Resumen Latinoamericano, 2 de abril de 2020
«Un promedio de 200 residentes de los pueblos indígenas Awajún y Wampís se encuentran en una situación crítica por el estado de emergencia sanitaria que vive el Perú».
Así lo reportó Matut Micaela Impi Ismiño, vicepresidenta de la Asociación del Pueblo Awajún en Lima (AJUTAP), en diálogo con Servindi.
Ante estas circunstancias de extrema necesidad Matut pidió apoyo al Gobierno para que puedan atender a los indígenas amazónicos más vulnerables de las zonas urbanas,
Impi aseguró que los hermanos y hermanas indígenas que residen en Lima no cuentan con ingresos económicos debido al aislamiento domiciliario obligatorio que decretó el gobieno para frenar la curva de contagio por el COVID-19.
La mayoría de la población afectada vive en barrios humildes como Santa Anita, Ate, San Juan de Lurigancho, Chosica y San Martín de Porres, principalmente.
Impi mencionó que algunos son estudiantes que, incluso sin beca, se mantenían gracias al esfuerzo de sus familias en la selva, tratando de alcanzar un futuro mejor en la ciudad.
Gran parte de esta población realizaba trabajos domésticos, independientes o informales; como ayudantes de limpieza, soldadores, carpinteros, electricistas. También trabajaban en el rubro de mueblería, textilería, sastrería, construcción y recolección de plástico.
Por ende, sus ingresos eran diarios o semanales y en el momento actual no tienen cómo lograr un sustento para ellos y sus familias.
La vicepresidenta de AJUTAP dijo que el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica ( CAAAP) y la organización Cáritas del Perú brindaron un apoyo inmediato y se han comprometido con la difusión para la ayuda llegue a los más necesitados.
¿Cómo ayudarlos?
Lo más urgente para los awajún y wampís, aparte de costear su alquiler, es la alimentación.
Necesitan víveres que garanticen un plato de comida en sus hogares mientras toda esta emergencia pasa y puedan volver a su rutina.
Solo dos familias han sido beneficiadas con el bono de los 380 soles otorgado por el Estado, sin embargo los demás no, aunque se desconoce el porqué.
«Tenemos un grupo en WhatsApp y, ahí, constantemente vamos informándonos unos a otros», explicó Impi.
De igual manera, sobre el reparto de víveres por sus respectivas municipalidades «nadie sabe nada».
«En la televisión indican que las municipalidades van a estar yendo a las casas, empadronando para identificar familias vulnerables pero, hasta el momento, todos nos cuentan que a sus cuartos alquilados no llega nadie», lamentó la docente awajún.
“Pueden llamarme directamente y, según lo que sea, se coordina donde poder entregar porque algunos de los paisanos viven en un mismo distrito y relativamente cerca unos de otros”, concluyó Micaela Impi.
La entrevista fue realizada por Gerardo Llusco, comunicador indígena del equipo de Radio Servindi.
Fuente: SERVINDI