Por Maribel Acosta Damas /Resumen Latinoamericano, 25 mayo 2020
Un viejo avión Britania
de Cubana de Aviación con 29 médicos, cuatro estomatólogos, 14
enfermeros y siete técnicos de la salud, viajaron con destino a Argelia
el 23 de mayo de 1963. Se iniciaba así la primera colaboración médica
internacionalista cubana en la historia de la Revolución.
Luego
de la independencia de Argelia de 1962 el primer ministro Ahmed Ben
Bella visita Cuba después de su estancia en Nueva York para participar
en la ceremonia de admisión de Argelia en las Naciones Unidas. En el
aeropuerto internacional José Martí de La Habana lo esperaba Fidel
Castro y en la inauguración de la Escuela de Medicina Playa Girón
de La Habana, Fidel plantea la idea de enviar una brigada médica a esa
nación por la salida en masa de los médicos franceses, al punto de
quedar solo 600 galenos en el país para atender a cerca de 11 millones
de habitantes.
El doctor Pablo Resik Habib, fue el
jefe de esa primera brigada médica y se estructuró del siguiente modo:
En Argel se ubicó un estomatólogo; en Blida, seis médicos, un
estomatólogo, tres enfermeros y tres técnicos; en Sidi-Bel-Abbés, 12
médicos, dos estomatólogos, cinco enfermeros y tres técnicos; en
Constantina, cinco médicos, cuatro enfermeros y un técnico; en Sétif,
tres médicos, un técnico y un enfermero; y en Biskra, dos médicos, dos
enfermeros y un técnico, contando al jefe de la misión.
Los
médicos de aquella primera colaboración cubana recuerdan que una tarde
les avisaron que a las siete de la mañana del siguiente día, el Che
Guevara vendría a visitarlos. Temprano en la mañana, el 13 de julio de
1963, ya el Che los estaba esperando en la puerta de la Casa de
Gobierno. Un encuentro inolvidable para ellos. Los médicos permanecieron
en Argelia dos años y dos meses. Fueron los pioneros de una larga y
extensa colaboración humanitaria que la isla mantiene hasta hoy.
Aquellos galenos recuerdan esa etapa como un cambio total para sus vidas como profesionales y seres humanos: «Nos
sentimos más crecidos, más humanos, más útiles, y comprendimos que
nuestra carrera tenía un sentido más elevado del que le habíamos dado».
En
mayo de 2020, cuando el mundo enfrenta a una pandemia con millones de
contagiados, cientos de miles de muertos y cuyo impacto hacia el futuro
es aún incierto, los médicos cubanos, hijos e hijas de una tradición que
tiene casi 60 años colaboran en la lucha contra la enfermedad: La
brigada médica del contingente Henry Reeve, especializada en
enfrentamiento a catástrofes y situaciones extraordinarias ha atendido a
26.000 infectados por la pandemia del coronavirus en el mundo.
Más
de 2300 colaboradores, organizados en 26 brigadas médicas del
Contingente Henry Reeve, contribuyen hoy en la lucha contra el Covid 19
en 24 países. A ellos se suman los más de 28 mil profesionales de la
salud que ya se encontraban en 59 naciones.
Muchos
de los primeros galenos que partieron hacia Argelia en 1963 continúan
hoy colaborando con las estrategias cubanas de su sistema de salud. El
Doctor Pablo Resik, quien fuera el jefe de aquella primera experiencia
tiene en su haber además que su hija Sonia Resik, científica eminente,
es la Directora de Virología del Instituto de Medicina Tropical Pedro
Kouri (IPK), epicentro de muchas de las investigaciones cubanas del
último medio siglo; y otro Pablo, su nieto, es un joven Doctor del IPK,
parte de los valientes que durante más de dos meses enfrentan la Covid
19 en Cuba desde el IPK, a riesgo de su propia vida… Aquellos primeros
médicos de Argelia de la naciente Revolución Cubana sienten que ha
valido la pena…
Foto de portada de Archivos de Juventud Rebelde