Por Nicolás Adet Larcher, Resumen Latinoamericano, 14 abril 2020
La Red de Organizaciones Contra la Violencia Institucional de Santiago del Estero emitió un comunicado donde denuncian el incremetno de casos de violencia institucional.
La Red de Organizaciones Contra la Violencia Institucional de
Santiago del Estero emitió un comunicado donde denuncia las distintas
situaciones de violencia policial que están atravesando los barrios
populares de la ciudad capital. En concreto, afirman que aumentaron las
amenazas, los hostigamientos, las lesiones leves, las torturas y las
detenciones temporarias de vecinos y vecinas en las últimas dos semanas,
en el marco de la cuarentena obligatoria.
“Los policías disparan sus escopetas indiscriminadamente contra los
vecinos, apuntando al cuerpo y a pocos metros de distancia”, denuncia el
comunicado que ya recibió la adhesión del Movimiento de Trabajadores
Excluidos (MTE), Madres Unidas del Pacará, H.I.J.O.S., la Asociación por
la Memoria, la Verdad y la Justicia, el Equipo de Estudios
socio-jurídicos del Indes (UNSE), Vamos – Frente Patria Grande SDE,
Asociación de Ex presos políticos de Santiago del Estero, Nueva Mayoría,
Barrios de Pie/Libres del Sur y Frente Barrial 19 de diciembre.
En los barrios la Católica, Bosco, Huaico Hondo, Tarapaya, 8 de
abril, Belén, Pacará y Ejército Argentino, varias personas reportaron
haber visto a jóvenes que habían sido detenidos, supuestamente por
violar la cuarentena, “tan golpeados que apenas podían caminar o
moverse”. En su comunicado, la Red enumera situaciones como: ingresos de
la policía a domicilios por la fuerza, maltratos a vecinos y vecinas
por estar en la puerta de sus domicilios, vecinos que salen
escondiéndose en la oscuridad a comprar lo que necesitan por miedo a que
los detengan o maltraten. Detenidos que deben estar de pie por 4, 8 o
12 horas sin que se les permita ir al baño o alimentarse. Vecinos que
fueron detenidos varias veces porque no pueden evitar salir a buscar
sobras de comida, para llevar a sus familias, en los negocios y
casas. Detenidos en la Escuela de Suboficiales de la Policía que son
obligados a hacer “movimientos vivos” como colimbas. Personas que eran
trasladadas en moto a ser atendidas en centros de salud y fueron
detenidas, con secuestro de vehículo incluído.
Aquí el comunicado completo:
Los barrios populares: ¿zona liberada para las fuerzas policiales?
«¡Cuidado con romantizar la situación! Lo que está haciendo esta
pandemia, en especial a partir de la cuarentena, es sacar de cada
persona lo mejor y lo peor, según su costumbre anterior».
Quienes vivimos y trabajamos en los barrios más vulnerados de
Santiago del Estero hemos padecido, en las primeras dos semanas de esta
cuarentena, innumerables violaciones a los derechos humanos a manos de
las fuerzas de seguridad de la Provincia. Los condicionamientos
devenidos de la imposición de la misma a la población, para evitar la
propagación del coronavirus, sirven de excusa (no de razón) a las
fuerzas policiales para aumentar sus habituales acciones de
hostigamiento, abusos y torturas contra sus habitantes.
Aunque anunciaron que la Policía ahora está para cuidarnos, nada más lejos de la realidad. Además, por qué habrían de cambiar?
Los delitos cometidos por la fuerza de seguridad van desde el abuso
de autoridad, abuso de armas, violación a los deberes de funcionario
público, amenazas, hostigamiento, falsa denuncia, lesiones leves y
graves hasta desaparición temporaria de persona, torturas y tratos
crueles e inhumanos.
Los siguientes son sólo algunos de los casos:
Miércoles 25 de marzo: a las 17 hs fue detenido un vecino del barrio
Bosco ll, quien estaba entregando elementos de higiene a una vecina de
su casa, acusado de violar la cuarentena; fue trasladado a la seccional
5° de Policía. Una hora después negaban a los familiares que él
estuviera en esa dependencia. No quisieron tomarle la denuncia por su
desaparición. Tampoco estaba en otras dependencias policiales. Se dio
intervención a la fiscal de turno, que intervino de oficio, a quien la
policía, en un principio, también negó la presencia del joven en la
comisaría. Poco después “apareció” en la seccional 5° y fue liberado a
las 23.30 hs., aterrorizado y con evidentes signos en su cuerpo y cabeza
de haber sido torturado. Al día siguiente fue realizada la denuncia
penal y el médico forense certificó las lesiones que el médico de
Sanidad Policial no registró.
Sabado 28 de marzo: un matrimonio responsable de un merendero ubicado
en el barrio Huaico Hondo, fue detenido en el barrio Siglo XX a pesar
de contar con permiso para circular cuando iban a retirar mercadería
para el merendero. Fueron trasladados a la seccional 51 y se les
secuestró la moto que utilizaban para trasladar la mercadería.
Recibieron maltrato verbal y psíquico. Los policías les dijeron que no
les importaba los permisos y el merendero, que ellos cumplían las
órdenes del gobierno. Después de varias horas les liberaron. No
quisieron llevarles a su casa; quedaron en la calle a 9 km de la misma.
Varios días permanecieron en una vecina solidaria hasta que lograron
regresar. Deberán pagar la multa para retirar su vehículo. Gracias a la
policía cientos de raciones alimenticias no pudieron llegar a los
estómagos de les niñes del barrio.
Domingo 29 de marzo: 18hs. Un vecino del barrio Bosco ll coloca su
moto en el portón de su casa para lavarla mientras su esposa prepara el
mate. En ese momento se detienen tres móviles policiales y los agentes
le preguntan varias veces de dónde es, a lo que responde que ese era su
domicilio. Igual se lo llevan detenido y le secuestran su moto y la de
un pariente del interior de la casa sin permitirle mostrar la
documentación que confirma sus dichos. Su esposa desesperada les gritaba
que él es su marido, que esa es su casa, que lo suelten hasta que es
amenazada con ser detenida si no se callaba. Permaneció durante diez
horas en la seccional 2°. A pesar de que quedó claro que ese era su
domicilio no le devolvieron ninguna de las motos, que quedaron
secuestradas en la seccional 5° y deberá pagar multas para poder
retirarlas quien sabe cuándo.
Ese mismo día, un vecino fue detenido en la entrada del barrio Belén
cuando regresaba a su hogar de buscar alimentos en un comedor
comunitario. Los efectivos le tiraron la comida en la calle, lo
golpearon y lo llevaron a la seccional 2°. Lo liberaron varias horas
después.
Durante el último fin de semana, vecinos de los barrios 8 de abril,
la Católica. Tarapaya, Bosco, Huaico Hondo, Pacará, Belén, Ejército
Argentino entre otros, reportaron que vieron a jóvenes, que habían sido
detenidos por violar supuestamente la cuarentena, tan golpeados que
apenas podían caminar o moverse; que la policía entra con violencia a
los domicilios para obligar a niños y niñas que juegan y/o mayores que
realizan tareas en sus patios a encerrarse dentro de las casas; que a
las vecinas y vecinos que estaban en las puertas o verjas de sus casas
los apaleaban para que se encierren; que muchos vecinos y vecinas solo
salen escondiéndose en la oscuridad a comprar lo que necesitan por miedo
a que les detengan y maltraten; que cuando están detenidos les tienen
de pie durante 4, 8 o 12 horas sin permitirles ir al baño ni
alimentarse; que hay vecinos que fueron detenidos varias veces porque no
pueden evitar salir a buscar sobras de comida, para llevar a sus
familias, en los negocios y casas; que a los detenidos en la Escuela de
Suboficiales de la Policía les obligan a hacer “movimientos vivos” como a
colimbas (actos por los que varios gendarmes fueron puestos a
disponibilidad en Bs As); que varias personas que eran trasladadas en
moto para ser atendidas en centros de salud fueron detenidas
secuestrándoseles sus vehículos; que los policías disparan sus escopetas
indiscriminadamente contra los vecinos apuntando al cuerpo y a pocos
metros de distancia.
Cómo dijimos antes, las violaciones a los derechos humanos por parte
del personal policial no es nada nuevo para nosotros; es lo cotidiano.
En cambio, en los barrios de clase media como el Autonomía, San
Martín, Newbery, Saint Germain las fuerzas de represión, en
circunstancias similares a las descriptas, no actúan de la misma manera y
sería impensado que así lo hicieran. Y así debe ser.
La provincia estaria yendo a contramano de la dirección que, en
políticas de seguridad, cuidado y contención social en el contexto de la
cuarentena obligatoria, está transitando el Gobierno nacional. Hace
diez días éste instaló la consigna“Quedate en tu barrio” para los
sectores más vulnerables, en respuesta a una propuesta que los curas
villeros le presentaron al Presidente Alberto Fernández. Este concepto
implica, entre otras decisiones del Gobierno, que en las villas, barrios
populares y asentamientos no se les pedirá a la población que se queden
en sus casas sino que se queden en su barrio, atentos a las condiciones
particulares de su hábitat. En este sentido el Ministro de Desarrollo
Social de la Nación, Daniel Arroyo, expresó que “la gente en los barrios
está en las calles, está en las puertas de sus casas, no tienen hogares
amplios y confortables como en la clase media, no puede ser entonces un
aislamiento igual. Lo que tenemos que hacer es que se muevan lo menos
posible en el barrio y que hagan changas cortas…”.
Ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, envió a
todas las fuerzas federales de seguridad un estricto protocolo de
actuación que deberán seguir cuando realicen operativos de protección
civil por la pandemia, después de haber pasado a disponibilidad a
efectivos que cometieron abusos en los últimos días. Una enorme
distancia separa a este actual Ministerio, en su lógica y su accionar,
de la Secretaría de Seguridad de la Provincia.
Las fuerzas policiales no se gobiernan solas (o no deberían). Tienen
responsables institucionales y políticos. Y ser responsable significa
dar respuestas concretas. Hasta ahora es el silencio.