Por Nacho Levy*, Resumen Latinoamericano, 28 abril 2020
«Hace dos días que la Villa 31 no tiene agua, hace 24 horas que no tiene luz y hace 70 años que no tiene respuestas.»
1. El
Barrio Mugica, cuya falaz «urbanización» se ocuparon de promocionar en
todos los medios, no sólo tiene los casos de coronavirus que ya
denunciamos, ¡ahora nos confirman otros nuevos 11 contagios! Y las
medidas están a la vista. Hace dos días que la Villa 31 no tiene agua,
hace 24 horas que no tiene luz y hace 70 años que no tiene respuestas.
2. Todavía no existe ningún proceso de
individualización sobre los grupos de riesgo que debieran ser aislados
del aglomeramiento entre los pasillos estrechos e invisibilizados de la
ciudad más rica del país, donde hoy se cumplen 40 días de Hacinamiento
Barrial Obligatorio.
3.
Frente al abandono en Zavaleta y la Villa 21 – 24 de Barracas, las propias
organizaciones sociales, junto a la Parroquia Caacupé y los
trabajadores de la salud venimos haciendo un relevamiento que implica
también la vacunación y el acompañamiento de los vecinos más
vulnerables: en sólo 4 días, se vacunaron 930 mayores de 65 años, en 15
postas comunitarias.
4. Seguimos enfrentando diariamente
serios problemas para poder acceder al Ingreso Familiar de Emergencia,
por cuestiones burocráticas, por nombres inscriptos que no figuran en el
registro, por las computadoras que faltan, por el acceso imposible a
Internet, por la incompatibilidad con otros parientes, por los trámites
del DNI o por no haber cumplido todavía los 2 años de residencia. Y aun
en aquellas gestiones que lograron completar el trámite, muchos
destinatarios cobrarán ese recurso recién a mediados de mayo, con dos
meses de cuarentena cumplidos.
5. Frente a la dificultad
para conseguir los productos de limpieza, la Secretaría de Desarrollo
Social de Paraná nos entregó un kit por única vez para los comedores
oficiales, que son apenas el 50% de los informales, bien. ¿Saben qué
traen? Dos litros de lavandina y 3 jabones.
6. Ahí, en el
barrio San Martín de Entre Ríos, la cola que se hace larga, pero muy
larga, no es al cajero, ¡es al basural! Ahí, en el Volcadero Municipal,
se acercan cada día más personas buscando comida o materiales para
sobrevivir a la desocupación: se paga $ 4 el kilo de cartón.
7.
Las autoridades provinciales en Córdoba Capital y Mar del Plata, así
como los responsables municipales en Tandil y Rosario, todavía les están
adeudando los cheques alimentarios a los merenderos comunitarios.
8.
Bajo los balcones llenos de aplausos que aturden a Puerto Madryn, los
empleados estatales del Hospital Isola coparon las calles este lunes,
exigiendo el sueldo de marzo.
9. Con las lluvias en
Capital Federal, cae de arriba el agua para la lucha contra el
coronavirus, porque la tan promocionada «urbanización» ni siquiera
garantizó los caños para que AySA pudiera llegar. Y entonces ahora llega
también la temporada de pileta para el dengue, porque no hay
descacharreo, ni recolección, ni fumigación: 2412 casos, sólo en tres
meses, ¡sólo en 3 comunas de la zona sur!
10. La
demanda de nuestros comedores comunitarios aumentó un 40% en los últimos
diez días, que se vuelve un pico del 320% en la curva ascendente del
2020.
11. De las 90 toneladas de secos que baja
bimestralmente el Ministerio de Desarrollo de Nación, para los comedores
que funcionan como brazos del Estado, hay 48 que todavía no han
llegado.
12. Además de 10 compañeros con dengue, hay dos
casos confirmados de Covid-19 en el barrio Los Pumitas de Rosario, donde
el propio municipio nos pidió que no dejara de funcionar nuestro
comedor, debido a la emergencia, pero ahí también deben dos meses de
fondos. Y aun así, nos pidieron que hiciéramos tapabocas y no
entregáramos comida a ninguna persona que no los utilizara, porque «para
eso les mandamos la tela». Pues bien, también nos deben la tela.
13.
Como el Gobierno porteño no acondicionó ningún espacio para recibir a
los grupos de riesgo, ni a los contactos estrechos de las villas y sus
propias autoridades reconocen que sólo cuentan con las 300 camas de los
Curas Villeros, el hotel cooperativo Bauen ofreció cien camas para los
barrios, pero nos dijeron que no: afecta sus negocios inmobiliarios.
14.
A la voluntad manifiesta de ocultar la expansión del virus en los
barrios pobres, porque no quieren aislar a nuestros ancianos en los
mismos hoteles que hospedan a los turistas, ahora se suma el temor
fundado de muchísimas familias a perder sus viviendas en caso de
abandonarlas, por la desesperación que brota del hacinamiento en la
pandemia. Y entonces hay gente que miente, abonando el silencio del
gobierno y del televisor. Miente, porque tiene temor.
15.
Un cuarto de las familias que recibían bolsones en el barrio Las Quintas
de Santa Teresita, más precisamente 50 de las 220, ¡no recibieron ni un
paquete de fideos en 40 días!
16. La diabetes, que por
supuesto representa un factor de riesgo en zonas de clase media, se
vuelve más dramática aún en las barriadas populares, porque se necesitan
4 tiras reactivas diarias para medir el azúcar, una después de cada
comida. Y 50 tiras cuestan 2.500 mangos, de modo que quien usa
efectivamente 120 por mes, se gasta el 50% de la IFE, sólo en eso.
¿Usted cómo haría? Nuestros diabéticos se miden la sangre una vez al
día.
17. Abajo, pero muy abajo, en Tierra del Fuego, el
barrio Mirador, como Escondido, como Obrero, como Kaupen, como Cañadón y
como La Cumbre, no tiene agua potable, ni gas natural, ni luz, ni red
cloacal. Y cuanta sólo con dos canillas comunitarias, que no siempre
funcionan. Quienes no pueden comprar el agua envasada, utilizan
mangueras para tomarla desde un chorrillo que baja de la montaña. Así
cocinan, así curan, así beben, así lavan.
18. Todavía
sigue sin resolverse la problemática de las garrafas para los sectores
populares, que no son beneficiarios del decreto 311, cuando no existe el
gas natural. Una familia tipo debe gastar entonces 2 mil pesos
mensuales, en promedio. Y por eso estamos gritando que, ¡por favor!,
crucen urgente los datos del RENAPER con las empresas de gas, para
realmente poder subsidiar a todas las viviendas afectadas, mediante el
Programa Hogar.
19. Sin excepciones, nuestros dispositivos
alimentarios incrementaron su actividad durante los fines de semana,
cubriendo esos días con ollas populares, transformando merenderos en
comedores y creando 20 nuevas bocas de entrega. Pero aun así, en Viedma,
se han reactivado los grupos de trueque, donde mucha gente lleva sus
bienes más preciados. Para cambiarlos por leche.
20. Por
los humos tóxicos que genera la quema de residuos y el aglomerado de las
casas, cada vez hay más niños con problemas cardíacos y respiratorios
en el barrio Madres a la Lucha de Río Gallegos, donde la única salita
que funciona aborda también a otros 3 barrios. Y sólo atiende por wasap,
con 4 empleados y ninguna ambulancia: toda la ciudad tiene 6, para
95.700 habitantes.
21. Desde las distintas Casas de la
Mujer y las Disidencias de La Poderosa, el feminismo villero viene
acompañando a 383 víctimas de violencia de género, que también conforman
en muchos casos los demás riesgos que requieren resguardo frente a la
pandemia. Y aun así, seguimos padeciendo inadmisibles demoras en las
respuestas institucionales.
22. De todas las vecinas
acompañadas por otras vecinas de distintas asambleas, atrapadas en
situaciones de violencia intrafamiliar, sólo el 35% pudo realizar la
denuncia durante la cuarentena y únicamente al 53% le otorgaron las
medidas de protección que fueron requeridas. De todas ellas, un 56%
tiene personas a su cargo y sólo el 31% cuenta con un ingreso económico
regular, que suelen ser programas de empleo social, en medio del
silencio sepulcral.
23. Una de cada 4 mujeres en nuestros
barrios necesita una solución habitacional urgente, para poder romper el
círculo de violencia. Y mientras tanto: 101 femicidios y
transfemicidios, en 2020.
24. ¡Una primicia que ningún
medio quiso tener! En Zavaleta, decidieron remover a los jefes del
servicio de Prefectura por haber liberado sus 4 consignas
deliberadamente, ¡3 veces en un mismo día! Sí, esa misma zona en la que
asesinaron a 4 personas en el último mes y medio, por el negocio del
narco, las Fuerzas y el periodismo parapolicial. Fueron removidos cuando
lo pudimos demostrar con fotos, pero si no hubiera sucedido lo mismo
que sucede cuando no queda registro: nada. No salió en ningún medio.
25.
En Sierras Chicas, El Sauce no posee red de agua potable, así que
depende del camión que manda la comuna, pero sin una frecuencia
preestablecida: nuestro merendero llegó a estar una semana sin agua. Y
ojalá fuera el problema de apenas un barrio cordobés: en el Yape, Elisa
convive con 8 personas y una cloaca rebalsada, siendo hipertensa, pero
no tuvo respuestas ni cuadrilla hasta que no etiquetamos a los
responsables en Instagram. Y el «arreglo» duró 24 horas.
26.
Distribuidos en algunas provincias mediante cadenas de supermercados
que no existen en otras regiones, los cuadernillos elaborados por el
Ministerio de Educación no están llegando a donde más hacen falta,
mientras Chaco y la Ciudad de Buenos Aires anuncian que podrían «empezar
a evaluar de manera virtual». Mientras tanto, en la vida real, nuestra
asamblea de Juella, en Jujuy, hoy debe organizarse para viajar 8
kilómetros hasta Tilcara, cada vez que necesita conexión o hacer alguna
impresión… Por eso, la Edición Cuarentena de La Garganta estará
dedicada íntegramente a las niñas y niños de las barriadas, traduciendo
el contenido lúdico y pedagógico de los cuadernillos a nuestra impronta,
nuestra identidad y nuestra realidad.
27. A 200
kilómetros de Posadas, en la Aldea Tacuapí Mirí, los seres humanos toman
agua de un arroyo y comen lo que cazan, como por ejemplo gusanos, con
arroz, fideos o polenta, porque no tiene ni un comedor comunitario. Hace
3 meses, literalmente 3 meses, que no los visita ningún agente
sanitario.
28. A la sombra de tantas falsas informaciones,
7 policías fueron desplazados en Misiones, por haber trasladado a un
pibe de 19 años durante cuadras a fuerza de los «rebencazos» que le
daban desde sus motos, en la Colonia Andresito. Tampoco nadie publicó su
grito.
29. Y como nunca se trata de «un caso aislado», el
18 de abril, la Infantería de la misma Policía misionera detuvo a
Gustavo Quevedo en Deseado, cuando iba al almacén. Ahí nomás, le
pidieron cordialmente “veinte flexiones de brazos” y se lo llevaron
detenido, también a punta de rebenque. Lo cagaron a palos y lo
liberaron, sin elaborar ningún acta, ¿para qué?
30. El 1 de abril, en pleno aislamiento, el gobierno de
Córdoba no tuvo mejor idea que suspender los programas de trabajo
provinciales: la inclusión laboral para adultos mayores, el primer
empleo e inserción profesional. Una pavadita, que sólo les cagó la vida a
27 mil personas.
31. A mayor atrincheramiento, mayor
demanda de energía y mayor riesgo eléctrico. Sólo en el último mes, el
barrio porteño de Fátima padeció 3 incendios, que afectaron a 4
familias, todos por explosiones, cortocircuitos y chispazos de cables,
en días de lluvia. Como hoy. Sólo una vez llegaron los bomberos.
32.
El 17 de abril, 122 efectivos penitenciarios de la Unidad Penal N°1 de
Corrientes fueron testeados por ser contactos estrechos de un contagiado
en San Luis del Palmar. Otros 4 agentes más resultaron positivos. Y
entonces, este lunes, 20 internos del Penal iniciaron una huelga de
hambre pacífica pidiendo condiciones de higiene y aislamiento para los
grupos de riesgo, ahí donde se desborda un 40% de superpoblación
carcelaria, porque hay 670 presos, en una unidad para 440. Al día
siguiente, cerca de las 15, reprimieron, hirieron a 12 presos y
asesinaron a José Candia, quien estaba terminando de cumplir una condena
de 6 años por robo: 10 balazos, 7 de goma y 3 de plomo, antitumultos.
«Pero debe ser información discrecional». Son datos del Ministerio de
Seguridad provincial.
33. Rehenes del mismo colapso
alimentario que llegó a cuadriplicar la demanda en el barrio Pellicer de
Mendoza, hace más de 25 días que nuestras asambleas correntinas
debieran haber recibido el camión con la mercadería que le vienen
adeudando. La seguimos esperando.
34. La carga horaria del
«personal de salud alimentaria» aumentó un 50% y también creció un 30%
esa increíble planta voluntaria que nos permite sobrevivir a la
emergencia, pero necesitamos reforzar una vez más el desesperado pedido
por donaciones, porque quedan pocas raciones y se acabaran a la
brevedad: #ContagiáSolidaridad.
35. De los 50 casos
positivos de Covid-19 en La Rioja, hoy 22 son laburantes de la salud,
porque «no toman los recaudos», según el gobernador Ricardo Quintela,
que no tiene nada que ver con todo eso, eh.
36. Toda el
agua que llega hasta el Barrio Cataratas, en Puerto Iguazú, sale de dos
pozos en la zona alta, cuyo acceso se libera 2 días por semana. Los
vecinos llevan sus baldes y se pasan interminables horas esperando en el
mismo lugar. Los dengues, también.
37. Si bien hasta
recién no teníamos casos en la Villa 21 – 24, nos acaban de confirmar el
primero, tras las alertas de los dos positivos en el Hospital Penna, la
segunda casa de toda una inmensa comunidad. A esa doble villa de
Barracas, el 70% del agua llega contaminada, cuando llega, porque además
hay problemas de presión. Y ahí vive nuestro vecino Santos Ruiz, que
tiene 59 años, diabetes, hipertensión y dificultades cardíacas: sólo
tiene agua de noche. Y hoy sobrevive con los bidones que le provee su
asamblea.
38. Entre las mayores preocupaciones para la
Patria Baja, sin dudas está el consumo, pero no sólo ese consumo que
abordan los noticieros con sus traductores macroeconómicos, sino el
consumo problemático de sustancias que llegan donde no llega todo lo
demás: específicamente en Villa 20 (Lugano), Bosco II (Santiago del
Estero) y San Petersburgo (La Matanza), hay muchísimos adictos sin
respuesta, ni contención, porque «no están recibiendo gente los centros
de rehabilitación».
39. A esta hora, todos los centros de
día están cerrados y no se oye una propuesta del SEDRONAR, ni una
preocupación del periodismo. Al igual que el clorhidrato de cocaína, el
consumo de paco puede causar hipertensión arterial y cardiopatía
isquémica, que se asocia además con rabdomiolisis y la falla renal. No
por nada, quienes consumen base muestran cambios a nivel arterial que se
asocian al mayor riesgo cardiovascular, sin contar el humo que afecta
al sistema respiratorio. Y no se olviden, ¡el sistema hospitalario será
el mismo para todos! No basta saludarse con los codos.
40.
Hasta ahora, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hubo al menos un caso
de violencia institucional por día, desde que comenzó la cuarentena. Y
no lo decimos nosotros, ni la prensa, lo dice un informe del Ministerio
Público de Defensa.
Referente de La Poderosa