Paula Huenchumil Jerez /Resumen Latinoamericano /14 de abril de 2020
Hugo Peña es chofer de la línea 303, se levanta todos los días a las tres de la mañana para realizar el recorrido de Quilicura a Plaza Dignidad. Hoy, con el Coronavirus, su rutina no ha cambiado. Por ahora se siente tranquilo tomando precauciones, y más aún, porque tendrá su sueldo a fin de mes. «Hay empresas que han ganado tanta plata, nada les cuesta sacar una migaja para pagar los sueldos», dice.
Esta es una serie de relatos de personas que no pueden realizar teletrabajo, porque cumplen servicios básicos, o bien porque viven de su sueldo diario. En dos meses más INTERFERENCIA los contactará nuevamente para saber cómo cambiaron sus vidas con el Covid-19. Acá puedes leer el primer relato: “Si no nos mata el virus, nos mata el hambre”.
Continuas horas de manejo, recibir agresiones verbales e incluso a veces físicas por parte de los pasajeros es parte de la cotidianidad de los conductores del Transantiago. A esto, hoy se suma el autocuidado, pues desde que llegó el Coronavirus a Chile, el transporte público capitalino mantiene su funcionamiento habitual.
«Chofer del Transantiago, el trabajo más estresante en Chile», publicó en 2016 el noticiero 24 horas, debido a que cada día se producían cerca de dos agresiones a los conductores.
«Los cuadros de estrés de los choferes, muchas veces tiene que ver el horario y su vida cotidiana de estar en permanente estado de alerta, en ocasiones cuando las situaciones superan los límites de su capacidad de respuesta se torna de una manera negativa», afirmó Carmen Gutiérrez, sicóloga de la Universidad del Pacífico en el reportaje “La fuerte carga que llevan los conductores del Transantiago”, de La Tercera.
El día 12 de marzo el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, indicó que se han emitido oficios para que las empresas que integran el transporte público tomen medidas de prevención frente al alto riesgo de contagio de la enfermedad. Además, informó que el Transantiago inicia sus operaciones a las 05:30 de la mañana hasta las 20:00 horas.
INTERFERENCIA conversó con Hugo Peña Marabolí (52 años) un chofer que reside en el barrio Los Molinos de la comuna de Quilicura y que hace 10 años trabaja en la empresa Buses Vule. Actualmente conduce una micro de la línea 303. Todos los días se levanta a las tres de la mañana para llegar puntual a las cinco. Solo tiene un día libre a la semana. Un trabajador que cumple un servicio básico en la actual crisis del Covid-19.
Este es su testimonio:
Aquí nunca nos han visto como familia. Trabajamos de lunes a lunes, nunca nos han dado dos días de descanso seguidos, un solo día que prácticamente es un turno, porque al otro día tenís que trabajar, ¿cuál es el momento de distraerse? Además es estresante trabajar con público, porque la gente exige.
Cuando comenzó esto del Coronavirus, no nos entregaron ningún implemento, solo nos tomaban la temperatura. Recién hace tres semanas más o menos tenemos guantes y un líquido que no sé bien lo que es. Se supone que todos los días le echan un sanitizador a las máquinas.
Yo me levanto a las tres de la mañana, me ducho, tomo desayuno para llegar puntual, porque entro todos los días a las 05:00 y salgo a las 14:00 o un poco más tarde. Nací en la población Bulnes, al lado de la Villa España en Renca, gracias a Dios hemos sido ordenados y no tenemos deudas. Llevo 10 años trabajando de chofer y mi esposa también trabaja, así hemos podido pagar los estudios de mi hija que está terminando Ingeniería en Administración de Empresas.
Cuando llego a casa voy altiro a ducharme, después almuerzo y me da sueño la verdad, duermo como media hora o una hora. Hago mis compromisos familiares en la casa y después de esas labores tomamos once como a las 19:30 horas, porque me acuesto con las gallinas tipo ocho viendo las noticias ya estoy acostado.
Primero con el estallido social, y ahora con el Coronavirus, se han producido más descansos porque bajaron la rotación de rutas, pero normalmente no teníamos tantos. Estamos trabajando como en el verano. Uno al final conoce a las personas que toman la micro, porque son casi todos los días el mismo horario.
Igualmente el panel de vidrio nos protege un poco, lo bueno es que la gente pasa directamente hacia atrás de la micro y menos mal hay menos flujo.
Ahora que me acuerdo, cuando comenzaron las protestas estuve muy estresado porque la verdad hubo muchos destrozos, yo igual me sentía complicado, porque la empresa no mira por el conductor, sino por hacer frecuencias. Era algo complicado para todos los choferes.
Pero mucho antes que comenzaran las manifestaciones, este sistema de trabajo ya era estresante, que fue lo dejó la señora Bachelet con Lagos, lo hicieron todo mal, dejaron mucha leyes amarradas en beneficio del empresario y no del trabajador que no tenemos ningún beneficio.
Igual creo que la mayoría estamos de acuerdo con las demandas sociales. Pero yo no sé qué pretende el Gobierno, porque no les interesan las personas, solo hacer lucas, lucas, abusando de la gente trabajadora, que somos lo que aportamos al Estado, nos han exprimido hasta el último. La clase política ha hecho lo que ha querido aquí en el país con la clase trabajadora, que no tenemos ningún beneficio. Nosotros tenemos que pagar salud, vivienda, todo.
Pero con esta cuestión de la cuarentena, ¿a quién están exprimiendo? A la clase trabajadora. Hay empresas que han ganado tanta plata, nada les cuesta sacar una migaja para pagar los sueldos. Nosotros trabajamos en un servicio público y como seguimos trabajando tendremos sueldos sí o sí, pero no encuentro justo lo que está pasando con otros trabajadores.
Interferencia*