Resumen Latinoamericano* /31 de marzo de 2020
Hay malestar en el Colegio Médico de Honduras (CMH), debido a que la lentitud del gobierno para dotar de insumos de bioseguridad a los hospitales ha desembocado en contagio de galenos y enfermeras que atienden afectados por Covid-19.
“…Mejor nos retiramos de esta papada, porque si el Estado no es capaz de darnos protección y no es capaz de darnos respuesta, ¿cuántos médicos van enfermos ya?”, advierte el Colegio Médico.
El personal médico que asiste a hondureños afectados por el Coronavirus (Covid-19) puede abandonar los centros asistenciales si el gobierno Hernández persiste en un discurso vacío que, en la práctica, se refleja en la inexistencia de medidas de seguridad para el personal hospitalario que lucha de manera desigual contra el contagioso y mortal virus.
La bioseguridad es el conjunto de medidas preventivas que busca proteger la salud y la seguridad del personal hospitalario, usuarios y comunidad, frente a distintos riesgos producidos por agentes biológicos, físicos, químicos y mecánicos. Incluye desde zapatos y ropa especial, barreras protectoras, conducta, diseño de hospitales, etc.
Tras el contagio por falta de insumos de bioseguridad de médicos y enfermeras que atienden pacientes afectados por Covid-19, ha reaccionado molesto el Colegio Médico de Honduras (CMH), a través de su presenta la doctora, Suyapa Figueroa: “Miren colegas, a mí me parece indignante que no se le dé respuesta a un colega. Si el Sistema de Salud no tiene la capacidad de respondernos a nosotros los médicos y al personal de enfermería entonces ¿qué diablos estamos haciendo?”
“Óiganme, si no podemos cuidar de nosotros mismos ¿Cómo vamos a cuidar a los demás? ¡Por Dios! En este momento yo le voy a hablar a la ministra y le voy a decir, sino ahí vamos a tener un problema y que mejor nos retiramos de esta papada porque si el Estado no es capaz de darnos protección y no es capaz de darnos respuesta, ¿cuántos médicos van enfermos ya?”
«¿Cómo vamos a estar dando respuestas tibias en una situación urgente?», pregunta la presidenta de los galenos hondureños, y expone sin ambages: “Yo voy a exigir que le abran una unidad de cuidados intensivos a esa mujer ¡no se nos puede morir una colega por falta de insumos! Si venimos empezando esta papada ¿qué va a ser de nosotros cuando tengamos ya 10 mil infectados? Eso no puede seguir siendo”.
El Libertador*