Resumen Latinoamericano, 23 mayo 2020
«Escucharon casi todo, no respondieron casi nada»
Foto: Nacho Levy y Hhoracio Rodríguez Larreta.
«Pudimos
mirarlos a los ojos, por fin, para decirles que no pudieron callarla y
que no pudieron callarnos», descargó la organización villera La Poderosa
tras la reunión que mantuvieron con el jefe de gobierno porteño,
Horacio Rodríguez Larreta, y el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, a cinco días de la muerte de la comunicadora y militante Ramona Medina
. La Poderosa llevó una carpeta de reclamos sobre la emergencia
sanitaria, el acceso al agua potable, el servicio eléctrico y la
protección de quienes trabajan en comedores en las villas porteñas y
exigieron la renuncia del del Secretario de Integración Urbana y Social
de la Villa 31, Diego Fernández.
«Escucharon casi todo, no respondieron casi nada», sintetizaron el resultado de la reunión desde la organización villera,
aunque reivindicaron la decisión de haber asistido al encuentro con el
jefe de gobierno porteño para «decirles cara a cara todo eso que Ramona ya venía gritando
, cuando se paseaban por los medios negando la falta de agua». En ese tono, la organización de base aseguró que «tanto Larreta como Santilli decidieron abandonar la reunión a la media hora,
alegando una cita del ‘Comité de Emergencias’, como si tuvieran alguna
emergencia más urgente que la curva de nuestras villas».
La Poderosa recordó que habían solicitado una reunión con Larreta y Santilli el 30 de abril «sin obtener ninguna respuesta»
y que en aquel momento «la Villa 31 tenía recién 57 casos positivos».
«¿Y para qué fuimos? Para que sepan que nunca nos rendimos, que vamos a
seguir exigiendo justicia frente a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, que ya no vamos a entretenernos con sus falsos
intermediarios y que vamos a seguir exponiendo absolutamente todas las
demandas de nuestros barrios, ¡ahora más que antes!», destacó la
organización en un comunicado.
Por parte de La Poderosa
asistieron 12 vecinos de distintas villas de Capital, acompañando a
Joana y Lilian, las mejores amigas de Ramona, mientras que por parte del
gobierno porteño, tras la partida de Larreta y Santilli, quedó la
ministra de Hábitat y Desarrollo Humano, María Migliore. «Intentó
pasarnos la misma cinta de cassete, sin dar fechas ni responsables para
cada una de las necesidades inmediatas que las asambleas puntualizamos»,
lamentaron desde La Poderosa.
Como respuesta política a la crisis generada en las villas por el abandono del gobierno porteño, la organización exigió la renuncia del Secretario de Integración Urbana y Social de la Villa 31, Diego Fernández,
«por haber desviado los 170 millones de dólares que bajó el Banco
Mundial, exclusivamente para la integración urbana del barrio». «Yo me
llamo María Migliore, no Diego Fernández», contaron que fue la inmediata
respuesta que recibieron.
«No tenemos tiempo para patalear, ni
para demorarnos en los reyes de la politiquería, ni en los mecanismos de
su hipocresía», lamentó La Poderosa sobre el resultado de la reunión,
pero destacaron el logro de dejar en la mesa de Larreta los reclamos que
también hicieron públicos para que «los medios investiguen» y «para
que ‘la gente’ sepa cómo funcionan los ‘gestores’ por atrás y para que
Ramona no se calle nunca, pero nunca más».
Los reclamos de La Poderosa al gobierno de CABA
Sobre la emergencia sanitaria
–
Agilizar los canales de gestión, desobstruyendo la subordinación del
Ministerio de Salud, bajo los manejos discrecionales de Desarrollo
Humano, para poder ejecutar las estrategias planificadas con Fernán
Quirós, hace un mes.
– Allanar vínculos directos en Educación,
Hábitat, Seguridad y el resto de las áreas de Gobierno, porque la
cartera de Migliore ni siquiera está pudiendo responder a su propia
logística frente al colapso alimentario, de modo que difícilmente pueda
dar respuestas a nombre de todos los demás ministerios subordinados en
esa lógica de alineamiento que imponen en los territorios.
–
Ampliar la capacidad de testeos, garantizar las condiciones de
aislamiento digno y multiplicar los lugares para la espera de los
hisopados, que hoy representan centros de contagio.
– Prever en esos lugares, características especiales para niños en espacios de tránsito, con ludotecas o cuidadoras.
–
Establecer un protocolo para pacientes positivos asintomáticos o sin
otras enfermedades que no puedan ir a hoteles, con seguimientos reales
de los casos sospechosos y contactos estrechos, de manera integral,
garantizando alimentos, desinfección e higiene personal.
– Humanizar el proceso de aislamiento: falta información y sobra destrato.
– Contratar más trabajadores sociales para efectivizar el seguimiento de casos en Bajo Flores, Barracas y Retiro.
–
Aumentar la dotación de personal del sistema de salud a disposición del
abordaje territorial, donde se concentran los mayores índices de
contagio. Y también en los hospitales que atienden a esas poblaciones.
– Sumar personal de enfermería en los CeSACs, donde se requiere urgente ampliar días y horarios.
–
Incorporar más Unidades Febriles de Urgencia (UFU) y ampliar su
atención en forma de guardias, para que no exista una circulación
nocturna forzada por los síntomas que se presentan después de las 17.
–
Suspender las esperas arriba del “coronabus”, que traslada sospechosos;
en muchos casos, demoras de hasta dos horas arriba del colectivo.
– Otorgar elementos de higiene y seguridad sanitaria para los comedores formales y los informales, que son el 50%.
–
Oficializar esos espacios vitales, garantizando la comida, el gas, los
artículos de limpieza, el equipamiento y el salario de sus trabajadores.
–
Confeccionar urgente otro protocolo específico frente a los comedores
comunitarios que ya tienen casos de Covid-19. Y si la desinfección
seguirá durando 72 horas, como sucede hoy, elaborar una alternativa
domiciliaria para evitar la circulación: es inviable que las 500
raciones de un comedor sean relocalizadas en otro. Y no puede ser que
todas esas familias queden a la espera con un sándwich, sin provisión de
comida. Otra opción puede ser la distribución de mercadería puerta a
puerta, para quienes puedan cocinar en sus casas.
Sobre las redes de cuidado
–
Garantizar la seguridad integral de quienes le ponen el cuerpo a las
actividades de ayuda social, para evitar contagios y cierres temporales
de dispositivos vitales. Tanto en la 21 – 24 como en la 1−11−14, hay
vecinos desprotegidos realizando tareas de limpieza.
– Proveer
elementos de limpieza y en particular hipoclorito de sodio, para los
comedores comunitarios, además de la postergada desinfección del
Ministerio de Espacio Público en sus inmediaciones.
– Dotar de lavandina, jabón y alcohol en gel a todos los comercios, comedores y espacios comunitarios.
– Distribuir termómetros láser para contribuir en la detección de febriles, vía promotores de salud.
– Baños temporales de construcción rápida en centros
alimentarios de base, no sólo para evitar el contagio de cocineras y
cocineros, sino también para impedir la propagación entre quienes
retiran las viandas.
Sobre el acceso al Agua Potable
–
Reforzar el margen de acción, dotando de recursos a quienes manejan el
cronograma de los camiones cisterna en cada barrio, para que se pueda
resolver la provisión inmediata de agua potable en los hogares, sin
apelar al traslado con baldes o bidones.
– Asegurar un piso de 150
litros por persona, tal como lo exige la OMS, para beber, cocinar,
limpiar e higienizarse: en Argentina, el consumo promedio diario está en
180 litros por persona.
– Conformar las cooperativas
embotelladoras sugeridas por el propio Ministerio de Salud, en la propia
reunión con La Poderosa, al inicio de la pandemia.
– Acelerar obras de infraestructura para resolver los problemas de fondo que empeoran las condiciones de vida.
Sobre la energía eléctrica
–
Suspender los cortes recurrentes en los barrios, tal como sucede en el
Sector San Martín de la Villa 31 o en Tierra Amarilla de la 21 – 24.
–
Por los cortes de luz habituales en todos los inviernos y en todas las
villas, procurar generadores que permitan mantener a los centros
comunitarios activos, volviéndolos también centros de auxilio para
electrodependientes.
– Reguladores de baja tensión y tickets de
combustibles para comedores, salas comunitarias de salud y sedes de
organizaciones sociales.
– Reactivar las obras de infraestructura estancadas que complejizan la situación pandémica.
– Proveer matafuegos en carros para atender local y rápidamente las emergencias.
Sobre la familia de Ramona
– Cesión inmediata de la vivienda asignada, que debió consumarse ya en 2018.
–
Adaptación de la infraestructura a las necesidades de Guadalupe, su
hija con discapacidad: necesitamos que tenga rampa de acceso y el ancho
necesario en las puertas de habitaciones, baños y espacios comunes.
–
Espacio y equipamiento para la rehabilitación de Guada, que además
requiere un stock especial de medicación para la cuarentena, más
pañales, un andador especial, la silla para baño, el andador y la dieta
cetogénica.
– Garantizar la cobertura de su obra social y las
terapias que necesita, con el mismo personal que la atendía cuando
Ramona podía pagar el monotributo que le daba cobertura.
Sobre la corrupción que frenó las obras en la 31
-Como
interventor de la Villa 31 y responsable directo de la política de
urbanización del GCBA, tras el abandono generalizado de sus habitantes y
siendo su principal logro haber absorbido las demandas de los vecinos
para que no llegaran a otras instancias de gobierno con capacidad de
respuesta, ¡exigimos la inmediata renuncia de Diego Fernández!