Por Arévalo Méndez*, Resumen Latinoamericano, 3 abril 2020
Las incongruencias y contradicciones entre voceros usamericanos cuando de Venezuela se trata, no podemos tomarlas como errores, no lo son; y suponerlo es una terrible e imperdonable ingenuidad analítica.
Tradicion conocida. En los EEUU y Europa hay poca o nula capacidad mental para entender y descifrar la cultura política venezolana, lo que es una ventaja para nosotros.
Ni siquiera España se acerca a establecer un marco analítico adecuado para entendernos. Obviamente, la caterva política española no tiene poder para actuar a voluntad. Máxime cuando, si o si, debe obtener autorización de Washington y Berlín para actuar en una u otra dirección.
Madrid, al igual que Londres, Roma, Paris y otras capitales, sufren el hecho de ser potencias petroleras sin petróleo y en consecuencia, son pasto de la confrontación de Occidente y Arabia Saudita con Rusia, China e Irán.
Digo poca capacidad porque hoy por hoy, si pudieran hacerse elecciones, para presidente ‑o para lo que sea- los chavistas le damos la paliza más paliza que puedan imaginar la derecha hamponil y sus contertulios usamericanos y europeos.
Si el Presidente Maduro logra mantener la curva del covid 19 aplanada, y salir triunfantes los venezolanos frente al más terrible desafío imaginable, habrá chavismo para rato.
Se abren así las oportunidades para tomar rumbo definido en las acciones para la construcción de un estado realmente humanista, no solo por accion de la dirigencia, sino también, y principalmente, por vocación de un pueblo rebelde, siempre, al imperialismo y a la cultura de la acumulación capitalista.
Los gringos y españoles quieren elecciones presidenciales ya para meterle billete parejo a una candidatura única de la derecha (misión imposible), que obviamente no será guaidó. Este sujeto oscuro, ladron de siete suelas, sin sentido del ridículo y de caricaturesca mediocridad no dió la talla.
EEUU no buscó ni creó a Guaidó. Simplemente se embarcaron en la aventura que irrumpe con el curioso y patético ideario del conservadurismo hamponil de la derecha criolla.
En Guaidó, desesperadamente vieron una ganga, una ilusión óptica. La derecha criolla no invitó a EEUU, no. Los gringos hicieron como chacumbele.
Y al parecer, en unas hipotéticas e improbables elecciones presidenciales tendrían que morir con Claudio Fermin, si es que Fermin acepta el abrazo del oso.
Para más mala leche del este, Chavez y Maduro son morenos, pero el colmo para esa derecha furibunda seria tener que calarse un candidato moreno como es Guaidó, y sino, tendrían que calarse a Fermin, también moreno….o sea.
Al parecer Trump está muy mal en las encuestas, especialmente en florida, agravándose la situación por el covid 19.
Cualquier hecho bélico es buen mensaje para una sociedad podrida como lo es el votante usamericano, reconocido por sus alto, profundo e increíble nivel de irracionalidad, ignorancia y estupidez.
Tengamos en cuenta que al finalizar la segunda guerra, ese pueblo, borracho de alegría, más que celebrar la falsa victoria, lo que celebró fueron los dos bombazos.
Nunca un presidente se pareció tanto a sus electores como Trump. A tal personaje no pueden negarle sus dotes de buen gerente. La clientela se ajusta en perfecta sincronía a la visión euro y egocéntrica del ogro anaranjado.
Lo digo con todas las letras, el pueblo usamericano es necrófilo, la historia es la historia y no puede cambiarse, y esta realidad es un dato mayor para nosotros los venezolanos en estas horas de definiciones.
*Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Chile