Resumen Latinoamericano, 5 mayo 2020
Quienes firmamos este escrito somos familiares de militantes políticxs vascxs que se
encuentran presxs en cárceles españolas y francesas. Aunque la realidad de la cárcel
siempre es cruda, la situación derivada como consecuencia de la pandemia de la Covid-19 y
de la posterior aplicación del estado de excepción hacen todo aún más duro.
En estos tiempos de las apariencias, cobra gran importancia adornar como es debido todo
lo que está a la vista. Es imprescindible para que la función continúe. Por eso los aplausos
en los balcones, y por eso se impulsa una falsa unidad desclasada, aséptica en apariencia,
pero que en el fondo busca diluir toda evidencia que deje al descubierto las diferencias
sociales y las responsabilidades políticas.
Precisamente es la cárcel el lugar que mejor refleja las diferencias sociales, económicas y
políticas. La cárcel fue creada como el cubo de la basura del sistema y, actualmente, sigue
cumpliendo la misma función. La mayoría de presos y presas son pobres y/o sufren
enfermedades mentales, o como en el caso de nuestrxs familiares, son militantes políticxs
que se rebelaron contra las injusticias y a favor de las libertades socio-políticas y
nacionales.
Al otro lado de los muros no hay que guardar las formas, porque lo que pasa dentro no está
producido para el consumo del público de esta sala de teatro. Lo que ocurre entre
bambalinas no condiciona el circo electoral. Pero nosotrxs no estamos dispuestxs a aceptar
que traten a nuestrxs familiares como basura. Para empezar, exigimos que en las cárceles
se antepongan los criterios de salud a los criterios de castigo. Y junto a esto exigimos la
libertad inmediata de lxs presxs enfermxs, lxs ancianxs, lxs preventivxs y lxs que tienen las
3⁄4 partes de la condena cumplida.
Por otro lado, esa política de dispersión que ha asesinado a 16 familiares conlleva
profundizar en el aislamiento de lxs presxs. El pueblo trabajador vasco lleva 30 años
luchando contra la dispersión, y 30 años llevan los Estados francés y español ignorando
esta reivindicación. Como hemos hecho durante las últimas décadas, hacemos nuestro el
lema de “Presxs Vascxs a Euskal Herria” para exigir el fin de la dispersión.
Y mientras esto se materializa, hay otras medidas que se pueden tomar mañana mismo para aliviar el aislamiento de lxs presxs. Por eso exigimos implementar las condiciones para poder realizar las visitas en las cárceles y que no nos pongan más impedimentos a que podamos trasladarnos hasta ellas, también cuando nos toque cruzar la frontera artificial que divide Euskal Herria. Todas estas medidas, que se pueden tomar de inmediato, son pasos intermedios prioritarios, “de fuerza mayor” y para nosotrxs y nuestrxs familiares también “esenciales”.
En cualquier caso, después de llevar a cabo estas medidas, seguiremos luchando por una
amnistía que comprenda la libertad nacional, social y política, ya que esa es la única
garantía para que las cárceles no se vuelvan a llenar de militantes políticxs.
Firmantes:
Patxi Karasatorre Aldaz
Ziortza Fernández Larrazabal
Maribi Gaztelumendi Galtzagorri
Jesús Herrador Pouso
Sua Herrador Rodriguez
Sendoa Jurado Garcia
Marije Guinea Aspiazu
Lorena Barreras Díaz
Meritxel Aranzubia Ariznabarreta
Mikel Aginagalde Ugartemendia
Rosana Moreno Balanzategi
Adur Goieaskoetxea Serna
Immaculada Gràcia Monge
Ainhoa Pastor Alonso