Resumen Latinoamericano, 2 abril 2020
Comunicado del Circo La Audacia:
Nos ponemos serios porque la Cebra no se merece que hagamos como que todo sigue igual.
La situación que se vive en esta cuarentena pone al descubierto lo que
atraviesan los y las artistas desde hace muchísimo tiempo, con un pesito
más, con un pesito menos; pero siempre al borde de caer. La misma
situación la viven los y las trabajadoras independientes en cualquier
ámbito.
El #QuedateEnCasa,
tan necesario para cuidarnos, impacta de manera muy diferente en cada
uno y en cada una. El aislamiento puede volverse una pausa, puede ser el
descanso que necesitabas; pero a gran parte de las personas se le
volvió incertidumbre, soledad, hambre, desesperación, no saber cómo
seguir. No saber cómo seguir ni cuándo volver a seguir. Cuando el
presente entra en pausa para muchas personas es dejar de tener eso poco
que había, o perder esa miseria que se podía ganar en la diaria. No hay
una posibilidad de cambiar algo a corto plazo.
La muerte de
Pablo Lima pone en evidencia la situación por la que atraviesan la gran
mayoría de las y los artistas de la ciudad de Mar del Plata hoy. Podemos
romantizar a la Cebra Raúl imaginando que hace reír en algún lado a
alguien. Podríamos verlo en la pista y entre malabares gritar:
“Tranquilos, no me mató el coronavirus. Se llama precarización y no
contagia”. Que la muerte de Pablo nos humanice o nos ilumine un poquito
al menos. Porque no vamos a escuchar los gritos de los que caen. No
puede seguir todo como está si más de la mitad del mundo conocido se
está cayendo. Para estas muertes no hay test.
Podemos idealizar
la vida del artista y pensar que es hacer un show por streaming para
que sigamos siendo un poquitos felices en nuestro encierro. Nos podemos
poner en egoístas y decir que bueno, que cada uno elige de qué vivir en
esta vida, a qué atarse, que seguridades darse, los esfuerzos propios,
los propios egoísmo y todo eso que está tan de moda.
¿Es tan así esto? ¿Tan claro vemos todo? ¿Estamos tan libres de todo desastre?
¿Tan vacunaditos contra la desesperación vivimos?
En fin, llegó el coronavirus y taza taza cada cuál a su casa. El tema
es que hay quienes no pueden porque si se quedan quietos no viven. Hoy
no están pudiendo. Mañana no van a poder.
El momento no está nada bueno.
Si tanto nos alegran cuando están en escena. Si tanto les vamos a
extrañar. Si tanto nos duele en todo el cuerpo. Habrá qué ver cómo
hacemos para aceptar que hay un alto porcentaje de personas que no
entran en los casilleros del sistema, que viven en el borde pero que son
necesarios, imprescindibles. El sistema no está conteniendo a ningún artista.
Si vemos eso algo vamos a tener que hacer. Porque sino es una estupidez decir que amamos la cultura. ¿O no?
Gracias siempre Pablo.