Argen­ti­na. Bal­co­nes urba­nos de la posverdad

Por Fer­nan­do Este­che, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1 mayo 2020

No pro­tes­ta­ron con­tra el blan­queo, ni por lo bajo. Menos contra
el endeu­da­mien­to ile­gal, y no cace­ro­lea­ron con­tra la fuga de divisas.

Tam­po­co
pro­tes­ta­ron con­tra la refor­ma previsional…bueno, mien­to, en ese caso en
lo que ata­ñe a las jubi­la­cio­nes de jue­ces y diplo­má­ti­cos sí que
pro­tes­ta­ron, aun­que ellos no sean jue­ces ni diplo­má­ti­cos, ni vayan a
ser­lo jamás, ni ellos ni sus hijos.
Esta noche sona­ron y atur­die­ron esas cace­ro­las, por­que eran con­tra la nada, con­tra una mentira.

Todas estas noches en este barrio de La Pla­ta se oían tenues
aplau­sos, tími­dos, inclu­so, para el per­so­nal sani­ta­rio que presenta
bata­lla en esta gue­rra con­tra ese enemi­go invi­si­ble que es la pandemia.

Hoy des­de los bal­co­nes de mi con­tra­fren­te atur­den boci­nas, cor­ne­tas, aplau­sos y cacerolas.

Hoy saca­ron todo lo que tenían a mano para mani­fes­tar­se con­tra el
Plan del gobierno para libe­rar masi­va­men­te a vio­la­do­res y ase­si­nos, y
que estos sal­gan a robar a las empre­sas y a las casas de fami­lia, y se
roben todo, y mien­tras tan­to el gobierno no pague la deu­da exter­na con
la excu­sa de la pan­de­mia; ¡y enton­ces el Esta­do argen­tino quie­bra y
vie­nen los de la Cám­po­ra y nues­tro país se con­vier­te en Cuba!!!

Con­tra eso está esta gen­te pro­tes­tan­do hoy des­de sus bal­co­nes urbanos.

No pro­tes­ta­ron con­tra el blan­queo, ni por lo bajo.

Menos con­tra el endeu­da­mien­to ile­gal, y no cace­ro­lea­ron con­tra la fuga de divisas.

Tam­po­co pro­tes­ta­ron con­tra la refor­ma previsional…bueno, mien­to, en
ese caso en lo que ata­ñe a las jubi­la­cio­nes de jue­ces y diplo­má­ti­cos sí
que pro­tes­ta­ron, aun­que ellos no sean jue­ces ni diplo­má­ti­cos, ni vayan a
ser­lo jamás, ni ellos ni sus hijos.

Esta noche sona­ron y atur­die­ron esas cace­ro­las, por­que eran con­tra la nada, con­tra una men­ti­ra, fue un cace­ro­la­zo des­de bal­co­nes urba­nos de la pos­ver­dad; y sona­ban furio­sas y espan­ta­das como si ese fan­tas­ma con­tra el que pelean, ade­más de espec­tral, estu­vie­ra ron­dan­do cer­ca suyo para apavurarlos.

Me sor­pren­dí cuan­do el pre­si­den­te de la Nación y lue­go el gobernador
bonae­ren­se salie­ron a des­men­tir que hubie­ra algún plan semejante.
Des­men­tían que exis­tie­ra lo que no existía.

De algu­na mane­ra esas decla­ra­cio­nes lejos de lle­var tran­qui­li­dad a
los faná­ti­cos con­su­mi­do­res de las men­ti­ras y las elu­cu­bra­cio­nes agoreras
de Mag­net­to, lle­vó la cer­te­za de que era posi­ble, más posi­ble que lo
impo­si­ble que sona­ba en la dul­ce voz de la tier­na Feli­ci­tas, la hermana
del hom­bre que mató en su super­lan­cha a una isle­ña y nie­ta del ministro
que la Socie­dad Rural le puso al pri­mer gol­pis­ta moderno, el General
fas­cis­ta Uriburu.

Siem­pre me gus­tó la figu­ra de qui­jo­te enfren­tan­do moli­nos de vien­to, es la metá­fo­ra per­fec­ta para muchas situaciones.

Pero hoy pien­so que com­ba­tir con­tra un molino de vien­to pue­de dejarte
bas­tan­te mal­tre­cho, lo mis­mo o peor si lo hicie­ras con­tra un verdadero
gigan­te; la dife­ren­cia es que al molino inani­ma­do no se pue­de ni tiene
sen­ti­do las­ti­mar­lo; al gigan­te ame­na­zan­te, sí.

Hay que ele­gir las bata­llas que se dan, no se pue­de pelear lo mis­mo con gigan­tes que con moli­nos de viento.

Hace fal­ta urgen­te sino una nue­va ley de medios con­tra el mono­po­lio, por lo menos una ley de res­pon­sa­bi­li­dad edi­to­rial con­tra las men­ti­ras; agi­tar fan­tas­mas entre gen­te que sin lla­mar­se Bec­car Vare­la cree cual­quier anun­cio de cons­pi­ra­cio­nes cubano vene­zo­la­nas sin la menor idea de la reali­dad es har­to peligroso.

fuen­te: NAC&POP

Itu­rria /​Fuen­te

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