Por Verónica Zapata, Resumen Latinoamericano, 26 abril 2020
foto: dirigente cocalero Andrónico Rodríguez
-15 de abril:
Un grupo de 85 policías ingresa al trópico de Cochabamba. Según el gobierno de
facto con el objetivo de “realizar tareas de seguridad y hacer cumplir la
cuarentena”. No hubo coordinación del ingreso de la fuerza con antelación, ni
con las autoridades, ni con las fuerzas armadas locales.
-16 de abril:
Un grupo de pobladores de forma espontánea produjo el repliegue de 8 policías en
Shinahota hacia el cuartel de U.M.O.P.A.R. en Chimoré. En esta región hace 5
meses que no operaba la fuerza policial, pero hay varias unidades militares y se
encuentra U.M.O.P.A.R., y no existen problemas con estas instituciones porque
se coordino su ingreso con autoridades locales. Los policías ingresaron sin
cumplir los protocolos contra el Covid-19. Esta fuerza esta sospechada de estar
infectada, motivo por el cual la población está preocupada de que hayan
provocado un contagio. La región del trópico no posee casos de Covid-19 por la
estricta cuarentena y cuidado sanitario que el pueblo lleva delante de forma
auto organizado y responsable. Este rechazo a la policía, pos golpe de estado, se
origina en el amotinado que provocó la renuncia del ex presidente Morales y la
masacre de sacaba que ocurrió el 10 de noviembre del 2019 en esta región con un
saldo de 9 muertes y decenas de heridos.
El ministro de
gobierno Arturo Murillo responsabilizó a los dirigentes cocaleros y a algunos
alcaldes por la expulsión del grupo de policías y amenazó con procesos penales
a los responsables. Acusó de la organización del incidente a Evo Morales, como
parte de una campaña de demonización del M.A.S. dirigida por Erick Foronda, agente
de la C.I.A. y secretario de Áñez para sacar rédito político. El jefe militar
de la 9° división del ejército desmintió la versión del Murillo y califico de “muy
mala” la llegada de la policía al chapare, sin coordinación previa.
La coordinadora de
las seis federaciones del trópico de Cochabamba en un comunicado, lamentó los
incidentes ocurridos donde 8 funcionarios policiales tuvieron que abandonar el
recinto policial. Afirmó que esta acción no fue organizada por los dirigentes y
que fue una manifestación espontanea motivada en la masacre de sacaba. Responsabilizaron
de lo sucedido a los mandos policiales y al gobierno de facto por no coordinar
el ingreso de la policía con autoridades locales. Ratificaron el cumplimiento
de la cuarentena en coordinación con las unidades militares de la región del
trópico y apoyaron la posición del jefe militar de la novena división del ejército.
-17 de abril:
El gobierno de facto en represalia ordenó cerrar todos los bancos y gasolineras
de la región, congelando las actividades financieras del trópico impidiendo el
cobro de bonos, jubilaciones, etc., y la
compra de medicamentos de parte de las farmacias y postas sanitarias. También,
provocarían al sector piscicultor una gran pérdida con la muerte de 21 millones
de peces porque 6.000 piscinas funcionan con motobombas que utilizan
combustible. Medidas de esta envergadura recuerdan el genocida bloqueo
económico y financiero a países como Cuba y Venezuela, condenadas hoy por el
mundo entero.
-18 de abril:
Se detiene a la comisión municipal de Villa Tunari cuando retornaban del
municipio de Tomina de Chuquisaca, luego de llevar frutas para ese municipio. Se dictó prisión domiciliaria.
19 de abril: Se amenaza con
encapsular a la región, prohibiendo el ingreso y la salida de las personas, a
excepción de los uniformados, incluso la prohibición se extendería hasta a las
ambulancias. Lo que impediría proseguir con la campaña #TropicoSolidario en el
que se reparten frutas a la gente de escasos recursos económicos, así como
el trueque de productos.
‑21 de enero: Andronico Rodríguez en
conferencia de prensa anunció denuncia contra el gobierno de facto ante la
oficina de alto comisionado de naciones unidas para los D.D.H.H., y ante la C.I.D.H. de la O.E.A., por la violación de los
D.D.H.H. en la región del trópico y en Bolivia. “Lamentablemente la solidaridad
se ha criminalizado (…) hoy todo es amenaza,
amedrentamiento y procesos penales. Le decimos al gobierno que la cuarentena se
aguanta con alimentos y medicamentos en casa y no con armamento sometiendo al
pueblo. Nuestra ayuda solidaria desde el trópico es precisamente para aguantar
la cuarentena y para que la gente no salga a las calles por hambre”.
-22 de abril:
Se firma un acuerdo entre el coronel de la policía Franz Sellis, Andronico
Rodríguez, la gobernadora de Cochabamba, el defensor del pueblo, la iglesia
católica, entre otras autoridades a fin de resolver el conflicto que permitiera
el retorno de la policía y el restablecimiento de los servicios bancarios y los
surtidores. Se acordó el desarrollo de los servicios policiales en coordinación con autoridades locales y con
las organizaciones sociales.
-23 de abril:
La policía retorna al chapare y retorna el funcionamientos de bancos y
surtidores con normalidad. Se notifica de una emboscada a efectivos de
U.M.O.P.A.R. en Entre ríos y es presentado en un “gran show” en los medios.
24 abril: Murillo advierte
enviar aviones de guerra al trópico si hay otra arremetida a U.M.O.P.A.R. La
diputada, Juana Quispe acusó de montaje al operativo para hacer quedar mal a la
región, y señaló los numerosos “narcojet” que salen del Beni, de donde es
oriunda Áñez. El 28 de enero fue detenida una avioneta cocaína en México. Murillo sostuvo: “la droga
del narcojet fue cargada en el chapare”, pero luego ante las pruebas admitió
que la cocaína había sido trasladada en vehículos de Y.P.F.B. y cargada en el
aeropuerto de Guayaramerín.
25 de abril: Leonardo Loza,
dirigente del trópico sostuvo que emboscadas y detenciones por narcotráfico es
un “show montado” para ocultar falencias en la lucha contra el Covid-19. Recién
hoy, empezaron a abastecer combustible, por lo que se produjo la anunciada muerte
de millones de peces, provocando pérdidas económicas al sector piscicultor en
plena pandemia. Un atentado a la vida.
El Chapare, núcleo duro de resistencia indígena.
El presidente de
las 6 federaciones del trópico de Cochabamba que nuclea a los cocaleros es Evo Morales
y el vicepresidente, Andronico Rodríguez que con 30 años tuvo fuerte apoyo por
las bases como candidato a la vicepresidencia de Bolivia. Es un joven dirigente
muy querido por las y los bolivianos dentro y fuera del país. Su figura
representa resistencia, unidad y renovación política. El chapare se encuentra
dentro del trópico de Cochabamba, y representa la resistencia indígena ante el
golpe. Este sector ha resistido la represión de U.M.O.P.A.R. y la D.E.A., en el
pasado y el mismo Evo Morales en 1997 fue golpeado y baleado en Nueva Senda por
los militares. En el 2008, Evo expulsó a la D.E.A. de Bolivia por financiar los
intentos de golpe en el país e inició su propia estrategia contra las drogas. El
2006 el The New York Time destaca la lucha antidroga del país. Al Chapare
acudió Morales para anunciar su renuncia y desde allí partió al exilio
protegido por más de 10 mil cocaleros. Esta zona vivió momentos de alta tensión
durante el golpe de estado último, pero siempre fue señalada como zona roja por
su heroica lucha en contra de la erradicación de la hoja de coca y la defensa de
la dignidad y la cultura indígena que se
identifica con el consumo ancestral de
la hoja de coca. Se demostró al mundo mediante estudios de la universidad de
Harvard de E.E.U.U., las propiedades medicinales y nutritivas de la hoja de
coca. El 2013 se conquista el reconocimiento mundial al derecho al acullico y su despenalización, lo que implica la no
erradicación total de la hoja de coca en territorio boliviano tras más de 50
años de criminalización de esta tradición. Se logra un cambio en la Convención
Sobre Estupefacientes de la O.N.U. y con ello el reconocimiento mundial de la
identidad del país, con el apoyo de 169 países y la objeción de solo 15 con E.E.U.U.
a la cabeza. Sobre este sector recaen acusaciones de “narcotráfico” y todo tipo
de ataques debido su inclaudicable lucha anticolonial donde la consciencia de
clase se fusiona con la consciencia de la identidad indígena y del territorio, logrando
una síntesis superadora y rompiendo esquemas teóricos marxistas. El Chapare es
el reservorio moral y revolucionario de Bolivia y esperanza de un pueblo
indígena que trasciende las fronteras como nación. Es ejemplo de resistencia a
políticas imperiales contra la falsa “lucha contra el narcotráfico” y
coloniales basadas en el control generando miedo, fragmentación, violencia y
traición, quebrando todo lazo de unión y organización popular como ocurrió en
la época colonial. El chapare se respeta porque es vanguardia de lucha indígenas
cuya Whipala se sostiene en alto hace más de 500 años, por la libertad, la
soberanía, la independencia y el reconocimiento y respeto a nuestra identidad.
(*)Verónica Zapata,
periodista y psicóloga de Cochabamba, Bolivia.