Resumen Latinoamericano, 14 de mayo de 2020
El Covid19 ha demostrado, entre otras cosas, que es un virus que no conoce de estratos sociales ni de fronteras geográficas. Las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud reflejan los índices de contagio en el país y estos datos son utilizados para condensar informes que muestran una dura realidad.
Uno de estos informes fue elaborado por la economista Marisa Ruiz Caro y publicado por Desco. Este informe demuestra el impacto del Covid19 en las regiones, que hoy están en la mira pública por las limitaciones que tiene un sistema de salud que se ha visto rebasado por la pandemia.
El documento tiene como fecha de cierre el 07 de mayo, y muestra los casos registrados, tipos de pruebas aplicadas, tasa de mortalidad, condiciones del sistema de atención; a nivel regional, nacional y en relación con otros países de Latinoamérica.
La evolución de la pandemia en el Perú
Este informe revela entre otros puntos que desde el primer caso de Covid19 registrado en el país la tendencia en el crecimiento en regiones fue bastante alto. Para el 15 de marzo, un día antes de la declaratoria de emergencia nacional, el 85% de casos se encontraba en Lima y solo el 15% se registraba en regiones. Dos meses después, la proporción de casos en Lima se ha reducido a 72% y en regiones ha subido a 28%.
Explica Ruiz Caro en su informe que “Si bien la concentración en Lima y el Callao continúa, se aprecia la expansión del virus en el país.” Además señala que las cifras de muertes son preocupantes fuera de Lima. Para el 22 de marzo, el 80% de los fallecidos estaba en la capital de la República, el 20% se repartía entre algunos departamentos.
Al 7 de mayo “la proporción se ha modificado y los decesos son más altos en las regiones, con el 56% del total, mientras que en Lima se registra el 44%.” La cifra, realzada por las informaciones de los medios de comunicación refleja la “limitada capacidad de los sistemas de salud en varias regiones para atender a las personas que requieren hospitalización y tratamiento en las UCI”.
Esta situación ratifica la brecha existente entre Lima y el resto del país sobre la calidad de los servicios de salud.
La situación en el norte
Las cifras reflejan también la cruda situación vivida en el norte del país, una zona que aún no termina de recuperarse de los efectos del “Niño Costero” del año 2017 y que ha debido enfrentar esta pandemia en situaciones precarias del sistema de salud y con un proceso de reconstrucción a medio hacer.
Señala el informe:
“las cifras de los contagios del Covid-19 agrupadas por grandes espacios territoriales muestran que, aparte de Lima, el foco de la pandemia está en el norte, donde se ubica el 15% de las personas infectadas. Una señal inquietante es que ese porcentaje casi se triplica cuando se mira la concentración de las personas fallecidas, que alcanza el 43% en la macrorregión. Los datos impactan porque en este territorio vive solo el 25% de la población peruana”.
Las medidas de aislamiento social fueron intensas en la zona norte, pues en esta parte del país se encuentran (sin contar Lima y Loreto) las primeras cinco regiones con mayor cantidad de contagios por el Covid19: Piura, Tumbes, Lambayeque y La Libertad.
Las pruebas
Un aspecto fundamental sobre el que llama la atención el informe tiene que ver con el desfase de las pruebas aplicadas en contraste a la cantidad de contagios. Señala Ruiz Caro que el mayor número de pruebas se ha tomado en Arequipa y cuatro regiones del norte, sin embargo “llama la atención que regiones como Loreto, Ucayali y Tumbes no estén entre las que tienen más pruebas tomadas, a pesar de estar entre las más afectadas”.
El desfase, señala el documento, se confirma cuando se analiza el número de pruebas por cada cien mil habitantes. “Es claro que en las regiones más impactadas no se están aplicando las pruebas que corresponderían a su densidad poblacional y nivel de afectación. Por ejemplo, Lambayeque aparece en el puesto siete, con 1213 pruebas por cien mil personas, y Piura en el lugar 15, con 802 pruebas por cien mil habitantes. Estos datos muestran que se requieren ajustes en este componente de la estrategia en función de las realidades regionales (…) El porcentaje de pruebas con resultados positivos más altos en las regiones con más casos, como son las del norte, de la Amazonía y en Lima, es un elemento que reafirma la necesidad de cambios en la distribución de las pruebas.”
¿Es buena la estrategia contra el Covid19?
Para la autora del informe, las cifras desagregadas muestran que en la nueva etapa de la lucha contra la pandemia no es bueno insistir en estrategias homogéneas para todo el país, “el martillo” debe ser de distinto tamaño y grosor para cada zona regional, por lo cual no se puede continuar con políticas y programas de forma hiperconcentrada.
Básicamente se sabe de los problemas de acción de las autoridades regionales y locales (sus niveles de ejecución presupuestal, por ejemplo, son terribles) “la heterogeneidad territorial del impacto del Covid-19 vuelve imprescindible el fortalecimiento de las capacidades existentes en los distintos territorios mediante personal calificado, equipamiento y recursos financieros para potenciar la estrategia sanitaria de manera que integre los ámbitos local y regional”.
Por ello, asegura el documento que “Esta estrategia es necesaria también para mejorar la gestión política y, sobre todo, para promover una amplia movilización social y ciudadana en los espacios locales y regionales.”
Las cifras por región evidencian las limitaciones del Estado en su conjunto para responder al reto que plantea esta pandemia.
FUENTE: Otra Mirada