Resumen Latinoamericano, 25 de junio de 2020
Se estima que 35 millones de brasileños carece de agua potable, mientras que las aguas residuales de 100 millones se vierten sin tratar.
Personalidades, movimientos sociales y organizaciones de Brasil critican la aprobación por el Senado de ese país, este jueves, de un proyecto de ley que allana el camino para privatizar las empresas estatales de agua y saneamiento.
Los promotores de la iniciativa (aprobada con 65 votos a favor y 13
en contra) consideran que de esa manera se brindará un mejor servicio a
35 millones de brasileños que carecen de agua potable y 100 millones
cuyas aguas residuales se vierten sin tratar.
En un mensaje difundido a través de la red social Twitter, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, expresó que no apoya la privatización del agua porque la salud de las personas depende de ello.
Água é vida. É saúde. Água tratada é responsabilidade do Estado brasileiro. Qual é o empresário que vai fazer isso sem rentabilidade? Eles vão levar água encanada pra favela sem ter lucro? Eu sou contra privatizar porque a saúde do povo depende disso.
— Lula (@LulaOficial) June 25, 2020
Manifestó que “el agua tratada es responsabilidad del Estado
brasileño” y preguntó: “¿Qué emprendedor va a hacer esto sin
rentabilidad? ¿Van a llevar agua corriente a la favela sin obtener
ganancias?”.
Al criticar la decisión, la expresidenta Dilma Rousseff, se opuso a convertir el agua en mercancía y añadió que países ricos que privatizaron esos servicios, luego comenzaron a nacionalizarlos nuevamente, “debido a la ineficiencia y la exclusión de los más pobres”.
Liberdade de expressão é isso. Enquanto uns usam seu espaço para bater no PT, outros, do mesmo veículo, destacam a posição firme do partido contra a privatização da água e na defesa dos interesses do povo brasileiro. pic.twitter.com/PQcOLacnVz
— Rogério Carvalho 🇧🇷🏴 (@SenadorRogerio) June 25, 2020
Recordó que el agua tratada y el alcantarillado son fundamentales
para proporcionar una vida segura y saludable, y alertó sobre la
intención “criminal y perversa” que puede tener este paso en medio de la
Covid-19, cuando se ha corroborado que “solo el Estado puede garantizar
la salud a todos”.
También, declaró
que la decisión del Senado amenaza la soberanía nacional porque puede
entregar a intereses extranjeros algunas de las mayores reservas de agua
potable disponibles en el mundo.
El Partido de los
Trabajadores (PT) fue la única organización política, representada en el
Senado, que votó en contra del proyecto el cual pasará ahora a la firma
del presidente Jair Bolsonaro.
En las redes sociales ganó prominencia una campaña contra la iniciativa. Sus organizadores promueven que los servicios de saneamiento básico para toda la población no pueden someterse a los intereses privados, en los que prima el beneficio.
* Fuente: TeleSUR