Resumen Latinoamericano* /11 de abril de 2020
Este 11 de abril se cumplen 18 años del Golpe de Estado que intentó perpetrar la oposición venezolana contra el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Por ello, compartimos el siguiente trabajo de la periodista Yunmery Reyes Ching, que relata los hechos que ocurrieron en abril de 2002.
Aquí estoy parado firme. Mándeme el pueblo, que yo sabré obedecer. Soldado soy del pueblo, ustedes son mi jefe
Comandante Supremo Hugo Chávez Frías.
Lamentablemente, este golpe dirigido y financiado desde los Estados Unidos continúa en la actualidad, mediante sanciones económicas, bloqueos financieros, los ataques al sistema eléctrico y demás servicios públicos y el respaldo del gobierno norteamericano a la oposición venezolana.
Hoy los venezolanos, de la mano del Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, le demuestran al mundo, que la Patria de Bolívar y de Chávez, no se amilana ni se arrodilla ante ningún imperio, pues están seguros que la REVOLUCIÓN es el único camino para consolidar la igualdad y la justicia.
Alzamiento golpista
La tarde de aquel 11 de abril de 2002, se convirtió en una de las más horrendas matanzas ocurrida en la historia política del país, hecho que empañó la esperanza de un pueblo libre.
Ese día un sector de la cúpula empresarial y comercial se reveló para caldear las calles del país, oponiéndose frontalmente contra un paquete de 49 leyes promulgadas mediante una Ley Habilitante creada por el Presidente, entre las que se encontraban la Ley de Tierras, que facilitaba la lucha en contra del latifundio, así como la Ley de Hidrocarburos que permitía el ejercicio de la soberanía en la actividad petrolera, entre otras.
Aquel día se evidenció el resentimiento de las cúpulas apoderadas de Pdvsa, quienes no le perdonaron al Líder Revolucionario el impulso de la meritocracia en la estatal petrolera.
“Los méritos son una cosa y la manipulación de esa élite para adueñarse de una empresa que es de todos nosotros, es otra cosa”*, sentenció el entonces Jefe de Estado durante cadena nacional de radio y televisión, donde anunció la remoción de cargos en la directiva de PDVSA, desencadenando así una serie de hechos violentos comandados por la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), representadas por Carlos Ortega y Carmona Estanga, quienes a través de la firma de un documento titulado “bases para un acuerdo democrático”, con la mediación de Luis Ugalde, rector de la Universidad Católica Andrés Bello; se le exigía al gobierno cambiar su gabinete económico, y que abandonara el sectarismo político.
Ante la negativa del presidente Chávez en aceptar dichas exigencias los empresarios, sindicatos y partidos de oposición crearon las alianzas fácticas para confabular un paro indefinido el 09 de abril que se convertiría en Golpe de Estado.
Secuestran a Chávez
En medio de una incertidumbre mediática, el 11 de abril de 2002 el presidente Hugo Chávez fue secuestrado a través de una ola de violencia que se desató en el centro de Caracas, signada por informaciones poco claras con las que se intentó hacerle creer a la población que el gobierno había ordenado reprimir al pueblo y se incitaba a usurpar ilegalmente el poder.
Dando inicio a los planes violentos el Contralmirante Molina Tamayo llamó a una marcha que se dirigiera a las inmediaciones de Miraflores, con el objetivo de encontrarse con la manifestación popular que llevaba tres días en los alrededores del palacio en apoyo al proceso de cambio y en rechazo al paro cívico comandado por la patronal Fedecámaras y la CTV.
De este modo, se produjeron los primeros hechos de violencia con disparos a dos manifestantes a quemarropa, y con las pretensiones de callar lo que había pasado entre sus manifestantes, los medios privados omitieron los hechos.
Luego de que se avistaran las pugnas, a las 4:01 p.m se iniciaron abiertamente los disparos al mando del comisario Iván Simonovis, Lázaro Forero y Henry Vivas, hacia Puente Llaguno.
Fracturando así la esperanza del pueblo bolivariano por varias horas, en el que se vería atacado por grupos anacrónicos (Fedecámaras, CTV, medios de comunicación privados, trabajadores de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en coalición con la Coordinadora Democrática, así como la jerarquía de la iglesia eclesiástica) que confabularon en intento de derrocamiento del Presidente Hugo Chávez.
Cada 11 tiene su 13
A pesar de las pretensiones de burguesía y la extrema derecha, en la mañana del 13 de abril, el Poder Popular se apostó en las calles de Caracas para exigir el regreso del líder de la Revolución.
“Chávez, amigo, el pueblo está contigo (…) Chávez no renunció, lo tienen secuestrado (…) Liberen a Chávez”, eran algunas de las frases que exclamaba el pueblo enardecido mientras bajaba de los barrios para llenar los alrededores del Palacio de Miraflores, la unión cívico – militar hizo temblar al Gobierno de facto de Carmona Estanga y a las cúpulas oligárquicas.
Definitivamente, aquellos hechos marcaron la historia del pueblo revolucionario, convirtiéndose en un hito victorioso que recuerda a la oligarquía la fuerza del pueblo y su capacidad de lucha, por ende, ante el resurgimiento en la actualidad de los sectores más despreciables de la oposición venezolana encabezados por los mismos actores de hace 18 años atrás, la población reanuda su espíritu de lucha y recuerda el sendero combativo que fortaleció a la Revolución.
VTV*