Argen­ti­na. La poli­cía tor­tu­ró y ase­si­nó Mau­ro Eze­quiel Coronel

SANTIAGO DEL ESTERO: LOS FAMILIARES RECLAMAN JUSTICIA

Por APL/​Resu­men latinoamericano/​6 de mayo 2020 .—

Lau­ra Coro­nel, mamá del joven ase­si­na­do por la poli­cía san­tia­gue­ña rom­pió en llan­to y no pudo más que gri­tar «¡Jus­ti­cia»! al hablar con esta agen­cia. Su hijo de 22 años, padre de 4 ninxs, había sido dete­ni­do el vier­nes 1° de mayo y falle­ció en el Hos­pi­tal Regio­nal este mar­tes, lue­go de ser tor­tu­ra­do en la Comi­sa­ría 10°. En un comu­ni­ca­do de la Red de Orga­ni­za­cio­nes con­tra la Vio­len­cia Ins­ti­tu­cio­nal, afir­mó que Lau­ra «se diri­gió a la sec­cio­nal Déci­ma y allí escu­chó los gri­tos de su hijo que venían des­de el fon­do. Pudo acer­car­se lo sufi­cien­te para ver como lo tor­tu­ra­ban: tenía una bol­sa en la cabe­za y lo gol­pea­ban mien­tras gri­ta­ba. Los poli­cías la reti­ra­ron del lugar pero siguió escu­chan­do sus gri­tos por un rato has­ta que se hizo el silencio».

Lue­go de reco­rrer un peri­plo por dis­tin­tas depen­den­cias para hallar a su hijo, ya que nega­ban que estu­vie­se en esa comi­sa­ría, «la madre encon­tró a Mau­ro en una cama del hos­pi­tal cus­to­dia­do por dos poli­cías. Esta­ba des­fi­gu­ra­do por los gol­pes y vomi­ta­ba san­gre», con­fir­mó la Red.

En el comu­ni­ca­do de la orga­ni­za­ción rela­tó que «a dia­rio, cien­tos de per­so­nas son tor­tu­ra­das, como a Mau­ro, en las comi­sa­rías y depen­den­cias poli­cia­les de San­tia­go. Solo que de vez en cuan­do, alguien no sopor­ta las bru­ta­les gol­pi­zas y mue­re. Lo matan. Como a Darío Pérez, a Ramón Váz­quez, a Julio Ávi­la, a Lucho Corbalán».

Por su par­te, los fami­lia­res de Mau­ro, sos­tu­vie­ron que: «Pedi­mos jus­ti­cia por Mau­ro Eze­quiel Coro­nel, el 1 de mayo, per­so­nal poli­cial de la 10°, lo tor­tu­ra­ron has­ta lograr matar­lo! Un ser que­ri­do por muchos. Luchó por su fami­lia y sus hijos día a día. Un ser puro de cora­zón y alma. Dejan­do a sus 4 hijos de 5, 4, 2 años y una bebé de 3 meses y a toda su fami­lia, ami­gos, y cono­ci­dos con pro­fun­do dolor. Pedi­mos que se haga jus­ti­cia, ¡que no que­de impu­ne! ¡Jus­ti­cia para Mauro¡»

Por Agen­cia Para la Libertad