Argen­ti­na. Ste­lla Maris Man­zano: “En épo­ca de cri­sis las muje­res pre­ci­san del Esta­do más que nun­ca para garan­ti­zar sus derechos”

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de mayo de 2020

En épo­ca de cri­sis las muje­res pre­ci­san del esta­do más que nun­ca para garan­ti­zar sus dere­chos sexua­les, repro­duc­ti­vos y no reproductivos. 

Pre­ci­san
que se con­ti­núe pro­ve­yen­do de cui­da­dos en el emba­ra­zo, que no se sus­pen­da la
aten­ción de emba­ra­za­das y par­tu­rien­tas, y de anti­con­cep­ti­vos para no
emba­ra­zar­se en momen­tos en que la pan­de­mia ha lle­va­do a la cri­sis eco­nó­mi­ca a
muchas per­so­nas. Muchas y muchos han per­di­do su fuen­te de ingre­sos, o estos
 han dis­mi­nui­do muchísimo.

La
mayo­ría de las muje­res no quie­re tener hijos si no los va a poder cui­dar, no
creen que un hijo sea algo que se tie­ne por­que sí, que cui­dar­lo o dar­lo en
adop­ción sea lo mis­mo, por eso des­de el Minis­te­rio de Salud Públi­ca de Nación
se ha ins­ta­do a las pro­vin­cias a con­ti­nuar garan­ti­zan­do la pro­vi­sión de
anti­con­cep­ti­vos y de abor­tos lega­les, por­que no hacer­lo sería discriminación
por géne­ro. A las muje­res un emba­ra­zo nos cam­bia pro­fun­da­men­te la vida, y
ade­más nos pone en peli­gro de morir en el parto.

En cuan­to a las pas­ti­llas anti­con­cep­ti­vas men­sua­les, des­de el Minis­te­rio de Salud, se está ins­tan­do a entre­gar 3 cajas por vez a cada mujer, para que tan­gan que salir menos a la calle. Las inyec­cio­nes anti­con­cep­ti­vas men­sua­les o tri­mes­tra­les, se con­ti­núan colo­can­do como si se tra­ta­ra de una urgen­cia. Si bien se pide a la pobla­ción que no con­cu­rra al hos­pi­tal si no es urgen­cia, enten­de­mos que la pro­vi­sión de anti­con­cep­ti­vos, igual que la vacu­na­ción con­tra cual­quier infec­ción son urgen­cias que no pue­den espe­rar a que pase la pandemia. 

Se
siguen colo­can­do dis­po­si­ti­vos intra­ute­ri­nos e implan­tes, y tam­bién se continúan
entre­gan­do pre­ser­va­ti­vos, en can­ti­da­des de 10 o más a cada per­so­na, y pastillas
para anti­con­cep­ción de emer­gen­cia o poscoital.

Solo
se ha vis­to afec­ta­da la rea­li­za­ción de liga­du­ras tuba­rias y vasec­to­mías, y es
com­pren­si­ble, por la nece­si­dad de ocu­par la menor can­ti­dad de camas posi­bles, y
de evi­tar inter­na­cio­nes, ya que los hos­pi­ta­les son luga­res con mayor ries­go de
con­ta­gio e cual­quier virosis.

En
cuan­to a los abor­tos lega­les actual­men­te, se siguen garan­ti­zan­do como antes. Si
una mujer pide un abor­to por­que fue vio­la­da, o por­que no quie­re arries­gar su
vida en un par­to, sien­do los par­tos cien­tos de veces más peli­gro­sos que un
abor­to, se le indi­can las pas­ti­llas para abor­tar en su casa si el emba­ra­zo es
menor a 13 sema­nas o se la inter­na si el emba­ra­zo es de 13 sema­nas o más. En
cada ciu­dad o pro­vin­cia se han esta­ble­ci­do meca­nis­mos para continuar
garan­ti­zan­do abor­tos a todas las per­so­nas que lo precisen.

Cuan­do
ana­li­za­mos lo difi­cul­to­so que era acce­der a abor­tos per­mi­ti­dos por el código
penal hace 10 años, nos damos cuen­ta de que hemos reco­rri­do un her­mo­so trecho
des­de enton­ces, y es para agra­de­cer que la pan­de­mia lle­ga­ra recién ahora.

El Pro­to­co­lo para la aten­ción inte­gral del emba­ra­zo del 2019, que actua­li­zó el minis­tro Ginés Gon­zá­lez Gar­cía tie­ne muchos datos impor­tan­tes, actua­li­za­cio­nes en el uso de fár­ma­cos y dosis que es impor­tan­te leer, no hay que con­fun­dir­lo con el de Rubins­tein que sigue en inter­net, pero es diferente.

Sabe­mos que en muchos luga­res aún cues­ta a las muje­res acce­der a sus dere­chos sexua­les y repro­duc­ti­vos, pero afor­tu­na­da­men­te hay muchas redes femi­nis­tas, que acom­pa­ñan y ase­so­ran. Tam­bién se pue­de lla­mar al 0800 222 3 444, la línea gra­tui­ta del Pro­gra­ma Nacio­nal de Salud Sexual y Pro­crea­ción Res­pon­sa­ble que ase­so­ra y se ocu­pa de solu­cio­nar los pro­ble­mas de las per­so­nas que llaman.

Otro obs­tácu­lo para el acce­so a los dere­chos en SSyR es el temor a ser dete­ni­das por la poli­cía, en ese caso hay que saber que todo lo que se debe decir es que se está yen­do al médi­co. Los poli­cías no tie­nen dere­cho a inda­gar sobre moti­vo de con­sul­ta, ni si la con­sul­ta es váli­da o no. Y eso se les debe seña­lar. Si igual no deja­ran con­ti­nuar camino a la con­sul­ta se les pue­de denun­ciar al núme­ro 134, por vio­len­cia ins­ti­tu­cio­nal, el mis­mo núme­ro al que se denun­cian las vio­la­cio­nes a la cua­ren­te­na, con todos los datos posi­bles de quien haya ejer­ci­do vio­len­cia. Si es posi­ble fil­mar­lo, es lo mejor.

Fuen­te: Dia­rio­fe­me­nino

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