Resumen Latinoamericano, 4 abril 2020
El pueblo chileno está lleno de creatividad y humor a pesar de tener dos virus en su contra, uno el que usurpa el Palacio de la Moneda que honró Salvador Allende en los 70, y el otro el monárquico de la «corona». Lo cierto es que apenas circuló la noticia que el dictador había montado un show provocador, posando al pie del monumento en la Plaza de la Dignidad, surgió la respuesta que merecía semejante torpeza.
Dos voluntarios, convenientemente protegidos con sus máscaras anti gases (que sirven también para el virus) llegaron hasta el lugar munidos de un poderoso desinfectante y lo pasaron por todo el espacio donde Piñera posó su trasero. No sea que aparte de romper la cuarentena el patético gesto del dictador contagie al sufrido caballo del general Baquedano, que observaba desde lo alto.
fuente Opal Prensa