Los ocu­pan­tes tur­cos cor­ta­ron el agua en el nores­te tres veces en mar­zo – La otra Andalucía

Mah­mud Aklah, direc­tor del Depar­ta­men­to de Agua en la pro­vin­cia de Hasa­ka (extre­mo nores­te de Siria), anun­ció hoy que las ins­ta­la­cio­nes de fon­ta­ne­ría Aluk, ubi­ca­das en el muni­ci­pio de Ras al-Ain, están fun­cio­nan­do nuevamente.

La reco­lec­ción y el tra­ta­mien­to del agua en las ins­ta­la­cio­nes de Aluk, cer­ca de la fron­te­ra con Tur­quía, fue­ron inte­rrum­pi­dos el pasa­do sába­do por la noche por el ejér­ci­to de ocu­pa­ción tur­co y mer­ce­na­rios, dije­ron las auto­ri­da­des loca­les a la agen­cia SANA , cor­tan­do así el sumi­nis­tro de agua pota­ble a alre­de­dor de un millón de per­so­nas en la capi­tal pro­vin­cial, Hasa­ka, y en los alre­de­do­res como Tal Tamr y los cam­pos de refu­gia­dos de al-Hol y al-Arisha.

El gobierno de Damas­co, que cla­si­fi­ca este cor­te de agua como una “vio­la­ción fla­gran­te del dere­cho inter­na­cio­nal” y un “cri­men de lesa huma­ni­dad”, sub­ra­ya que la vida de la pobla­ción civil se ha pues­to en ries­go, aún más en un con­tex­to de pro­pa­ga­ción de la pan­de­mia de Covid-19.

Las auto­ri­da­des sirias han repu­dia­do las accio­nes hos­ti­les de Anka­ra en la región nor­te del país y han exi­gi­do que las Nacio­nes Uni­das con­de­nen los crí­me­nes de las fuer­zas de ocu­pa­ción y tomen medi­das inme­dia­tas para garan­ti­zar el sumi­nis­tro de agua pota­ble a los civi­les sirios.

Las accio­nes de Anka­ra vio­lan las leyes de gue­rra que esta­ble­cen que las par­tes en un con­flic­to deben pro­te­ger la infra­es­truc­tu­ra esen­cial para la super­vi­ven­cia de la pobla­ción civil, inclui­das las nece­sa­rias para la dis­tri­bu­ción de agua y el sis­te­ma de saneamiento.

Solo en mar­zo, este fue el ter­cer cor­te en el sumi­nis­tro de agua a la pobla­ción civil rea­li­za­do por las “fuer­zas de ocu­pa­ción tur­cas y sus mercenarios”.

Hace una sema­na, Fran Equi­za, repre­sen­tan­te del Fon­do de las Nacio­nes Uni­das para la Infan­cia (UNICEF) en Siria, expre­só su preo­cu­pa­ción por estos recor­tes deli­be­ra­dos en el sumi­nis­tro de agua pota­ble, des­ta­can­do que ponen en peli­gro la vida de los civi­les sirios, en su tota­li­dad. auto­ri­da­des para dete­ner la pro­pa­ga­ción de la enfer­me­dad por coronavirus.

Tam­bién des­ta­có el hecho de que, en ese con­tex­to, “los niños son los pri­me­ros en sufrir y los que más sufren”.

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