Por Gastón Rodríguez.Resumen Latinoamericano, 26 mayo 2020
El domingo a la mañana, Rodolfo Sánchez
embistió con su camioneta 4×4 al adolescente Alex Campo dentro del
predio ubicado en el paraje El Taladro, de Cañuelas. Luego se negó a
llevarlo al hospital o llamar a un médico. Podría ser condenado a
prisión perpetua.
Alex Campo era un pibe bueno. Con apenas 16 años
trabajaba y estudiaba. También participaba en una organización social
para ayudar en el merendero del barrio Guzzeti, en Cañuelas. El domingo,
después de tanto insistir, logró que dos amigos del hermano mayor lo
llevaran a cazar liebres. Se metió con la gomera y los galgos en un
campo privado, incapaz de imaginar la reacción del dueño: lo atropelló a
toda velocidad con su camioneta 4×4 y después se negó a llevarlo al
hospital o llamar un médico, dejándolo morir ahí mismo. Los amigos –los
sobrevivientes– contaron que no alcanzó a esquivar el vehículo por
salvar a uno de los perros que se había enredado con una cuerda. Es que
Alex, insisten, era un pibe bueno.
Desde el domingo en Cañuelas no hay más pandemia. Solo se lamenta la
muerte de Alex y se comenta, con rabia o incredulidad, la actitud de
Rodolfo Sánchez, el productor rural que lo mató. Es tanta la conmoción
en la ciudad, que este martes el municipio debió otorgar una excepción
especial para que todos los que quisieran pudieran acompañar al cortejo
que salió de Allende y Mercante, donde el chico vivía con su madre y los
cuatro hermanos, hasta el cementerio municipal. Fue justamente en la
ceremonia de despedida cuando la madre se descompensó y debió ser
trasladada de urgencia al hospital de la zona.
Sánchez, en tanto, continúa detenido en la sede delComando
de Prevención Rural (CPR) acusado del delito de “homicidio agravado por
alevosía”, luego de que la fiscal Norma Pippo escuchara la declaración
de los testigos y agravara la caratula del hecho.
Según el relato de los hermanos Agustín y José Cabañas, de 19 y
22 años respectivamente, el domingo, alrededor de las siete de la
mañana, ingresaron junto a Alex al campo ubicado en el kilómetro 72,5 de
la ruta 205, cerca del paraje El Taladro, buscando cazar alguna liebre
que pudiera servir de almuerzo. Un rato después, vieron acercarse a gran
velocidad una camioneta negra Dodge Ram. “Vino a fondo y nos encaró”,
contó José. Los hermanos lograron hacerse a un lado, pero Alex no se
movió: prefirió ayudar a uno de los perros que se había enredado las
patas con una cuerda, haciéndole imposible escapar. “Lo chocó de una y
le pasó las ruedas de adelante y de atrás por encima”, describió uno de
los testigos.
Cuando Sánchez se bajó de la camioneta, los jóvenes le
rogaron que llevara a Alex hasta el hospital o que al menos llamara a un
médico, pero el productor agropecuario se negó. “Llévenselo de acá”,
ordenó. Después, agregó que lo tenía merecido por robar en su campo.
Ya en sede judicial, el estanciero explicó que “vio dos personas que
se iban llevando un ternero en brazos” y que fue “hacia la zona tocando
bocina y mientras los perseguía apareció una persona de la nada, no sé
si de abajo del paso o de atrás de una vaca, por lo que intenté frenar
de golpe y eludirlo, pero no pude porque había rocío”. Las pericias a la
camioneta, la misma que acumula multas por exceso de velocidad,
desmintieron su versión y avalaron lo declarado por los hermanos
Cabañas. La pena posible que enfrenta Sánchez es de prisión perpetua.
Alex militaba en el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) desde donde ayudaba al merendero del barrio. Había empezado a trabajar de peón de albañil para ganar algo de dinero. Hace poco se había dato el gusto de comprarse una moto. El próximo sueño era agrandar la casa y así tener, al fin, una pieza para él solo.
Cañuelas: “A Alex lo quería todo el barrio”
Alex Juan Campo tenía 16 años y hace poco que había conseguido un
trabajo. Trabajaba de peón de albañil de lunes a sábado. Los domingos
salían con sus hermanos a cazar algún bicho con gomeras y con sus
galgos, nunca con armas de fuego. Una práctica habitual en la zona para
hacerse de alguna presa para comer. Sus amigos del barrio Guzzetti
cuentan que los jóvenes entran a los campos, a veces algún propietario
los reprende y se van sin mas revuelvo.
Alex también participaba en la organización social del barrio, el MTL
(Movimiento Territorial de Liberación) en donde ayudaba con el
merendero del barrio donde comen unos 80 niños y cuando podía
participaba en la murga.
Ayer por la mañana, mientras buscaban alguna liebre en con sus dos
hermanos ingresaron a una propiedad en el kilómetro 72,5 de la ruta 205,
cerca del paraje El Taladro. Alex tenía 16 años y José Luis y Agustín,
19 y 21. Los tres se asombraron cuando una camioneta negra Dodge Ram se
acercaba a toda velocidad y pensaron que frenaría y que el dueño desde
la ventanilla los retaría y saldrían del campo. Pero no fue así, José y
Agustín se apartaron del camino y la Dodge embistió a Alex que se enredo
con la cuerda que llevaba a los perros y solo logro liberarlos para que
los galgos no sean atropellados.
Alex cayo inconsciente. Sus hermanos comenzaron a gritar y le
pidieron que subiera a Alex a la camioneta y que lo llevara a un
hospital. El conductor, Pablo Rodolfo Sánchez, de 57 años se negó y
dijo: “Voy a llamar a la Policía y que hagan lo que tengan que hacer.
Ahora levántenlo y llévenselo”. Mientras tanto, Alex fallecía en el
suelo. La Fiscal, Norma Pippo que lleva adelante la investigación pidió
la detención del productor rural, Rodolfo Sánchez y el caso se caratulo
de homicidio con alevosía. Mañana a las 10hs se realizará una
movilización en la rotonda de Cañuelas para exigir justicia.
ANRed dialogó con vecinos y compañeros de Alex quienes contaron que
la familia esta muy mal. “Son una familia trabajadora y nunca tuvieron
problemas con el barrio . Todos trabajadores. Alex era un pibe muy sano y
siempre nos reíamos porque no le había cambiado la voz parecía un nene
de 13 años. También porque era menudito”, comentó una vecina.
Otra vecina del barrio Guzzetti escribió en su muro:
“Míralo … míralo dos minutos más … esa carita de nene … tenía 16 años, trabajaba y estudiaba, estaba juntando plata, para hacerce una pieza para él, le había dicho a mi hijo Máximo … negro cuando compré los materiales ¿me das una mano?,una vez me preguntó, ¿te ayuda máximo cuando cobra? y le respondí … yo no le pido nada, además yo tengo obligación con el hasta los 18, pero ahora que trabaja que se compre sus cosas,y me dice … no te tiene que ayudar, yo le doy plata a mi mamá …y le dije, cuando precise le pediré … se lamentaba porque con la cuarentena no podía entrenar… hacía unos meses se había comprado una motito usada y hará un mes me encontró cargada en la calle y me ayudó, le quise dar propina y no me la acepto. Míralo hoy lo mataron y le quieren adjudicar un supuesto robo no tenía cuchillo,ni arma de fuego,solo los dos galgos los otros dos chicos alcanzaron a disparar, el cuando quizo correr se enredo entre las sogas y se callo, alcanzo a largar los perros que se quedaron con el. Míralo ayer me estuvo en mi casa con mí hijo y le dijo, si no trabajas, anda a casa que vamos a cazar unas liebres máximo trabajo, el se fue a cazar y lo mataron, un adolescente que tenía sueños, que estudiaba, trabajaba, y cuando podía salía a cazar y pescar, no tenía antecedentes. Lo único que solamente era un buen pibe. Míralo un hombrecito que ayer estuvo en mí casa tomando mate y diciéndole a Máximo que el lunes volvía a trabajar que lo pasaba a buscar. Te queremos mucho Alex, eras muy bueno para este mundo, tu amigo te llora, tu compañero de trabajo te va a extrañar la vuelta a casa cuando se quedaban boludeando tomando mate. Mírenlo el era Alex un pibe del barrio Guzzetti”.
fuentes: Tiempo /Anred