Resumen Latinoamericano*, 19 abril 2020.-
En los últimos días seguidores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se hicieron eco de falsos mensajes del mandatario para romper con el aislamiento social provocado por la pandemia de coronavirus que fija a diario cifras records de muertos y contagiados en el país.
En los últimos días seguidores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se hicieron eco de falsos mensajes del mandatario para romper con el aislamiento social provocado por la pandemia de coronavirus que fija a diario cifras records de muertos y contagiados en el país.
Trump el viernes alentó abiertamente las protestas de la derecha contra las restricciones de distanciamiento social en los estados con órdenes de permanecer en casa, un día después de anunciar directrices con las cuales se “lavó las manos” y pasó el problema a los gobernadores de la nación para que fueran ellos los que decidieran una reapertura de sus comunidades.
Nuevamente las redes sociales fueron la vía usada por el presidente para “energizar” a sus seguidores. En una serie de tweets dos minutos después de un reportaje de Fox News sobre los manifestantes, el presidente declaró, «¡Libérense Michigán!» y «¡Libérense Minnesota!» – dos estados cuyos gobernadores demócratas impusieron estrictas restricciones de distanciamiento social.
También arremetió contra Virginia, donde el gobernador y la legislatura demócrata del estado impulsaron medidas estrictas de control de armas, diciendo: «VIRGINIA LIBERADA, y salva tu gran 2ª Enmienda. ¡Está bajo asedio!»
Según comentarios del New York Times “su descarnada salida del tono más bipartidista de su anuncio del jueves por la noche sugirió que Trump estaba cediendo cualquier apariencia de liderazgo nacional en la pandemia, y eligiendo en su lugar dividir el país jugando con su base política”.
Sus tweets fueron un ejemplo notable de un presidente que incitaba a los manifestantes y ayudaba a avivar un furioso fervor patriótico que, en su retórica antigubernamental, recordaba de manera inquietante al nacimiento del movimiento del Tea Party hace un decenio.
El presidente volvió a la carga sin importar el peligro mortal que amenaza a millones de sus compatriotas pues su llamado produjo protestas en todo el país cuando los manifestantes afines exigieron el levantamiento inmediato de las restricciones y demonizaron a sus gobernadores demócratas.
Los arriesgados y polarizadores llamados del mandatario tuvieron fuertes respuestas como la del gobernador del estado de Washington (oeste), Jay Inslee, quien lo acusó de «fomentan actos ilegales y peligrosos” que ponían a millones de personas en peligro de contraer el Covid-19.
«Sus despotriques desquiciados y sus llamamientos para que la gente ‘libere’ los estados también podrían conducir a la violencia. Lo hemos visto antes», puntualizó.
Algo que pone en crisis el llamado de la Casa Blanca es la falta de pruebas para descartar la presencia de la Covid-19, pero como es costumbre, Trump dirá que eso está bajo control.
Al mensaje que prioriza la economía sobre la vida se sumó también el vicepresidente Mike Pence quien aseguró que tienen el número de pruebas necesarias para iniciar la apertura y reabrir la economía, algo que contradice estimados de los proveedores.
Sin embargo, funcionarios de salud estatales y los proveedores médicos de todo el país dicen que todavía no pueden diagnosticar a tantas personas como necesitan. El mayor desafío es conseguir los suministros necesarios para procesar las pruebas, incluyendo reactivos químicos, hisopos y pipetas.
*Fuente: Al Mayadeen