Se trata de Mauricio Jara que era creador de varios grupos de WhatsApp, como cualquier otra persona que se mueve por las redes. En realidad, su gran delito es que elogiaba al ex presidente Evo Morales y criticaba a la dictadura encabezada por la señora Añez. Jara fue capturado en Santa Cruz por los uniformados de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) luego de un patrullaje cibernético por agentes peritos y un juez lo envió a la cárcel.
Jara fue presentado a la Fiscalía y en su declaración admitió ser parte del MAS, que como se sabe es un partido legal que se apresta a participar en los próximos comicios. Sin embargo, la Fiscalía lo imputó por delitos de sedición, instigación pública a delinquir y atentado contra la salud pública. Un juez cautelar ordenó su detención en la cárcel de Palmasola.
Es tan patética la Justicia boliviana en su connivencia con la dictadura, que en casos como este donde no encuentro ningún tipo de razones para criminalizar al detenido, apela a subterfugios como «atentado contra la salud pública», solo porque aducen que en «su tarea delictiva Jara no cumplica con la cuarentena».
Conclusión, una nueva vuelta de tuerca de la represión del gobierno de facto contra la libertad de expresión y opinión, cerrando cada vez más las puertas a una salida electoral y atizando el fuego de la violencia.