Resumen Latinoamericano, 15 de junio de 2020
La Convocatoria Abolicionista Federal responde a Marta Dillon por su nota sobre el debate por el trabajo sexual: “Se puso picante”
La cosa no se pone picante Dillon
La cosa se pone grave Dillon. Primero porque se violenta a quienes ya
fueron violentadas por el sistema prostituyente. Por ello, repudiamos en
todos sus términos que desde un medio de comunicación y desde un rol de
periodista se ejerza violencia mediática y simbólica revictimizando a
sobrevivientes de la prostitución y sobrevivientes de la trata de
personas con fines de explotación sexual.
La cosa no se pone picante Dillon. La cosa se pone Grave
La cosa no se pone picante Dillon. La cosa se pone Grave
Expresamos toda nuestra sororidad y acompañamos a Delia Escudilla,
autora del libro “Violación consentida” y a Alika Kinan, sobreviviente
de trata que llevó a juicio al Estado y sus proxenetas.
La cosa se pone grave Dillon. Porque, aun cuando se es antiabolicionista
como lo demuestra en toda su extensión el artículo que lleva su firma,
puede hacerse un análisis respetuoso de las posturas en tensión. Ni
siquiera el derecho a la libertad de expresión justifica de manera
alguna la agresión a quienes han sido víctimas de delitos que perpetúan
el sistema prostituyente.
La cosa se pone grave Dillon. Porque, no es la mera expresión en las
redes sociales, sino porque un medio de comunicación y quienes ejercen
la profesión periodística saben la importancia que tienen sus narrativas
en la generación de opinión pública.
La cosa se pone grave Dillon. Porque, la intención agraviante expresada
en el artículo “La cosa se pone picante” tiene un impacto que nada tiene
que ver con las buenas prácticas con enfoque de género, más aún si se
refiere a quienes como ya dijimos han sido víctimas de la explotación
sexual en sus cuerpos con las consecuencias que tiene esto para sus
vidas.
La cosa se pone grave Dillon, cuando no se explican los recorridos por
el cual miles de mujeres, niñas, niños, adolescentes, travestis, trans
en el mundo son ingresadas al sistema prostituyente para ser
prostituidas; en todo caso siempre en uso del derecho humano a la
libertad de expresión se espera que la información narrada contribuya a
entender las causas y evitar todo tipo de revictimización.
La cosa se pone grave Dillon, cuando se descalifica a las personas a las
que alude en un artículo periodístico, por ello entendemos que de
ninguna manera la práctica periodística desde un enfoque feminista puede
ser agraviante de las personas cualquiera sea la postura que se esgrima.
Convocatoria Abolicionista Federal
#ProstituirEsViolencia
#ConvocatoriaAbolicionistaFederal
Nota completa de Marta Dillon. El debate sobre el trabajo sexual. «Se-puso-picante»