­jo de la canas­ta de pobre­za y muy lejos de la canas­ta fami­liar que es de 66 mil pesos para una fami­lia tipo, pero lo con­si­de­ra­mos una for­ma de acti­var la eco­no­mía regio­nal y los comer­cios de cer­ca­nía, por­que la gen­te lo des­ti­na­ría a ali­men­tos de pri­me­ra necesidad”.

El inge­nie­ro Enri­que Mar­tí­nez, del Ins­ti­tu­to de Pro­duc­ción Popu­lar, advier­te que en el mar­co de la pan­de­mia, el gobierno cuen­ta con una ven­ta­ja: “Se ha caí­do la barre­ra cul­tu­ral que impi­de finan­ciar pro­yec­tos con emi­sión mone­ta­ria. Hoy es impo­si­ble argu­men­tar que la emi­sión gene­ra infla­ción, pero es dis­tin­to si pen­sa­mos en pro­gra­mas de tra­ba­jo uni­ver­sal. El Esta­do se con­vier­te en una opción de tra­ba­jo, como los que el gobierno quie­re aus­pi­ciar aho­ra en la cons­truc­ción, pero con mayor énfa­sis y con pro­gra­mas más foca­li­za­dos, y se ase­gu­ra que el que no tie­ne tra­ba­jo des­de hace mucho tiem­po, lo obten­drá del Esta­do. En lugar de emi­tir para man­te­ner el con­su­mo emi­ta­mos para desa­rro­llar acti­vi­da­des pen­dien­tes que sólo el Esta­do pue­de finan­ciar”, advierte.

Para Mar­tí­nez, la pan­de­mia con­fir­mó lo que ya se sabía: “Trans­cu­rri­do un mes de la cri­sis, el sis­te­ma finan­cie­ro no ha apor­ta­do nada, es un agen­te a suel­do del Esta­do, por­que el Esta­do pone todo, y ellos cobran el beneficio”.

Des­de el CEPA, Her­nán Lech­ter no des­car­ta el sala­rio uni­ver­sal en un esce­na­rio de nega­ti­vi­za­ción de la dis­tri­bu­ción del ingre­so. “En esta situa­ción de pan­de­mia esa polí­ti­ca me pare­ce bien intere­san­te, pero hacia ade­lan­te somos más pro­cli­ves a las trans­fe­ren­cias con­di­cio­na­das que te per­mi­ten mejo­rar el ingre­so de deter­mi­na­da fran­ja de la socie­dad, en fun­ción de deter­mi­na­dos pará­me­tros, como por ejem­plo, una mujer, madre sol­te­ra, que tie­ne mayor vul­ne­ra­bi­li­dad que otra per­so­na, tal vez tam­bién sin tra­ba­jo, pero sin esa otra con­di­ción adi­cio­nal”, explica.

Eduar­do Levy Yeya­ti, decano de la Escue­la de Gobierno de la Uni­ver­si­dad Tor­cua­to Di Tella y fun­da­dor de la con­sul­to­ra Ely­psis, advier­te que la emer­gen­cia des­nu­dó gran­des hue­cos en las redes de pro­tec­ción social: “En par­ti­cu­lar, en lo que refie­re a tra­ba­ja­do­res infor­ma­les e inde­pen­dien­tes para los que se tuvo que impro­vi­sar una trans­fe­ren­cia, el IFE, con erro­res de exclu­sión y de inclu­sión (per­do­na­bles en la cri­sis) y demo­ras de dis­tri­bu­ción. A esto agre­ga­ría que de esta cri­sis que recién comien­za here­da­re­mos un pro­ble­ma de empleo; un piso de ingre­sos ayu­da­ría a com­pen­sar par­cial­men­te sus con­se­cuen­cias sociales”.

No obs­tan­te, acla­ra que la varian­te del ingre­so uni­ver­sal depen­de de qué pro­ble­ma pre­ten­de resol­ver. “Si es el des­em­pleo tec­no­ló­gi­co, que aún no se veri­fi­ca, ten­dría sen­ti­do una reduc­ción de la jor­na­da jun­to con un “sala­rio com­ple­men­ta­rio” – aun­que habría impor­tan­tes exclu­sio­nes: infor­ma­les, inde­pen­dien­tes, tra­ba­ja­do­res del hogar- . Si el pro­ble­ma es la pobre­za y la indi­gen­cia, enton­ces el piso tie­ne más lógi­ca. Lo que a mi jui­cio no tie­ne dema­sia­do sen­ti­do es la simu­la­ción del tra­ba­jo aso­cia­da al empleo garantizado”.

*Fuen­te: Tiem­po Argentino

PREVENIR LA PANDEMIA EN EL TRABAJO

Será esen­cial el apor­te de los pro­fe­sio­na­les y téc­ni­cos de Salud y Segu­ri­dad en el Trabajo

POR MARCELO AMABLE Y CLAUDIO SAN JUAN

La Orga­ni­za­ción Mun­dial para la Salud advir­tió que un levan­ta­mien­to muy rápi­do de la cua­ren­te­na podría con­du­cir a un “rebro­te mor­tal” de la enfer­me­dad. Y agre­ga­ba que, inclu­so ante una exi­mi­ción pro­gre­si­va y segu­ra (¿”cua­ren­te­na admi­nis­tra­da”?) se debe­rían cum­plir cier­tas con­di­cio­nes para levan­tar el con­fi­na­mien­to. Una de ellas, es “poner en mar­cha medi­das de pre­ven­ción en el trabajo”.

El 13 de abril, el gobierno emi­tió el Decre­to 3672020 don­de se reco­no­ce a la Covid-19 como pre­sun­ta Enfer­me­dad Pro­fe­sio­nal no lis­ta­da para aque­llos tra­ba­ja­dorxs que rea­li­zan tareas esen­cia­les y están excep­tuadxs del cum­pli­mien­to de la cua­ren­te­na. Esta deci­sión, tan espe­ra­da, era nece­sa­ria para la pro­tec­ción de esxs tra­ba­ja­dorxs que ayu­dan al res­to de la pobla­ción a sobre­lle­var el ais­la­mien­to pre­ven­ti­vo de mane­ra segu­ra y tran­qui­la. Pero, fun­da­men­tal­men­te, por­que gene­ra un mar­co legal para que los dis­tin­tos acto­res del Sis­te­ma de Pre­ven­ción de Ries­gos en el Tra­ba­jo pue­dan ocu­par­se de la pre­ven­ción de la Covid-19.

Sin embar­go, dicho Decre­to no aca­ba de garan­ti­zar las herra­mien­tas para ges­tio­nar la epi­de­mia en los luga­res de tra­ba­jo y reque­ri­rá futu­ras reso­lu­cio­nes admi­nis­tra­ti­vas que aca­ba­rán por deli­mi­tar la imple­men­ta­ción de un mode­lo de ges­tión de la pre­ven­ción de ries­gos labo­ra­les mien­tras dure la cua­ren­te­na. Es una situa­ción nue­va que pue­de ser tran­si­to­ria o pue­de que dure más de lo que todos ima­gi­na­mos. Por lo tan­to, la opi­nión de los pro­fe­sio­na­les y téc­ni­cos de la pre­ven­ción debe­ría tener­se en cuen­ta, ya que en defi­ni­ti­va serán quie­nes imple­men­ten esas medi­das con­cre­tas que pro­te­ge­rán a
tra­ba­ja­dorxs.

His­tó­ri­ca­men­te la salud labo­ral ha sido un sos­tén fun­da­men­tal de la salud públi­ca. Tal vez como nun­ca antes, hoy es evi­den­te la nece­sa­ria con­tri­bu­ción de los pro­fe­sio­na­les y téc­ni­cos de los Ser­vi­cios de Salud y Segu­ri­dad en el Tra­ba­jo para enfren­tar esta epi­de­mia. Se tra­ta de un colec­ti­vo de tra­ba­ja­dorxs con un alto nivel de espe­cia­li­za­ción, de cono­ci­mien­tos impres­cin­di­bles para pre­ve­nir la pro­pa­ga­ción del virus SARS-Cov‑2 entre la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra. Ade­más, al igual que los tra­ba­ja­dorxs de la salud, poseen el com­pro­mi­so éti­co y la res­pon­sa­bi­li­dad social que su labor requie­re en estas cir­cuns­tan­cias tan críticas.

Sólo por men­cio­nar algu­nos ejem­plos de las tareas pre­ven­ti­vas que debe­rán comen­zar a imple­men­tar los Ser­vi­cios de Salud y Segu­ri­dad: entre las acti­vi­da­des esen­cia­les no todos los pues­tos de tra­ba­jo ten­drán los mis­mos nive­les de expo­si­ción: en algu­nos los con­tac­tos con ciu­da­da­nos, usua­rios, clien­tes o pacien­tes será mayor que en otros. Las Eva­lua­cio­nes de Ries­go para iden­ti­fi­car aque­llos pues­tos de mayor expo­si­ción serán una herra­mien­ta de ges­tión nece­sa­ria para imple­men­tar medi­das pre­ven­ti­vas espe­cí­fi­cas y un ade­cua­do sis­te­ma de vigi­lan­cia epi­de­mio­ló­gi­ca. De esta mane­ra, inclu­so las ARTs, tam­bién podrán tener el lis­ta­do de per­so­nal según la carac­te­ri­za­ción de la expo­si­ción al ries­go de con­ta­gio 9, lo que faci­li­ta­rá el reco­no­ci­mien­to de la Enfer­me­dad Profesional.

Otro ele­men­to a tener en con­si­de­ra­ción será la ges­tión de las licen­cias de aque­llos tra­ba­ja­dorxs que pue­dan estar sos­pe­chadxs de infec­ción. Habrá que pro­to­co­li­zar los pasos a seguir des­de el momen­to que una per­so­na con sín­to­mas espe­ra la con­fir­ma­ción de su diag­nós­ti­co e ini­cia su ais­la­mien­to, la mane­ra como se pro­ce­de­rá en el lugar de tra­ba­jo, la comu­ni­ca­ción a los com­pa­ñerxs de esa per­so­na, iden­ti­fi­car quién estu­vo en con­tac­to, valo­rar su expo­si­ción, ini­ciar, a su vez, los pro­ce­di­mien­tos de ais­la­mien­to aun­que sean asin­to­má­ti­cos. Ade­más, siem­pre pre­ser­van­do la pri­va­ci­dad de todos en la medi­da que resul­te posi­ble y evi­tan­do aumen­tar los ries­gos psi­co­so­cia­les debi­dos a las estig­ma­ti­za­cio­nes y miedos.

Los Ser­vi­cios de Medi­ci­na del Tra­ba­jo ten­drán una res­pon­sa­bi­li­dad cla­ve en las rein­cor­po­ra­cio­nes de mane­ra segu­ra, tan­to para las per­so­nas dadas de alta, como en los casos sos­pe­cho­sos que final­men­te den resul­ta­do nega­ti­vos en su tests y lxs tra­ba­ja­dorxs sanxs.

Por su par­te, a los Ser­vi­cios Segu­ri­dad e Higie­ne tam­bién les cabe un rol. Sin dudas, no sólo la higie­ne per­so­nal será deci­si­va, sino tam­bién la de super­fi­cies, mate­ria­les y equi­pa­mien­tos. Estos Ser­vi­cios debe­rán invo­lu­crar­se más que nun­ca en los pro­duc­tos que se uti­li­zan para lim­piar (que sean los ade­cua­dos y que no gene­ren otros ries­gos para la salud), en la fre­cuen­cia con la que se rea­li­za la lim­pie­za, orga­ni­zar­la ante los cam­bios de tur­nos, en la pro­tec­ción de lxs tra­ba­ja­dorxs que la rea­li­zan aun­que sean ter­ce­ri­za­dos, la homo­lo­ga­ción de los Ele­men­tos de Pro­tec­ción Indi­vi­dual que se usan, etc.

Un capí­tu­lo espe­cial será la ven­ti­la­ción de los luga­res de tra­ba­jo, más aho­ra que se acer­ca el invier­to y los sis­te­mas de cale­fac­ción pue­den gene­rar serios pro­ble­mas de salud colec­ti­va. Tam­bién habrá que redi­se­ñar las acti­vi­da­des y pues­tos de tra­ba­jo. Los Ser­vi­cios de Salud y Segu­ri­dad ten­drán que cola­bo­rar en orga­ni­zar aque­llas acti­vi­da­des que pue­den rea­li­zar­se de mane­ra remo­ta y en las reco­men­da­cio­nes sobre ries­gos para la salud entre quie­nes las reali­cen. Tam­bién serán fun­da­men­ta­les sus cono­ci­mien­tos para redi­se­ñar los pues­tos de tra­ba­jo per­mi­tien­do el dis­tan­cia­mien­to de 2 metros entre per­so­nas. Asi­mis­mo debe­rán ase­gu­rar que esas dis­tan­cias pue­dan res­pe­tar­se en los ves­tua­rios, come­do­res, pasi­llos y luga­res don­de se reali­cen acti­vi­da­des comu­nes o haya des­pla­za­mien­to de personas.

En defi­ni­ti­va, casi nada podrá hacer­se como se hacía habi­tual­men­te por­que la situa­ción es extra­or­di­na­ria. Al menos mien­tras dure la epi­de­mia, cada acti­vi­dad labo­ral, cada pro­ce­so de tra­ba­jo, cada esta­ble­ci­mien­to reque­ri­rán adap­ta­cio­nes a esta nue­va reali­dad. Y las empre­sas dis­po­nen de pro­fe­sio­na­les que saben cómo hacer­lo e inclu­so podrían con­tar con el ase­so­ra­mien­to de las ARTs para hacer­lo con mayor efi­cien­cia. Exis­te un con­jun­to de cono­ci­mien­tos espe­cia­li­za­dos y recur­sos dis­po­ni­bles en el Sis­te­ma de Pre­ven­ción de Ries­gos de Tra­ba­jo que debe­rían ser úti­les para la pre­ven­ción de la epi­de­mia, pero la posi­bi­li­dad de des­apro­ve­char­los por la mer­can­ti­li­za­ción del pro­pio Sis­te­ma es real.
Hace algu­nas sema­nas el Direc­tor Gene­ral de la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo, Guy Ryder, seña­la­ba que “la pan­de­mia ha expues­to sin pie­dad los pro­fun­dos fallos de nues­tros mer­ca­dos labo­ra­les”, así como la fra­gi­li­dad de los sis­te­mas nacio­na­les de Salud y Segu­ri­dad en el Tra­ba­jo. Un ejem­plo de ello es la Argen­ti­na, don­de la Covid-19 deja­rá de ser una pre­sun­ta Enfer­me­dad Pro­fe­sio­nal no lis­ta­da cuan­do se ter­mi­ne la cua­ren­te­na. Al menos para la mayo­ría de lxs tra­ba­ja­dorxs en acti­vi­da­des esen­cia­les, por­que los sani­ta­rios esta­rán pro­te­gi­dos por un perío­do de tiem­po mayor: mien­tras dure la Emer­gen­cia Sani­ta­ria y has­ta 60 días lue­go de su posi­ble fina­li­za­ción (¿será que la laten­cia de la
enfer­me­dad es mayor entre lxs pro­fe­sio­na­les asis­ten­cia­les que entre repar­ti­dorxs de delivery?).

En todo caso, podría­mos pre­gun­tar­nos, ¿qué ter­mi­na­rá antes, la cua­ren­te­na o la epi­de­mia? Y, enton­ces, ¿qué mar­co legal que­da­rá para afron­tar la epi­de­mia en los luga­res de tra­ba­jo cuan­do la cua­ren­te­na ter­mi­ne? Cuan­do el res­to de los tra­ba­ja­dorxs vuel­van a tra­ba­jar des­pués del ais­la­mien­to social pre­ven­ti­vo y obli­ga­to­rio, lo harán en un esce­na­rio de cir­cu­la­ción del virus don­de el cono­ci­mien­to cien­tí­fi­co, has­ta el momen­to, no tie­ne cer­te­zas sobre la pro­duc­ción de los anti­cuer­pos y su dura­ción ni en los pacien­tes dados de alta, ni en la pobla­ción sana. Se encon­tra­rán des­pro­te­gidxs por par­te del Sis­te­ma de Pre­ven­ción de Ries­gos del Tra­ba­jo. ¿Cómo se podrá pro­te­ger a lxs tra­ba­ja­dorxs que deben ausen­tar­se del tra­ba­jo por sos­pe­cha de Covid-19 si no hay reco­no­ci­mien­to de la enfer­me­dad pro­fe­sio­nal? Pues, a cos­ta de la pér­di­da de sus ingre­sos per­so­na­les y de car­gar cos­tes a los emplea­do­res y pres­ta­cio­nes asis­ten­cia­les a los sis­te­mas de obras socia­les o del sec­tor públi­co de aten­ción. ¿Cómo se evi­ta­rá el ocul­ta­mien­to de los casos con­fir­ma­dos si eso con­lle­va pér­di­das eco­nó­mi­cas para todos?

Al decir de Guy Ryder de la OIT: “Al no tener dere­cho, en muchos casos, a una licen­cia por enfer­me­dad remu­ne­ra­da, cui­da­dorxs y repar­ti­dorxs, de quie­nes todos depen­de­mos aho­ra, sue­len ver­se pre­sio­nadxs a seguir tra­ba­jan­do inclu­so si están enfermxs”. Y tra­ba­jar enfer­mo en con­tex­to de epi­de­mia es garan­tía de cir­cu­la­ción del SARS-Cov‑2. El ais­la­mien­to de los casos sos­pe­cho­sos y con­fir­ma­dos pero tam­bién el de los posi­bles, com­pa­ñerxs asin­to­má­ticxs, será cla­ve para ges­tio­nar la epi­de­mia. En la medi­da en que reduz­ca­mos las incer­ti­dum­bres eco­nó­mi­cas indi­vi­dua­les favo­re­ce­re­mos la pre­ven­ción colec­ti­va. La pre­ven­ción de la pan­de­mia tam­bién se jue­ga en los luga­res de tra­ba­jo. Sin embar­go, par­te de los acto­res cla­ves como son los Ser­vi­cios de Salud y Segu­ri­dad en el Tra­ba­jo toda­vía se encuen­tran lejos de los pará­me­tros del Con­ve­nio 161 de la OIT en lo que res­pec­ta al goce pleno de “inde­pen­den­cia pro­fe­sio­nal, tan­to res­pec­to del emplea­dor como de lxs trabajadorxs”.

La casi tota­li­dad de los Ser­vi­cios en la Argen­ti­na están exter­na­li­za­dos y pre­ca­ri­za­dos, y ni siquie­ra exis­te un regis­tro de pro­fe­sio­na­les que per­mi­ta regu­lar el ejer­ci­cio de la pro­fe­sión. Por ejem­plo, la asig­na­ción de horas sema­na­les de los Ser­vi­cios (Decre­to 133896) debe revi­sar­se para mejo­rar sus con­di­cio­nes de tra­ba­jo y ampliar su dedi­ca­ción a las tareas que la salud públi­ca les deman­da en estos momen­tos. Lxs pro­fe­sio­na­les y téc­nicxs de pre­ven­ción de ries­gos del tra­ba­jo, sea de mane­ra indi­vi­dual o a tra­vés de sus cole­gios, carre­ras de gra­dos y post­gra­dos, aso­cia­cio­nes, segu­ra­men­te, ya esta­rán cola­bo­ran­do para enfren­tar esta epi­de­mia. No obs­tan­te, ellxs tam­bién nece­si­tan herra­mien­tas lega­les ante una situa­ción excep­cio­nal. La mane­ra en que se sal­ga de la cua­ren­te­na depen­de de ello. En caso con­tra­rio, ante un rebro­te de la enfer­me­dad podría esfu­mar­se en los luga­res de tra­ba­jo el esfuer­zo que toda la socie­dad rea­li­za­ra has­ta aquí en el ais­la­mien­to social, pre­ven­ti­vo y obli­ga­to­rio, tal como lo advir­tió la OMS.

* Mar­ce­lo Ama­ble: Pro­fe­sor del Gru­po de Estu­dios en Salud Ambien­tal y Labo­ral, Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Ave­lla­ne­da.
Clau­dio San Juan: Pro­fe­sor de Prác­ti­ca Pro­fe­sio­na­li­zan­te en Salud y Segu­ri­dad en el Tra­ba­jo, Ins­ti­tu­to Supe­rior Octubre.

Itu­rria /​Fuen­te

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