Imagen: Alejandro Leiva
“Lo
que me trae este día es una gran emoción por las madres que fuimos,
desde un principio, cuando salimos a la calle sin medir los peligros y
sin tener dudas”, sostiene, a 43 años de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, en diálogo con Página/12. La
histórica luchadora destacó que por iniciativa del exlegislador porteño
Osvaldo Ríos, desde 1996, el 30 de abril se conmemora el “Día del Coraje Civil”.
Además reflexiona acerca de los primeros momentos de la organización y
cuenta cómo vive este día tan especial en medio del aislamiento social
que les impide a las Madres estar en la calle. “Me siento adentro de mi casa como una extraña, porque no puedo correr a darle una mano a la gente que lo necesita”, dice.
Norita cumple con la cuarentena en su casa y cuenta con la ayuda y el cariño de sus vecinos, que le acercan todo lo que necesita.
En medio de la entrevista uno de ellos interrumpe la charla para
acercarle unos mandados. “Esto es hermoso, sentirse querida y recibir
solidaridad”, dice. “No tengo la desgracia que tiene una parte del
pueblo de ser muy pobre. Cada vez que estoy comiendo y pienso que hay
miles de personas que no comen, no puedo ser feliz. Porque era por ellos
que luchaban nuestros 30 mil», reflexionó.
El 30 de abril muchos recuerdos se le vienen a la cabeza. “Después de la primera ronda no volví a ser la misma nunca más. Ninguna Madre volvió a serlo”, analiza y destaca que “también es importante el rol discreto y firme que tuvieron los padres”.
“Al día siguiente de la desaparición y asesinato de Azucena
(Villaflor), Esther (Careaga), y Mary (Ponce), fue muy duro volver a
salir a la calle y ellos sufrieron pensando que podíamos no volver. Sin
embargo, nunca bajamos los brazos. No éramos solo las madres, estaba la
familia que nos contenía y protegía”, subraya.
La histórica luchadora también recordó que desde 1996, el 30 de abril es el día del Coraje Civil, “gracias
a la iniciativa de un hijo y compañero, Osvaldo Ríos, que trabajaba en
la Legislatura y en la CTA. Fue un proyecto que se presentó en 1996,
cuando estábamos siendo muy maltratadas e invisibilizadas”, valoró.
«Gracias a eso en muchos colegios este día se habla de nuestra lucha
contra la dictadura. Esta vez no habrá clases presenciales, ojalá los
padres puedan hablar de esto con sus niños. Es un día para que los
maestros lo nombren y recuerden”, sostuvo.
Hoy Cortiñas ve que el coronavirus “vino para desajustar el mundo, separarnos y matarnos, por eso tenemos que cuidarnos”.
Y respalda el trabajo de Alberto Fernández: «en nuestro país el
Presidente tomó medidas acertadas y está bien asesorado, así que tenemos
que acatar y entender que gracias a las medidas que tomaron tenemos
menos muertes”. “Esperemos que cuando pase esto nos deje algo positivo,
un aprendizaje que nos permita recomponer el país y mirar al otro para
trabajar por el bienestar del pueblo en su conjunto”, opina.
Una de las deudas de la democracia, luego los 43 años de lucha de las Madres, para Cortiñas, es la apertura de archivos.
«Lo poco que se fue sabiendo fue a través del trabajo del Equipo de
Antropología Forense, pero nunca pudimos saber lo que decían los
archivos clasificados”, advierte. También resalta conquistas, como el Juicio a las Juntas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, «valioso porque estaban todavía las armas calientes», y la reapertura de los juicios durante el kirchnerismo,
que siguen hasta el día de hoy. «Seguimos empujando y tenemos la
voluntad de muchos jueces, fiscales, abogados, y la gran valentía de los
testigos, que me emocionan por su gran amor a sus compañeros que no
pudieron volver”, dice Norita.
“Esta es una fecha muy especial y
en esta ocasión la recordaremos desde nuestras casas, pero lo haremos
con mucho cariño”, finaliza Cortiñas. “Me acuerdo con mucho amor de
todas las Madres que no están, por todo lo que nos dejaron y vivimos
juntas. Cada una dejó un retazo de esa lucha para que nosotros hoy la recojamos y dejemos el legado para los más jóvenes”.
Informe: Melisa Molina