Argen­ti­na. Otra Ope­ra­ción Nis­man: la dis­pa­ra­ta­da his­to­ria del ex espía israelí

Por Raúl Koll­mann, 11 junio 22020

La TV israe­lí pre­sen­tó a un ex espía de la Mos­sad que tra­ba­jó para el fon­do bui­tre de Singer

Con­tó que le pasó al fis­cal, en su últi­mo via­je a Euro­pa, infor­ma­ción sobre supues­tas cuen­tas de CFK y su hijo, ali­men­ta­das por Irán. La his­to­ria ni siquie­ra res­pe­ta los datos más cono­ci­dos y has­ta el fon­do bui­tre lo des­co­no­ció. Igual los medios argen­ti­nos se suma­ron a la ope­ra­ción. Las evi­den­tes men­ti­ras del arma­do y sus antecedentes. 

foto: Uzi Sha­ya, exagen­te de la agen­cia Mossad. 

La
nada, pero repe­ti­da. Los prin­ci­pa­les medios de la Argen­ti­na están
repi­tien­do una his­to­ria inve­ro­sí­mil, sin prue­ba algu­na y, para colmo,
delic­ti­va, por­que se tra­tó de la con­fe­sión de una extor­sión. La
tele­vi­sión israe­lí pre­sen­tó ano­che un pro­gra­ma basa­do en el testimonio
de un ex agen­te secre­to de la Mos­sad, Uzi Sha­ya, que pasó sin esca­las de
los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia israe­líes a poner­se la cami­se­ta del fondo
bui­tre Elliot Manag­ment, de Paul Sin­ger. Sha­ya dijo que le entre­gó a
Alber­to Nis­man, diez días antes de su muer­te, un sobre con datos sobre
cuen­tas de la fami­lia Kirch­ner en las islas Sey­che­lles y otros paraísos
fis­ca­les, con dine­ro paga­do por Irán. El espía no apor­tó ni una
evi­den­cia ni de las cuen­tas ni de nada, pero rela­tó una supuesta
extor­sión: él y el fon­do bui­tre que­rían ame­na­zar a Cris­ti­na Kirch­ner con
que reve­la­rían las cuen­tas a menos que ella acep­ta­ra pagar la «deu­da»
con los fon­dos bui­tres
. La ver­sión care­ce de toda cre­di­bi­li­dad, al pun­to que –según la tele­vi­sión israe­lí – , el fon­do Elliot dice que no cono­ce la docu­men­ta­ción ni admi­te rela­ción con lo que cuen­ta Sha­ya.

En el pro­gra­ma que con­du­ce la argen­ti­na Ilana
Dayan, el ex espía come­tió erro­res has­ta infan­ti­les, pro­pios de alguien
que no cono­ce el expe­dien­te de la muer­te del fis­cal
. Sha­ya dice, por ejem­plo, que le entre­gó el sobre con la infor­ma­ción a Nis­man en el lobby de un hotel en Espa­ña,
apro­xi­ma­da­men­te el 8 de enero de 2015 –por­que afir­ma que fue­ron diez
días antes de la muer­te del fis­cal – , y que de inme­dia­to Nis­man decidió
regre­sar a Bue­nos Aires para pre­sen­tar la denun­cia, supues­ta­men­te por lo
explo­si­vo del con­te­ni­do de la infor­ma­ción del ex espía. Está probado
has­ta el can­san­cio en el expe­dien­te que Nis­man sacó el pasa­je de regreso
en Bue­nos Aires, el 31 de diciem­bre de 2014, antes de salir de salir
con su hija hacia Euro­pa. O sea que ya tenía pla­nea­do el regre­so y no
fue una deci­sión moti­va­da por nada que le hayan entre­ga­do. Pero, peor
aún, en el via­je con Iara, Nis­man no estu­vo en Madrid ni en nin­gún lugar de Espa­ña:
el tour arran­có el 2 de enero de 2015 en Lon­dres, lue­go fue­ron a
Ams­ter­dam y de ahí Nis­man empren­dió el regre­so, sólo con esca­la en el
aero­puer­to de Bara­jas, el 11 de enero a la noche. O sea que no pasó por
nin­gún lobby de nin­gún hotel espa­ñol y ni siquie­ra salió del aeropuerto.

La his­to­ria se pare­ce mucho a la urdi­da en 2015 por el dia­rio Cla­rín, con notas fir­ma­das por Daniel San­to­ro, quien agran­dó y tam­bién copió a la revis­ta bra­si­le­ña Veja. De acuer­do a una tra­duc­ción que hizo la Agen­cia Judía de Noti­cias, Sha­ya
dijo que las cuen­tas, cuyos datos le habría dado a Nis­man, esta­ban a
nom­bre de Máxi­mo Kirch­ner, igua­li­to que en aque­lla ver­sión de 2015
en que se le adju­di­ca­ban millo­nes de dóla­res escon­di­dos al hijo de CFK, como coti­tu­lar jun­to a Nil­da Garré. La pro­pia Reser­va Fede­ral de Esta­dos Uni­dos demos­tró que todo era fal­so,
que las cuen­tas no exis­tían ni en Dela­wa­re ni en Irán ni en Belice.
Tres años más tar­de, Máxi­mo y Garré, con el patro­ci­nio de Ale­jan­dro Rúa,
fue­ron sobre­seí­dos por el juez Mar­ce­lo Mar­tí­nez de Gior­gi. Lo de Sha­ya y
la tele­vi­sión israe­lí pare­ce un refri­to de aque­lla mentira.

Como
era obvio, el pro­gra­ma emi­ti­do ano­che dio por sen­ta­do que a Nis­man lo
mata­ron, por­que hizo la denun­cia y por­que tenía infor­ma­ción tan caliente
(en ver­dad tru­cha) pro­vis­ta por el ex espía. Para ello, la TV rodeó
el rela­to con las ver­sio­nes del perio­dis­ta Mar­ce­lo Lon­go­bar­di y los
diri­gen­tes Patri­cia Bull­rich y Wal­do Wolf, todos del riñón de Cam­bie­mos
.
En el medio sólo apa­re­ció el infor­má­ti­co Die­go Lago­mar­sino contando
cómo le pres­tó el arma al fis­cal. Pero el pro­gra­ma no hizo el menor
esfuer­zo de demos­trar cómo un coman­do había entra­do y sali­do del
edi­fi­cio, del depar­ta­men­to cerra­do por den­tro y del baño cuya puerta
esta­ba blo­quea­da por la cabe­za del fiscal.

Los perio­dis­tas
israe­líes con­sul­ta­dos por este dia­rio coin­ci­den en que fue un show del
ex agen­te para auto­pro­mo­cio­nar­se como inves­ti­ga­dor en el terreno
finan­cie­ro
. Sha­ya no pudo expli­car dón­de está la docu­men­ta­ción, por
qué no se pre­sen­tó a la jus­ti­cia y, por ejem­plo, por qué no la utilizó
Nis­man en su denun­cia, si enci­ma vol­vió rápi­do por­que el ex agente
–según ale­ga en otra de sus fal­se­da­des– le entre­gó pape­les explosivos.
A esta altu­ra está cla­ro que Nis­man no che­queó nada de lo que puso en aque­lla denun­cia.
Dijo que Alan Boga­do era un espía que estu­vo en las nego­cia­cio­nes con
los ira­níes en Zurich y Nue­va York, cuan­do bas­ta­ba un lla­ma­do a
Migra­cio­nes para ave­ri­guar que nun­ca había sali­do del país. Puso en su
tex­to que el kirch­ne­ris­mo can­jeó impu­ni­dad por petró­leo –algo que
repi­tió Sha­ya ano­che – , cuan­do el petró­leo ira­ní no se pue­de refi­nar en
Argen­ti­na y al país no entró ni una gota. Nis­man ni siquie­ra chequeó
algo con su ami­go el titu­lar de Inter­pol, Ronald Noble, que 48 horas
des­pués salió a decir que su denun­cia era fal­sa. La reali­dad es que
Nis­man no puso nada res­pec­to de cuen­tas de los Kirch­ner por­que no tenía
nada y la his­to­ria de Sha­ya care­ce de todo sos­tén
.

Pero la fru­ti­lla del pos­tre es el reco­no­ci­mien­to de una ten­ta­ti­va de extor­sión. Sha­ya
dice que bus­ca­ban las cuen­tas de los Kirch­ner, no por dar la batalla
con­tra la supues­ta corrup­ción, sino para extor­sio­nar a la man­da­ta­ria
.
Su ver­sión es que tra­ba­jó para una agen­cia de infor­mes que a su vez
tra­ba­ja­ba para Paul Sin­ger y que la inten­ción era ame­na­zar­la con
publi­car los datos –inexis­ten­tes, fal­sos– si Cris­ti­na no se ave­nía a
pagar la «deu­da» argen­ti­na con los fon­dos bui­tres. El inven­to se cae por
su pro­pio peso, por­que CFK se fue del gobierno casi un año des­pués de
la muer­te de Nis­man y se man­tu­vo más que fir­me fren­te a Sin­ger y los
demás buitres.

Itu­rria /​Fuen­te

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