Marina Duarte de Souza /Resumen Latinoamericano /4 de abril de 2020
Investigadores de la UNICAMP analizan noticias falsas generadas por la familia Bolsonaro y compartidas en redes sociales
Incluso después de que Twitter, Facebook e Instagram borrasen las publicaciones del presidente Jair Bolsonaro (sin partido) por entender que los contenidos causaban “desinformación” y provocaban “daños reales a las personas”, el presidente sigue propagando noticias falsas sobre la pandemia del coronavirus en pronunciamientos, en las calles y en las redes.
De acuerdo con Leandro Tessler, del Grupo de Estudios de Desinformación en Redes Sociales (EDRES) de la Universidad Estadual de Campinas, al sur del país, la difusión de contenidos falsos originado en los perfiles de Bolsonaro y de sus aliados cuenta con una red de boots – usuarios robots –, que actúan difundiendo masivamente la publicación.
El grupo interdisciplinario con investigadores de diversas áreas creó una hotline – especie de canal de denuncias – en WhatsApp para mapear y combatir las fake news sobre el nuevo coronavirus en las redes sociales. Desde comienzos de marzo, ya reunieron más de 8.000 contactos y 30.000 denuncias, que están siendo clasificadas por inteligencia artificial y después serán estudiadas para identificar las motivaciones de quienes comparten y además sus fuentes en las redes sociales, Instagram, Twitter, YouTube y Facebook.
Incluso antes del análisis final de los datos, Tessler destaca que es posible observar vínculo directo entre desinformaciones de cuño político y los discursos del presidente. “Más recientemente, lo que he visto es que venían circulando la semana pasada muchas cosas de virus chino. Diciendo que es un plan deliberado chino para bajar los mercados del mundo, comprar empresas a precios bajos y dominar el mundo. Parece dibujo animado”, cuenta el.
La fake news citada por Tessler comenzó en la cuenta de uno de los hijos del presidente Jair Bolsonaro, el diputado federal Eduardo Bolsonaro (sin partido). Un día después del post, realizado el día 18, el reportaje de la Agência Pública llegó a identificar 94.000 tuits y retuits – una media de 3 por segundo – de perfiles automatizados en Twitter con el hashtag #VirusChines.
Hijo del presidente afirmó, en sus redes sociales, que el Partido Comunista Chino es el responsable por la pandemia /Reproducción
Ataque virtual al embajador
Un levantamiento hecho por Brasil de Fato, entre los días 27 y 31 de marzo, señaló la circulación de la fake news de que el embajador de China habría sido descubierto por el servicio de inteligencia. La información ha circulado en grupos de Whatsapp, pero también circuló en Twitter, el día 30 de marzo, por usuarios robots. Un total de 139 tuits, 66 retuits y otras interacciones.
“Esa tiene menos consecuencias prácticas, esa va a tener una consecuencia social de racismo y xenofobia. Ahora con el coronavirus hay algunas noticias falsas que son muy peligrosas para la gente. Eso pone en riesgo la vida de las personas. Cuando el presidente manda a las personas a salir de casa, porque está todo normal si no tienen más de 60 años, eso pone la vida de las personas en riesgo”, comenta Tessler.
Vulcanizador
“Gente! El primo del portero aquí del edificio murió pq fue a cambiar la llanta del camión y la llanta estalló en su rostro. Recibieron el certificado de defunción como si fuera el covid 19. Ellos están indignados”. Esta fue otra fake news divulgada por boots esta semana.
Perfiles automatizados circulan fake news sobre un hombre que habría muerto por el estalló una llanta y el certificado acusó covid-19 – Créditos: Reproducción
El gobierno de Pernambuco llegó a publicar, el 23 de marzo, una nota explicando la realidad de los hechos. El hombre de 57 años estaba con sospecha de coronavirus, pero después del examen fue confirmado que la causa de la defunción fue el virus influenza. El número no fue contabilizado en la epidemia y el resto de la historia fue inventada para acompañar el documento falso.
El 30 de marzo, ¡Jair Bolsonaro llegó a comentar esa desinformación durante entrevista por teléfono con el programa Alerta Nacional, de la emisora RedeTV! Quien citó primero la historia del vulcanizador fue el presentador Sikêra Júnior, a continuación, el presidente confirmó y aprovechó para acusar a los gobernadores de inflar el número de muertes por coronavirus en los estados.
Después de que Bolsonaro habló, el levantamiento de Brasil de Fato registró 3.062 retuits y 33.320 interacciones en posts de robots con la historia falsa del vulcanizador, sólo en los últimos tres días.
La falsa cura
Entre las graves consecuencias de noticias falsas, el científico cita otra indicación del presidente que ha circulado en las redes que es el uso de hidroxicloroquina o cloroquina en el tratamiento contra la covid-19, medicamento que no tiene eficacia comprobada.
Los posts borrados por las redes sociales muestran justamente a Bolsonaro circulando en comercios de distritos de Brasilia, interactuando con la población local y recomendando que se utilice el remedio.
“No hay absolutamente nada que sustente el tratamiento con cloroquina, no existe ninguna evidencia de que trata a personas infectadas por el coronavirus. Funcionar en vitro funciona, a partir de una cierta dosis, cualquier cosa mata cualquier cosa, no es una dosis que nuestro cuerpo pueda tolerar. Los ensayos clínicos que tenemos hasta ahora son de mucha mala calidad, que es aquel ensayo francés que al propio Bolsonaro le gusta citar”, explica Tessler, que, como científico, también acompaña el caso y afirma que hay intereses por parte del gobierno, porque Brasil entró en los protocolos de intereses internacionales para la producción del medicamento.
En este sentido, otro hijo del presidente, el senador por Río de Janeiro, Flávio Bolsonaro (sin partido), también difundió una fake news con una foto de paciente internado que habría sido supuestamente curado por el medicamento. La información fue desmentida por la familia que aparece en la foto que el publicó. Se trataba de una internación antigua, y nadie de la familia había contraído el coronavirus.
El análisis del EDRES permite inferir que las motivaciones para la propagación de ese tipo de fake news varían desde bolsonaristas que quieren que lo que “Bolsonaro dijo sea verdad”, define el profesor, al apelo emocional de los mensajes. “Las personas quieren mucho que haya cura y acaban cayendo en eso”, aclara Tessler, que alerta que la información diseminada por robots tiene efecto psicológico en las personas.
La falacia del aislamiento vertical
Vídeos de declaraciones de trabajadores y empresarios que supuestamente denuncian los problemas causados por el aislamiento horizontal, como de camioneros, empresarios, vendedores ambulantes, también saltan en las redes del presidente y sus hijos, así como en las páginas de la población en general.
En los vIdeos que publicó, Bolsonaro intentaba diálogo con comerciantes informales /Reproducción/Twitter
Un ejemplo es la propia declaración en el vídeo bloqueado, de un vendedor ambulante que conversa con Bolsonaro en las calles de Brasilia. “Tenemos que trabajar, la muerte está ahí, que sea lo que Dios quiera”, afirma el trabajador al presidente que concuerda.
Los contenidos responden a pronunciamientos de Bolsonaro en red nacional, pidiendo el fin de la cuarentena y contrariando las recomendaciones de autoridades científicas y sanitarias nacionales e internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un aparente cambio de postura, en su último pronunciamiento, el martes (31), el presidente además tergiversó el discurso del presidente de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom. El intento de Bolsonaro era mostrar que el pronunciamiento del líder de la OMS estaba de acuerdo con sus ideas de no realizar distanciamiento social.
«Las personas salen a las calles, ven todo normal, inicialmente no sienten los síntomas. De ahí ven al presidente diciéndoles que tienen que volver al trabajo, que necesitamos ganar, que sólo hay que hacer el aislamiento vertical en lugar de hacer que los recursos de las personas lleguen, que me parece la mejor solución esa que fue aprobada en el Congreso, y atrasar la implementación de esa solución como una manera de que salgan de casa, porque las personas salgan de casa. Es pura desinformación”, analiza Tessler.
Edición: Rodrigo Chagas
Traducción: Pilar Troya
Brasil de Fato*