Resumen Latinoamericano, 31 marzo 2020
–Huang Yazhong, embajador de China en Bolivia
Me encuentro profundamente conmocionado por las afirmaciones de la periodista colombiana estadounidense Sra. Patricia Janiot reproducidas en la editorial del periódico Bolivia de fecha 29 de marzo, en cuyos comentarios, se arguye que «el Gobierno chino tiene deudas pendientes con el mundo».
Lo primero que me sorprende es que en un artículo tan breve existan tantas informaciones falsas. Es entendible que esta famosa periodista no pueda descifrar los nombres del presidente y el primer ministro chinos, lo indudable es que ninguno de los dos líderes ha dicho lo que la periodista citó. El primer caso de este nuevo tipo de coronavirus fue confirmado el 27 de diciembre de 2019; tres días después, China notificó a la OMS y el mundo entero lo supo. En ese sentido son cuestionables las afirmaciones de la Sra. Patrica Janiot respecto a que China “había ocultado” la epidemia por dos meses. De igual forma, la exreportera de CNN no podía esperar para describir los llamados problemas de calidad de los kits de diagnóstico chinos en España, sin mencionar al lector que la situación ya fue revertida. No solo China aclaró que los kits no fueron proporcionados por su gobierno, sino también el propio fabricante aclaró que no era un problema de calidad, esto se debió al uso incorrecto de los mismos. Es evidente que esta popular periodista no tiene conocimiento ni de China ni de lo que está acusando, al basar sus palabras en noticias falsas que no muestran credibilidad.
Más temible que la ignorancia es el prejuicio. China es el primer país del mundo en enfrentar el nuevo coronavirus y lograr controlarlo con éxito. Desde el principio, China ha tomado medidas decisivas de bloqueo y control, movilizando con urgencia a 42 mil médicos con 170 mil respiradores a la ciudad de Wuhan, ofreciendo ayudas médicas; de igual forma, rápidamente construyó hospitales de emergencia que pueden acomodar decenas de miles de camas. Hasta este momento, China ha llevado una semana continua casi sin transmisión interna. De los 82.421 pacientes confirmados, 75.612 se han recuperado. Desde un bebé recién nacido con 17 días, hasta un anciano de más de cien años, nadie fue abandonado. Por eso, hasta el día de hoy, las personas que todavía están culpando al Gobierno chino por su «pobre reacción a la epidemia» tienen gran coraje, o mejor dicho, gran prejuicio porque ningún país se atreve a decir que lo hará mejor que China y como el proverbio en español, DEL DICHO AL HECHO, HAY MUCHO TRECHO. La epidemia ha sido una gran prueba de gobernanza y moral para los gobiernos del mundo. China contuvo exitosamente la epidemia cuando el virus infectó a menos del 0,006% de su población. El éxito de China no es solo técnico, sino también moral porque nuestra prioridad es salvar vidas, no costos económicos. Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud, siendo la autoridad de mayor prestigio de este campo en el mundo, por medio de su director general, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, elogió la lucha de China contra la epidemia COVID-19 como un modelo global que ayudó a ganar más de dos meses de tiempo precioso para todo el mundo.
Es una pena que no todos los países hayan aprovechado el valioso tiempo que China ha ganado con tanto esfuerzo y costo. Tengo que señalar que algunos medios de comunicación occidentales, los cuales se llenan de prejudicios, como los que expresa la Sra. Patricia Janiot, han generado grandes y engañosos malentendidos. Los rumores de que “los chinos comen murciélagos” o que «al Gobierno chino le falta capacidad para luchar contra la epidemia» han llevado a muchos países a pensar que una epidemia de ese tipo no tendría nada que ver con ellos mismos o que podían vencerla fácilmente. Sin embargo, los hechos resultan dolorosos, puesto que la gente común tiene una mejor perspectiva, ya que cada día más personas están instando a sus gobiernos a aprender de la exitosa experiencia de China contra la epidemia, cada vez más países han tomado las medidas efectivas como el confinamiento de las ciudades y la construcción de hospitales móviles, mismas que en su momento fueron declaradas como «una violación a los derechos humanos» y «el establecimiento de campos de concentración» por estos medios occidentales. Por eso no sé qué opinión tendría la Sra. Patrica Janiot sobre el colapso de esta “doble moral”.
La “doble moral” también se aplica en la supuesta “teoría de la responsabilidad”. A medida que se estudia este nuevo virus, muchos expertos ponen en duda de que el mismo se haya originado en China. Esto se trata de una cuestión científica que debe dejarse a los científicos para que la respondan a través de investigaciones sólidas. Es muy irracional y especulativo que se esté politizando este tema. Las enfermedades infecciosas a gran escala son uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad en la era de la globalización. Nuestro enemigo es el virus, no algún país en específico. En tal sentido, según la lógica de esta periodista, ¿quién sería entonces responsable de la gripe H1N1? ¿Quién sería responsable del SIDA, del ébola, de la gripe aviar, o del dengue? Incluyendo la Gripe Española que mencionó ella, en realidad se originó en Kansas, Estados Unidos, y no en España. ¿Y cómo se compensan las pérdidas de los desastres humanos que igualmente azotaron todo el mundo ‚como la crisis de las hipotecas subprime y la de la deuda europea?
China es un gran país con responsabilidad y naturalmente desempeñará su debido rol en la lucha mundial contra la pandemia. De hecho, China ha realizado más contribuciones que cualquier otro país en el mundo. China ha sido el primero en identificar este nuevo virus, el primero en realizar la secuenciación de genes y publicarlo para todo el mundo. Sin esta divulgación desinteresada y transparente de estos importantes datos, ¿Cómo podrían otros países realizar investigaciones y desarrollo de kits de diagnóstico y vacunas? En realidad, China ya ha comenzado la prueba de vacunas en humanos, siendo la investigadora Dra. Chen Wei, la primera persona en inyectarse en sí misma para hacer el experimento. ¡Esta es la responsabilidad de los chinos! No sé si China se convertirá en el primer país en producir vacunas en masa, pero estoy seguro de que mientras China exista, algunas grandes empresas occidentales no podrán monopolizar la producción de esta vacuna y venderla a un alto precio. Me atrevo a asegurar que si China realmente anunció que las vacunas se proporcionarían de forma gratuita a todo el mundo, como instó la Sra. Patricia Janiot, todas las compañías biofarmacéuticas occidentales privadas que desarrollan vacunas día y noche no dudarán en detener este importante trabajo desesperado sin una remuneración.
Con la mejora de la situación interna de la epidemia, China ha comenzado a apoyar activamente a todo el mundo. China ha realizado donaciones a 89 países y está trabajando horas extras para producir suministros médicos de urgencia para todo el mundo. La Fábrica Mundial está convirtiéndose en una Farmacia Mundial. Si a la gente como la Sra. Patricia Janiot no le gustan los kits y respiradores de China, no los usa, pero no debe quitar la esperanza de sobrevivir de los demás.
Como he mencionado antes en una entrevista con los medios de comunicación bolivianos, la lucha contra la nueva epidemia del coronavirus es un serio desafío para el mundo, el ejemplo exitoso de China ha traído esperanza al mundo y demuestra que dicha epidemia puede ser vencible. Sin embargo, las palabras equivocadas de la gente, como la Sra. Patricia Janiot, no solo estigmatizan a China, sino que también están sofocando esta esperanza. En un momento crítico como este, cuando el mundo necesita trabajar en estrecha colaboración para superar la epidemia, tal arrogancia y prejuicio solo causa resultados venenosos y engañosos, a lo que debo señalar exactamente y públicamente, merece la atención y vigilancia de todos los lectores.