Resumen Latinoamericano, 18 de mayo de 2020
Laura Marrone, legisladora (MC) del FIT-IS en la ciudad de
Buenos Aires, explica de qué trata la Ley de emergencia económica y financiera
que sancionó la legislatura porteña. En esta entrevista realizada por Mario
Hernandez, analiza además las desigualdades del acceso a la educación en el
marco de la pandemia.
Mario Hernandez.: Horacio Rodríguez Larreta
podría decir “El Estado soy yo” ¿no? analizando esta Ley sobre emergencia
económica y financiera.
Laura Marrone: Le queda un poco grande
la comparación con Luis XIV pero algo así es. Este tema fue tratado el jueves
pasado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y es una Ley de
emergencia que busca darle amplias facultades al Ejecutivo para poder rehacer a
gusto el Presupuesto que se votó el año pasado para este período.
En particular plantea
claramente que no va a haber aumento de sueldos, va a haber congelamiento.
Pensemos que muchos de los acuerdos que se habían hecho contemplaban aumentos,
los docentes, por ejemplo, tenían que recibir en junio un nuevo porcentaje de
aumento, a pesar de que el acuerdo había sido menor a la estimación de
inflación para este año, que estaba prevista antes del Coronavirus en alrededor
de un 50% y los acuerdos fueron inferiores a ese porcentaje.
Pero esta ley faculta a dejar
de lado todos los acuerdos paritarios hechos. Congela las plantas funcionales
de manera que todos los cargos que se produzcan por jubilaciones, renuncias,
fallecimientos no serían reemplazados. Hay una facultad para que el Ejecutivo
pueda anular programas que existen actualmente, que tienen que ver con
cuestiones sociales, por ejemplo, podría anularlos a pesar de haber sido
votados el año pasado.
Y además el pago escalonado de
salarios argumentando que como los ingresos de impuestos que tiene el gobierno
de la Ciudad están siendo muy irregulares, por lo menos durante la cuarentena,
por dos meses, quedaría facultado para pagar escalonadamente.
Esto ha despertado una gran
indignación, fundamentalmente en los sectores de trabajadores afectados, que no
solo son los que dependen del Poder Ejecutivo sino que también abarcaría a los
empleados del Poder Legislativo y Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. Al
punto que en una asamblea virtual de Ademys que tuvo la presencia de 243
docentes de escuelas e institutos de la Ciudad se analizó este proyecto y se
votó por una mayoría casi total participar de la concentración del jueves
pasado en la puerta de la Legislatura, con todas las medidas de precaución
sanitaria vigentes, pero fuimos a manifestar el rechazo a la sanción de esta
ley.
También han expresado su
rechazo y acudieron a esta cita los concurrentes y residentes de los hospitales
públicos. Ellos vienen bastante movilizados, el año pasado fue un sector que
había rechazado un Proyecto de ley que legitimaba una situación de esclavitud
que se vive en el sector. Ese proyecto finalmente fue anulado, pero no se
reemplazó por otro régimen mejor, quedó suspendido y con toda la parálisis que
tiene este año legislativamente no ha tenido solución. Pero son justamente los residentes
y concurrentes el pilar de la denuncia de la situación de precariedad que viven
los trabajadores de la salud por falta de insumos y en particular para ellos
porque los residentes no tienen ART.
M.H.: Son el 15 % de la fuerza laboral en
el área de salud.
L.M.: Y además son los que están con el
cuerpo frente al paciente. Están teniendo jornadas laborales muy extensas y por
la misma práctica que tienen que hacer son los que realizan el hisopado y todas
las tareas que tienen que ver con el Coronavirus.
M.H.: Hay varias cuestiones, la ley
solicita a la Legislatura la delegación de gran parte de sus atribuciones al
Jefe de Gobierno que adquiere facultades extraordinarias, prácticamente la suma
del poder público. Esta situación no solamente es considerada nula por la
Constitución Nacional, sino que la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires es
aún más estricta que la CN y en su artículo 84 establece que la Legislatura no
puede delegar sus atribuciones al Poder Ejecutivo en ningún tema, por ninguna
situación, ni por ningún plazo. ¿Cómo es esto entonces?
L.M.: Esta es parte de las ironías que
tiene el sistema de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ya nos han pasado
estas situaciones con respecto a la venta de las tierras públicas y el
Ejecutivo, tanto Macri como Cristina, violaban esa norma y entregaban las
tierras que a su vez el gobierno de Ciudad disponía sin haber pasado por el
trámite del Congreso.
Efectivamente, estamos frente a
una avanzada desde el punto de vista institucional que puede ser objetada, pero
el tema es que en la Legislatura sigue teniendo mayoría el Pro. Si se demoró
una semana es porque hubo discusiones dentro del Frente de Todos, pero el Pro
cuando arremete en Legislatura es porque ya tiene garantizado el resultado
favorable a su propósito.
Lo que no quiere decir que sea
gratuito, porque si hubiéramos tenido que hacer una ley de emergencia estando
yo en la Legislatura hubiéramos planteado que se duplique el Presupuesto de
salud para este año y se suspenda el pago de la deuda externa.
En este momento la deuda
externa de la Ciudad es altísima con intereses que son escandalosos, como lo
que ya se está haciendo público que pasa con los intereses de la deuda
nacional. Las deudas que se tomaron en Ciudad también son en dólares y con
intereses muy altos. La deuda se sigue pagando mientras tanto tenemos el
escándalo de la Villa 31.
M.H.: Hay un gran negociado en relación a
las tierras en la 31. La puesta en valor apunta a armar un negocio
inmobiliario.
L.M.: Así es pero todo el tratamiento que
se ha hecho de la supuesta urbanización es una afrenta para los habitantes.
Esta semana estuve en relación con referentes de la Villa y lo que cuentan da
escalofríos, toda la gente que está debajo de la autopista que no tienen luz
natural, porque no llega, y tienen que iluminarse con luz eléctrica, estaban
sin luz y sin agua.
Las desigualdades educativas
M.H.: Hay un tema en cuanto a las
desigualdades educativas. Viendo cifras de la UNESCO afirman que 826 millones
de estudiantes no tienen una computadora en sus hogares y 706 millones no
tienen internet sobre 1.500 millones de estudiantes afectados a nivel mundial
por el Coronavirus. A partir de estos datos me preguntaba cómo se maneja esta
situación en nuestro país, supongo que estas cifras que son mundiales deben
tener un reflejo similar en la Argentina. Esto tiene que ver con las
desigualdades educativas, cómo se llega con la enseñanza virtual a nuestros
jóvenes estudiantes.
L.M.: Es el gran drama que agudiza el
problema del acceso a la educación en el marco de la pandemia. Las cifras que
tenés son bastante parecidas a las que tiene nuestro país, pero hay que hacer
un estudio más fino. Hoy leía un informe que decía que 65,8% de los hogares de
nuestro país tienen acceso a internet, pero el problema es qué significa,
porque yo puedo tener acceso en mi celular con un número equis de datos, pero
con eso, si no tengo wifi, no puedo sostener una cursada cuando me envían
videos que me comen todos los datos en una hora.
El problema es muy complejo. La
CABA es uno de los lugares con índice más alto de acceso a la virtualidad pero
la situación es sumamente desigual y dramática. Por ejemplo, hoy hablaba con un
docente que trabaja en dos escuelas, una de clase media de Caballito, en la que
el 80% de los pibes logran seguir las clases y responder a las propuestas en
forma más o menos regular. La otra escuela está más cerca de Pompeya y ahí
tiene un seguimiento de un 30% de los estudiantes. Ya sea porque no tienen una
computadora, acceso a internet o porque en la misma casa son varios y no pueden
usarlo al mismo tiempo.
Ha habido registro donde los
docentes se las ingenian porque todos comprendemos que en este momento brindar
un trabajo a través de los recursos que sean para poder sostener algún tipo de
vínculo entre los estudiantes y la escuela es muy necesario porque ordena a la
familia, ordena a los pibes, ayuda a llevar adelante la cuarentena. El tema es
que hay que tener claro que eso no va a reemplazar una cursada normal y
presencial.
M.H.: Claro, de golpe los estudiantes
tienen que convertirse en autodidactas. Es una locura.
L.M.: Hay muchos recursos que se pueden
poner en marcha en un proceso que, si bien la presencialidad no tiene
reemplazo, pero tenemos que pensar una revolución pedagógica que suponga
articular nuestros métodos tradicionales de enseñanza con los recursos que hoy
nos brinda la tecnología. Estando en medio de la pandemia, esta transformación
no es óptima, es traumática, es desintegral y además muy fragmentada en cuanto
al recurso mismo.
La mayoría de los docentes se
comunican por mail con los pibes, que no permite ninguna interacción, es casi
como un trabajo estático, donde se manda una tarea, como podría haber sido una
fotocopia para que la haga en su casa. Eso complica bastante el trabajo del
docente porque no es lo mismo corregir 20 páginas que abrir 20 correos, con
toda la complejidad que esto tiene. Por el momento tenemos un gran desorden.
M.H.: Esto supone también que el educador
tiene los conocimientos y los medios para desarrollar una educación de este
tipo.
L.M.: Imaginate un docente que tenga una
computadora y dos hijos. Entonces tiene que dar clase él y al mismo tiempo sus
hijos tienen que tomar clase con sus docentes. Es complicadísimo. No todo el
mundo tiene una computadora para cada miembro de la familia. No solo es el tema
del acceso a internet sino la cantidad de dispositivos disponibles. Pero además
los docentes no estaban preparados, eso está claro, pero están haciendo
esfuerzos increíbles. Incluso hay un problema de saber ordenar el tiempo,
porque la computadora se metió en la vida de las familias desordenándolo todo,
no son las cuatro horas de clase sino estar preparando el videíto, contestando
los mails, muchos compañeros están agotados en medio de la pandemia. Yo que no
estoy dando clases, no tengo alumnos a cargo pero solamente con sostener
determinadas reuniones por las distintas aplicaciones que hay me agota.
M.H.: La última semana de abril las
video-llamadas y las conferencias fueron un 1.500% más.
L.M.: Lo que estamos pidiendo es que se
brinden los dispositivos que hacen falta, los alumnos de 1º a 4º grado no
recibieron las Netbook y los que las recibieron hace 4 años las tienen o rotas
o están bloqueadas y circula un teléfono para comunicarse para arreglarlas pero
no responden.
M.H.: Encima les van a congelar el sueldo y
les van a pagar en cuotas a los maestros. En el gobierno nacional anterior,
tengo entendido que quedaron arrumbadas miles de computadoras sin entregar.
L.M.: Sí, dicen que había 100.000 computadoras.
Nuestro reclamo es que se entreguen computadoras a todos los niños para que se
garantice el acceso a datos sin límite. Estaba circulando un paquete que
supuestamente iban a dar, que aun así no alcanza y no deja de ser una promesa.
Entonces el tiempo pasa y esto profundiza la brecha. Y esto va a traer
consecuencias en cómo se acreditan los trabajos que se han hecho en este
tiempo.
En principio estamos
sosteniendo que en inicial, primaria y media exista una flexibilidad donde no
se trabaje con nota, no se califique sino que se sostengan propuestas diversas
como parte de un vínculo y un sostén que ayude a sostener a nuestra niñez y
adolescencia en este momento y dejo planteado también la idea de este vínculo
fundamental también para tratar de tender un puente a la niñez que pudiera
estar sufriendo violencia intrafamiliar.
El drama no es solamente de las
mujeres víctimas de violencia sino que también en esta pandemia están sufriendo
muchos niños y la escuela puede ser una antena que a través de pequeños
indicadores, de tarea que vuelve con cierto mensaje, de un mensaje que indica
algún teléfono a donde recurrir, que pueda darle salida a la niñez que esté
siendo violentada.
Fuente: Redeco.com.ar